Predicación expositiva

7 razones para predicar a través de Segunda de Pedro

Por Garrett Kell

Garrett Kell es el pastor principal de la Iglesia Bautista Del Ray en Alexandria, Virginia. Puede encontrarlo en Twitter en @pastorjgkell.
Artículo
19.05.2021

Crecer en la gracia. De eso se trata 2 Pedro.

Nuestra serie de 10 partes de este breve libro fue sorprendentemente poderosa. Sus tres capítulos están llenos de oro pastoral que debe ser aprendido y compartido. Lo que sigue son siete razones por las que también deberías considerar predicar a través de 2 Pedro.

1. Sus últimas palabras son especialmente poderosas

Seguir a Jesús había llevado a Pedro a una prisión oscura e infernal, esperando una ejecución que lo enviaría al cielo. Jesús predijo el final de Pedro (Jn. 21:18), y Pedro sabía que sus días estaban contados (2 P. 1:13-14). Deuteronomio, 2 Timoteo y 2 Pedro son discutiblemente los únicos libros de la Biblia escritos por hombres que se preparaban para morir.

El pesado contexto de la carta permeó nuestros sermones con la urgencia y el enfoque que proporciona la proximidad de la muerte. Las últimas palabras de Pedro desafiaron a nuestra a iglesia a crecer en la gracia para que pudiéramos unirnos a él en la gloria.

2. Te deleitarás en la gracia

La gracia cierra la carta de Pedro. Comienza con una oración acerca de la gracia (1:2) y termina con una exhortación a crecer en la gracia (3:18). Por supuesto, Pedro no era ajeno a la gracia. Había sido llamado por gracia (Jn. 15:16), había creído por gracia (Mt. 16:15-18) y había sido restaurado por la gracia luego de esta triple negación (Lc. 22:54-62; Jn. 21:15-19).

Al recibir las palabras de Pedro, sabíamos lo mucho que había pecado, pero también lo mucho que había sido perdonado. Ser ministrados por una vasija de gracia provocó un nuevo deleite en la gracia de Dios para nosotros. Se nos recuerda que, si Dios puede perdonar, hacer madurar y usar a Pedro luego de su negación, entonces puede hacer lo mismo con nosotros.

3. Serás empujado hacia la diligencia

Pedro exhorta a sus lectores a crecer en la madurez espiritual. Los exhorta a «[poner] toda diligencia» (1:5) y «[procurar] con diligencia» crecer en la fe y confianza en Cristo (1:10, 3:14).

Este énfasis fue especialmente útil para nuestra iglesia porque nuestra tradición tiende a alejarse de las exhortaciones acerca de la diligencia. A menudo asociamos la «diligencia» con la salvación basada en las obras. Pero ese no es el enfoque de 2 Pedro. Seguir a Jesús por la fe se evidencia en un esfuerzo impulsado por la gracia (2 Fil. 2:12-13). Pedro nos recuerda la necesidad de «[añadir] a [nuestra] fe virtud» para que podamos ser eficaces en nuestros ministerios, fructíferos en nuestras vidas y seguros en nuestro caminar con Cristo (1:3-11). Si buscas un libro para estimular a la congregación en la diligencia espiritual, 2 Pedro puede ser tu libro.

4. Te dedicarás a las Escrituras

Pedro quiere que la iglesia confíe en las Escrituras. Nos asegura que no necesitamos una experiencia cómo la que él tuvo en el monte de la transfiguración para conocer la revelación de parte de Dios (1:16-19). En cambio, podemos estar seguros de que la Escritura es inspirada, confiable y verdadera (1:20-21, 3:15-16).

Si buscas la oportunidad de aumentar la confianza de tu iglesia en la Biblia, 2 Pedro te servirá. Pero asegúrate de seguir el ejemplo de Pedro de mostrar por qué confiar en la Biblia es esencial. Las «preciosas y grandísimas promesas» de Dios en las Escrituras son el medio por el que participamos a de él y escapamos del pecado (1:3-4). Pedro nos ayudó a esperar en el Dios que hace promesas, mantiene promesas y preserva promesas. Podemos apoyarnos en él mientras crecemos en su gracia.

5. Desarrollarás discernimiento acerca de los falsos maestros

No todas las iglesias son seguras. No todos los predicadores son honestos. No todos los sermones son verdaderos. Jesús advirtió acerca de los lobos (Mt. 7:15) y un tercio de la epístola de Pedro hace lo mismo. Los falsos maestros amenazan a la iglesia en cada época, incluida la nuestra. Dedicamos dos sermones a desarrollar discernimiento acerca del carácter y el destino de los falsos maestros (2 P. 2:1-22).

Yo decidí seguir el patrón bíblico de nombrar a los falsos maestros en estos sermones[1]. En el Antiguo Testamento, Janes y Jambres (Ex. 7:11; 2 Ti. 3:7) y Balaán son expuestos como engañadores (Nm. 22-23, 31:16; 2 P. 2:15; Judas 11; Ap. 2:14). En el Nuevo Testamento, Jesús reprendió públicamente a los fariseos, saduceos y falsos maestros que amenazaron a las siete iglesias de Apocalipsis (Mt. 5:20, 16:6; Ap. 2-3). Pablo nombró públicamente a Himeneo (1 Ti. 1:20; 2 Ti. 2:17), Alejandro (1 Ti. 1:20), Fileto (2 Ti. 2:17), y al antes fiel Demas (Col. 4:14; Filemón 24; 2 Ti. 4:10). El apóstol Juan también menciona a Diótrefes (3 Juan 9). Dado que existe un modelo bíblico para señalar a los falsos maestros por su nombre, decidí seguirlo.

Es probable que a algunos estén demasiado ansiosos por poner a la gente en la mira. Yo también soy susceptible a esa tentación. Antes de mencionar nombres, discutí las siguientes preguntas con algunos de mis colegas pastores:

  • ¿Es útil para nuestra iglesia si expongo a esta persona?
  • ¿Estoy seguro de que es un falso maestro?
  • ¿Qué espero ganar de esto?
  • ¿Puedo hablar con él personalmente primero?
  • ¿Están mis colegas pastores de acuerdo en que debería hacer esto?

Mi motivo para nombrar a los falsos profetas fue el amor por nuestra iglesia. Satanás seduce a la novia de Jesús a través de los falsos maestros y quiero que nuestro rebaño esté alerta (2 Co. 11:1-3). También proporcionó un patrón de cómo comprometerse cuidadosamente con lo que están viendo, oyendo y leyendo.

Mi método para mencionar nombres fue brindar un modelo de claridad y caridad.

  1. Di ejemplos para una mayor claridad. Cuando expongo la falsa enseñanza de alguien, rara vez lo hago sin compartir una cita directa como ejemplo de su error. Esto prueba que no estoy haciendo afirmaciones falsas, pero aún más, nos ayuda a examinar sus declaraciones por la Escritura como una ilustración en persona de la práctica del discernimiento.
  2. Intenté ser un modelo de caridad. Cuando expongo públicamente el error de alguien, lo hago asumiendo que esa persona o un ser querido están presentes. Esto me ayuda a compartir mi argumento con cuidado y compasión. No quiero que la gente me rechace porque estoy atacando a la persona que estoy contradiciendo. Te animo a que te cuides de burlarte o de usar a las personas como accesorios para demostrar un punto. Nuestra meta es aclarar el evangelio, no lucir bien a expensas de los demás[2].

Sobre todo, asegúrate de que cuando derribes a los falsos evangelios destaques el verdadero evangelio. Ayuda a las personas a ver la belleza del evangelio al mostrarles el vacío del error[3].

6. Recordarás que la liberación y la destrucción se aproximan rápidamente

Pedro no deja a nadie con dudas acerca del futuro (2 P. 2:3-3:10). Para los incrédulos, la destrucción es segura. Para los creyentes, la liberación se acerca.

Dios ha demostrado innumerables veces en el pasado que él no pasa por alto el mal, Pedro promete que Dios no lo pasará por alto en el futuro. Predicar 2 Pedro brinda poderosas oportunidades para ayudar a los incrédulos a entender correctamente la paciencia de Dios para con ellos. Como dice Pedro, Dios es lento para juzgar porque es paciente con ellos, y esa paciencia debería provocar arrepentimiento (2 P. 3:9; cf. Ro. 2:4; Ez. 18). ¡Usa este punto para instar a los incrédulos a creer en el evangelio antes de que sea demasiado tarde!

Así como Dios es fiel para traer destrucción sobre los rebeldes, traerá liberación para los justos. Los creyentes enfrentas innumerables pruebas que los tientan a dejar de seguir a Jesús. Este libro les asegura que «el Señor librar de tentación a los piadosos, y reservar a los injustos para ser castigados en el día del juicio» (2 P. 2:9). Con el prominente regreso de Jesús en esta carta, puedes asegurarle tu rebaño que «el Señor conoce» cada prueba que enfrentan. Él conoce nuestras aparentemente insoportables enfermedades, persecuciones, dolores y decepciones. Sin embargo, así como Dios envió un ángel para sacar a Lot del juicio de Sodoma y preservó a Noé durante el diluvio, también nos rescatará a nosotros. El pueblo de Dios necesita esta seguridad, y Pedro la brinda en abundancia.

7. También recordarás que tu distinción del mundo debe ser clara

Pocas cosas son más importantes que el dulce y sobrio recordatorio de que Jesús viene pronto. La segunda epístola de Pedro nos inculca el peso de la gloria venidera de una manera que nos obliga a responder. Debemos ser diligentes y distinguirnos de los caminos pecaminosos del mundo (2 P. 3:11-18).

Predicar este libro te brinda la oportunidad de enseñar que todos los días deben vivirse a la luz del Día final. La certeza del día prometido debería producir pureza en nuestro día presente. Todo es importante. Todo lo que pensamos, hacemos y decimos hoy debe hacerse con la mira en ese último día. Debemos «esperar» y «anticipar» la venida del Señor Jesús. Pastor, no hay mejor manera de servir a las almas bajo tu cuidado que ayudarlas a esperar con expectación la llegada de nuestro amado Salvador. Esta perspectiva da un significado eterno a cada momento actual. Nos empuja hacia la pureza y nos aleja de la perversión.

En 2 Pedro, el regreso de Jesús nos impulsa a crecer en la gracia. Profundiza nuestro deleite en la verdad de Dios y nos ayuda a discernir el peligro de los impostores que abundan. Nos asegura que los rebeldes no siempre prosperarán, sino que los justos serán recompensados con la presencia de Cristo.

Por tanto, predica el libro y pon el corazón de tu congregación sobre la gracia que está pronto será revelada.

COMENTARIOS

Mi preparación para 2 Pedro incluyó obras a las que casi siempre hago referencia, entre ellas: Commentary on the Whole Bible [Comentario de toda la Biblia] de Matthew Henry y The Bible Knowledge Commentary (Dallas Theological Seminary). También consulté:

  • Judas and 2 Pedro de Gene L. Green (Baker Exegetical Commentary) – Si solo utilizas un Comentario, este probablemente sea el mejor. Es accesible tanto para los pastores como para los miembros promedio por igual. Carece de aplicaciones pastorales, pero es sólido en todas las cosas básicas que quieres de un comentario.
  • 1, 2 Pedro, Judas de Thomas Thomas Schreiner (New American Commentary) – Schreiner es básicamente Yoda para mí, así que cada vez que veo su nombre en un comentario, lo uso, y nunca me decepciona. Es exegético y el hermano te pastorea a través de sus escritos de una manera que te ayudará a pastorear a otros fielmente. También tiene una obra más reciente en la serie Christian Standard Commentary, pero aún no la he utilizado.

El comentario de Richard Bauckam sobre 2 Pedro se considera a menudo la obra «de referencia» sobre el libro. Hay buenas razones para ello, ya que maneja el texto excepcionalmente bien, pero rechaza la autoría petrina, lo que me lleva a dejarlo fuera de mi lista de favoritos.

Traducido por Nazareth Bello

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[1]. No todos los asistentes agradecieron que hiciera esto. Algunos sintieron que era poco amoroso categorizar públicamente a las personas como falsos maestros. Esto permitió una oportunidad para un mayor discipulado para quienes estaban dispuestos a escuchar.

[2]. No siempre he sido un buen modelo sobre eso. Me he burlado públicamente y he personificado a personas de una manera que los oyentes que simpatizaban con los falsos maestros se alejaron de lo que yo decía. No pierdas los oídos de los oyentes innecesariamente. Deje que la verdad haga la ofensa.

[3]. Para un estudio más profundo acerca de cómo desarrollar el discernimiento sobre la falsa enseñanza consulta este artículo de Colin Smith.