Iglesia de Inmigrantes
El estado de la iglesia de inmigrantes
«Estamos con problemas para mantener aquí a la próxima generación».
«Mi pastor principal inmigrante me exaspera».
«La generación más joven no respeta a la generación anterior».
¿Por qué los cristianos inmigrantes de segunda generación están abandonando las iglesias de inmigrantes?
Pareciera que muchas de ellas están en medio de un divorcio. Se están separando de sus ministerios en inglés, de los cuales se van para plantar sus propias iglesias. Los pastores de los ministerios en inglés sienten que los dejan de lado y los reprimen. Los pastores principales inmigrantes sienten que les faltan el respeto y no los comprenden. Los cristianos inmigrantes de segunda generación sienten que tienen justificaciones para darles la espalda a quienes los educaron. Los cristianos de edad avanzada, de primera generación, se sienten desanimados al ver a sus hijos madurar.
¿Cómo pasó esto?
LA HISTORIA DE UNA TÍPICA IGLESIA DE INMIGRANTES
Inmigración
Una familia de inmigrantes se muda a los Estados Unidos. Aunque son extranjeros en una tierra desconocida, saben exactamente a dónde ir. Es el primer lugar al que la gente va cuando se muda: la iglesia de inmigrantes.
A menudo, la iglesia de inmigrantes es el eje social del cristiano que inmigró. ¿A qué lugar vas para encontrar trabajo? A la iglesia de inmigrantes. ¿Dónde consigues un lugar para vivir? En la iglesia de inmigrantes. ¿Dónde haces amigos? En la iglesia de inmigrantes. Allí puede escuchar una prédica en su propio idioma y participar en una comunidad cristiana con personas de su misma cultura.
Pero luego tienen hijos.
Separación
Los hijos de inmigrantes habitan dos mundos distintos. Por un lado, viven en el mundo de sus padres, marcados por su país de origen. Se vuelven camaleones culturales, capaces de adaptarse a cualquier «código» que el contexto exija. Pueden buscar los resúmenes de la NBA mientras asienten al ritmo del último sencillo de pop de su país de origen. La mayoría de ellos saben lo suficiente de su lengua materna como para decirle a su madre que tienen hambre, pero carecen del vocabulario teológico lingüístico necesario para seguir la prédica del pastor inmigrante.
¿La solución? Un ministerio en inglés para niños. Los padres dejan a sus hijos en el ministerio en inglés y asisten al servicio principal, donde cantan en su lengua materna. Mientras tanto, los niños bailan la última canción de adoración en inglés al estilo de Kidz Bop. La iglesia contrata a un inmigrante de segunda generación que esté cursando el seminario y buscando oportunidades ministeriales. Él les enseñará a los niños bajo la autoridad del pastor principal inmigrante.
Pero luego, los niños crecen y empiezan la secundaria. La iglesia de inmigrantes se da cuenta de que necesita comenzar un ministerio de jóvenes. Deciden que la mejor persona para guiar a los adolescentes es el pastor que acompañó a los niños mientras crecían. Así, recién ascendido, el nuevo pastor de jóvenes sigue enseñándoles a los adolescentes bajo la autoridad del pastor principal inmigrante.
A medida que los niños crecen, la iglesia de inmigrantes sigue abriendo ministerios nuevos para seguir la madurez de los niños. Comienzan con un ministerio de niños. Después agregan un ministerio para quienes empiezan la secundaria y luego otro para quienes están terminándola. Después, un ministerio para estudiantes universitarios. Luego, un ministerio para jóvenes adultos. Todo es firmemente supervisado por la congregación de inmigrantes adultos.
Con el tiempo, sin embargo, esta supervisión empieza a sentirse como un control excesivo. El pastor del Ministerio en Inglés no puede tomar decisiones administrativas sin la aprobación del pastor principal del Ministerio de Inmigrantes. Las diferencias culturales ponen trabas a tareas que de otro modo se realizarían sin problemas. El pastor del Ministerio en Inglés comienza a sentir que la ropa que le dieron le queda chica.
Además de eso, los hijos de segunda generación han seguido el sueño americano. Aprendieron de sus padres inmigrantes sobre el trabajo arduo y la disciplina: trabajaron duro por su educación y ascendieron en la escala económica. Tienen trabajos mejores que pagan mejor. Sueldos mejores significan donaciones mejores. ¿Y quién ha sido su autoridad espiritual desde que tienen 8 años? Su pastor del Ministerio en Inglés. Lo seguirán a donde sea que vaya.
El pastor del Ministerio en Inglés hace las cuentas. Decide largarse y dejar su iglesia natal para plantar una iglesia nueva con los jóvenes adultos.
La nueva iglesia hija promete que no repetirá las prácticas autoritarias de sus padres. Y sin embargo, sin haberse capacitado, el antiguo pastor del Ministerio en Inglés (ahora pastor principal) se siente sobrecargado. ¿Cómo se supone que dirija esta cosa?
En la iglesia de inmigrantes, se sienten como si su hijo les hubiera escupido en el rostro e irse cual hijo pródigo. Ante la falta de respeto y la desolación, buscan un nuevo pastor. Esperan que pueda pastorear a la nueva generación de niños sin extraviarlos.
A medida que pasa el tiempo, la nueva iglesia hija comienza a reflejar cada vez más a su comunidad y a abandonar su distintiva identidad étnica, pues la barrera lingüística se va disipando. La iglesia de inmigrantes se va encogiendo, ya que cada vez menos inmigrantes se mudan a la zona. Eventualmente, la iglesia de inmigrantes muere. Las cuartas y quintas generaciones de inmigrantes se asimilan completamente a la comunidad más amplia.
¿O no es así?
¿Asimilación?
Las generaciones anteriores de inmigrantes han seguido, en mayor o menor medida, este patrón: la primera generación emigra; la segunda y tercera sienten cierta crisis de identidad y las generaciones posteriores se asimilan en la cultura más amplia. Alemanes, franceses, italianos… todos han seguido el mismo patrón.
Pero en el caso de las poblaciones modernas de inmigrantes, como las asiáticas e hispanas, este patrón se ha visto interrumpido. Como de costumbre, los inmigrantes llegaron en oleadas. Una gran afluencia de irlandeses escapa de su país debido a la Gran hambruna irlandesa. Aunque al principio se los trató con desdén, eventualmente se mimetizaron con la cultura mayoritaria. Inmigración, crisis de identidad, asimilación.
La inmigración entre asiáticos e hispanos no muestra signos de aminorar la marcha; de hecho, no deja de aumentar. Siguen llegando inmigrantes. La oleada de inmigrantes adultos de primera generación mantiene vivo el pulso de estas iglesias. Algunas poblaciones de inmigrantes ya llevan más de seis generaciones. A pesar de las décadas de inmigración y separación, no ha habido mucha asimilación. (La mayoría de estas estadísticas son de la Oficina del Censo de Estados Unidos y de Pew Research).
Por lo pronto, las iglesias de inmigrantes no van a irse. Entonces, ¿qué haces si en tu iglesia hay múltiples idiomas y culturas? El modelo actual no parece estar funcionando.
UN PROBLEMA COMÚN SIN UNA SOLUCIÓN CLARA
Esta tensión es amplia. Asiáticos, hispanos, rumanos y muchos otros grupos de inmigrantes enfrentan la misma dificultad, lo que nos hace preguntarnos: ¿por qué aún nadie se ha dado cuenta de esto?
Aislamiento
Hay una desconexión entre las iglesias de inmigrantes y el evangelismo más amplio. La barrera lingüística impide que tengan interacciones significativas con iglesias de la cultura mayoritaria, incluso en sus propias ciudades. Aunque puede que el Ministerio en Inglés tenga algunas personas de diferentes nacionalidades, en su mundo predomina una sola cultura. Viven en una burbuja cultural.
Esta sólida identidad cultural dificulta la entrada a un contexto eclesiástico más amplio. Los cristianos de la cultura mayoritaria están desconcertados por las excentricidades culturales. ¿Por qué, en las iglesias rumanas, hombres y mujeres se sientan en lados opuestos del lugar? ¿Por qué, en las iglesias coreanas, la gente ora individualmente y en voz alta?
La burbuja es fuerte. Muchos inmigrantes no se sienten parte en conferencias grandes como Together for the Gospel. En su lugar, visitan Parque Jurásico para escuchar la prédica de su dinosaurio favorito. Luego regresan a la burbuja donde viven y sirven.
Los inmigrantes no tienen muchos ejemplos de personas que hayan atravesado con éxito las fronteras culturales e involucrado en un evangelismo más amplio en la esfera pública. No parece haber modelos diversos de fidelidad cristiana. ¿Dónde está el coreano [inserte el nombre de un predicador público aquí]? ¿Dónde está el salvadoreño [inserte el nombre de un intelectual público aquí]?
Debido a esto, los grupos de inmigrantes cristianos no saben cómo aprender del evangelismo más amplio y edificar sobre ello. Y el evangelismo más amplio no sabe cómo aprender de los grupos de inmigrantes cristianos y edificar sobre ello. No se hablan. Nadie ha pinchado la burbuja. La conversación no fluye.
Fragmentación
Además de estar aisladas de una cultura evangélica más amplia, las iglesias de inmigrantes no experimentan una conexión nacional. Los pastores del sur de California no conocen a los pastores de Queens. Los pastores de Houston no conocen a los pastores en Portland. Cuando los pastores inmigrantes hablan entre sí sobre los problemas de sus iglesias, están limitados regionalmente. En cada región de los Estados Unidos, los pastores tienen discusiones que no van para ningún lado, en las que se lamentan por los mismos problemas, pero no avanzan.
Además, las iglesias de inmigrantes no cuentan con la plataforma pública necesaria para tener una discusión nacional. En páginas web como Desiring God, Coalición por el Evangelio y 9Marcas, los lectores están expuestos al mismo material en una escala nacional. Tienen la posibilidad progresar en las discusiones a un nivel nacional, ya que los cristianos brindan sus contribuciones inmediatamente sobre varios temas. En las iglesias de inmigrantes, no tienen estas oportunidades y, como resultado, sus conversaciones se van fragmentado y convirtiendo en débiles murmullos. Jamás progresan.
Pragmatismo
Lamentablemente, incluso si las iglesias de inmigrantes pudieran dejar atrás el aislamiento y la fragmentación, para muchas, las soluciones no serían suficientes debido a sus pragmáticas filosofías de ministerio. Tiene sentido. Nadie les enseñó a estas iglesias cómo debían estructurarse. Jugaron las cartas que se les dieron. Recurrieron al pragmatismo porque… ¿qué otras cosas podían hacer?
El pragmatismo hace que la conversación salpique por todos lados, como una licuadora sin tapa. Los pastores inmigrantes discuten la eficacia de la traducción en vivo susurrada a cada adulto de habla inglesa. Hablan de contratar más personal, o de planear retiros conjuntos. Lanzan preguntas confusas sobre esto y aquello, pero a la vez, se ignora la pregunta preliminar y principal: ¿Qué dice la Biblia acerca de la iglesia?
Este pragmatismo frenético hace que cualquier conversación se fracture por la semántica. Las discusiones se vuelven tan específicas y tan idiosincrásicas que carecen de sustancia. Los pastores están distraídos y, de nuevo, la conversación no avanza.
¿CÓMO PROCEDEMOS?
El aislamiento, la fragmentación y el pragmatismo pueden parecer obstáculos insuperables. ¿Qué puede hacer la iglesia de inmigrantes para abordar este tornado de división cultural? Si bien la división en la iglesia trajo mucho daño, también trae una oportunidad: deberíamos tener una conversación unida acerca de lo que la iglesia es y el modo de ser gobernada.
En otras palabras, el problema de la iglesia de inmigrantes es —al menos en parte— un problema del sistema de gobierno.
Volver a lo básico
Antes de que alguien conteste a la pregunta: «¿qué hacemos con la iglesia de inmigrantes?», debe contestar otra cosa: «¿qué es la iglesia local?» Traerle soluciones a la iglesia de inmigrantes sin comprender perfectamente qué es la iglesia local es como escribir una novela sin saber cómo construir una oración. Una cosa precede a la otra.
Por supuesto, el contexto cultural único importa. Pero también importa la convicción bíblica. La ignorancia cultural lucha por soluciones inaplicables, mientras que la ignorancia bíblica lucha por soluciones infieles. Para que las iglesias de inmigrantes puedan solucionar el problema inmediato, deben estar informadas sobre la cultura y también sobre la Biblia.
Pero la fidelidad bíblica viene antes que la aplicación cultural. La iglesia local no pertenece a una cultura; pertenece a Cristo. Las iglesias deben empezar por los principios bíblicos y luego aplicarlos a los distintos contextos culturales. Los principios van antes que la aplicación.
Para encontrar principios bíblicos, necesitamos volver a lo básico: necesitamos volver a la Biblia. Los cristianos en contextos de inmigración necesitan hundirse en la Biblia para ver el modo en que Dios enseña a los cristianos a estructurar sus iglesias. Solo entonces podremos tener una conversación productiva sobre la iglesia de inmigrantes.
Debatir
Se habla alarmantemente poco sobre las estructuras de las iglesias de inmigrantes.
Esto se debe, en parte, a la ausencia de una autoridad establecida sobre el tema. Muchos se retorcerán ante la idea de declarar públicamente: «Así es como las iglesias de inmigrantes deben estructurarse». (¡O de escribir un artículo que diga que este es el estado de las iglesias de inmigrantes!) Pero la realidad es que nadie es un experto en este campo. Si esperamos a que los expertos hablen, solo habrá silencio. La única forma de que evolucione nuestro pensamiento sobre la iglesia de inmigrantes es que tengamos la conversación de todos modos.
Entonces, tengámosla. Contribuyamos con nuestras ideas. Evaluemos las contribuciones de los otros. Conozcamos las iglesias de los demás. Usemos la experimentación con precaución, pero también con principios para equiparnos los unos a los otros con una visión bíblica. Mientras, progresaremos a través de prueba y error. En una conversación con enfoque y significado hay menos frases ambiguas. Eso nos pone a trabajar; a trabajar de verdad.
Recursos
Las iglesias necesitan guía. Para tener guía, necesitamos sabiduría. Para obtener sabiduría, necesitamos conocer y participar cuidadosamente en las ideas de los demás. Necesitamos disgregar el material malo y refinar el material bueno.
Este artículo es el primero de una serie de artículos sobre la iglesia de inmigrantes. Espero que funcione como un laboratorio de ideas en línea, gracias a las contribuciones significativas de diferentes pastores y miembros de la iglesia, de una variedad de contextos de inmigración. Trabajemos juntos para impulsar la conversación.
Traducido por Melisa Trinajstic
Nota del editor: este texto es parte de una serie sobre las iglesias de inmigrantes:
- El estado de la iglesia de inmigrantes, por John Lee.
- Gone and Back Again: My Departure and Return to the Immigrant Church, por Jonathan Szeto.
- Opportunity or Accommodation? Thinking Through Cultural Practices in the Immigrant Church, por Geoff Chang.
- Make Sure Your Church Members Are Christians, Not Just Immigrants, por Jeremy Yong.
- Moving from Topical to Expositional Preaching in Immigrant Churches: Five Steps of Preparation, por Alex Hong.
- As the Pastor of an Immigrant Church’s English Ministry, How Should I Relate to the Senior Pastor?por Hanley Liu.
- Reflections on One Assembly and the Immigrant Church, por Geoff Chang.
- Helping Second-Generation Immigrants Love the Immigrant Church, por Daniel Chan.
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