¿Deberían los misioneros buscar «personas de paz»?
Antes de salir corriendo a predicar el evangelio, ganar almas y hacer discípulos, debemos conocer algo de la doctrina bíblica acerca del hombre. Según las Escrituras, el hombre no es moralmente neutro, y tampoco lo son sus creencias ni sus sentimientos con respecto a las realidades espirituales.