En el ministerio, el gozo y el dolor no se anulan entre ellos
Por muchos años, el perdón y la alegría fueron los pilares de mi fe. Mi razonamiento fue bastante directo: Dios había perdonado mis pecados, ¡así que alégrate! Asistí a una iglesia que seguía la misma lógica. El culto dominical consistía en canciones de alabanza que nos exhortaban a cantar con alegría sobre la gracia de Dios, seguidas de […]