Misiones
La segunda prioridad del plantador de iglesias: formar líderes
Aproximadamente tres semanas después de comenzar mi trabajo como líder de la plantación (revitalización) de una iglesia, pude ponerle palabras a algo que me había estado molestando. Nuestro grupo estaba formado por 15 personas que habían venido de la iglesia que nos envió, así como por algunas personas que quedaban de la congregación que estábamos tratando de revitalizar. Algunos miembros del grupo eran sirvientes animados y gozosos; otros se mostraron escépticos de que fuera a «funcionar», pero estaban dispuestos a intentarlo, y otros más se mostraban desconfiados y pocos felices.
Sin embargo, finalmente pude expresar con palabras el sentimiento persistente: por más dedicadas que fueran algunas de estas personas, a nadie en la iglesia le importaba tanto como a mi esposa y a mí.
Esto no pretende ser una crítica a los demás. Es simplemente la realidad de la plantación de iglesias. Para un plantador de iglesias, el trabajo puede consumirlo todo. Combina tu fe con tu carrera y medio de vida. Parece que hay mucho en juego y no es realista esperar que otras personas estén tan comprometidas como tú con la viabilidad de la iglesia. Sé por mi propia experiencia y por hablar con otros plantadores de iglesias que este descubrimiento puede aumentar los sentimientos de aislamiento y soledad.
Lo que anhelaba en aquellos primeros días era que otros vinieran a mi lado y llevaran la carga del liderazgo, la responsabilidad y el cuidado. Ahora, dieciocho años después, hace tiempo que no me siento solo en el trabajo. Recuerdo que me tomé un año sabático en el año doce y me di cuenta que, en mi ausencia, los demás ancianos, personal y diáconos de la iglesia habían estado dirigiendo la congregación con bastante eficacia.
NECESITAS LEVANTAR LÍDERES
Entonces, si tú eres un plantador de iglesias, debes concentrarte en predicar la Palabra, ante todo, semana tras semana. Sin esto, cualquier cosa que estés plantando, no será una iglesia. Pero después de eso, debes dedicarte a desarrollar y levantar a otros líderes. Hacerlo, tiene un impacto que va mucho más allá de tu necesidad personal de que otros compartan la carga del cuidado de la iglesia. Aquí tienes tres beneficios de desarrollar líderes en tu iglesia.
1. Desarrollar líderes es importante para la salud de los miembros de la iglesia
La forma más importante en la que ayudarás a los miembros de tu iglesia a crecer es predicando fielmente la Palabra de Dios semana tras semana. Pero el ministerio pastoral también implica una gran inversión individual en la vida de las personas, e incluso el plantador de iglesias más diligente tendrá límites en el número de personas a quienes puede cuidar. Al desarrollar otros líderes que puedan enseñar, discipular, evangelizar, aconsejar y pastorear el rebaño, levantarás a otras que pueden cuidar la salud de todos los miembros de la iglesia.
2. Desarrollar líderes es importante para la salud de la congregación como un todo
Tener todo el liderazgo centrado en un individuo ciertamente no es sano para esa persona, pero tampoco lo es para una iglesia. Una pluralidad de liderazgo significa que una congregación no es rehén de decisiones que se han tomado sin considerar los prejuicios, debilidades y puntos ciegos del plantador de iglesias. Cuando hay más personas involucradas en el liderazgo de una iglesia, es menos probable que los miembros individuales se vuelvan dependientes de los dones y la personalidad del plantador de iglesias — después de todo, puede que no estés con ellos para siempre — y es más probable que sean edificados en la vida de la iglesia en su conjunto.
3. Desarrollar líderes es importante para la misión
No conozco tu experiencia con el continuo espacio/tiempo, pero descubrí que solo puedo estar en un lugar en un momento determinado. Eso significa que hay muchos lugares en los que no puedo estar presente para proclamar el evangelio y discipular a los creyentes. Suponiendo que lo mismo sea cierto para ti, entonces necesitarás invertir en otras personas que puedan ir a lugares en donde no estarás.
Plantar nuevas iglesias a nivel local e internacional requiere líderes que puedan iniciar y supervisar el trabajo. Esos líderes deben venir de alguna parte, por lo que es necesario invertir en su desarrollo.
Los plantadores de iglesias tienen múltiples cosas que hacer, muchas de las cuales parecen urgentes. Invertir tu tiempo en levantar nuevos líderes puede parecer un trabajo lento que no produce resultados inmediatos y mensurables. Pero a largo plazo, ayudará a fortalecer y ampliar el alcance de tu ministerio.
CÓMO HACERLO
Aquí hay tres sugerencias sobre cómo encontrar y desarrollar nuevos líderes para tu congregación.
1. Desarrolla líderes compartiendo responsabilidades
Muchos plantadores de iglesias son fanáticos del control. No sé si la naturaleza del trabajo atrae a ese tipo de personas — es más fácil dirigir una iglesia que inicias que una que heredas de alguien más — o si nos hace a nosotros ese tipo de personas (porque muchas cosas parecieran fuera de nuestro control). Pero nunca podrás levantar nuevos líderes, si no permites que otros colaboren en la responsabilidad de la enseñanza, toma decisiones y cuidado del rebaño.
Algunos señalan que es peligroso permitir que personas no calificadas dirijan la iglesia, estoy de acuerdo. No deberías hacer esto. En su lugar, busca personas que cumplan con las cualificaciones bíblicas (Tito 1:5–9, 1 Ti. 3:1–13) y dales la oportunidad de liderar, incluso si hacen las cosas un tanto diferentes a las tuyas.
2. Descubre a los líderes, mirando a tu alrededor
A veces, las habilidades y dones de una persona son obvias y superficiales. Pero cuando miro a los líderes que nuestra iglesia ha ayudado a levantar, diría que un buen número de ellos eran personas que no habría considerado inmediatamente con «potencial de liderazgo». Esto podría deberse a su personalidad — tal vez sean tranquilos, introvertidos, modestos— o a su cultura (aprendí que el liderazgo a veces se ve diferente para personas de diferentes culturas). Pero sé que he sido culpable de pasar por alto a personas que eventualmente se convirtieron en líderes eficaces. Entonces, ¿cómo descubres a estas personas? Mire alrededor de tu congregación y hazte preguntas como:
¿Quién está dando frutos espirituales en la vida de la iglesia?
¿A quién acude la gente en busca de ayuda o un consejo?
¿Quién está haciendo la tarea de servir y cuidar a los demás, sin que se le haya dado un cargo o un título?
3. Desarrolla líderes mediante la capacitación
Aquí es donde las ruedas encuentran el camino. Una vez que estés comprometido a formar nuevos líderes y hayas identificado candidatos potenciales, necesitas comenzar a capacitarlos. Esto se verá de diferentes maneras [1] — desde reuniones individuales hasta clases en grupos grandes—, pero debes comenzar a invertir intencionalmente en ayudar a desarrollar el carácter y las habilidades que el individuo necesitará para el servicio específico que presta a la congregación.
Traducido por Alejandro Maizo
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[1]. Puede encontrar el plan de estudios para el primer curso de capacitación en liderazgo que hice en nuestra iglesia en un apéndice de mi libro: «La plantación de iglesias es para débiles».