Liderazgo

Un foro de pastores sobre la responsabilidad de las iglesias locales de ayudar a equipar a la próxima generación de pastores

Por 9Marks

9Marks equipa con una visión bíblica y recursos prácticos a líderes y miembros de iglesias para que la gloria de Dios se refleje a las naciones a través de iglesias sanas.
Artículo
14.09.2020

Hicimos a un foro de pastores la siguiente pregunta:

¿Tienen las iglesias locales la responsabilidad de ayudar a equipar a la próxima generación de pastores? Y si es así, ¿por qué?

Respuestas de:

  • Rickey Armstrong (Iglesia Bautista Glendale, Miami, FL).
  • Stephen E. Farish (Iglesia Crossroads, Grayslake, IL).
  • David Helm (Iglesia de la Santísima Trinidad, Chicago, IL).
  • Juan Sánchez (Iglesia Bautista High Pointe, Austin, TX).
  • Sandy Willson (Segunda Iglesia Presbiteriana, Memphis, TN).

Rickey Armstrong

Pastor de la Iglesia Bautista Glendale en Miami, Florida.

Como Señor de la iglesia, Cristo ha garantizado el éxito de la iglesia para todas las edades (Mt. 16:18-19). Por tanto, podemos estar seguros de que él proporcionará los líderes que necesita para servir a los santos en las futuras generaciones. Dado que las tareas de pastor y maestro son dones espirituales (Ef.4:11), los bendecidos con esos dones tendrán el compromiso correspondiente de hacer el trabajo. Y nuestro Señor se asegurará de que la iglesia nunca se quede sin un suministro suficiente de tales hombres.

Para este fin, Dios usa iglesias y pastores que son fieles a su palabra para producir futuros líderes para su iglesia. Equipar futuros pastores es una parte esencial de la responsabilidad de hacer discípulos de una iglesia. Esto, es en parte lo que Pablo tiene en mente cuando él exhorta a Timoteo a guardar el tesoro y se lo pase a hombres fieles (2 Ti. 1:14, 2: 2). Una iglesia debería confirmar a hombres jóvenes, que profesan ser llamados, sobre la base de su buena voluntad de guardar el valioso tesoro de la verdad de Dios para su generación.

He alentado a los jóvenes bajo mi cuidado, a servir en nuestra iglesia, como pasantes o asociados pastorales y hacer un compromiso de asistir a la Universidad Bíblica y Seminario. Esto no solo proporciona una valiosa experiencia y educación, es una inversión en el futuro de la iglesia.

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Stephen E. Farish

Pastor de la Iglesia Crossroads en Grayslake, Illinois.

Creo que la iglesia local tiene la responsabilidad de adiestrar la próxima generación de pastores, al menos dos sentidos. Primero, las iglesias locales deberían reconocer y apartar a los hombres que evidencian el don espiritual y la pasión, que deberían ser evidentes en cualquier hombre llamado por Dios al ministerio. Como un asunto práctico, ¿en qué otro lugar sino en la iglesia local, pueden los hombres exhibir públicamente el don que indica que el Señor los ha llamado? El contexto de 1 Timoteo 4: 13-14 sugiere que el Concilio particular de ancianos, que apartó a Timoteo para el ministerio pastoral, fue el vehículo de Dios para dotarlo de una medida sobrenatural adicional de dones, en la predicación y la enseñanza.

Segundo, la iglesia local es responsable en preparar a la próxima generación de pastores, entrenando hombres en teología y el trabajo del ministerio pastoral. Los seminarios brindan a los futuros ministros educación teológica, pero la academia debe reunir a las iglesias locales como colaboradores plenos, para la enseñanza de la doctrina y su aplicación. El Señor regala a algunas iglesias locales los recursos necesarios, para establecer sus propios «colegios de pastores», y veo la tendencia de establecer tales escuelas de capacitación, como una bendición significativa de Dios. Sin embargo, el Señor llama a cada iglesia local, a medida que presenta la oportunidad, para ayudar a los seminarios en el equipamiento de hombres responsables, que honre a Dios y sean ministros fructíferos del evangelio.

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David Helm

Pastor de la Iglesia de la Santísima Trinidad en Chicago, Illinois.

El apóstol Pablo pudo haber obtenido una educación teológica en la escuela de Gamaliel.  Pero el miró a las iglesias locales como las responsables de llevar a cabo su obra del evangelio. Le pidió a Timoteo que confiara el evangelio a «hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros» (2 Ti. 2: 2). Les dijo a los efesios que los pastores y maestros fueron llamados a «equipar a los santos para la obra del ministerio» (Ef. 4: 11-12). Sabía que su trabajo en Creta no estaba completo hasta que Tito nombró «ancianos en cada ciudad»  (Tito 1: 5).

En simples palabras, Pablo puso sus esperanzas del evangelio para el mundo, sobre las espaldas de los pastores locales que servían en las iglesias locales. Y, en consecuencia, nos referimos a sus «Cartas Pastorales», no a sus «Cartas Escolares».

En resumen, las iglesias deben entrenar a futuros pastores porque la Palabra lo recomienda, la práctica apostólica lo modeló, la próxima generación lo requiere, y los perdidos permanecerán eternamente perdidos sin ella. Si no entrenamos, ¿quién lo hará?

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Juan Sánchez

Pastor de enseñanza en la Iglesia Bautista High Pointe en Austin, Texas.

Como columna y baluarte de la verdad, la iglesia tiene la responsabilidad de asegurar candidatos calificados para el ministerio del evangelio (1 Ti. 3:15; 5:22). Una forma de cumplir esta tarea es capacitando a futuros pastores en el contexto de la iglesia local.

Este es un modelo bíblico. Timoteo era el verdadero hijo de Pablo en la fe, en quien confiaba en contextos difíciles (1 Timoteo 1: 2, 3). Igualmente, Pablo le dijo a Timoteo que confiara lo que había aprendido a hombres fieles, para que ellos también capacitaran a otros (2 Ti. 2: 1-2). Sinclair Ferguson escribe: «Es así que los verdaderos líderes generalmente se forman y desarrollan. Cuando los líderes nunca han sido guiados, — no solo a nivel formal, sino en el sentido de una devoción del corazón y una sumisión del corazón a un liderazgo sabio y afectuoso— por lo general, no están bien equipados para guiar a otros» (In Christ Alone , 207-08).

Por tanto, también es un modelo práctico. Aunque serví con muchos buenos pastores, ninguno habló acerca de mi vida, ni compartieron sus razones para las prácticas y los procesos del ministerio pastoral. Como resultado, aprendí muchas lecciones difíciles por mi cuenta. Mi deseo es equipar a futuros pastores, de una manera que desearía haber sido equipado para el ministerio del evangelio, a fin de que puedan servir a Cristo fielmente y enseñar a otros a hacer lo mismo.

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Sandy Willson

Pastor de la Segunda Iglesia Presbiteriana en Memphis, Tennessee.

Hace algunos años iniciamos un programa de pasantías pastorales en la Segunda Iglesia Presbiteriana en Memphis, porque creemos que la iglesia local posee la responsabilidad principal de identificar, alentar, orar y preparar pastores.

Cooperamos con varios seminarios que han acordado permitir que sus estudiantes tomen el último semestre de su programa de maestría en divinidad en nuestro campus. Nuestro programa consta de quince horas de cursos pastorales, enseñado por nuestros pastores y supervisados ​​por el profesor del seminario correspondiente, durante un período de dieciocho meses. En lugar de predicar dos o tres veces en un aula de seminario, enseñan o predican cuarenta veces, y son evaluados profundamente. Aprenden a dirigir a un grupo de personas, hacer llamadas al hospital, realizar funerales y bodas, escribir liturgia, dirigir en la adoración, ejercer el gobierno y la disciplina de la iglesia, y participar en serias discusiones teológicas pastorales. No hay forma de que estas cosas puedan enseñarse adecuadamente, aparte de la participación práctica en la iglesia local.

Nos complace que todos nuestros graduados nos hayan dicho que estaban bien preparados, para sus primeros ministerios ordenados a tiempo completo.


Traducido por Renzo Jr. Bello