Membresía

Crítica teológica de los locales múltiples: ¿qué es exactamente una «iglesia»?

Por Jonathan Leeman

Jonathan (@JonathanLeeman) edita la serie de libros 9Marks, así como el 9Marks Journal. También es autor de varios libros sobre la iglesia. Desde su llamado al ministerio, Jonathan ha obtenido un máster en divinidad por el Southern Seminary y un doctorado en eclesiología por la Universidad de Gales. Vive con su esposa y sus cuatro hijas en Cheverly, Maryland, donde es anciano de la Iglesia Bautista de Cheverly.
Artículo
11.10.2018

En tu mente, ¿cuáles son los elementos necesarios que deben estar presentes para que un grupo de cristianos se convierta en una iglesia local? Asumo que no piensas que tres cristianos tirando un disco volador en el parque constituye una iglesia local. Por tanto, ¿qué lo haría?

¿Qué sucede si tres amigos abandonan el parque con la cabeza hacia abajo en dirección al restaurante local y oran antes de comer sus alimentos? ¿Entonces son una iglesia? ¿Qué sucede si sacan sus Biblias y se exhortan unos a otros? ¿Si deciden reunirse semanalmente? ¿Si sirven la comunión? ¿Si hacen algún tipo de pacto? ¿Si buscan a los oficiales de la ciudad para que los reconozca como iglesia con un documento legal? ¿Si dejan de reunirse en el comedor de un restaurante y buscan un edificio con un campanario? ¿Cuál es el punto decisivo entre «tres amigos cristianos que salen juntos» y «tres cristianos que juntos constituyen una iglesia»?

En resumen, ¿qué constituye a una iglesia local como una iglesia? Esta es una pregunta que surgió a partir del fenómeno de iglesia con múltiples locales. Pienso que el argumento más limpio y simple contra las iglesias que tienen múltiples locales es el semántico. Se dice que la palabra ekklesia significa reunión y por eso una reunión es una iglesia. Pero operar detrás del argumento semántico es el asunto teológico más complejo de lo que constituye una iglesia local como una iglesia.

Aunque puede haber excepciones, las iglesias con múltiples locales generalmente no se refieren a sus locales o campuses como «iglesias». Por ejemplo, la iglesia Bethlehem Baptist Church en Minnesota, un ministerio del cual me siento muy agradecido se refiere a sus tres «campuses» juntos como si fueran una sola «iglesia». El campus A no es una iglesia, o por lo menos no lo llaman de esa manera, el campus B no es una iglesia y el campus C no es una iglesia. Pero ellos dicen que los campuses A, B y C juntos constituyen una iglesia.

Una vez más surge la pregunta: ¿cuál es el momento decisivo entre un campus (o local) y una iglesia? ¿Cómo es que se dice que el grupo de cristianos que se reúne en un campus no es una iglesia, cuando la reunión de los campuses es una iglesia? Después de todo, todas aquellas personas reunidas juntas en un campus parecen estar haciendo el tipo de cosas de iglesia que hacen que una iglesia sea una iglesia como cantar, servir la comunión y escuchar la Palabra de Dios. ¿Cómo es que no llegan a llamarse «una iglesia»?

En lo que sigue, primero veremos la respuesta de los locales múltiples a estas preguntas. Luego, consideraremos el caso bíblico que presentan los que defienden los locales múltiples para la iglesia de varios locales. Después, ofreceré una respuesta alternativa a la pregunta qué constituye la iglesia local seguido de una breve exhortación acerca de los no congregacionalistas. Finalmente, trazaré cuatro conclusiones acerca de las iglesias con locales múltiples. Espero que a través de todo esto el lector confíe en que, aunque puedo ofrecer estos desafíos en el área de política de iglesia, alabo a Dios por el buen trabajo evangélico que hacen muchas iglesias con locales múltiples para el reino de Cristo. De hecho, me siento humillado por su celo por su obra y espero que utilicen algo de ese celo para corregirme en lo que consideren necesario.

DEFINICIÓN DE EKKLESIA DE LOS LOCALES MÚLTIPLES

¿Qué dicen los defensores de los locales múltiples y multiservicios que los constituye como «una iglesia»? Por lo que puedo decir, parece ser algo como una estructura corporativa común. En el libro Multi-site Church Revolution [Revolución de la iglesia de locales múltiples], los autores escriben: Una iglesia con múltiples locales es la reunión de una iglesia en múltiples locales y salones diferentes en el mismo campus, diferentes locales en la misma región, o en algunos casos, diferentes ciudades, estados o naciones. Una iglesia con locales múltiples comparte una visión, un presupuesto, un liderazgo y un consejo común (Zondervan, 2006, página 18; itálicas mías).

Si entiendo el argumento correctamente, esto significa que un grupo de cristianos puede cruzar el momento decisivo de «no una iglesia» a «una iglesia» solo cuando comparten una visión, un presupuesto y un liderazgo. No hay duda de que estos escritores dirían que también hay otros elementos que son esenciales para ser una iglesia, como la predicación de la Palabra y la práctica de las ordenanzas. Pero además de la Palabra y las ordenanzas, parece que generalmente necesita un liderazgo, un presupuesto y una estructura corporativa. Esa es la implicación necesaria de decir que las personas reunidas en cualquier localidad para la predicación y las ordenanzas no son una iglesia y que las localidades juntas constituyen «una iglesia».

La página web de la iglesia Bethlehem Baptist Church de Minneapolis, Minnesota dice casi lo mismo:

Somos una iglesia con múltiples locales. Como parte de la estrategia Treasuring Christ Together, nuestro objetivo es multiplicar los campuses. Por tanto, desde nuestro campus en el downtown de Minneapolis que fue establecido en el año 1871, en el año 2002 lanzamos un campus en el norte y en el año 2006 uno en el sur. A diferencia de las nuevas iglesias plantadas, los campuses son todos parte de Bethlemen con una misma visión, una misma estrategia, un mismo fundamento teológico, un solo cuerpo de ancianos, una sola constitución, un solo equipo de misioneros y un solo presupuesto. (referencia aquí; itálicas mías).  

Observa que estas no son «nuevas plantaciones de iglesias», es decir, no son iglesias nuevas sino nuevas localidades o campuses. En defensa de varios campuses, el pastor John Piper escribe lo siguiente en su blog:

Pienso que la esencia de la comunidad y la unidad de la iglesia bíblica se encuentra en la unidad de los ancianos, la unidad de la enseñanza y la unidad de la filosofía de ministerio. Y luego, en la iglesia, se encuentra en cada grupo de relaciones que son bíblicamente vivificantes e implican todo el «unos a otros» que ordena la Biblia.

Ahora, Piper utiliza la frase «comunidad y unidad de la iglesia bíblica». Espero no estar siendo injusto en asumir que lo que él quiere decir es que estas son cosas que constituyen los diferentes servicios y campuses de Bethlehem como «una iglesia», es decir, una unidad de ancianos, una enseñanza y una filosofía. Él menciona también «varios grupos de relaciones», pero es difícil ver cómo aplican porque, por lo menos en los principios, son grupos de relaciones separados, uno o más grupos en un solo campus, más y diferentes grupos en otros campuses y así sucesivamente. Después de todo, él está hablando acerca de relaciones que son vivificantes lo cual podría significar que son relaciones de personas que están juntas y se conocen unos a otros.

Lo que no está muy claro para mí, acerca del entendimiento de una iglesia con múltiples locales, es qué función juega la reunión o asamblea al constituir una iglesia como una iglesia. Por un lado, parece que un defensor de los locales múltiples podría decir: «por supuesto que un cristiano debe reunirse con otros cristianos. La Escritura lo ordena (Hebreos 10:25). Y podríamos decir que un cristiano debe reunirse en alguna localidad o lugar con otros creyentes. Si no hubiera absolutamente ninguna reunión en ningún lugar, no podríamos tener una iglesia».

Por un lado y estrictamente hablando, parecen tomar la idea de reunión o asamblea de la definición de iglesia. El campus A y el B, simple y llanamente no se reúnen juntos, pero permanecen siendo una «iglesia». En la práctica, los que son de locales múltiples se reúnen, por lo menos de manera separada. Pero en definición, pienso que tenemos que decir que han tomado la reunión del término ekklesia. En el mejor de los casos, aquí existe una tensión que es el motivo por el cual digo que no estoy claro. Ellos pueden decir que los cristianos tienen que reunirse en algún lugar para que exista una iglesia, pero entonces le llaman «iglesia» a algo que estrictamente hablando no se está reuniendo.

Si lo que estoy diciendo está correcto, entonces la definición de locales múltiples de ekklesia no es tanto una «asamblea» o «reunión» como lo es «liderazgo», «filosofía de ministerio» o «estructura corporativa», o tal vez son «cristianos unidos por una estructura de liderazgo y filosofía de ministerio común, aunque no necesariamente reunida».

EL CASO BÍBLICO DE LOS LOCALES MÚLTIPLES

Volvamos a la discusión bíblica por un momento. En sus justificaciones bíblicas para el concepto de locales múltiples de «iglesia», los defensores generalmente apuntarán hacia la flexibilidad de la idea de «iglesia» encontrada en el Nuevo Testamento. Por ejemplo, Mark Driscol y Gerry Breshears, refiriéndose a las iglesias del Nuevo Testamento escriben: «la variedad de lugares mostrados allí, indica que la iglesia primitiva era muy flexible, reuniéndose y adorando en diferentes situaciones para suplir las necesidades y oportunidades de su tiempo» (Vintage Church, Crossway, 2008, 244). Driscoll y Breshears apuntan hacia «redes de iglesias esparcidas a través de una ciudad en particular (por ejemplo: Corinto, Galacia, Tesalónica y Filipos)».

El problema con este argumento es que Pablo no le escribe a una «red de iglesias». Él le escribe a la «iglesia» (singular) en la ciudad de Corinto y las «iglesias» (plural) en la región de Galacia, pero no estoy seguro porque estas últimas estarían agrupadas juntas. Driscoll y Breshears también se refieren a «las iglesias en las áreas de Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia» (1 Pedro 1:1), las cuales caracteriza como «redes de congregaciones unidas». Por supuesto, el texto mismo se refiere a los «santos» y no a las «iglesias». De todas maneras, no tengo la capacidad para ver una «iglesia» con múltiples locales compuesta de varios «campuses,» «servicios» y «localidades» en ningún lugar de este texto.

La justificación escritural más convincente otorgada por los defensores de las localidades múltiples viene de las referencias a las iglesias en casa de los romanos y los colosenses. Así, Pablo le escribe a los romanos a «todos aquellos en Roma que son amados por Dios» (1:7), lo cual debe referirse a una iglesia o una red de iglesias. Luego, en la conclusión de la carta, él le dice a sus lectores que saluden a Priscila y Aquila y «la iglesia en su casa» (16:5), lo cual puede sugerir que si hay una «iglesia» en Roma a quien está escribiendo, esa «iglesia» está compuesta de muchas iglesias en las casas. Lo mismo se muestra en la carta a «los santos y fieles hermanos en Cristo de Colosas» (1:2). Pablo luego se refiere a una iglesia en casa en particular (4:15), que a su vez parece ser una iglesia en casa diferente de la iglesia que se reunía en la casa de Filemón, ya que sabemos que Filemón también vivía en Colosas (Filipenses 1:2).

El argumento continúa y la idea básica aquí es que la iglesia en casa puede ser referida como una «iglesia», mientras todas esas redes de iglesias también pueden ser referidas como «una iglesia»,  de la misma manera que una oficina individual del Citibank puede ser llamada banco, aunque la agrupación corporativa de esos bancos puede también ser llamada «banco». Y este argumento puede funcionar si el término para iglesia fuera en realidad lo suficientemente flexible, o si la naturaleza esencial de una iglesia lo permitiera de alguna manera, o si la Escritura lo utilizara claramente de esta forma.

Es un poco extraño para mí que los defensores de las localidades múltiples expresen este argumento de Romanos 16:5 y Colosenses 4:15, ya que realmente no se refiere a sus diferentes localidades o campuses como iglesias, que es la manera en que estos dos versículos describen de forma explícita a las iglesias en casa como «iglesias». Los de localidades múltiples no «flexibilizan» la palabra de la manera que lo hace la Escritura. Si, como dice Pablo, la reunión romana que se reunía en la casa de Priscila y Aquila es una «iglesia», y si esta iglesia en casa es parte de la gran «iglesia» de Roma ¿por qué no llamar iglesia a cada campo o localidad? Además, ¿qué explicación teológica puede ser otorgada para la manera cómo la iglesia en casa es una iglesia, y la iglesia de la ciudad es una iglesia compuesta de múltiples iglesias? ¿Cuál sería la diferencia entre ambas? Si la iglesia en casa era realmente una iglesia, ¿por qué necesitarían reunirse con la iglesia de la gran ciudad? En resumen, hay mucho que se necesita explicar sobre lo que defienden las iglesias con múltiples localidades, si van a utilizar estos dos pasajes como ilustraciones de su punto.

Sin embargo, la mayor dificultad de este tipo de argumento es que en ningún lugar Pablo se refiere a la iglesia (singular) de Roma o Colosas, ni tampoco a las «iglesias» en casa de Jerusalén. Aunque existe una razón para pensar que él estaba escribiéndole a una sola iglesia en Roma o Colosas, como algunos comentaristas expresan, no hay absolutamente ninguna razón para pensar que dichas iglesias en casa también pertenecen (o constituyen) la única iglesia de la ciudad. Tal vez hay una iglesia mayor en Roma a la cual él está escribiéndole, y tal vez Priscila y Aquila tienen su propia iglesia pequeña en las afueras de la ciudad. ¡Quién sabe! El punto es que las Escrituras no hablan nada de esto y solo habla de «aquellos en Roma que son amados por Dios» en el capítulo 1, y la «iglesia en su casa» en el capítulo 16. Podríamos decir que todo lo demás tenemos que recuperarlo.

Otro lugar donde los de locales múltiples defienden la búsqueda de garantía escritural es en lo que cuenta el libro de los Hechos de la iglesia en Jerusalén. Aquí por lo menos hay dos argumentos. Primero, algunos dirán que la iglesia en Jerusalén debe reunirse en diferentes iglesias en casas dado su tamaño. Ellos podrían haberse reunido todos juntos. Por supuesto, el problema con este punto es que Hechos dice que la iglesia de Jerusalén se reunió toda junta, los miles de ellos (ver Hechos 2:44; 5:12; 6:1-2).

Segundo, los que defienden los locales múltiples dirán que una iglesia en Jerusalén aún es considerada «una iglesia» incluso a pesar de sus diferentes reuniones en diferentes casas. Los dos versículos que generalmente se citan en estas líneas son del libro de los Hechos:

  • «Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos [la iglesia de Jerusalén] con alegría y sencillez de corazón» (Hechos 2:46).
  • «Y Saulo asolaba la iglesia, y entrando casa por casa, arrastraba a hombres y a mujeres, y los entregaba en la cárcel» (Hechos 8:3).

Confieso haber sido un poco sorprendido por este argumento. Antes de que la tecnología permitiera el fenómeno de los locales múltiples; nadie nunca, hasta donde sé, leía estos versículos de esta manera. Pienso que la manera más natural de leerlos es diciendo que la iglesia de Jerusalén aún sigue siendo la «iglesia», incluso cuando se extiende de casa en casa. De la misma manera, podría decir que un «equipo» de basquetbol permanece siendo un «equipo» aun cuando sus miembros pasan la noche en diferentes habitaciones de hotel o ciudades. Y por supuesto, en primer lugar, son un equipo porque se reúnen consistentemente y hacen las cosas que los lleva a ser un equipo de basquetbol.

De la misma manera, en Hechos 2 la iglesia se reúne en el templo a hacer lo que los lleva a ser una iglesia y luego se dispersa para partir el pan y tener compañerismo a través de grupos pequeños. Ellos son constituidos una iglesia no por lo que hacen cuando están dispersos, sino por lo que hacen cuando están reunidos juntos. Luego en Hechos 8 leemos que Pablo va de casa en casa persiguiendo a los miembros de la iglesia de Jerusalén. Esto sería como decir: «el entrenador fue salón por salón, informándole al equipo que el juego de basquetbol había sido movido».

Aquí hay una idea clave digna de ser reconocida. En el Nuevo Testamento la palabra «iglesia», especialmente en Hechos, comienza a ser utilizada para identificar a los miembros de una iglesia aun cuando no están reunidos juntos y haciendo cosas de iglesia. Así, cuando Pablo «habiendo arribado a Cesarea, subió para saludar a la iglesia» (Hechos 18:22). ¿Es que eso significa que él simplemente llegó un domingo en la mañana, entró a la reunión y saludó? ¿O esto significa que fue por los alrededores y saludó a varios miembros de la iglesia? Pienso que fue lo último. El ejemplo de Hechos 8 es mucho más claro.

La mayoría de nosotros utiliza el término «iglesia» de la misma manera, como cuando hablamos de orar por nuestra «iglesia» durante la semana. Puede que no estemos reunidos con nuestra iglesia el martes, pero aun así nos referiremos a la iglesia como algo que existe el martes porque en este punto estamos identificando la iglesia con sus miembros. ¿Pero puedes ser miembro de una iglesia el martes y también ser parte de la «iglesia» aun cuando nunca te reúnas con la iglesia el domingo?

Bueno, ciertamente en los Estados Unidos y durante las últimas décadas sí, y en mi propia denominación. ¿Pero en la Biblia? Esto nos lleva de vuelta a la pregunta en qué constituye una iglesia local en una iglesia. ¿Cuándo cruzas el momento decisivo de un grupo de cristianos a una iglesia?

¿QUÉ HACE QUE UNA IGLESIA SEA IGLESIA?

¿Qué diríamos que constituye una iglesia local en la tierra? Pienso que la respuesta que nos ofrece la Biblia es simple y clara: una iglesia local está constituida por un grupo de cristianos que se reúnen, que tienen la autoridad de Cristo para ejercer el poder de las llaves de atar y desatar. Entonces, hay tres cosas que son necesarias para que una iglesia sea iglesia: necesitas cristianos, una reunión que tenga la autoridad de Cristo, y el ejercicio de esa autoridad a partir de las llaves.

La membresía en una iglesia local no te convierte en cristiano, pero la fe y el arrepentimiento sí. Sin embargo, sólo porque Cristo nos ha hecho cristianos no debemos asumir que él le otorga a los cristianos la misma autoridad de manera individual como lo hace como cuerpo. De hecho, en Mateo 16 y 18 vemos que él le otorga a la iglesia apostólica local (apóstoles en 16; la iglesia local en el 18) la autoridad de las llaves del reino. Esta no es una autoridad otorgada a los cristianos de forma individual o a los ancianos de la iglesia, sino a la iglesia como cuerpo.

No voy a tomar tiempo aquí para detallar y defender la manera como interpreto la frase «las llaves del reino» para «atar y desatar» (ver mi argumento bíblico y teológico de la primera mitad del capítulo 4 de The Church and the Surprising Offense of God’s Love [La iglesia y la ofensa sorprendente del amor de Dios]. Sin embargo, pienso que Michael Horton ofrece una definición ordenada del poder de las llaves cuando escribe: «las llaves del reino son ejercidas a través de la predicación, el bautismo y la admisión (o rechazo de la admisión) a la comunión» (People and Place [Personas y lugares], WJK, 2008, p. 243). De la misma manera, podría decir que la iglesia en la tierra tiene el poder de las llaves para predicar el evangelio y atar y desatar personas hacia ese evangelio, según sus profesiones confiables de fe (una profesión no confiable tendrá como resultado rechazo de la admisión o disciplina de iglesia).

Por tanto, Jesús autoriza a cada cristiano en la tierra a representarlo a él y la autoridad de su reino, pero él autoriza a la iglesia o institución local a afirmar o negar públicamente quién debe ser considerado como ciudadano del reino de Cristo. La iglesia local está autorizada a hacer estas afirmaciones o negaciones públicas visibles mientras otorga o retiene el bautismo y la cena del Señor. En ese sentido, la iglesia local es como la secretaria de prensa de la Casa Blanca que está formalmente autorizada a declarar lo que el presidente dijo o no dijo, aunque el ciudadano promedio no está autorizado para ello.

Por otra parte, lo que es interesante es la manera en que la Escritura se refiere a las llaves y su uso a través de las ordenanzas en el contexto de las reuniones, y las reuniones que están específicamente identificadas con Jesús. Considera los siguientes ejemplos.

 

Jesús

«Si no los oyere a ellos, dilo a la iglesia; y si no oyere a la iglesia, tenle por gentil y publicano. De cierto os digo que todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo que desatéis en la tierra, será desatado en el cielo. Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos. Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos». (Mateo 18:17-20).

Pablo

«En el nombre de nuestro Señor Jesucristo, reunidos vosotros y mi espíritu, con el poder de nuestro Señor Jesucristo, el tal sea entregado a Satanás para destrucción de la carne, a fin de que el espíritu sea salvo en el día del Señor Jesús». (1 Corintios 5:4-5).

«Pues en primer lugar, cuando os reunís como iglesia, oigo que hay entre vosotros divisiones; y en parte lo creo. Porque es preciso que entre vosotros haya disensiones, para que se hagan manifiestos entre vosotros los que son aprobados». (1 Corintios 11:18-19).

Primero, observa que estos creyentes se están reuniendo en el nombre (por la autoridad) de Cristo. En Mateo 18 ellos utilizarán esa autoridad para excluir a una persona. Lo mismo es verdad en 1 Corintios 5 y luego en 1 Corintios 11 celebran la cena del Señor porque tienen esa misma autoridad. En realidad, tomarla de manera indigna es «profanar el cuerpo y la sangre del Señor» (1 Corintios 11:27), porque ellos están haciendo lo que hacen representándolo a él y su autoridad.

Segundo, los cristianos están compuestos por «una iglesia» de tal manera que somos iglesia independientemente de si estamos juntos o separados, de la misma forma en que un equipo continúa siendo un equipo ya sea que se encuentren juntos o separados. Como mencionamos anteriormente, esto es un asunto de identidad. Sin embargo, Pablo puede también utilizar el término «iglesia» de una manera más precisa e institucional como lo hace en 1 Corintios 11. Aparentemente, él habla de reunión «como una iglesia» de una manera que los cristianos no somos «la iglesia» o por lo menos «una iglesia» cuando no estamos reunidos. En otras palabras, esta reunión formal tiene una existencia y una autoridad que ninguno de nosotros tiene de forma separada. Es como si Pablo estuviera diciendo: «cuando se reúnan juntos como un equipo, jueguen bien». Él ya no está hablando simplemente en términos de identidad, él está hablando técnicamente en términos de lo que constituye un equipo o una iglesia. Es toda la reunión que constituye la iglesia. No puedes ser una iglesia si no te reúnes y lo haces teniendo su autoridad para ejercer el poder de las llaves.

Los autores de Missional y Communio reaccionan de manera entendible contra el institucionalismo en las iglesias. Sin embargo, su crítica de iglesia como lugar, evento o serie de actividades pasa por alto la diferencia entre una iglesia local y un grupo de cristianos que se reúne en el parque. Ellos no consideran el hecho de que Cristo estableció una organización terrenal con la autoridad formal para declarar quien pertenece y quien no pertenece a él, y los miembros de esta organización no tienen la autoridad para utilizar la tarjeta de crédito de la compañía cuando quieran y como quieran. ¿Cuándo los miembros pueden utilizarla? Pueden hacerlo cuando se reúnen formalmente en su nombre y el Espíritu de Cristo está presente a través de la Palabra y las ordenanzas (comparar con Hechos 4:31, 6:2, 14:27; 15:30; 20:7). Esto es lo que dicen Jesús y Pablo.

NO SOLO CONGREGACIONALISTAS

No son sólo los congregacionalistas quienes han visto históricamente la necesidad de una reunión para que una iglesia sea una iglesia. El artículo diecinueve de los 39 artículos anglicanos dice: «la iglesia visible es una congregación de hombres fieles donde es predicada la Palabra de Dios pura, y los sacramentos son debidamente ministrados según la ordenanza de Cristo en todas esas cosas que necesariamente son necesarias para ello». El artículo 7 de la confesión luterana de Augsburgo dice de igual manera: «la iglesia es la congregación de los santos donde el evangelio es enseñando correctamente y los sacramentos son administrados correctamente».

En otras palabras, las partes del argumento que se mencionan aquí son congregacionales pero la esencia general de lo que menciono no lo es. Por eso, la iglesia con locales múltiples nos ofrece algo que es relativamente único en la historia de la iglesia. Sí, pueden haber circunstancias extrañas aquí o allí donde un grupo de personas decidió llamar a un grupo de reuniones como si fuera una sola iglesia. Pero ya sea que hablemos de estructuras episcopales antiguas y medievales, reforma luterana, estructuras anglicanas y presbiterianas, y ciertamente estructuras de iglesia libre a lo largo del camino, casi todos se han referido a diferentes reuniones como iglesias diferentes y no como locales o servicios diferentes.

LO QUE ESTO SIGNIFICA PARA LA IGLESIA CON LOCALES Y SERVICIOS MÚLTIPLES

¿Qué haremos entonces con la iglesia que tiene múltiples locales? Veo cuatro lecciones.

  1. No una iglesia sino múltiples iglesias. Primero, la iglesia con múltiples locales que nunca se reúne en un mismo lugar simplemente no es una iglesia porque reunirse es uno de los elementos que constituye una iglesia. En cambio, es una asociación de varias iglesias tanto campuses como locales. Y en caso de que no esté claro, ¡agradezco a Dios por la obra de cada una de esas iglesias separadas, así como de mi asociación en el evangelio con todas ellas!

Ahora, algunas iglesias con múltiples locales se reúnen en un mismo lugar tres o cuatro veces al año. ¿Qué hacemos con eso? Bueno, si en sus reuniones semanales separadas cada una ejerce el poder de las llaves a través de la predicación y las ordenanzas, atando y desatando personas hacia sí mismos, entonces esas reuniones separadas son iglesias. Cuando este es el caso, entonces la reunión trimestral de todas esas iglesias es… no sé… otra cosa, probablemente una reunión de iglesias que luego se dice que están usurpando el poder de las llaves, en la medida que lo ejercen en esa reunión mayor.

Por otro lado, si en esas reuniones semanales separadas predican la Palabra, pero nunca practican las ordenanzas porque reservan el bautismo, la cena del Señor, la admisión y la disciplina para la reunión trimestral, entonces tal vez existe algún sentido técnico donde la reunión trimestral es una iglesia. Pero entonces todo eso me llama la atención como algo muy débil, para no decir desobediente, por lo menos por su propia razón de ser, porque el Nuevo Testamento parece sugerir que una iglesia debe reunirse semanalmente y no trimestralmente. Además, si ejercer el poder de las llaves significa afirmar profesiones de fe confiables y prevenir, y excluir profesiones de fe fraudulentas, ¿Cuán significativamente puede hacer esto una iglesia que se reúne cuatro veces al año? ¿Y puede hacerlo con integridad a pesar de que los miembros de los diferentes campuses, por naturaleza, no se conocen unos a otros?

Finalmente, observa que ejercer el poder de las llaves en reuniones grandes trimestrales significa que el ejercicio de las llaves, de alguna manera, estará separado del ministerio de la Palabra. En otras palabras, si mi campus está siendo formado por un predicador de la Palabra y otro campus está siendo formado por otro predicador de la Palabra, entonces las reuniones trimestrales de todos los campuses como una «iglesia» estará llevando a cabo una de las labores más sensibles de una iglesia, como la disciplina de iglesia o el nombramiento de un anciano, y no compartiremos realmente el mismo pensamiento que tiene un solo servicio o un solo campus bajo un solo predicador juntos semana tras semana.

  1. Usurpando las llaves. Segundo, en la medida que los diferentes locales o servicios (es decir, las diferentes iglesias) ejerzan el poder de las llaves unas con otras, son culpables de usurpación. Si hay dos o tres reunidos en su nombre que conocen la presencia y autoridad de Cristo, ¿qué debemos hacer de otra reunión o cuerpo que luego se impone a sí misma en la primera reunión? Para mí, parece que están pecando en un lugar que no pertenecen debido a que la autoridad apostólica de la congregación es en sí misma precedida, creo, por el sacerdocio de todos los creyentes; cualquier grupo— ya se otra congregación, un cuerpo de ancianos, un obispo, o una estructura corporativa— que se impone en una reunión de creyentes es culpable de colocarse equivocadamente entre Dios y el creyente. Lo cierto es que esta crítica en particular es congregacionalista.
  2. Otorgando autoridad apostólica a los líderes. El poder de las llaves de la iglesia es apostólico. Es el poder de atar y desatar, y es eficaz. Por ejemplo, una iglesia que disciplina a una persona de manera efectiva cumple el fin previsto y su acción no depende del consentimiento de la persona. Por el otro lado, la autoridad bíblica de un anciano, según entiendo, no es apostólica ni efectiva porque ni a un anciano ni a los ancianos se le otorga autoridad unilateral en las Escrituras para incluir o disciplinar a personas de la iglesia. Utilizando los términos antiguos, la iglesia tiene autoridad para ordenar mientras que los ancianos solo tienen autoridad para aconsejar. Una de las razones de esta diferencia se encuentra en el hecho de que una reunión es la esse (esencia) de la iglesia, mientras que los ancianos solo son el bene esse (beneficio) de la iglesia. Otra manera de establecer la crítica 2 mencionada anteriormente (usurpación) es diciendo que una iglesia de locales múltiples coloca el poder apostólico de las llaves no en las manos de la iglesia sino en las manos del liderazgo. Escucha a Piper nuevamente:

Pienso que la esencia de la comunidad de iglesia bíblica y la unidad se encuentra en la unidad del liderazgo, una unidad de enseñanza y de filosofía de ministerio. Y luego, dentro de la iglesia, se encuentra en grupos muy significativos de relaciones que son bíblicamente vivificantes e implican todas las ordenanzas de «unos a otros» de la Biblia.

El argumento de Piper funciona si él quiere investir a los ancianos de su congregación de autoridad apostólica. Los «grupos significativos de relaciones» no están haciendo ningún trabajo aquí, porque esas relaciones están divididas en las diferentes reuniones o servicios. No, la fuerza unificadora aquí son los ancianos y la estructura corporativa general. Los ancianos y su estructura corporativa son el factor común que todas las asambleas comparten de forma única. (¿Pero no comparten ellas también el evangelio? Sí, pero también lo hace cada verdadera iglesia del mundo. Es la estructura corporativa aquí lo que hace de su «iglesia» la «iglesia» Bethlehem.) Y debido a que esta iglesia está constituida por los ancianos y su programa, son sus ancianos quienes ahora tienen una posición apostólica. Ellos se han incluido a sí mismos en el esse de la iglesia. Pienso que esto es lo que ha hecho cada iglesia con locales múltiples de manera efectiva.

  1. ¿Servicios múltiples? Un lector reflexivo observará que lo que estoy disputando acerca de los campuses múltiples aplica de la misma manera para los servicios múltiples. En realidad, no existe ninguna diferencia sustanciosa entre los locales múltiples y los servicios múltiples. Uno dispersa las congregaciones geográficamente y el otro las dispersa cronológicamente. Entonces es apenas sorprendente que luego de varias décadas de uso de los servicios múltiples, los líderes de iglesia tomen el próximo paso y promuevan los locales múltiples. ¿Estoy diciendo con esto que una iglesia de servicios múltiples no es una iglesia? Correcto. Estoy diciendo que si estás pastoreando una iglesia que tiene dos servicios, en realidad estás pastoreando dos iglesias. Y puede que esas iglesias muy bien sean mellizas porque estás pastoreándolas a ambas, pero son ekklesias diferentes. Lo gracioso de esto es que existe una cierta cantidad de pastores multi- servicios con quienes he hablado, que admitirán tímidamente que a veces se «siente» como si fuera de esa manera.

CONCLUSIONES

La defensa de las iglesias con locales y servicios múltiples muchas veces da lugar a críticas contra ellas cuando observamos que los miembros no pueden todos conocerse unos a otros luego que una iglesia alcanza cierto tamaño, y dividir una iglesia en servicios o locales no hace nada para herir la comunidad de la iglesia que el tamaño ya no haya hecho. Además, la iglesia de Jerusalén era realmente grande.

Pero lo que estoy afirmando aquí es que una iglesia particular en la tierra no está constituida simplemente de relaciones o hermandad, sino de la autoridad de Cristo ejercida y otorgada a una reunión. Por tanto, esta afirmación en particular pasa por alto el punto que constituye la iglesia. Una reunión regular de 20,000 personas que se reúne para la predicación y celebración de las ordenanzas es en principio una iglesia en una forma en que dos servicios de 10 personas cada uno, donde todos se conocen, no lo es.

Ahora, admito rápidamente que una congregación de 20,000 miembros tendrá dificultad ejerciendo el poder de las llaves de forma responsable y con integridad, de la misma manera que la «iglesia» que se reúne cuatro veces al año. De hecho, incluso me atrevo a decir que puede llegar el momento donde una sola reunión falle en cumplir lo que Jesús entiende que la iglesia debe hacer según Mateo 16 y 18, porque veinte mil personas que se reúnen una vez a la semana en un estadio probablemente fracasarán en ejercer las llaves con algún tipo de integridad. Efectivamente, vemos disputas masivas que surgen en la iglesia de Jerusalén cuando alcanzamos el capítulo 6 que requirieron nuevas soluciones. Una iglesia grande puede ser tan negligente en la práctica como lo es la que tiene múltiple campuses en los principios.

Pero ahí está el punto. En un principio, la iglesia con campus múltiples ya no puede cumplir la intención de Jesús de Mateo 16 porque los miembros de cada campus simplemente no se reúnen. Por supuesto, la ironía es que los de locales múltiples están tomando lo que podemos ver en el Nuevo Testamento (iglesias muy grandes) para declarar que existe lo que no podemos ver (una iglesia con locales múltiples). Al hacerlo, pasan por alto lo que dice el Nuevo Testamento que constituye una iglesia, tanto en la tierra como en el cielo.