Un nuevo año, ¡Pero no de lo mismo!
Lamentablemente, la humanidad está llena de buenos deseos y de poco esfuerzo. Los buenos deseos nos revelan muchas veces que la mayoría conoce la verdad. La falta de esfuerzo nos deja ver que muchos no están dispuestos a pagar el precio para que la verdad se haga realidad en su vida. Resoluciones hechas “a la carrera”, sin una correcta meditación, usualmente no se convierten en realidad; y resoluciones hechas contando puramente con el esfuerzo humano no pasan de ser buenos deseos.