Liderazgo

Buscando algunos buenos hombres

Por Mark Dever

Mark Dever es el pastor principal de Capitol Hill Baptist Church en Washington, D. C., y el presidente de 9Marks. Puedes encontrarlo en Twitter como @MarkDever.

Por Paul Alexander

Paul Alexander es el pastor de la Iglesia Grace Covenant de Fox Valley en Elgin, Illinois.
Artículo
18.06.2020

¿Cómo haces para buscar ancianos y qué es exactamente lo que buscas? Responder esta pregunta requiere considerar qué no es exactamente un anciano y luego qué es.

Lo que un anciano NO es

Un anciano bíblico no es simplemente un hombre de avanzada edad

Existen abundantes hombres mayores piadosos que reúnen las calificaciones del carácter para ser bíblicamente ancianos. ¡Espero que el Señor bendiga a nuestra iglesia con muchos más! Pero la simple edad cronológica, aun cuando casados honran la membresía de la iglesia, no es suficiente para satisfacer los requisitos descritos en 1Timoteo 3 y Tito 1. De hecho, hay algunos hombres de treinta años (o incluso más jóvenes) que están más calificados para ser ancianos que algunos hombres que son el doble de su edad. La sola experiencia de la vida no califica a un hombre para ser anciano.

Un anciano bíblico no es simplemente un exitoso hombre de negocios

De hecho, algunos de los principios o rasgos de carácter que llevan a algunos hombres a la cima en el escalafón de los negocios pueden realmente colocarlos en el último peldaño de la escala del liderazgo de la iglesia. No estamos buscando personas que «sepan lo que quieren y el cómo obtenerlo». Tampoco estamos buscando personas que sepan cómo manejar a las personas, recaudar el dinero, ascender en la escala o cerrar el trato. El liderazgo en la iglesia es esencialmente distinto al liderazgo en el mundo de los negocios.

La iglesia no es simplemente una empresa sin fines de lucro. Es el cuerpo de Cristo y, como tal, es la institución corporativa más excepcional del mundo. Opera sobre principios de doctrina distintivamente cristianos, servicio, santidad, fe, esperanza y amor. Esto no es, por supuesto, decir que sea imposible ser un anciano bíblicamente calificado y un hombre de negocios exitoso al mismo tiempo. Es simplemente decir que el éxito y el liderazgo en el mundo de los negocios no necesariamente o siempre son un buen augurio para ser ancianos en la iglesia local.

Un anciano bíblico no es simplemente un miembro comprometido con la comunidad

Ser elegido para formar parte de un consejo municipal o del vecindario es un privilegio maravilloso y una oportunidad evangelística única para cualquier creyente. Pero, aquí vamos de nuevo, no es necesario ni suficiente para cumplir con los requisitos de ser anciano. Un hombre puede ser el presidente de una Junta de padres y maestros, entrenar a las ligas menores, ser concejal, guiar una tropa de boys scouts y aún no estar calificado como anciano. Servir a la comunidad de esta manera ciertamente no impide que un hombre califique. Pero cuando miramos a nuestro alrededor para ver quién podría cumplir con los requisitos bíblicos, el servicio a la comunidad por sí solo no puede ser nuestro criterio final.

Un anciano bíblico no es simplemente una «buena persona»  

Vivir en el mismo lugar y tener los mismos amigos o incluso ser un miembro de la misma iglesia durante más de 30 años no hace que un hombre sea un anciano. Servir en capacidad de anciano en una iglesia local no debe depender de si un hombre está dispuesto a «colaborar», o si es parte del correcto círculo social o proviene de la parte adecuada del país (¡o región, dependiendo de dónde viva!). La simpatía a menudo puede ser engañosa.

Un anciano bíblico no es una mujer

Los criterios establecidos en 1Timoteo 3: 1-7 y Tito 1: 5-9 asumen el liderazgo masculino en la iglesia. El oficio de anciano es un oficio que requiere que quienes los sostienen sean apto para enseñar. La enseñanza es un acto autoritativo, y las mujeres tienen prohibido ejercer autoridad sobre los hombres en la iglesia (1Ti.2: 9-15). Pablo arraiga esa prohibición en el orden de la creación en Génesis 1 y 2: Adán fue creado antes de Eva, revelando el lugar de liderazgo que Dios le dio a Adán sobre ella. Ambas son igualmente creadas a imagen de Dios, pero Dios les ha dado roles diferentes pero complementarios a ocupar tanto en el hogar como en la iglesia.

Un anciano bíblico no es un político 

El oficio bíblico del anciano es un oficio electo. Pero el hombre que lo ocupa no debería ser uno que haga campaña sutil o abiertamente para esto, o alguien que sea notablemente expresivo sobre la promoción de posiciones políticas en el contexto de la iglesia local.

¿Qué es, entonces, un anciano bíblico?

1. ¿Cómo elige su iglesia a sus líderes? ¿Cuáles son los criterios predominantes? ¿Por qué estos?

2. ¿Qué debe creer un hombre para ser un anciano en su iglesia?

¿Qué es un anciano?

Nuestra pregunta puede ser respondida primero en términos del oficio y segundo en términos del hombre. El oficio de anciano es un oficio diseñado para el liderazgo de la iglesia a través de la enseñanza de la Palabra. El carácter del hombre que califica para cumplir ese oficio se describe en 1Timoteo 3: 1-7 y Tito 1: 6-9. Un anciano es simplemente un hombre de carácter ejemplar, similar a Cristo, que es capaz de dirigir al pueblo de Dios enseñándoles la Palabra de Dios de una forma que los beneficia espiritualmente. Entonces, buscamos hombres que reflejen este carácter y que demuestren tanto una aptitud como un rendimiento para enseñar la Palabra de Dios a los demás de una manera edificante. Esta definición podría servir como una buena fotografía espiritual o perfil del tipo de hombres que estás buscando para ser ancianos.

Cuadrantes de Calificación

Una forma beneficiosa de pensar sobre los criterios para elegir líderes podría ser en términos de los cuadrantes mencionados abajo en la fig.1. Una vez más, el llamado para ser un anciano es un llamado al liderazgo a través de la enseñanza bíblica. Esto significa que, como mínimo, tú necesitas hombres que, ante todo, compartan una comprensión profunda y bíblica de los fundamentos de la teología cristiana y el evangelio. Las áreas a considerar primero son la autoridad y la suficiencia de las Escrituras, la soberanía de Dios, la divinidad y exclusividad de Cristo, y la expiación. Ningún hombre que vacila en los fundamentos de la doctrina bíblica debe ser considerado para ser un anciano, sin importar cuán dotado o agradable pueda ser. La Palabra edifica la iglesia, y como tal simplemente no puede ser sano para ninguno de nuestros ancianos tener reservas sobre las verdades cristianas fundamentales.

Una vez que se ha determinado que un candidato es sólido en las doctrinas bíblicas centrales, es nuestra práctica confirmar que el candidato comparte nuestros distintivos doctrinales particulares. Específicamente, la necesidad del bautismo de los creyentes para la membresía de la iglesia local. Estos temas, aunque no inciden para la salvación, son importantes para la forma en que hemos decidido conducir nuestra vida juntos como iglesia.

Tales distintivos obviamente variarán dependiendo de las convicciones de la congregación. Sin embargo, el principio es simplemente que los líderes de una congregación deberían entender y ser defensores concienzudos de las doctrinas distintivas de una iglesia local. Los ancianos necesitan estar de acuerdo en estos temas para que su propia unidad no se fracture, y para que puedan proporcionar una guía unificada a seguir por la congregación.

Teología central

  • Autoridad y Suficiencia de las Escrituras.

  • La soberanía de Dios.

  • Divinidad y exclusividad de Cristo.

  • La expiación.

Distintivos doctrinales

  • Bautismo de creyentes.

  • Congregacionalismo.

Amor por la Congregación

  • Congregarse regularmente.

  • Discipula desinteresadamente.

  • Sirve consistentemente.

Distintos culturales

  • Roles de género en el hogar

y la iglesia.

  • Oposición a la homosexualidad.

 Fig.1. Cuadrantes de calificación.

Tercero, es sumamente útil asegurarse de que el candidato sea lo suficientemente valiente como para oponerse a la cultura sobre ciertos temas bíblicos claros, como el papel de la mujer en la iglesia. Un anciano debe modelar para la congregación tanto la fortaleza como la voluntad de vivir un estilo de vida contracultural en áreas donde Cristo y la cultura están en conflicto. Si, como anciano, un hombre se rinde ante las presiones que conforman la cultura sobre temas bíblicos que son bien definidos, su ejemplo y enseñanza eventualmente llevarán a la iglesia a parecerse más al mundo.

Finalmente, necesitamos ser capaz de discernir de la participación relacional del candidato en la iglesia, de que él ama a la congregación. Queremos poder reconocer su amor por los demás miembros de la iglesia, por el hecho de que ya está involucrado en el trabajo del tipo de anciano, incluso antes de que obtenga el título. Por tanto, podríamos esperar razonablemente que un hombre reconocido como un anciano se congrega regularmente, se inicie con otros para hacerles el bien espiritual y sirva a la iglesia tan fielmente como él pueda.

1. ¿Cuál es la diferencia entre reconocer a los ancianos y entrenarlos?

2. ¿Por qué sería más sabio reconocer en lugar de entrenar a los ancianos?

3. ¿Quién en tu iglesia podría estar calificado para servir como anciano?

CONCLUSIÓN

Una de las dinámicas humanas más significativas en el continuo crecimiento espiritual y la salud de la iglesia es el tipo de liderazgo que está siguiendo. Cuando los hombres bíblicamente calificados están dirigiendo una iglesia con carácter y destreza, es una bendición profunda y amplia para la unidad, la santidad y el crecimiento espiritual de la iglesia. Dicho de manera algo negativa, se pueden evitar tantos errores y angustias potenciales simplemente asegurando que solo aquellos hombres quienes están bíblicamente calificados lleguen a ser ancianos.


Traducido por Renso Bello.