Pastoreo

Tres estímulos para los pastores que buscan ovejas descarriadas

Por Nick Gardner

Nick Gardner es un anciano de la Iglesia Bautista de Capitol Hill en Washington D.C.
Artículo
06.06.2022

Una de las consecuencias no esperadas de la pandemia ha sido la desintegración del hábito semanal de asistir a la reunión dominical. ¿Qué puede hacer un pastor cuando se enfrenta a ovejas descarriadas, aquellas que han dejado los pastos seguros de la iglesia local y se encuentran en territorio peligroso, lejos del rebaño?

Permíteme animarte, pastor, al considerar tres cosas al buscar las ovejas descarriadas.

Primero, sé un intercesor

Pablo ordena que «se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracia por todos los hombres», porque Dios «quiere que todos los hombres se salven» (1 Timoteo 2:1). Esto es cierto para los pastores y su rebaño. La importancia de la oración radica en el poder del Espíritu para obrar en el corazón del descarriado. Entonces, pastor, mientras tratamos de persuadir y rogar a las ovejas para que regresen al rebaño, recuerde que en nuestra propia fuerza «nuestra lucha se perderá».

Una forma práctica de hacer esto es crear una lista de miembros a los que no ha visto en la iglesia en mucho tiempo. Simplemente ore por ellos el sábado por la noche para que se reúnan con alguna iglesia que predique el evangelio el siguiente día.

En segundo lugar, ten paciencia

Hay al menos tres tipos de paciencia que Dios produce mientras buscamos creyentes descarriados.

El primer tipo es la paciencia pastoral con las ovejas. Puede haber una gran tentación a la frustración y la ira a medida que no se responde una llamada tras otra, un correo electrónico tras otro, un mensaje de texto tras otro. El llamado para el pastor es el mismo: «Ten paciencia con todos ellos» (1Ts. 5:14). Las ovejas descarriadas a menudo saben que están descarriadas, por lo que un llamado amable y acogedor al arrepentimiento puede ser una respuesta sorprendente.

El segundo tipo de paciencia es procedimental, relacionado con la rapidez con la que uno puede seguir la disciplina de la iglesia. Si estás en una iglesia que practica la disciplina de la iglesia (¡eso es bueno!), sé lento en utilizarla con las ovejas descarriadas. Asegúrate, en la medida de lo posible, de que este miembro verdaderamente ha abandonado la comunión de la iglesia y no tiene intención de regresar. Una buena regla general: cuanto menos sepas, más lento vas.

Por último, Dios desea que tú crezca en paciencia y mansedumbre. Buscar a los perdidos es una forma en que Cristo conforma a sus siervos a su semejanza. A diferencia de Jesús, no estamos naturalmente dispuestos hacia la mansedumbre y la bondad, la paciencia y la comprensión.

Así que Dios a menudo pone entre nosotros a personas difíciles, aparentemente inalcanzables, para que pueda hacernos crecer para ser más como su Hijo paciente. Pastor, abraza la obra santificadora de Dios mientras buscas pastorear el rebaño que Dios te ha confiado.

Tercero, sea persistente

La oración es esencial, pero también lo es la búsqueda. Así que después de orar, sigue insistiendo. No te rindas. Sigue llamando, enviando mensajes de texto y correos electrónicos. Tu persistencia es un medio secundario por el cual Cristo busca a los descarriados.

Es un privilegio ser usado por nuestro Señor para traer de vuelta lo que es suyo por derecho. Entonces, pastor, a medida que te canses de seguir, recuerde que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores (1 Timoteo 1:15) y «buscar y salvar lo que se había perdido» (Lucas 19:10). Si esa oveja descarriada pertenece a Cristo, ten confianza que «las ovejas le siguen, porque conocen su voz» (Juan 10:4).

Traducido por Renso Bello

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