Reseña del libro: 31-Day Devotionals for Life [Devocionales de 31 días para la vida]

Es una mañana de domingo normal. Como pastor, acabas de predicar y estás de pie en la parte trasera de la iglesia, saludando a los miembros e invitados. Un miembro en particular se detiene, luciendo especialmente abatido, y te pregunta si pueden apartarse a un lado.

«Pastor, ¿podemos reunirnos? Tengo un problema y necesito un consejo».

Mientras nuestro corazón se compadece, a menudo nuestra cabeza da vueltas. ¿Cuál es la naturaleza del problema? ¿Cuánto tiempo ha durado? ¿Estoy preparado para ayudar? Sintiendo tu responsabilidad por tu oveja, disponen un tiempo para hablar la semana siguiente.

Esta ilustración no tiene nada de extraño. Esto es algo cotidiano en el ministerio pastoral. Hemos sido designados como subpastores de Dios para cuidar de sus ovejas. Esto implica fortalecer a los débiles, curar a los enfermos, vendar a los heridos y hacer volver a los descarriados (Ez. 34:4). Pero al hacerlo, nos encontramos en la búsqueda de herramientas que nos ayuden en esta tarea privilegiada.

Independientemente de la iglesia, todos los pastores necesitan recursos que puedan ofrecer a quienes buscan consejo. Preséntales 31-Day Devotionals for Life [Devocionales de 31 días para la vida].

¿En qué son útiles estos devocionales en el ministerio pastoral?

El libro es una serie de devocionales mensuales sobre todo tipos de temas que un pastor puede encontrar mientras sirves a tu congregación. Este es su catálogo al momento de escribir este artículo.

1. Un pasado doloroso.

2. Hábitos adictivos.

3. Después de una infidelidad.

4. El enojo.

5. La ansiedad.

6. La garantía.

7. La enfermedad crónica.

8. El contentamiento.

9. La duda.

10. El compromiso.

11. El temor a los demás.

12. El perdón.

13. El duelo.

14. La esperanza.

15. El conflicto en el matrimonio.

16. El dinero.

17. La crianza de los hijos y las discapacidades.

18. La paciencia.

19. La soltería.

20. La pornografía.

21. Las relaciones tóxicas.

Estos libros están diseñados para dar a los lectores 31 días de 1-2 devocionales, aplicando la Palabra de Dios al problema.

En nuestras oficinas pastorales, mantenemos una pila de estos libros acerca de varios temas y los regalamos a los miembros cuando descubrimos debilidad, iniquidad y heridas en sus vidas.

¿En qué se diferencian estos devocionales de otros libros?

No hay escasez de recursos de consejería disponibles para los pastores en contextos occidentales. Hay libros y minilibros sobre una gran variedad de temas, así como vídeos de formación, planes de estudio y manuales de asesoramiento. Sin embargo, muchos de estos recursos son más informativos que formativos. Es decir, existen más para educar y equipar la mente que para formar y servir al alma. No me malinterpreten: ambos son necesarios. Necesitamos buenos recursos de consejería que nos ayuden a pensar bíblicamente acerca de la consejería. Pero necesitamos más recursos de consejería que realmente ayuden a la persona a comprometerse devocionalmente con el Señor, llevando sus corazones al Príncipe de los pastores a través de la Palabra y la oración.

31-Day Devotionals for Life brindan ese compromiso devocional. Te permiten a ti, como pastor, dar algo a los miembros de tu iglesia que los lleve inmediatamente a la Palabra de Dios, para que puedan escuchar su voz en relación con su desafío. Los devocionales también animan a los lectores a orar y a dar pasos activos de fe para abordar ese pecado o problema, todo ello infundido con la gracia del evangelio y la compasión de Cristo.

¿Cómo impactarían estos devocionales en tu iglesia?

Uno podría suponer que estos devocionales aplican un método demasiado simplista para abordar las luchas del alma. Algunos han calificado peyorativamente este tipo de asesoramiento centrado en la Palabra o basado en la Palabra como un enfoque de «toma dos versículos y llámame por la mañana» que no aborda suficientemente todo lo que la gente necesita a modo de consejería.

Si bien es cierto que las personas a menudo necesitan más que la Palabra y la oración, nunca necesitarán menos que la Palabra y la oración. Aunque nuestras necesidades incluyen relaciones sanas dentro de la iglesia y (a veces) la intervención médica y otras formas de tratamiento, esos medios nunca pueden suplir nuestra necesidad de acercarnos a nuestro Padre, por su Espíritu, a través de su Hijo en la Palabra y la oración (He. 4:16). Estos devocionales ayudan a inculcar en nuestros corazones que esto es lo primero que debemos hacer para obtener ayuda. Dios es —por encima de todos los demás— nuestro «amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones» (Sal. 46:1).

Hace algunos años, le pregunté a un pastor mayor qué hacía cuando un miembro se acercaba a él para pedirle un consejo. Respondió que una vez que determinaba la naturaleza del problema, le preguntaba a la persona si había buscado al Señor al respecto, y si lo había hecho, en qué consistía esa búsqueda. Les preguntaba qué textos bíblicos habían considerado y qué oraciones habían hecho. Si no habían buscado al Señor, elaboraba una lista de pasajes para que los leyeran y oraran y acordaba reunirse con ellos una vez que hubieran completado la tarea.

A menudo, los miembros nunca necesitaban la reunión, aunque algunos sí, y él siempre estaba dispuesto a reunirse en ese momento. Cuando le pregunté por qué lo hacía, su respuesta fue sencilla: «Siempre envía a tu congregación a Dios primero».

Este libro te dará un recurso por el cual puedes hacer precisamente eso.

Traducido por Nazareth Bello