El evangelio de la prosperidad en mi propio corazón
El solo pensamiento de que Dios nos debe una vida relativamente libre de problemas, y la ira que sentimos cuando Dios no actúa de la manera que creemos que debe actuar, traiciona un corazón que espera que Dios nos prospere debido a nuestras buenas obras. Ese es el evangelio de la prosperidad.
¿Qué nos tiene que enseñar la 2 carta de Juan sobre el asociarnos con falsos maestros?
¿Es posible para nosotros socavar el evangelio que predicamos a través de nuestras asociaciones ministeriales? Esta última pregunta parece ser recurrente en el evangelicalismo estadounidense. Es muy común que pastores, maestros y autores de inclinación evangélica compartan plataformas ministeriales con quienes predican un evangelio distinto al que «por la fe que ha sido entregada una […]
Un evangelio de la prosperidad mucho más sutil: más común de lo que piensas
Aunque los evangélicos tradicionalmente han criticado el evangelio de la prosperidad en su forma «explícita», hay una forma más sutil de esta enseñanza que es muy común entre nosotros [1]. A menudo no es detectada por los cristianos creyentes en la Biblia, toma por sentado el evangelio y lleva a sus adherentes a centrarse en cosas como planificación financiera, la dieta y el ejercicio, y estrategias para el crecimiento personal.