Los pastores enseñan
El llamado al ministerio pastoral no es para administradores especializados de grandes departamentos eclesiásticos. Tampoco es un llamado para pendencieros y pugilistas, más propensos a pelear que a enseñar. Los pastores enseñan, y son el tipo de hombres que con gracia apenas cesan, incluso si les pones una pistola en la cabeza.