Evangelización

Movilizar a la iglesia para evangelizar a los campus universitarios

Por Dave Russell

Dave Russell es el pastor principal de la Iglesia Bautista Oakhurst en Charlotte, Carolina del Norte. Puedes seguirlo en Twitter en @DRussinQC.
Artículo
09.04.2022

Si bien los campus universitarios brindan una increíble oportunidad para evangelizar, también puede ser un reto acortar la brecha entre una iglesia local y el campus.

Los campus universitarios a menudo se sienten como «una ciudad dentro de una ciudad». Tienen su propia cultura, sus propios cronogramas, su propia (estrecha) demografía. Cuando muchas personas están en casa cepillando sus dientes y alistándose para dormir, los estudiantes universitarios tal vez estén pensando que es tiempo de ordenar una pizza y comenzar a trabajar en un informe de investigación de 10 páginas. Cuando empecé en el ministerio universitario a los 22 años, me mezclé entre los estudiantes del campus. Ahora, con 36 años, sobresalgo en una residencia universitaria. Por estas y muchas otras razones, hay una brecha que acortar.

Sin embargo, queremos que las iglesias tengan un impacto en el campus, y que el campus esté presente en la iglesia local. ¿Pero cómo?

La respuesta corta es que las iglesias deberían buscar establecer una dinámica de ministerio que circule entre la iglesia y el campus. A medida que la iglesia tiene un impacto en el campus universitario, el campus se ve envuelto en la vida de la iglesia local, y luego esa iglesia equipa a esos estudiantes para que caminen con Dios y trabajen por el evangelio de vuelta en el campus.

EL CICLO

El primer paso crucial es de la iglesia al campus. Debemos enviar obreros al campus para predicar el evangelio. Como mínimo, esto significa equipar a los estudiantes universitarios que son miembros de tu iglesia. Esto también podría incluir utilizar el personal de la iglesia (pastores universitarios, pasantes remunerados, etc.), líderes laicos o un ministerio paraeclesiástico fiel (pero nunca como un sustituto de la preparación de los estudiantes de la iglesia). La meta es alcanzar al campus con el evangelio enviando obreros al ministerio enfocado allí. En lugar de simplemente tratar de atraer a los estudiantes universitarios con la programación interna, las iglesias deben centrarse en alcanzar a los campus enviando obreros a los campus.

El segundo paso es integrar lo que sucede en el campus en la iglesia local. A medida que las iglesias difunden el evangelio y los estudiantes vienen a Cristo, deben ser incluidos en la iglesia local donde se les enseña la importancia del bautismo, la membresía de la iglesia y la comunión. Deben ser discipulados como miembros de la iglesia local.

Luego, el ciclo se repite: a medida que los estudiantes se incorporan a la vida de la iglesia, se les prepara para que regresen al campus a servir y tener un impacto. Todo el ministerio que se «levanta» se devuelve a la iglesia local.

LO QUE LOS MINISTERIOS UNIVERSITARIOS SUELEN TERMINAR SIENDO

Según mi experiencia, a los ministerios universitarios les cuesta desarrollar una dinámica que circule de ida y vuelta entre la iglesia y el campus. Los dos se separan, y el ministerio universitario funciona como una subcultura aislada. Permíteme darte dos ejemplos.

Desconectados de la iglesia: Perdiendo el rumbo

Con demasiada frecuencia, ministerios universitarios teológicamente confiables —paraeclesiásticos,  denominacionales o incluso aquellos con base en una iglesia— difunden el evangelio y hacen cosas buenas, pero no se integran a la vida de la iglesia local. Tienen un ministerio próspero en el campus, una variedad de grupos pequeños y oportunidades de capacitación, pero los estudiantes no están conectados de manera significativa con las iglesias locales. Tal vez no se involucran en las iglesias en absoluto, tal vez saltan de iglesia en iglesia, o tal vez simplemente ven la iglesia como un lugar al que asistir los domingos por la mañana.

Estos tipos de ministerios universitarios terminan estableciendo una dinámica que funciona de forma aislada a la iglesia. Tienen buenas intenciones, pero olvidan un aspecto crítico de seguir a Jesús: vivir dentro de la estructura y rendición de cuentas de una congregación local y sus líderes. Hacen cosas buenas, pero no están preparando a esos estudiantes para seguir a Jesús toda la vida. En lugar de asociarse con las iglesias locales, estos ministerios terminan siendo reemplazos accidentales de la iglesia local en las vidas de los estudiantes cristianos.

Desconectados del campus: Perdiendo la oportunidad

Del otro lado de la moneda, hay iglesias que tienen estudiantes presentes, tal vez incluso como miembros. Estos estudiantes quizá participan en actividades y programas de la iglesia. El problema es que no están realmente integrados en el campus; no buscan enfocar el ministerio allí.

A manera de aclaratoria, no creo que todos los estudiantes universitarios deban dirigir sus ministerios personales en los campus. Sin embargo, si la mayoría de los estudiantes universitarios de tu iglesia no buscan un ministerio personal en los campus, creo que ellos y tú están perdiendo una oportunidad increíble. Los estudiantes universitarios que son miembros de tu iglesia son los miembros más posicionados de tu iglesia para difundir el evangelio en el campus. Este tipo de ministerio puede hacer un buen trabajo al involucrar a los estudiantes del campus en la vida de la iglesia local, pero falla en la medida en que no busca discipularlos y equiparlos para impactar intencionalmente su campus.

EMPIEZA CON UNA POCAS PERSONAS, NO CON UNOS POCOS PROGRAMAS

Muchos ministerios universitarios son desafiados para desarrollar esta dinámica cíclica. En lugar de preguntar: «¿Cómo atraemos a los estudiantes universitarios a nuestra iglesia?», deberíamos preguntar: «¿Cómo impacta nuestra iglesia el campus con el evangelio?».

Muy a menudo, los ministerios universitarios reúnen a muchos estudiantes para grandes reuniones y programas. Pero lo que más necesita el campus no es más programas, sino personas que difundan el evangelio a los estudiantes incrédulos, que se pongan en contacto con los estudiantes que los rodean y los ayuden a involucrarse en la iglesia y a discipularlos.

La pregunta ahora es… «¿Cómo?».

Comienza con pocas personas. Ya sea unos pocos estudiantes, unos pocos líderes laicos, o inclusive parte del personal de la iglesia o algunos pasantes, comienza con una lluvia de ideas sobre cómo tu iglesia puede evangelizar y discipular en el campus. Si el compromiso específico de un puñado de personas no es todavía una posibilidad, aquí hay varias cosas prácticas para hacer mientras tanto.

  • Ore regularmente para que el evangelio llegue a los campus locales en la reunión semanal de su iglesia.
  • Considera la posibilidad de contratar a los pasantes (los recién graduados de la universidad serían ideales) para enfocarse en el evangelismo en el campus. Estos pasantes podrían recaudar un apoyo parcial o total.
  • Enseña la importancia de la membresía de la iglesia a los estudiantes universitarios y anímalos a unirse al principio de sus años universitarios. Ayuda a los estudiantes a ver que cuatro años es mucho tiempo para comprometerse con una iglesia local y que esto no debe ser visto como un tiempo «intermedio».
  • En lugar de tener horas de educación basadas en la edad (Escuela Dominical tradicional), integra a los estudiantes universitarios con las clases de adultos.
  • Enfócate más en la formación y el discipulado de los estudiantes que en programas atractivos y de moda. Entrena a los estudiantes para que usen herramientas evangelísticas como «Dos maneras de vivir», «Cristianismo explorado» y «Lectura bíblica uno a uno».
  • Ayuda a posicionar a los estudiantes para que tengan un impacto en el campus. En lugar de vivir en un apartamento fuera del campus, anímalos a vivir en una residencia de estudiantes de primer año o en algún lugar donde puedan establecer muchas relaciones.
  • Anima a los miembros de tu iglesia a invitar a los estudiantes a sus casas y a los estudiantes a invitar a los miembros del campus.

 

Traducido por Nazareth Bello