Clases esenciales: El Noviazgo
El Noviazgo – Clase 6: ¿Qué tan lejos es muy lejos?
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Clase esencial
El Noviazgo
Clase 6: ¿Qué tan lejos es muy lejos?
Introducción
El tema de hoy tiene el potencial de ser un nuevo pensamiento/un cambio de paradigma/un cambio radical para muchos de ustedes.
Por tanto, la pregunta es: ¿Qué tan lejos es muy lejos? ¿Alguna vez pensaste que solo podría ser la pregunta equivocada? ¿Alguna vez pensaste que podría ser como «jugar con fósforos» en una habitación llena de dinamita? Conoces los resultados: espectaculares, pero destructivos.
Considera la seriedad de este asunto. Las noticias están llenas de historias de violencia y asesinato y mucho de ello gira alrededor de infidelidad sexual e inmoralidad. Recuerda que el adulterio era una ofensa capital en la ley levítica (Levítico 20:10).
Ahora, podrías estar pensando que para que tu relación avance necesitas ver lo que sería la intimidad para ver si podrías mantener una relación íntima a largo plazo con la persona que estás cortejando, y así considerar el compromiso permanente del matrimonio. Pero la intimidad es una recompensa —el producto— el fruto del compromiso, no el medio para alcanzarlo. La intimidad requiere estabilidad.
Quiero que consideres un acercamiento a este tema que no haga más la siguiente pregunta: «¿Qué tan lejos es muy lejos?», sino que en vez de ello pregunte: «¿Cómo puedo servir y honrar a la persona hacia la que me siento atraído y a con la cual busco una relación de cortejo o noviazgo?».
Hablamos sobre proveer principios para operar dentro de ello pero lo que voy a decir no es tanto un principio como una dirección imperativa.
Cualquier relación sexual fuera del matrimonio no es parte del modelo bíblico y debe ser considerada pecaminosa.
Así que esta pregunta sobre la pureza es nuestro tema de hoy. Bíblicamente, ¿cómo llegue allí?
Principios escriturales de control
Génesis 2:24
Comenzamos NO mirando hacia el noviazgo o la fornicación, sino mirando al matrimonio desde la perspectiva de Dios. Cuando Dios ordenó la relación matrimonial dijo en Génesis 2:24: «Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne». Según es discutido en la clase sobre el matrimonio, es relación de una sola carne no es solo sexual. Contiene unidad en todas las áreas, física, emocional, espiritual, etc. Sin embargo, no debemos pasar por alto el hecho de que habla específicamente a la unidad sexual que ha sido creada únicamente para el matrimonio.
Y por tanto la unidad sexual fuera del matrimonio es prohibida. Viola claramente la ley de Dios. Miente acerca de la unidad que Dios creó solo para el matrimonio. Una unidad creada para reflejar Su unidad. En consecuencia, si como cristianos nos involucramos en una relación sexual fuera del matrimonio mentimos sobre Dios.
Un gran problema con las prácticas modernas tanto dentro como fuera de la iglesia es que motivan el darle vueltas al «qué tan lejos puedo llegar» con el objetivo de tener intimidad/permanencia potencial en vez de buscar entender el matrimonio desde el contexto bíblico. Además de simplemente ser un pecado, el involucramiento físico en las relaciones de noviazgo distrae a la personas de poder discernir lo primordial del matrimonio, esas características y cualidades bíblicas discutidas en clases anteriores.
Esto es un punto de referencia que revelará si tú y tu relación se encuentran orientadas de manera apropiada hacia el evangelio. La pregunta principal que debes hacerte es esta: ¿La naturaleza de tu noviazgo refleja una imagen distorsionada del evangelio porque solo buscas la realización personal sobre un camino que has diseñado? Si es así, estás demostrando que la satisfacción que Cristo ofrece a través de una vida de sacrificio por él y tus hermanos y hermanas cristianos no es realmente atractiva o dulce para ti.
Veamos Romanos 13 conforme pensamos acerca de amar a otros antes que a nosotros mismos mientras somos conformados a la imagen de Cristo (observa los pecados sexuales). Romanos 13:8-10:
«8No debáis a nadie nada, sino el amaros unos a otros; porque el que ama al prójimo, ha cumplido la ley.9 Porque: No adulterarás, no matarás, no hurtarás, no dirás falso testimonio, no codiciarás, y cualquier otro mandamiento, en esta sentencia se resume: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.10 El amor no hace mal al prójimo; así que el cumplimiento de la ley es el amor» (RVR1960).
Romanos 13:13-14: «13Andemos como de día, honestamente; no en glotonerías y borracheras, no en lujurias y lascivias, no en contiendas y envidia, 14sino vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne» (RVR1960).
Pablo está una vez más destacando nuestras interacciones a través del contexto cristianos de amar a otros antes que nosotros mismos. Este es nuestro llamado; está llamada a ser nuestra marca como cristianos en un mundo egoísta y auto absorbido. Curiosamente, él habla a nuestro comportamiento. No solo nuestra filosofía sino nuestras acciones. Él señala que el amor y no la inmoralidad sexual es lo que debe definir nuestras acciones. ¿El contexto del amor define tus relaciones? Específicamente tus relaciones de cortejo o noviazgo?
Piensa acerca de esa última línea: «Vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne conforme a sus lujurias». El involucramiento físico antes del matrimonio por definición es hacer provisión para la carne y complacer mis deseos.
En el centro está el egoísmo. Mis deseos. Mi deseo de sentirme excitado. Mi deseo de hacerte sentir excitada y por tanto atraerte más hacia mí. Es aún mi deseo de autorrealización, sin importar el lenguaje que tratamos de envolver en ello.
La mayor preocupación de Pablo en estos versículos es que el Señor viene (Romanos 13:11-12), y a partir del amor debes ayudar a tu prójimo prepárate. En vez de involucrarte en inmoralidad sexual, Él dice, vestíos del Señor Jesucristo. Fíjate, una vez más, en lo la centralidad en Cristo de estos pasajes. La motivación para abstenerse de la inmoralidad sexual es la prioridad de nuestra identificación con, obediencia a, y satisfacción en Cristo. Eso debe ser nuestro deseo. Glorificar a Cristo y servirle para siempre. Si podemos hacer eso en nuestra relación de cortejo o noviazgo. Pero claramente debe ser sin inmoralidad sexual.
Una última nota, ver el componente que la mente juega aquí (ve Romanos 13:14 (NVI)). Aún nuestros pensamientos están bajo la autoridad de Dios. Muy frecuentemente aquí es donde comienza la inmoralidad sexual. Comenzamos pensando pensamientos inapropiados acerca de la persona que cortejamos o salimos. Conforme cultivamos deseos sexuales inapropiados en nuestra mente, ¿nos sorprendemos de encontrar el componente físico más difícil de controlar? Este pensamiento está reservados para el matrimonio; para los solteros dichos pensamientos son pecaminosos y solo llevan a una mayor tentación. Cuida tus pensamientos: enfócate en Cristo.
1 Tesalonicenses 4:3-8:
«3pues la voluntad de Dios es vuestra santificación; que os apartéis de fornicación; 4 que cada uno de vosotros sepa tener su propia esposa en santidad y honor; 5 no en pasión de concupiscencia, como los gentiles que no conocen a Dios; 6 que ninguno agravie ni engañe en nada a su hermano; porque el Señor es vengador de todo esto, como ya os hemos dicho y testificado. 7 Pues no nos ha llamado Dios a inmundicia, sino a santificación. 8 Así que, el que desecha esto, no desecha a hombre, sino a Dios, que también nos dio su Espíritu Santo» (RVR1960).
Pregunta: Piensa en tu pasado, podría ser anoche o el año pasado o cuando estabas en la secundaria, si estuviste sexualmente involucrado con alguien a cualquier nivel, ¿cumplió el estándar del versículo 4?, ¿fue santo y honorable?, ¿promovió la santificación?, ¿O fue lujuria pasional? Esa persona con la que te involucraste físicamente —a cualquier nivel— «¿te casaste con él o ella?», «¿cumpliste el estándar del versículo 6 y no violaste o tomaste ventaja de él o ella?».
La Biblia New American Standard utiliza la palabra «defraudar». ¿Te pusiste en la posición de mostrar un compromiso que fallaste en mantener o peor aún nunca tuviste?
Una vez más, la motivación para rechazar la inmoralidad es agradar a Dios, la voluntad de Dios, la autoridad del Señor Jesucristo, el llamado de Dios a la santidad y la sumisión a Dios en vez de rechazarlo.
Proverbios 6:20 – 7:27 (Evita el adulterio, la inmoralidad sexual y las relaciones necias). En primer lugar fíjate en la importancia de la palabra de Dios como enviada por los padres sobre resistir la tentación de la lujuria y la inmoralidad sexual. Hermano y hermana, guárdate con las Sagradas Escrituras.
Segundo, observa como Proverbios describe al hombre necio como con falta de juicio cuando se acerca a la tentación, cuando se involucra en relaciones necias, ignorando el consejo de los sabios.
Huye de la tentación y la inmoralidad (2 Timoteo 2:22). No coquetees con ella. No importa lo fuerte que seas, eres vulnerable. Ninguno de nosotros aún está santificado. Es solo a través del poder de Cristo que podemos resistir. ¿Por qué te engañas con dicha destrucción? Tal y como claramente dice, este el camino hacia la tumba ̶ hacías las mismas cámaras de la muerte.
Tercero, fíjate que aborda este comportamiento desde la perspectiva de hombres jóvenes. Debido a su papel de líderes, mucho de esto es su responsabilidad, hombres. Deben liderar bien en esta área. Rechacen el concepto del mundo de que deben ir hacia adelante hasta que las mujeres establezcan los límites. No, esta es su responsabilidad y darán cuenta a Dios por ello (Eclesiastés 12:14). Lideren bien en esta área.
Dicho esto, mujeres ustedes saben bien que esta no es una calle de una vía. Ustedes también tienen responsabilidades aquí. Ustedes pueden hacer mucho para motivar el buen liderazgo en esta área o pueden perjudicar ese liderazgo o peor motivar el comportamiento pecaminoso que pudiera resultar en más dificultades. La modestia en el vestido y en las acciones es apropiada (1 Timoteo 2:9-10). Eviten la inmoralidad sexual. Ustedes también rendirán cuentas.
1 Timoteo 5:1-2: «1No reprendas con dureza al anciano, sino aconséjalo como si fuera tu padre. Trata a los jóvenes como a hermanos; 2 a las ancianas, como a madres; a las jóvenes, como a hermanas, con toda pureza» (NVI).
Recuerda, esa mujer a la que estás mirando es tu hermana en Cristo, primero y ante todo. No tocarías a tu propia hermana, aquella con la cual creciste, de manera inapropiada. Con Dios como tu padre, ¿cuánto más tu hermana en el Señor?
Hasta que ella se convierta en tu esposa, la relación principal que tienes con las mujeres es como hermana en Cristo. Aún hasta e incluyendo tu compromiso, ella es primero y ante todo tu hermana en Cristo. ¿La has tratado como tal?
Y en absoluta pureza. Recuerda el término es «absoluta pureza» (NVI). Esa es la regla. Pablo conoce nuestros corazones pecaminosos y su deseo de racionalizar nuestras intenciones. Él no busca la pureza relativa con el mundo o aún la pureza relativa con nuestros hermanos y hermanas en Cristo. No, él está hablando de pureza absoluta. Porque una vez más nuestras relaciones con nuestros hermanos y hermanas en Cristo es uno de los mejores ejemplos del evangelio. Ellos sabrán que somos cristianos por la manera en que nos amamos unos a otros. Esto pudiera ser uno de los mejores testimonies para un mundo no creyente. La manera en que nos tratamos unos a otros aún en relaciones de noviazgo y cortejo. Recuerda que el evangelio está en juego y que esto es visible a través de la conducta de esta iglesia local.
1 Corintios 6:9-20:
«(La seriedad del pecado; huye de la inmoralidad sexual; honra a Dios con tu cuerpo) 9 ¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, 10 ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios. 11 Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios. 12 Todas las cosas me son lícitas, mas no todas convienen; todas las cosas me son lícitas, mas yo no me dejaré dominar de ninguna. 13 Las viandas para el vientre, y el vientre para las viandas; pero tanto al uno como a las otras destruirá Dios. Pero el cuerpo no es para la fornicación, sino para el Señor, y el Señor para el cuerpo. 14 Y Dios, que levantó al Señor, también a nosotros nos levantará con su poder. 15 ¿No sabéis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo? ¿Quitaré, pues, los miembros de Cristo y los haré miembros de una ramera? De ningún modo. 16 ¿O no sabéis que el que se une con una ramera, es un cuerpo con ella? Porque dice: Los dos serán una sola carne. 17 Pero el que se une al Señor, un espíritu es con él. 18 Huid de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre cometa, está fuera del cuerpo; mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca. 19 ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? 20 Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios» (RVR1960).
Hay muchas cosas a considerar en este pasaje. Primero, ¿quién diseñó nuestros cuerpos? Dios. ¿Y para la gloria de quien los diseñó Él? Para la suya. ¿Es que Él diseñó aún el sexo tendiendo Su gloria en mente? Si. Recuerda que nuestra sexualidad es un don de Dios para ser utilizados apropiadamente para Su gloria. No es para la inmoralidad sexual, sino para el cumplimiento sexual dentro del contexto que Dios ordenó, que es el matrimonio.
Segundo, Dios es claro en decir que la inmoralidad sexual es un pecado serio. Si esto es una característica de tu vida, deberías tener convicción. No estoy hablando sobre si simplemente luchas con ello y ocasionalmente caes en tentación, sino si es parte de tu vida. Pablo dice que dichas personas no heredarán el reino de los cielos. Esto es una advertencia que debemos escuchar.
Tercero, huye de la inmoralidad sexual. Una vez más huye. Eso no significa que lo hagas cuando te encuentres al borde de ello, no te quedes en los bordes, coquetees con ello o permanezcas cerca de ello. Sino que huyas de ello rápidamente. Da la vuelta y corre ̶ no te detengas, no te devuelvas, no lo reconsideres. A. T. Robertson, profesor de Interpretación del Nuevo Testamento en el Southern Seminary escribe: «Desarrolla el hábito de huir sin retraso o argumento[1]»[2]. Los hombres como líderes, esto debe caracterizar su respuesta a ello de manera especial. No nos engañemos, todos somos responsables ante Dios. Huye de la inmoralidad sexual.
Cantares 2:7 «(No despierten el amor antes de que así lo deseen) Yo les ruego, mujeres de Jerusalén, por las gacelas y cervatillas del bosque, que no desvelen ni molesten a mi amada hasta que ella quiera despertar» (NVI).
Cantar de los Cantares es una colección de poemas de amor entre un amante y su amada. Es un reflejo hermoso del amor humano y el matrimonio ideal. El lenguaje es apasionado y poderoso. Esta es la manera en que Dios hace el sexo. Conforme discutimos en la porción anterior sobre el matrimonio, este es uno de los dones únicos que Dios le ha dado a un esposo y una esposa para unirse de por vida. No es coincidencia que involucre emociones poderosas y tenga efectos duraderos.
Al contrario, esa es otra razón por la que es inapropiado hacerlo antes del matrimonio. Si sus sentimientos y emociones de uno hacia el otro aumentarán durante este período de cortejo y noviazgo. Siempre que sean llevados bajo el auto dominio que habla el libro de Gálatas (Gálatas 5:16-17), no hay ningún problema. Sin embargo, darle expresión sexual es inapropiado. La expresión sexual está reservada para el matrimonio. Es un proceso de construcción que lleva a la culminación de la unidad.
Una advertencia simple: No inicies algo que no puedas terminar de manera correcta. Hay un contexto para la intimidad sexual y física, y se llama matrimonio. No te involucres en ello fuera del contexto ordenado por Dios: el matrimonio.
Implicaciones
Amar verdaderamente a alguien en un contexto de noviazgo significa no expresar ese amor sexualmente.
Tú o tu compañera de noviazgo desean intimidad ahora, pero hombres sus esposas lo verán como lo que era después de que estén casados. Mujeres, sus esposos lo verán como lo que era luego que se casen. Y eso es pecado: inmoralidad sexual.
Hombres, explíquense claramente en este punto; den paz mental a su pareja de noviazgo lo más que puedan.
Mujeres, ustedes pueden desear intimidad, entiendan donde termina y no se apresuren.
Toda actividad sexual es «sexo»
Esto pudiera ser bien uno de los cuerpos más largos de racionalización bien documentada que ha habido. Puedes tratar de racionalizar que:
- Un beso apasionado no es sexo.
- Y un beso y abrazo apasionados «por encima de la cintura» no es sexo.
- Y todo lo que no sea penetración no es sexo (por tanto, no es técnicamente fornicación y está «permitido»), pero estás equivocado.
Todo es sexo, estar en el camino es como ir en dirección hacia el final de ello. Es llamado juegos previos, y tiene un propósito. Esta clase de involucramiento físico es análogo a «en la rampa» de la interestatal. Nadie se queda en la rampa nunca. La rampa dirige hacia la autopista. Y una vez que estás en la autopista, el tráfico, por diseño solo se mueve hacia una dirección. Así que no te engañes a ti mismo pensando que puedes permanecer en la rampa. Eso es como el asaltante de banco que asaltó un cajero automático (ATM) en vez de un banco para sentirse mejor acerca de ello, pero eso también es robo.
Hay ramificaciones para la actividad sexual pecaminosa
- La más importante de de las cuales es deshonrar a Cristo (Romanos 2:23-24, escrito a judíos, el pueblo del pacto de Dios, muy apropiado para la iglesia de hoy).
- La actividad sexual pecaminosa tiene un impacto tangible y dañino en la relación. Si genuinamente esperas que la relación tenga éxito, lo último que quieres hacer es introducir los obstáculos del pecado de uno contra el otro despertando deseos inapropiados, fomentando la culpa, y distrayendo a la otra persona de su búsqueda de realización y satisfacción en Cristo. El pecado por naturaleza obscurecerá el evangelio y creará dificultades en nuestra vida.
- La participación en actividades sexuales pecaminosas le enseña a tu esposa potencial algo sobre ti. Si estás dispuesto a involucrarte en actividades pecaminosas fuera del matrimonio con él o ella, ¿qué razón tiene él o ella para pensar que te abstendrás de ello luego que te cases?
- Esta clase de actividad crea un patrón. Siempre que rompemos los límites bíblicos en nuestra vida, esos límites son solo más fáciles de cruzar más adelante.
Principios útiles
Establece principios claros (hablen acerca de ello, pero no muy frecuentemente).
Hablen sobre lo que es apropiado y porque ̶ pero no muy frecuentemente. Toma consejos de parejas casadas.
No hagan nada que despierte la sexualidad.
Reconozcan que vivimos en una cultura sexualmente cargada, resistan las definiciones del mundo. Sean claros y honestos el uno con el otro.
Eviten la tentación.
No estén solos juntos en privado. La tentación no es pecado, pero entregarse a ella sí lo es. Hay una diferencia entre pecado y locura. El pecado es una violación moral. La locura es una tentación deliberada de ti mismo a través de violaciones morales.
Tengan una rendición de cuentas confiable disponible
Abran su vida a una pareja de amigos cristianos cercanos que le harán preguntas difíciles. Estén dispuestos a escuchar, arrepentirse, y cambiar su comportamiento conforme a ello. Ambas partes son críticas. Debemos permanecer enseñables, especialmente en esas cosas. No pienses que puedes hacerlo solo, todo cristiano es sensible al orgullo y la necedad.
Confíen en Cristo y su salvación y soberanía
Somos una nueva criatura en Cristo, actuemos como tal. Todos hemos pecado y sido destituidos de la gloria de Dios ̶ perdonen y amen como Cristo amó.
Conclusiones
- Hombres, ¿ustedes se dan cuenta de que la manera en que ejerzan el liderazgo antes del matrimonio es crítico? Necesitan hacer depósitos en el banco de la confianza hoy para que su esposa pueda retirarlos en el futuro.
- Hombres y mujeres, ¿están ustedes felices de rendir cuentas ante Dios de su relación prematrimonial? Lo estarán.
- Esto no ha sido un ejercicio sobre supervisar el pecado, infringir la libertad o legalismo. Mi objetivo con esto es tanto una motivación como una advertencia de un hermano en el Señor que ha aprendido mucho conforme he estudiado las Escrituras, evaluado mis propias debilidades y he visto mucho de ambas cosas, relaciones saludables y rotas entre hombres y mujeres.
- Mantengan el evangelio en el centro de su pensamiento y acciones conforme progresan en una relación. Si estás considerando la manera en que sería pasar el resto de tu vida con esta persona, ¿qué clase de vida querrías? ¿Cómo sería tu vida si está enfocada en algo diferente a Cristo y el evangelio? ¿Y qué razón tienes para esperar que serás más Cristocéntrico después de tu matrimonio de lo que eres ahora?
Algunos pensamientos para finalizar basados en conversaciones recientes. Algunos vienen de un pasado de divorcio por lo que su perspectiva del matrimonio puede ser desalentadora y temible. Eso fue un tema para mi esposa Sara y yo cuando éramos novios. Yo le pregunté a uno de los ancianos de la iglesia donde nos casamos que debía decirle a ella. Él me dijo dile a ella que ella no es sus padres.
Ezequiel 18:20: «El alma que pecare, esa morirá; el hijo no llevará el pecado del padre, ni el padre llevará el pecado del hijo; la justicia del justo será sobre él, y la impiedad del impío será sobre él».
Por lo que diría que el divorcio no es una profecía de autorrealización, no somos condenados por lo que nos precedió si estamos en Cristo. Hay esperanza.
Eclesiastés 9:4: «Aún hay esperanza para todo aquel que está entre los vivos; porque mejor es perro vivo que león muerto» (RVR1960).
2 Corintios 5:17: «De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas» (RVR1960).
El matrimonio es instituido por Dios para nuestro beneficio mutuo. El libro Common Prayer (Oración Común) de la Iglesia de Inglaterra lo dice muy bien: [El matrimonio] fue ordenado para la sociedad, ayuda y comodidad mutua, para que uno sostenga al otro tanto en la prosperidad como en la adversidad[3]. Así que, el matrimonio no es siempre una dificultad. Puede una ser la sanidad y el alejamiento de estilos de vida pecaminosos del pasado; una oportunidad para crecer en santidad y en el proceso dar alabanza y gloria a nuestro incomparable Salvador. Eso es lo que ha sido para mi esposa y yo.
[1]Hablar o negociar, especialmente con un enemigo.
[2]Archibald T. Robertson, Word Pictures in the New Testament, Las epístolas de Pablo, Volúmen IV, (Grand Rapids: Baker Book House, ©1931 Sunday School Board of the Southern Baptist Convention), p 122.
[3]The Church of England, The Book of Common Prayer, (Oxford: Oxford University Press, 1969), p 363.