Familia

‪Evangelismo y Maternidad: Diez lecciones aprendidas en el camino‬

Por ​Melissa Kruger

​Melissa Kruger sirve como Coordinadora del Ministerio de Mujeres en la Iglesia de Uptown en Charlotte, Carolina del Norte, y es la autora de The Envy of Eve: Finding Contentment in a Covetous World, Walking with God in the Season of Motherhood, In All Things: A Nine Week Devotional Bible Study on Unshakeable Joy, y Growing Together: Taking Mentoring Beyond Small Talk and Prayer Requests. Su esposo Mike es el presidente del Reformed Theological Seminary, y tienen tres hijos.
Artículo
11.02.2022

En medio de botellas, pañales y noches sin dormir, es fácil entender por qué la maternidad es una época en la que estamos propensas a perder la cosecha que nos rodea. ‪A menudo somos como los trabajadores que Jesús mencionó en Juan 4:35, creyendo que la cosecha está a meses de distancia, cuando, en realidad, los campos están maduros antes que nosotras.

‪A lo largo de esta temporada, he visto al Señor dibujarse  a sí mismo a través de las relaciones hechas con diferentes mujeres en parques, jardines infantiles, consultorios médicos y guarderías vecinales. ‪La forma principal en la cual mis amigas y yo hemos tratado de compartir a Cristo como madres ha sido a través de la formación de estudios bíblicos. ‪Como he observado una gran variedad de estos grupos y he experimentado la obra del Señor entre ellos, he aquí algunas lecciones que he aprendido en el camino.

1. ‪LOS CAMPOS ESTÁN FÉRTILES

‪Al igual que un pescador sabe que hay mejores momentos del día para la captura de peces, algunas estaciones de la vida son suelos más fértiles para el evangelismo. ‪La maternidad es una de esas estaciones. ‪las madres anhelan respuestas y consejos. ‪Ya sea en el trabajo o en el hogar a tiempo completo, anhelamos a otros adultos con quienes discutir cuestiones acerca de la maternidad, el matrimonio y la fe. ‪He encontrado que a muchas mujeres les encantaría ir a un estudio bíblico. ‪Solo están a la espera de ser invitadas.

2. ‪DONDEQUIERA QUE DIOS TE PONGA, DEBES ESTAR AHÍ

‪Cuando mi hija mayor comenzó a ir a educación preescolar, yo no conocía a ninguna otra madre en su escuela. ‪A decir verdad, yo quería vivir más cerca de mis amigas para que ella pudiera asistir al preescolar con sus hijos. ‪A menudo es tentador desear que nuestras circunstancias sean diferentes y dejar de ver el lugar que el Señor ha preparado para nosotras para servir a su reino. ‪El misionero mártir Jim Elliot dijo una vez: “Donde quiera que estés, ¡debes estar de lleno ahí! ‪Vive al máximo cada situación cuando crees que es la voluntad de Dios”. ‪Esta sabiduría es especialmente cierta para nosotras como madres. ‪Tu vecindario, las edades y las disposiciones de tus niños en particular, su distrito escolar, el trabajo fuera del hogar, el horario de trabajo de tu esposo, tus recursos financieros, todas estas circunstancias que a veces deseamos que sean diferentes, son los lugares precisos a los que el Señor nos llama a llevar el evangelio.

3. ‪CUENTA CON AYUDA

‪Después del primer año de estar sola, dos de mis amigas de la iglesia se mudaron y matricularon a sus hijos en la misma escuela preescolar. ‪Ahora me doy cuenta de lo mucho que necesitaba un equipo para poder iniciar un estudio bíblico en los primeros años de ser madre. ‪Cada uno de nuestros diferentes dones se unieron para formar un hermoso conjunto. ‪Nos dividimos las tareas, orábamos las unas por las otras, y nos dábamos unas a otras descansos durante las temporadas de los bebés recién nacidos. ‪A medida que el grupo fue creciendo, necesitamos más ayuda, por lo que una variedad de mujeres nos ofrecimos como voluntarias para servir en las diferentes áreas.

4. ‪CONSTRUYE LA COMUNIDAD QUE EL SEÑOR TRAE

Al formar el grupo, teníamos la esperanza de crear un lugar donde las mujeres que nunca habían estudiado la Biblia se sentirían cómodas para venir y aprender sobre el cristianismo. ‪En lugar de eso, nuestro estudio Bíblico inicial era principalmente de damas de la iglesia que compartíamos nuestras esperanzas de llegar a otras mujeres. ‪En retrospectiva, me doy cuenta de que el Señor estaba construyendo nuestra comunidad en esos dos primeros años, por lo que nos hubiera gustado tener un lugar amoroso para invitar a otras madres. ‪Él nos dio una comunidad para que pudiéramos compartirla con las demás. ‪Y, finalmente, Él trajo a las mujeres que esperábamos alcanzar.

5. ‪ESTUDIA LA BIBLIA

Cuando se trata de iniciar estudios de alcance, es importante explicar que nuestro propósito es el estudio de la Palabra de Dios juntas. ‪Por lo general tenemos damas de un espectro de denominaciones y creencias. ‪El estudio de lo que la Biblia tiene que decir, sin embargo, nos aleja de opiniones sobre cuestiones discutibles y nos acerca hacia las verdades fundamentales del cristianismo. ‪El estudio de la Palabra de Dios nos permite conocer a Jesús de una manera más amplia y más profunda. ‪Semana tras semana y año tras año, la Biblia es la herramienta más poderosa que tenemos en la evangelización. ‪Dios usa su Palabra para moldear corazones y transformar mentes. ‪Discusiones honestas de luchas y dolores de cabeza son bañadas en la esperanza del Evangelio de modo que  la Palabra se convierte en el centro de las relaciones. ‪Sus palabras, discutidas y reflexionadas entre un grupo de mujeres, cambian vidas.

6. ‪LA LOGÍSTICA ES IMPORTANTE

Es importante que las mujeres sepan lo que está pasando una semana tras otra entre el grupo. ‪Necesitan saber cuándo y dónde el grupo se reúne y lo que se está estudiando. ‪También es útil proporcionar cuidado de los niños en un entorno cercano, de modo que las madres se sientan cómodas dejando a sus hijos. ‪Tal logística puede ser una de las barreras más difíciles de organizar para las líderes, pero son un componente importante del cuidado de las mujeres que se esperan alcanzar.

7. ‪INVITA CON VALENTÍA

‪Invita a las mujeres que se reúnen en el parque, en el consultorio de tu médico, tu escuela preescolar, o cualquier otro lugar donde el Señor te coloca. ‪Nuestro grupo comenzó a enviar una invitación a cada mujer de nuestro preescolar para un “Almuerzo de Regreso a Clases” para presentarnos y contarles sobre el estudio de la Biblia. ‪Me parece que invitar a las mujeres es a menudo un punto de partida para las conversaciones espirituales más profundas. ‪No solo invites a las mujeres al estudio: dales la bienvenida a tu vida. ‪Abre la conversación hablando de tus luchas y fracasos para que vean que  el cristianismo no es para las mujeres perfectas, sino para las pecadores que necesitan un Salvador. 

8. ‪SÉ CONSCIENTE DE LA BATALLA

‪Esta es la realidad de dirigir un estudio de alcance: al enemigo de nuestras almas no le gustan las mujeres que estudian la Biblia. ‪Cada año, en algún punto del camino, me enfrento con el desaliento y quiero dejar de conducir el estudio. ‪El desánimo, por supuesto, viene en muchas formas: cansancio emocional y espiritual, las enfermedades físicas, los juicios inesperados, las complicaciones logísticas, luchas relacionales, etc. ‪En estos momentos, las palabras de Dios a Josué a menudo me trajeron consuelo: ”¡Sé fuerte y valiente! No temas ni te acobardes, porque el SEÑOR tu Dios estará contigo dondequiera que vayas” ‪(Josué ‪1:9). ‪Debemos depender de la presencia de Dios para tener el coraje de mirar más allá de nuestras circunstancias temporales para luchar las batallas de la guerra contra el avance del reino.

9. ‪PERMANECE EN JESÚS

‪A menos que permanezcamos en Cristo en nuestras vidas, no vamos a tener nada que dar a las mujeres que tratamos de evangelizar. ‪Jesús advirtió a sus discípulos en la víspera de su muerte: “Yo soy la vid, ustedes los sarmientos; el que permanece en Mí y Yo en él, ése da mucho fruto, porque separados de Mí nada pueden hacer” ‪(Juan 15:5). ‪Diariamente debemos aferrarnos a lo que esperamos transmitir a las demás. ‪Debemos estar bebiendo con gozo de aguas vivas, si esperamos que los demás “Prueben, y vean que el Señor es bueno” (Sal. ‪34:8).

10. ‪CONFÍALE A DIOS LOS RESULTADOS ORANDO EN TODO TIEMPO

Un pescador no puede hacer que el pez trague el anzuelo, ni puede un agricultor hacer que las semillas crezcan. ‪Pueden aumentar en sabiduría y comprensión a medida que realizan sus tareas, pero deben esperar con esperanza los resultados. ‪Del mismo modo, todos nuestros esfuerzos deben confiarse al Señor a través de la oración. ‪No somos responsables por las almas que estamos tratando de alcanzar, pero lo somos para ser obedientes al llamado de Cristo de “id y haced discípulos” (Mateo ‪28:19).

‪Sin embargo, la emoción de la captura de un pez o ver crecer una planta estimula enormemente el obrero en su tarea. ‪Estoy tan agradecida de que el Señor me ha permitido ver vidas cambiadas. ‪Yo tengo la misma esperanza para otras mamás y soy alentada a vivir en oración por las palabras de Jesús: “La cosecha es mucha, pero los obreros pocos; rueguen, por tanto, al Señor de la cosecha que envíe obreros a Su cosecha” ‪(Lucas 10:2).

 

Artículo publicado primero en Coalición por el Evangelio