
Discípula a otros
Tú no necesitas ser un gurú que hace discípulos. Solo necesitas estar disponible. No necesitas ser un teólogo. Solo necesitas ser un medio de gracia para otros discípulos. El hacer discípulos es para cada día, para los seguidores imperfectos de Jesús, comprados con sangre. ¡Así que, cristiano, comprometámonos a discipularnos los unos a otros!