Ministerio

Cómo los pastores pueden equipar a las mujeres para el ministerio

Por Bob Johnson

Bob Johnson es el pastor principal de Cornerstone Baptist Church en Roseville, Michigan.
Artículo
05.03.2022

Me encantaría que pudieran conocer a Lorie. Ella tiene una vida complicada debido a las constantes dificultades que trae la esclerosis múltiple.

Sin embargo, eso no evita que ella aconseje a muchas mujeres semanalmente. Su gozo incansable en las promesas de Dios la ayuda a contribuir al crecimiento de otras mujeres en el Evangelio. Lorie derrama en otras mujeres lo que otras vertieron en ella: la práctica de aplicar la Escritura a todos los aspectos de la vida.

Este es solo un ejemplo del tipo de ministerio que una mujer bien equipada puede tener. Es un ministerio que es una pieza necesaria en el rompecabezas de la iglesia local.

Con el fin de ayudar a los pastores a equipar a las mujeres de su iglesia para el ministerio, en este artículo hablaré de tres asuntos: 1) ¿Por qué es importante equipar a mujeres para el ministerio? 2) ¿Qué tipo de iglesia equipará mejor a las mujeres para el ministerio? 3) ¿Cómo equipar a las mujeres para el ministerio?

¿POR QUÉ ES IMPORTANTE EQUIPAR A LAS MUJERES PARA EL MINISTERIO?

En primer lugar, veremos la razón por la cual es importante equipar mujeres para el ministerio.

1. Es parte de tu llamado (Colosenses 1:28)

Como pastores, es correcto insistir en las directrices bíblicas de reservar el ministerio de los ancianos para los hombres y, por esta razón, debemos preocuparnos del carácter y de la agudeza teológica de nuestros hombres. Sin embargo, también debemos ministrar intencionalmente a las mujeres para que puedan madurar y entregar ayuda del Evangelio al cuerpo con el fin de presentar completos en Cristo a cada hombre y mujer.

2. Promueve la reputación de Cristo (Tito 2:3-5)

La razón por la que Pablo instruye a Tito a exhortar a las ancianas a ministrar a las más jóvenes es para que «la palabra de Dios no sea blasfemada». La reputación de Cristo está en juego cuando nuestros roles y nuestras relaciones en casa no reflejan el Evangelio que predicamos. Por lo tanto, se les debe enseñar a las mujeres a aplicar el Evangelio en las situaciones que atraviesan y luego ellas deben ayudar a otras mujeres a hacer lo mismo.

3. Existe una necesidad urgente de mujeres en el ministerio

Sin mujeres el ministerio de las iglesias está tristemente incompleto. Nuestras iglesias necesitan mujeres que amen la teología viva, el servicio energético y la rigurosidad de la consejería bíblica. Esto es especialmente así porque hay algunas situaciones, particularmente en la ministración a otras mujeres, en las que las mujeres generalmente son mucho más efectivas que los hombres.

¿QUÉ TIPO DE IGLESIA EQUIPARÁ MEJOR A LAS MUJERES PARA EL MINISTERIO?

En segundo lugar, quiero abordar el tipo de iglesia que equipará mejor a las mujeres para el ministerio.

El ministerio efectivo de cualquier tipo comienza con honrar la Escritura por medio de la predicación expositiva fiel. Las mujeres que regularmente experimentan el poderoso efecto de la Palabra y que son alimentadas y fortalecidas con una dieta de alimento sólido (Heb 5:13-14) no solo las hace expertas en el manejo de la «palabra de justicia», sino que también tienen su apetito formado para recibir una alimento cada vez más sustancioso. Como resultado, tendrán el discernimiento para exponer la inestabilidad de una vida basada en la experiencia (y libros) lo que también resultará en que ellas darán consejos basados en la Biblia.

Las mujeres que son capacitadas en la Palabra benefician la salud de sus familias y de toda la iglesia. Sin embargo, si no estás equipando a los hombres, esas mujeres se frustrarán. Las mujeres quieren ser apasionas por el Evangelio y prosperan cuando están rodeadas por hombres que marcan el paso. Finalmente, la iglesia debe honrar y defender a las mujeres que luchan codo a codo por la causa del Evangelio (Fil 4:3). Parte de la razón por la que Pablo le escribió a los filipenses era su deseo de ver a Evodia y Síntique en comunión nuevamente y luchando en las trincheras del ministerio.

En resumen, el tipo de iglesia que equipa mejor a las mujeres para el ministerio es aquella iglesia que se alimenta con la predicación expositiva, que equipa a hombres para el ministerio y que honra y alaba a las mujeres que luchan por la causa del Evangelio.

¿CÓMO EQUIPAR A LAS MUJERES PARA EL MINISTERIO?

Finalmente, veremos cómo equipar a las mujeres para el ministerio. A continuación, les comparto algunas formas en que podemos animar a nuestros pastores prácticamente.

1. Ora por las mujeres de tu iglesia

Nuestro enfoque personal y necesario de entrenar a hombres podría llevarnos involuntariamente a pasar por alto a nuestras mujeres. Dios usa nuestras oraciones para traer crecimiento y mantener frente a nosotros las oportunidades y las preocupaciones.

2. Identifica a mujeres de buen carácter y entrénalas para ministrar a otras mujeres

Una forma de entrenar a mujeres para el ministerio es ofrecer estudios bíblicos para mujeres con la expectativa de que cada asistente esté dispuesta a tomar a otra mujer para hacer el mismo estudio después de que este sea completado. Así mientras otras mujeres en la congregación necesitan consejo y ánimo, tendrás un equipo de mujeres listas para ayudar.

Mientras las luchas similares unirán naturalmente a las mujeres, muchas querrán ir más allá de compartir experiencias similares para refrescarse mutuamente en las aguas de la Palabra.

El entrenamiento más intencional puede hacerse por medio de estudios que están específicamente diseñados para este propósito como el libro escrito por Paul Tripp Instrumentos en las manos del redentor. Busca también otros tipos de entrenamiento que puedan entregar buenas herramientas de consejería bíblica y de resolución de conflictos.

3. Involucra mujeres en consejería

Soy un mejor consejero matrimonial cuando mi esposa está ahí conmigo. Ella detecta tantas cosas que yo tiendo a dejar pasar. Nuestro trabajo en equipo en esta área es una oportunidad para verla usar sus dones para edificar el cuerpo.

Hay muchas otras mujeres en nuestra iglesia que están capacitadas para aconsejar y han ayudado a crear una cultura en la que se espera que todas las mujeres crezcan en la comprensión y la aplicación del Evangelio a sus vidas.

4. Elogia a mujeres que encarnan la teología viva y el ministerio efectivo

Tu iglesia tiene probablemente una Febe que es de ejemplo para otros (Ro 16:1-2). Entonces, como Pablo lo hace con los romanos, recomienda esas mujeres a tu iglesia. Sazona tus sermones con ilustraciones de mujeres en su familia de la iglesia y en la historia de la iglesia. Encuentra buenos libros escritos por mujeres que abordan los temas para mujeres y señala los buenos libros escritos por mujeres que son beneficiosos para la iglesia en general. La obra de Nancy Pearcey Verdad total es un buen ejemplo.

5. Alaba a las mujeres piadosas en los funerales

Los servicios para los santos son una oportunidad para alabar las evidencias de gracia, pero los servicios para los sinvergüenzas pueden servir para este propósito también. Una mujer de mi iglesia estuvo casada con un hombre miserable y odioso por muchos años. Finalmente, él murió. En su funeral, ni siquiera intenté decir algo bueno sobre este hombre; al contrario, celebré el carácter de su esposa cuya fidelidad y cuidado reflejaron el Evangelio bajo las condiciones más adversas.

Las mujeres que están creciendo en el Evangelio por medio del ministerio efectivo obtienen un asiento en la primera fila de lo que Dios está haciendo en la iglesia. Su ánimo y persistencia ayuda a un florecimiento del ministerio. Si eres un pastor, debes considerar cuidadosamente y en oración cómo puedes equipar a las mujeres para el ministerio en tu iglesia local.