Pastoreo

Pastor: Ayuda a tu congregación a navegar por el Mes del Orgullo Gay

Por Jonathan Leeman

Jonathan (@JonathanLeeman) edita la serie de libros 9Marks, así como el 9Marks Journal. También es autor de varios libros sobre la iglesia. Desde su llamado al ministerio, Jonathan ha obtenido un máster en divinidad por el Southern Seminary y un doctorado en eclesiología por la Universidad de Gales. Vive con su esposa y sus cuatro hijas en Cheverly, Maryland, donde es anciano de la Iglesia Bautista de Cheverly.
Artículo
24.03.2024

Ayer dejé en el trabajo a un amigo congresista. Si has entrado en uno de los edificios de oficinas de la Cámara de Representantes o del Senado, sabrás que cada oficina de congresista y senador tiene una bandera de EE. UU. y otra del estado en la puerta. Este mes muchos han añadido una bandera arco iris a la alineación, me dijo mi amigo.

A los pocos minutos de dejar a mi amigo, un pastor amigo me envió un mensaje de texto preguntándome si debía publicar un tuit pidiendo que se orase por los cristianos durante el mes del Orgullo. Le animé a hacerlo. Le expliqué lo que acababa de saber sobre las banderas en los edificios de oficinas del Congreso y luego comenté: «Sería muy útil que un congresista cristiano hablara con verdad y amor sobre este tema ahora mismo. Ayudaría a que la gente normal siguiera en pie. Y si yo deseo que los congresistas lo hagan, ¡cuánto más necesitan hacerlo los pastores!».

Esa es la moraleja de mi historia: pastor, considera cómo podrías equipar a los miembros de tu iglesia para que se mantengan firmes en la verdad y el amor durante este mes. A medida que el neopaganismo de la comunidad LGBTQ+ define cada vez más la religión pública de nuestra nación, más de nuestros miembros se lo tomarán a pecho en la escuela y el trabajo. Debemos prepararlos para estas ocasiones, aunque sólo sea dando el ejemplo de hablar públicamente nosotros mismos.

Otro pastor amigo lo hizo al compartir seis de los siguientes textos bíblicos con su congregación un domingo reciente por la noche (yo añadí uno a su lista). Reconoció que nosotros, como pastores, no podemos prever todos los dilemas con los que se encontrarán nuestros miembros. Además, sólo algunos dilemas ofrecen un camino claro. Sin embargo, podemos equiparles con la comprensión bíblica que les guiará hacia todo amor y justicia, para que el Espíritu pueda guiarles en sabiduría, incluso cuando nosotros no podamos.

1. EN TODO LO QUE HAGAS: AMA. Marco 12:29-31

 Jesús respondió: «Escucha, Israel; el Señor nuestro Dios, el Señor uno es; y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente, y con toda tu fuerza. El segundo es este: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que estos».

Para empezar, no des por sentado el amor. Es fácil hacerlo cuando nos domina el miedo. Por eso, recuerda a tus miembros que amar a Dios y amar al prójimo debe motivar todo lo que digamos y hagamos este mes. Defendemos la verdad por amor. Nadamos contracorriente por amor. Compartimos el Evangelio por amor. Decimos: «No, no puedo hacer eso» en el trabajo por amor. Ponemos la mejilla derecha a los que nos golpean en la izquierda por amor.

Nosotros, como pastores, no podemos decirles todo lo que tendrán que decir en un momento dado en el trabajo o en la escuela. Pero podemos decirles que siempre deben amar tanto a Dios como al prójimo.

2. DISTINGUE EL AMOR DE DIOS DEL AMOR DEL MUNDO. Juan 14:15, 21, 23, 24

«Si me amáis, guardaréis mis mandamientos… El que tiene mis mandamientos y los guarda, ese es el que me amaSi alguno me ama, guardará mi palabra; y mi Padre lo amará, y vendremos a él, y haremos con él morada… El que no me ama, no guarda mis palabras».

Tan pronto como anima a su iglesia a actuar con amor, pastor, recuérdele que ese amor, en la Biblia, siempre trabaja junto con la justicia, la obediencia y la verdad. El amor «no se regocija de la injusticia, sino que se alegra con la verdad», señala Pablo en otro lugar (1 Co. 13:6).

Tiene que decir esto porque la cultura actual se ha tragado por completo la visión infernal del amor: el amor significa lo que tú quieras que signifique. La gente puede usar las palabras: «Dios es amor», pero lo que realmente quieren decir es: «El amor es Dios». Es decir, nuestra visión del amor, sea cual sea, define toda la realidad y la moralidad.

Sin embargo, eso no es amor verdadero. Es falso y mentiroso. El amor verdadero siempre señala a la gente al Dios que es amor, y cualquier cosa que aleje a la gente de este Dios justo y santo no es amor, sino un engañador.

Así que anima a tus miembros a amar, pero también enséñales lo que es el amor. Ayúdales a no dejarse engañar.

3. NUNCA MIENTAS. Éxodo 20:16

«No darás falso testimonio contra tu prójimo». 

Muchas situaciones en la escuela o el trabajo pondrán a tus miembros en situaciones donde mentir puede parecer el camino fácil para salir de un dilema. Recuérdales que los cristianos no deben mentir. Las ganancias a corto plazo nunca compensan los compromisos a largo plazo. El mandato positivo de las Escrituras de decir la verdad en amor no significa que tengamos que hablar en todos los momentos en que podamos. A veces el silencio es aceptable. Sin embargo, los cristianos nunca deben mentir.

4 Y 5. NUNCA AFIRMES EL MAL. Ef. 5:11 y Ro. 1:32

«Y no participéis en las obras estériles de las tinieblas, sino más bien, desenmascaradlas» (Ef. 5:11). 

«Aunque conocen el decreto de Dios que los que practican tales cosas son dignos de muerte, no solo las hacen, sino que también dan su aprobación a los que las practican» (Ro. 1:32). 

Un razonamiento cotidiano que ofrecen los cristianos para seguir la corriente cultural es: «Bueno, no todo el mundo aquí es cristiano, y no deberíamos imponerles nuestra moralidad». Ese consejo puede ser correcto a veces. Pero, así como nunca debes mentir, tampoco debes participar en las obras infructuosas de las tinieblas, y nunca debes dar tu aprobación a nada que provoque el juicio de Dios.

El hecho de que tus compañeros de clase o colegas hayan decidido aprobar el pecado no significa que tú debas poner tu mano para hacer lo mismo. Abstente. Retírate. Mantén tus manos alejadas de cualquier cosa que pueda recomendar el pecado y provocar el juicio de Dios al final de los tiempos.

Una vez más, puede ser retador saber dónde está la línea entre abstenerse y elogiar, así como cuándo «exponer» activamente lo que es pecado. Aun así, nuestra primera tarea como pastores es enseñar estos principios básicos.

6. RECUERDA LO QUE ERAS Y YA NO ERES GRACIAS AL EVANGELIO. 1 Corintios 6:9-11

«¿O no sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No os dejéis engañar: ni los inmorales, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los homosexuales, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los difamadores, ni los estafadores heredarán el reino de Dios. Y esto erais algunos de vosotros; pero fuisteis lavados, pero fuisteis santificados, pero fuisteis justificados en el nombre del Señor Jesucristo y en el Espíritu de nuestro Dios».

A veces nuestra brújula moral se tambalea un poco. Para todos nosotros, los «tambaleantes», las palabras de Pablo ponen las cosas en su sitio y nos refuerzan. Traza líneas morales claras para nuestros miembros, y también les recuerda el evangelio.

Recuerda, tus miembros todavía luchan con las tentaciones de hacer las mismas cosas enumeradas aquí, como la inmoralidad sexual, la avaricia, o injuriar a otros. Algunos lucharán con sentimientos de atracción hacia el mismo sexo, o incluso como si estuvieran en el cuerpo equivocado. Para este último grupo, ponte n su lugar por un segundo: si tan sólo modificaran su teología, podrían ser aclamados como héroes por nuestra cultura.

Por el contrario, debemos aclamarlos como héroes, ya que están ejerciendo una fe extrema para seguir a Cristo. Recuérdales a todos la ley de Dios, pero recuérdales también el evangelio de la justificación sólo por la fe en Cristo. No somos mejores que nadie en el exterior porque todos estamos aquí por misericordia y gracia. Nuestra valía, valor, justicia y esperanza es vicaria, imputada por Cristo. ¡Qué Salvador tan misericordioso y amoroso es!

7. NO SE JUZGUEN ENTRE SÍ. Romanos 14:13

«Por consiguiente, ya no nos juzguemos los unos a los otros, sino más bien decidid esto: no

poner obstáculo o piedra de tropiezo al hermano».

Debemos considerar tres tipos de juicios durante tiempos como el Mes del Orgullo. Primero, no queremos juzgar erróneamente lo que está bien y lo que está mal, como los falsos profetas que decían: «Paz, paz», cuando no hay paz (Jer. 6:14; 8:11).

Segundo, que es otra versión del primero, no queremos pasar por alto nuestros propios pecados mientras condenamos a los demás, como con el fariseo de Lucas 18 que oró: «Dios, te doy gracias porque no soy como los demás hombres». Al respecto, consulta Respectable Sins [Pecados respetables], de Jerry Bridges. 

Tercero, no queremos condenar erróneamente a nuestros hermanos y hermanas cuando nuestras conciencias sacan conclusiones diferentes en medio de algunos de estos difíciles dilemas situacionales. Muy a menudo, el camino a la apostasía no es la negación de la fe per se, sino una fractura de la unidad de la iglesia bajo una presión que erosiona lentamente la fe.

Algunos desacuerdos conviccionales entre cristianos deberían dividir a las iglesias. Pero hay que elegir con cuidado. Pablo enumera la «inmoralidad sexual» y la «idolatría» en su lista de «obras de la carne» en Gálatas 5. Sin embargo, también incluye «disensiones» y «rivalidades» en esa lista.

En el mes de junio, pastor, anima a tus miembros a acudir a un anciano si se encuentran en un dilema brutal en el trabajo o en la escuela para el que necesitan sabiduría. Pero también enséñeles a esperar algunas diferencias de opinión en la iglesia con respecto a cómo navegar en una cultura enamorada de la agenda LGBT+. Enséñales a hacer esto en la unidad del evangelio, no sea que alguno de nosotros destruya «a aquel por quien Cristo murió» (Ro. 14:15).

CONCLUSIÓN 

Cuando lleguen los dilemas difíciles del trabajo o la escuela, no siempre estará claro cómo se aplican todos los textos anteriores. Y a veces, puede parecer que un texto recomienda un camino mientras que otro recomienda otro. Elegir el mejor curso de acción requerirá mucha sabiduría mientras estudiamos las Escrituras y discutimos juntos nuestros dilemas. Gracias al Dios que promete sabiduría cuando se la pedimos (Stg. 1:5).

 

Traducido por Nazareth Bello

 


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Actualización: Otro ejemplo de cómo he tratado de ayudar a mi propia iglesia a reflexionar sobre el Mes del Orgullo es mi sermón de este domingo, 4 de junio, sobre Efesios 2. En una introducción al sermón inusualmente larga (12 minutos), esbocé el argumento de Carl Trueman sobre el individualismo expresivo y la política de la identidad, y luego expliqué que quería que esto sirviera como telón de fondo sobre el que podríamos situar la versión de Pablo del nuevo «yo» y «nosotros» en Efesios 2.