
Reseña del libro: Predicar a Cristo en todas las Escrituras, de Edmund Clowney
Los predicadores están llamados a exponer a Cristo de una manera que lo exalte, sin importar qué texto bíblico estemos predicando el domingo. Clowney puede mostrarte cómo exponer a Cristo desde el Antiguo Testamento de un modo que te ayudará a ti y a tu congregación a exaltarlo juntos y fielmente, tanto en la predicación y como el oír su Palabra.

Reseña del libro: La predicación centrada en Cristo, de Bryan Chapell
Aquellos comprometidos con la proclamación de la Palabra de Dios encontrarán el volumen de Chapell accesible, ingenioso y útil. Lo recomendaría para colegios bíblicos, seminarios, pasantías pastorales o estudios de pastores.

Ocho principios para un predicador invitado
El Señor instruye y equipa a su iglesia a través de la predicación de su Palabra. Cuando enseñemos como predicadores invitados, hagámoslo siendo conscientes de ello.

El objetivo de la predicación en una cultura cada vez más hostil al cristianismo
Pastores, debemos construir la capacidad de sufrir en nuestras congregaciones. Ese sufrimiento puede ser un niño que nace sin la capacidad de hablar, o puede ser la persecución. Nadie sabe cómo sufrirán los cristianos a lo largo de su vida.

Predicador, ¿qué hay en tu menú infantil?
Queremos que nuestros niños sepan que la iglesia es para ellos, Jesús es para ellos y la vida eterna es para ellos, así que hablemos con ellos en nuestros sermones. Considera añadir estos elementos a tu menú infantil, y con el tiempo, encontrarás un apetito creciente entre los niños.

Cinco efectos de La Predicación Expositiva en Una Iglesia
Recuerda que la Palabra de Dios es poderosamente transformadora. Hermanos, desatemos la Palabra de Dios. Dejemos que la gloria de Dios en el rostro de Jesucristo brille sobre sus ovejas compradas con sangre. Dejemos que la Palabra haga su obra redentora a través de su predicación expositiva fiel, y la sabiduría salvadora de Dios será expuesta a un mundo que perece.

Los pastores enseñan
El llamado al ministerio pastoral no es para administradores especializados de grandes departamentos eclesiásticos. Tampoco es un llamado para pendencieros y pugilistas, más propensos a pelear que a enseñar. Los pastores enseñan, y son el tipo de hombres que con gracia apenas cesan, incluso si les pones una pistola en la cabeza.

Reseña del libro: Engaging the Written Word of God [El compromiso con la Palabra de Dios escrita], de J. I. Packer
Engaging the Written Word of God [El compromiso con la Palabra de Dios escrita] es una colección de ensayos de J. I. Packer en los que esboza sus respuestas claramente evangélicas a preguntas acerca de las Escrituras.

Reseña del libro: The Beauty and Power of Biblical Exposition [La belleza y el poder de la exposición bíblica], de Douglas Sean O’Donnell y Leland Ryken
Este libro servirá como un compañero fiel que el predicador puede consultar de vez en cuando para refrescar su mente en los puntos literarios del género que está enseñando.

Mantengamos vivos el griego y el hebreo en el ministerio
Dios no quiere que nos formemos en el Evangelio solo durante dos o tres años, sino que quiere que sigamos adelante, de modo que, aunque vivamos cien años o más en este mundo, debemos seguir siendo eruditos, y saber que aún no nos hemos acercado a nuestra perfección, sino que tenemos que seguir avanzando.

Reseña del libro: Christian Worldview (Cosmovisión cristiana) de Herman Bavinck
En esta breve obra, Bavinck aborda los desafíos que las visiones occidentales dominantes del mundo plantean a la fe cristiana y muestra que la Biblia ofrece respuestas más convincentes a las preguntas de Occidente que las que el propio Occidente es capaz de dar.

No camines por el pasillo, lleva tu cruz
Si solo predicas la justicia de Cristo, entonces aún no has predicado lo que demanda el evangelio. Los pecadores deben ser llamados a responder. ¿Cómo responden? No caminando por un pasillo, sino cargando su cruz. Aquí está la invitación de Jesús a los que vendrían después de él: «Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por causa de mí y del evangelio, la salvará» (Marcos 8:34–35).

Una cosa que recuerdo de la clase de predicación
Esto ha sido de ayuda para mí. Se lo paso a todos los predicadores jóvenes que buscan consejos gratuitos.
Cuando llegas a un pasaje, hay cuatro cosas que puedes hacer: ilustrar, defender, explicar, aplicar. Reorganicé el orden de la clase de seminario para que los cuatro puntos formen un acrónimo conveniente: IDEA.

Por qué la predicación es primordial y las ordenanzas no lo son
Es la Palabra leída y predicada la que puede convertir al escéptico y discipular al santo (2 Ti. 3:15-17). Las ordenanzas sin la Palabra no salvarán a nadie, mientras que la Palabra sin las ordenanzas han salvado a muchos.

Cómo tropecé accidentalmente con los medios ordinarios de la gracia y luego me enamoré de ellos
Fui a la universidad un año más tarde que la mayoría de mis amigos, por lo que cuando me presenté ya ellos llevaban un año yendo a la iglesia. No mencionaré su nombre, pero tenía la palabra «bautista» en él. A mí, por otro lado, me gustaba asistir a iglesias cuyos nombres podrían haber servido para empresas tecnológicas emergentes o centros de rehabilitación: The Verve, The Well, Crossroads, ya sabes de qué hablo.

Lo que significa y no significa ser «apto para enseñar»
Pastor, recuerda, Dios requiere claridad, no inteligencia; fidelidad doctrinal, no florecimiento retórico. Como se ha dicho, otros podrían ser capaces de enseñar mejor el Evangelio, pero no pueden predicar un mejor evangelio. Podrías no ser elocuente o efectivo según los estándares del mundo, pero Dios aún podría considerarte «apto para enseñar».

Siete consejos para el joven predicador que antes fui
Dios nos está llamando a los predicadores a mostrar progreso a nuestras congregaciones, no perfección. Definitivamente no he dominado la predicación, lo que sea que signifique “dominar”, pero por la gracia de Dios he mostrado progreso en los últimos 15 años en la lectura de las Escrituras, la predicación y la enseñanza. Y por su gracia tú también lo harás.

Por qué debemos predicar la Biblia
Pastor, ya sea que estés iniciando, tengas años exponiendo las Escrituras, o recién estés considerando tu llamado de parte de Dios: si quieres la bendición de Dios sobre tu ministerio, entonces predica la Palabra, a tiempo y fuera de tiempo.

Tres consejos para el pastor ocupado que prepara sermones
Es increíble lo que puedes lograr cuando te concentras. El cerebro tiene una gran capacidad de enfoque, pero debe someterse a entrenamiento. Así como Pablo le pidió a Timoteo que se ejercitara para la piedad (1 Ti. 4:7), debemos ejercitar nuestro cerebro para la concentración.

La importancia de la aplicación en la predicación
Si todo mensaje predicado en la Biblia tenía aplicación, esto nos lleva a reflexionar sobre la naturaleza misma de la predicación. C.H. Spurgeon dijo: “¡Cuando empieza la aplicación, empieza la predicación!”. La diferencia esencial entre una mera enseñanza y una predicación reside principalmente en la presencia o no del elemento de aplicación y de exhortación.

Un sermón sin Cristo no es un sermón cristiano
Esto es lo que quiero que recuerdes: un sermón sin Cristo no es un sermón cristiano. Tampoco una canción, ni un tiempo de consejería, ni siquiera una amistad. El amado Charles Spurgeon lo dijo bien:
“Un sermón sin Cristo es como pan sin harina. ¿Que no hay Cristo en su sermón? Pues váyase a su casa y no predique más hasta que tenga algo que valga la pena predicar”, Charles Spurgeon.

Sí, la predicación realmente cambia a las personas
El hombre natural, no regenerado, cobra vida por la Palabra de Dios. Y habiendo sido traído a la vida por la Palabra, el hombre regenerado continúa siendo sostenido y nutrido por la Palabra de Dios. Pedro lo dijo muy bien. En un momento de brillantez inspirada por el espíritu, dijo esta verdad: «¿A quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna» (Juan 6:68).

«La Palabra lo Hizo Todo»: La Necesidad de Predicar Según Los Reformadores Protestantes
La voz del hombre no es más que un sonido que se desvanece en el aire, y sin embargo es el poder de Dios para la salvación de todos los creyentes (dice Pablo). Entonces, cuando Dios nos habla por boca de los hombres, se une a la gracia interior de su Espíritu Santo, hasta el fin, para que la doctrina no sea inútil, sino para que dé fruto. Mirad, pues, cómo oímos al Padre celestial, es decir, cuando nos habla en secreto por su Espíritu Santo, y luego venimos a nuestro Señor Jesucristo [14].

Lo que Nuestras Iglesias Necesitan con Urgencia
Hay necesidades humanas que son inevitablemente universales. Amar y sentirnos amados; el perdón, el alimento, la gracia. A la vez, ciertas civilizaciones sufren de necesidades específicas con mayor intensidad debido a sus circunstancias particulares. Ese es el caso del mundo cristiano hispanoamericano. No es que nuestras necesidades sean únicas. Pero en nuestra herencia cultural, hay ciertos aspectos que han sido descuidados históricamente, y por lo tanto necesitamos suplirlos con fundamentos bíblicos para poder crecer y madurar. Esta lista puede ser larga, pero permíteme presentarte dos áreas que necesitamos suplir urgentemente.

Me toca predicar… Y ahora, ¿Qué Hago?
El mismo Dios que nos llama, es quien nos capacita, y “el que invita es el que paga”. Creamos con fe que Dios multiplicará nuestra sabiduría e inteligencia espiritual para la tarea que nos ha asignado, pues no somos mejores ni peores que Moisés el viejo tartamudo, Jeremías el joven asustado, Isaías el de labios impuros, Gedeón el cobarde, Sansón el carnal, o Jonás el profeta rabioso. ¡Dios se place en usar vasijas de barro para que la gloria solo sea para él!