Clases esenciales: El Matrimonio

El Matrimonio – Clase 10: La Bendición de los Hijos

Por CHBC

Capitol Hill Baptist Church (CHBC) es una iglesia bautista en Washington, D.C., Estados Unidos
Artículo
02.03.2017

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Clase esencial
El Matrimonio
Clase 10: La Bendición de los Hijos


El Gozo y el Privilegio de la Procreación y la Crianza

Introducción

¿Acaso nuestro mundo ve los niños como una maldición? Uno podría pensar que sí. El aborto continúa acribillando nuestra sociedad, con aproximadamente 42 millones de abortos alrededor del mundo cada año, lo cual nos muestra cuán poco de nuestra sociedad piensa en los niños. La tasa de reproducción en países como Japón nos muestra que su tasa de nacimientos es tan baja que la población está disminuyendo, no aumentando. O vamos a grupos como la Sociedad Británica para los no-padres (esterilidad deliberada) o sitios web como childfreebychoice.com. El director de la sociedad dijo, “Nunca he querido ser padre. Nunca he querido ese tipo de responsabilidad. Es el hecho que la crianza continúa cada día sangriento durante tanto tiempo…que no quiero dedicarme de esta manera a los hijos.” Tiene razón sobre el nivel de responsabilidad, sin embargo vemos un egoísmo esencial en su vida.

O déjeme darle un escenario de la vida real. Tome a Jonatán como ejemplo. Él y su esposa estuvieron casados por seis meses, y su esposa lo llamó para informarle que estaba embarazada. Una parte de él estaba encantada. Una parte de él estaba en pánico. ¿Cómo iban a sobrevivir económicamente? ¿Tendría Sara que dejar su trabajo o podía seguir trabajando? Ellos esperaban tomar unas vacaciones hacia Europa el próximo verano— ¿no saben si eso aún es posible? Él nunca ha servido en un ministerio de niños así que no sabe nada acerca de los niños. ¿Qué necesita saber para ser un padre decente? Uno pensaría por la manera en la que él se preocupó, que tuvo miedo de la carga que los hijos podrían ser para su despreocupada vida.

¿Qué piensa usted? ¿Son los hijos una maldición o una bendición? Como cristianos, ¿cómo tenemos que pensar acerca de los hijos y el matrimonio? ¿Qué dice la Biblia sobre las parejas casadas teniendo hijos? Eso es lo que nos gustaría considerar hoy.

 ¿Qué nos dice la Biblia sobre tener hijos en el matrimonio?

Comencemos pensando acerca de lo que nos dice la Biblia sobre los hijos en el matrimonio. Consideremos cuatro cosas.

El Matrimonio es para hacer Bebés

Primero, el matrimonio es para hacer bebés. Hablamos sobre el hecho de que el punto principal de su matrimonio es ser una ilustración/reflejo de la relación de Cristo y su novia, la iglesia. Pero otra razón para el matrimonio es tener hijos; hacer bebés. En el curso natural del matrimonio, si todo funciona como se espera, los esposos y esposas tendrán bebés.

Veamos Génesis 1:28, la Escritura nos dice, “Y los bendijo, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad toda la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.”

Una parte de la bendición divina en la creación es procrear. Dios le dio al hombre y la mujer la capacidad de reproducirse. Si usted observa a través del libro de Génesis, encontrará que la idea de la bendición divina y la procreación están estrechamente relacionadas (9:1, 7; 17:20; 28:3; 35:11; 48:4). Debida a que la procreación es parte de la bendición de Dios, implica que tener hijos es algo bueno; es la bondad de Dios que nos permite tener hijos.

En Génesis 1:28, los portadores de imagen (hombres y mujeres) son llamados por Dios a llenar toda la tierra y sojuzgadla; y señorear sobre la creación. Una manera en que cumplimos con esta responsabilidad de “sojuzgad” y “señorear” la tierra es teniendo hijos. Esto no es alguna extraña película de ciencia ficción en la que la trama principal es alcanzar el planeta. No, este es el plan de Dios, en la creación, para ayudar a hombres y mujeres a cumplir su responsabilidad de ser los cuidadores en el huerto del Edén y más allá.

Observe: Esto parece ser la clara intención de Dios en la creación—que el hombre y la mujer tengan hijos con el fin de señorear la tierra. Así que esto es lo primero en que se encontrará en un problema si elige deliberadamente no tener hijos. No discuta conmigo; si usted no quiere hijos, lleve su argumento a Dios. Como el gran Creador, Dios le dio al hombre y la mujer la capacidad para recrear.

El Matrimonio es para hacer Adoradores

Segundo, el matrimonio es para hacer adoradores. Al dar al hombre y la mujer la capacidad para tener hijos, Dios quiere hacer más que solo llenar la tierra con cuerpos vivos. Dios busca adoradores.

Los esposos y esposas tienen la responsabilidad de producir discípulos de Cristo. No podemos salvar a nuestros hijos (solo Dios puede), pero podemos guiarlos a la verdad. Dios le da a las parejas hijos para que la verdad pueda ser transmitida a la siguiente generación.

Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es. Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas. Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entres tus ojos; y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas.” Deuteronomio 6:4-9

Más adelante en Deuteronomio 31, él continua al decir, “y los hijos de ellos que no supieron, oigan, y aprendan a temer a Jehová vuestro Dios.” A los padres se les ordena comunicar las verdades de Dios a sus hijos para que sus hijos algún día teman del Señor.

¿Cuáles son las consecuencias si padres cristianos deciden no tener hijos (y dejarlo a los paganos) o si padres cristianos son irresponsables en enseñarles la verdad a sus hijos? Josué, acercándose al final de su vida y habiendo visto las promesas del Señor cumplirse, encarga esto a Israel:

“Ahora, pues, temed a Jehová, y servidle con integridad y en verdad; y quitad de entre vosotros los dioses a los cuales sirvieron vuestros padres al otro lado del río y en Egipto; y servid a Jehová. Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres, cuando estuvieron al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa serviremos a Jehová.” Josué 24:14-15

¿Qué sucede?

“Y toda aquella generación también fue reunida a sus padres. Y se levantó después de ellos otra generación que no conocía a Jehová, ni la obra que él había hecho por Israel. Después los hijos de Israel hicieron lo malo ante los ojos de Jehová, y sirvieron a los baales. Dejaron a Jehová el Dios de sus padres…” Jueces 2:10-12

No conocían al Señor ni lo que Él había hecho por Israel. ¿Ves cuán trágico es esto? Una generación conoció a Dios y le amó. La siguiente generación le dio la espalda al Dios de sus padres. Nosotros, como padres cristianos, tenemos a cargo las responsabilidades de enseñar la verdad a nuestros hijos. Somos uno de los medios principales que Dios usa para comunicar la verdad a la próxima generación.

Hace unos años atrás, escuché un pastor mencionar que la forma principal en que el cristianismo crece es a través de la crianza. La mayoría de los cristianos que usted conoce probablemente vinieron a la fe porque sus padres fueron fieles en enseñarles a sus hijos. Aunque es verdad que los niños pueden ser enseñados de la verdad en diferentes lugares (la iglesia, la escuela dominical, a través de una buena escuela cristiana, etc.), reconocemos a través de los textos de las Escrituras como Deuteronomio 6 que Dios asigna la responsabilidad principal del discipulado de los hijos a los padres; no a la iglesia.

John Piper señala que esto tiene enormes implicaciones para las parejas infértiles. Por difícil que sea luchar con no quedar embarazada, y considerando la posibilidad de nunca tener hijos biológicos, entienda que el propósito de tener hijos es producir adoradores de Dios. Así que, sean hijos biológicos o adoptados, el objetivo es producir más adoradores.

Para aquellos de ustedes que han considerado la adopción, entiendan que si esto es verdad (es decir, que el matrimonio es para hacer adoradores) entonces eso significa que la adopción ya no es un plan B que utilizas si eres infértil. Eso hace de la adopción un plan A – una oportunidad para cualquiera utilizar nuestros recursos para integrar a un niño a una familia que desea guiar a ese hijo al Evangelio de Jesucristo. La adopción no es para todos; no toda familia puede o debe adoptar. Sino que la adopción es ciertamente algo que todos debemos por lo menos considerar y orar al respecto, especialmente porque el tema de la adopción es común en la Biblia (Romanos 8:23; Gálatas 3:23-25; Efesios 1:5).

Los hijos son una herencia, una recompensa y una bendición

Tercero, la Biblia describe a los hijos como una herencia, una recompensa y una bendición. Pasemos al Salmo 127. Salomón escribe, “He aquí, herencia de Jehová son los hijos; cosa de estima el fruto del vientre. Como saetas en mano del valiente, así son los hijos habidos en la juventud. Bienaventurado el hombre que llenó su aljaba de ellos; No será avergonzado cuando hablare con los enemigos en la puerta.”(Salmos 127:3-5).

Los hijos son descritos como una “herencia” y una “recompensa”. La herencia da esta idea de algo que es pasado de una generación a la próxima. Conforme usted tenga hijos, su vida, sus valores, sus hábitos molestosos, sus esperanzas y sueños, sus gustos y disgustos, y mucho, mucho más pasan a la próxima generación. Frecuentemente he dicho a mi esposa que su trabajo es más importante que el mío. Ella tiene una enorme cantidad de tiempo cada semana para discipular a nuestros hijos y formar e influenciar sus pequeñitos corazones. Pocos de nosotros en este lugar vamos a alcanzar tanta fama que seremos recordados en generaciones futuras. Aún la mayoría de los hombres del Congreso de los Estados Unidos son olvidados en una generación o dos. Para la mayoría de nosotros, nuestra mayor influencia, especialmente años después de nuestra muerte, será a través de nuestros hijos. Así que le digo a mi esposa, “tu inversión en nuestros hijos llevará más fruto en los años siguientes; mucho más que cualquier cosa que pueda hacer en el trabajo…” Esa es nuestra herencia (nuestro legado)…serán nuestros hijos y el impacto que nuestros hijos tendrán en este mundo. ¿Será uno de redención, una herencia que glorifique a Dios, o algo mucho menor?

La otra palabra utilizada en el Salmo 127 para describir a los hijos es recompensa. Dios da hijos como un buen regalo para los padres.

¿Qué sucede con la ilustración que vemos en los versículos 4-5? Los hijos son comparados con flechas en la mano de un guerrero. Y una vez más vemos la palabra bendición en referencia a los hijos—bienaventurado el hombre que llenó su aljaba de ellos. Tener hijos cuando aún es joven (y no cuando es viejo) significa que tendrá a alguien que contenderá por usted en las disputas que ocurren en la puerta. “La puerta” no es una valla alrededor de su patio. Es la puerta de la ciudad; el lugar donde se celebra la corte y las disputas son establecidas en la comunidad. Los hijos son un medio de protección para los padres y los bienes de los padres y las disputas en la puerta de la ciudad. Aquellos que no esperaron tener hijos hasta la vejez, (comparar Génesis 37:3) tendrían a alguien que hablaría por ellos cuando estuvieran envejeciendo y su enemigo estuviera tratando de avergonzar en la puerta de la ciudad. Así que la ilustración muestra a los hijos como una bendición de protección para los padres enfermos y ancianos. En los días de Salomón, el seguro social y el seguro médico vino en forma de hijos que les cuidaban cuando eran ancianos. Lo mismo es verdad en nuestros días en muchos sentidos…la mayoría de las personas en este lugar no tienen padres ancianos que necesiten cuidado a tiempo completo. Lo interesante de la mayoría de nuestros ciclos de vida es que nacemos dependientes de nuestros padres como bebés. Crecemos para ser independientes y autosuficientes. Pero vendrá un día para muchos de nosotros cuando nuestros padres estarán débiles e incapaces de cuidarse de sí mismos…..así que ya sean las decisiones que tome para su cuidado a tiempo completo, o que usted se haga cargo de su cuidado a tiempo completo, sus padres algún día se volverán totalmente dependientes de usted para cuidar sus necesidades. Como mi padre solía decir, “Yo tuve hijos para que algún día tenga a alguien que cuide de mí cuando sea viejo.” Walter Kaiser: “Los hijos son el mejor plan de retiro que hay porque son activos vivos.”

No sea tan tacaño con el número de hijos que tiene. La Biblia dice que debemos tener una aljaba de ellos. Y no espere a tener todos sus activos y objetivos de carrera alineados, Salomón nos motiva a tener hijos mientras somos aún jóvenes.

Los hijos son buscados y celebrados

Finalmente, (mencionamos la semana pasada) la Biblia está llena de ejemplos de hijos tan buscados y celebrados. Cuando Esaú le pregunta a Jacob sobre su familia, “Y él respondió: ‘Son los niños que por gracia Dios ha dado a tu siervo.’” (Génesis 33:5b) Los hijos son constantemente celebrados en las Escrituras. Como tal, el matrimonio debe incluir los hijos.

[PAUSA PARA PREGUNTAS]

 Escogiendo la esterilidad deliberadamente

Al principio de nuestro matrimonio, esperamos para tener hijos. Alrededor del tercer año de nuestro matrimonio, mi esposa quedó embarazada de Zac. Unos meses después de que nació, Sara me dijo, “¿Por qué esperamos?” Amamos a nuestros hijos. Encontramos tanta alegría en nuestra crianza que nos preguntamos si esperamos demasiado tiempo.

Una de mis partes favoritas del día es cuando llego a casa y desde el otro lado de la casa puedo escuchar a mi pequeña hija de dos años gritando, “¡Paaaappppi!” Ella corre desde dondequiera que esté y abraza mis piernas y me mira con esos hermosos ojos y sonrisa adorable. No tiene precio. Absolutamente no tiene precio. En la crianza, hay tantas fuentes de gozo inexplicable, que no tiene sentido por qué alguien elegiría la esterilidad deliberadamente.

No estoy hablando de infertilidad; más bien, me dirijo a aquellas parejas que conscientemente decidieron renunciar a tener hijos ya sea durante un período prolongado de tiempo o indefinidamente. En la Biblia no hay categoría para tal comportamiento. ¿Por qué querría usted renunciar a una bendición de Dios? ¿Por qué cree que el mandato en Génesis no aplica a su situación? Yo lo desafío a examinar las Escrituras y considerar cómo someter su voluntad a Dios en esta área.

Control de la natalidad

Por supuesto, esto naturalmente conduce a la pregunta del control de la natalidad. Aunque la Biblia no aborda esta cuestión explícitamente, sí dirige nuestros corazones y voluntad en el control de la natalidad como en todos los otros asuntos de la vida. Está bastante claro en las Escrituras que debemos matar. Por lo tanto, el aborto y el infanticidio son claramente pecados. Del mismo modo, los dispositivos que previenen la implantación del óvulo fecundado tal como las píldoras del día después y los IUD (dispositivo intrauterino) están prohibidos. Más allá de esos dispositivos (en donde el uso de anticonceptivos es pecaminoso), su decisión de utilizar control de la natalidad cae en una pregunta de motivación y actitudes.

Así que pensemos en términos de ejemplos prácticos para explorar algunas de las motivaciones y actitudes que pueden girar en torno al uso de anticonceptivos. Lo que encontraremos a continuación son simples intentos de ejemplos impíos y piadosos.

 Un ejemplo impío: Bob y Jane tienen carreras muy prósperas en DC, y básicamente ellos piensan, “los niños son una molestia y nuestras carreras van muy bien.” De hecho, Jane tiene una preocupación por la sobrepoblación. Ella dice, “podemos dejar de usar la píldora después …ahora queremos disfrutar del dinero, el tiempo, el ocio, etc..” 

¿Qué piensa? Yo diría que se trata de una actitud pecaminosa y rebelde. Ellos están escogiendo deliberadamente no tener hijos debido a su egoísmo. Esencialmente, los hijos se interpondrán en sus carreras y en su diversión, por eso no quieren ninguno. Los hijos son la mayor bendición de Dios, y tales actitudes actúan como si ese no fuera el caso.

Ejemplo piadoso: ¿Qué tal David y Donna?, “En el pensamiento a largo plazo acerca de nuestro ministerio en general, parece prudente en esta etapa esperar por un tiempo determinado con el fin de prepararnos.” O Sam y Elizabeth, “Estamos deliberadamente retrasando los niños por un par de años con el fin de pagar una deuda, para que mi esposa pueda quedarse en el hogar a tiempo completo.”   O qué tal Michael y Sara, “Dios nos ha dado seis hijos, y son una delicia…pero estamos pensando usar métodos anticonceptivos, ya que cada vez es más y más difícil proporcionarles el cuidado que Dios requiere – tenemos dificultad para alimentarlos, y la matrícula cuesta (o la educación en el hogar cuesta) y no van a disminuir.” O, finalmente, qué tal Jim y Bárbara, “Dios en su gracia nos ha dado dos hijos, pero debido a las complicaciones significativas en el embarazo, pensamos que no es sabio arriesgar severamente la vida de mi esposa teniendo más hijos.”  

 La razón por la que estas personas están escogiendo usar un control de la natalidad es porque están tratando de preservar otros principios divinos. Los ejemplos no solo reflejan una actitud de agradecimiento por los niños, sino diferentes razones del por qué no tener hijos en este momento.

¿Cuál es el resultado? Ya sea correcto o no el control de la natalidad, depende en gran medida de las motivaciones. Una pareja cristiana que usa el control de la natalidad no necesariamente debería asumir que están en lo correcto, sino que deben examinar su uso a la luz de una enseñanza bíblica clara de que los hijos son un regalo de Dios y que un propósito del matrimonio es la procreación. Nuestros ancianos no han prohibido de forma categórica el control de natalidad. Al igual que muchas otras cosas, la mayoría de los métodos anticonceptivos en sí mismos no son pecaminosos, pero pueden ser pecaminosos si se utilizan para promover deseos egoístas.

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