Pastoreo

Cinco maneras en las que los pastores pueden preparar a sus iglesias para el sufrimiento

Por Dave Furman

Dave Furman es el pastor principal de la Iglesia Redentora de Dubai, que cuenta con miembros de más de 50 países.
Artículo
23.03.2022

Pastores, es inevitable que los miembros de sus congregaciones sufran. Célebremente, D. A. Carson dijo, «para sufrir todo lo que tienes que hacer es vivir lo suficiente». Mientras buscas pastorear a tu congregación, no esperes hasta que llegue el sufrimiento. No comiences a preparar a las personas para la muerte cuando ya están en la UCI.

Existen muchas cosas que podemos hacer ahora como pastores para preparar a nuestras iglesias para el sufrimiento. A continuación, enumeraré cinco:

1. PASTORES, SIGAN PREDICANDO EXPOSITIVAMENTE

La predicación expositiva asegura que el centro del pasaje es el centro del sermón. Además, normalmente involucra explorar diferentes libros de la Biblia pasaje por pasaje. Al hacer esto, los pastores aseguran una dieta bíblica para los miembros de sus congregaciones (un buffet de enseñanza de libros históricos, poéticos, proféticos; los evangelios, las epístolas y el material apocalíptico).

Al rotar regularmente tu calendario de predicaciones, por necesidad, abordarás todas las áreas de la vida cristiana, entre ellas, el sufrimiento. Además, al predicar expositivamente es más probable que compartas con la congregación lo que Dios tiene que decir sobre el sufrimiento en vez de compartir consejos desde tu propia experiencia limitada.

2. PASTORES, NO OLVIDEN PREDICAR EL ANTIGUO TESTAMENTO

No olviden cuánto tienen que enseñarnos los libros del Antiguo Testamento acerca de nuestras pruebas. A medida que vas predicando sobre Génesis, 1 y 2 Reyes, Jeremías y Job resaltarás para los creyentes de tu congregación a quienes confiaron en Dios en medio del sufrimiento.

Los héroes de la Escritura no son los héroes de las películas basadas en historietas que vemos hoy. David dijo una vez que con regularidad inundaba su cama con lágrimas. Job maldice su propio nacimiento y cree que él y el mundo habrían estado mejor si es que él hubiese muerto. Elías quería morir cuando Acab y Jezabel lo persiguieron. Bajo el peso agotador del liderazgo, Moisés le pidió a Dios que le quitara la vida. A Jeremías lo llamaron el profeta llorón por su falta de fruto.

Estos hombres son los héroes de la Biblia; cada uno de ellos sufrió. Por lo tanto, pastores, presenten esas Escrituras regularmente a su congregación.

3. PASTORES, HAGAN DE LA IGLESIA UN LUGAR SEGURO PARA ABRIRSE RESPECTO AL DOLOR

Como a menudo se ha dicho, la iglesia no es un museo de santos, sino que un hospital para los heridos. Los miembros de nuestra congregación necesitan saber esto. Ellos necesitan saber que no serán aislados por su debilidad, sino que el sufrimiento es tristemente parte «normal» de este mundo caído. Ellos necesitan saber que no se les va a preguntar inmediatamente si es que están pecando sin arrepentirse cuando admiten que sienten dolor mental o emocional.

Una de las mejores formas para hacer de la iglesia un lugar seguro para quienes están heridos es que los pastores estén abiertos a su propio sufrimiento. Claramente, el foco en el sermón y en el servicio de adoración necesita estar en Jesús. Sin embargo, cuando sea apropiado, los pastores deben sentirse libres para compartir sus propias luchas. Podría ser que las compartan en un servicio vespertino o pidan oración a la congregación en los tiempos apropiados. El objetivo es no hacer que sea anormal o incómodo para los miembros de la iglesia exponer sus propias luchas ante el cuerpo.

4. PASTORES, HABLEN MUCHO SOBRE EL CIELO

Nuestras congregaciones necesitan saber que su mejor vida no la tienen ahora. Necesitan saber que Jesús va a regresar y arreglará todas las cosas que están mal. Por lo tanto, pastores, lleven regularmente a su congregación a Apocalipsis 21 y 22 donde dice que Jesús enjugará cada lágrima de sus ojos y que la muerte ya no existirá más (ni el luto ni el llanto). En ese día, el gozo eterno nos visitará y nunca nos dejará.

Enseñar sobre el cielo podría no consolar automáticamente a una persona que está sufriendo. No obstante, es más fácil tener esta rica doctrina en nuestros corazones antes de que lleguen las pruebas, en lugar de intentar inyectarla en medio de un sufrimiento intenso.

5. PASTORES, CONSTRUYAN UNA CULTURA DE PREOCUPACIÓN DESDE HOY

Efesios 4:7 nos dice que Cristo nos da a cada creyente dones y capacidades para servir y para preocuparnos por otros. En otras palabras, preocuparse por quienes están sufriendo no es trabajo solo de los pastores, sino que de toda la congregación.

Con esto en mente, podría ser sabio animar a ciertos miembros de la congregación que tienen el don para esto a que inspiren y lideren a otros miembros a ayudar a quienes están sufriendo. Quizás esto hará que emerja una cultura de cuidado. Tal vez provoque que comience a ser normal para un miembro de la congregación ayudar a otro. En nuestra iglesia tenemos un diaconado de cuidado de miembros de la congregación que ha desarrollado un equipo de miembros de la iglesia que juntos buscan las necesidades que existen en la congregación. Si puedes comenzar una cultura de cuidado hoy, estarán listos cuando llegue el sufrimiento y la tragedia.