Teología bíblica

Cinco razones para predicar a través de Primera de Juan

Por Conrad Mbewe

Conrad Mbewe es el pastor de Kabwata Baptist Church en Lusaka, Zambia.
Artículo
10.06.2021

El apóstol Juan ocupa el segundo, lugar después del apóstol Pablo, en el número de cartas que ha legado a la iglesia a lo largo de los tiempos. Su Evangelio y su libro apocalíptico son más largos que cualquiera de las epístolas de Pablo, mientras que su primera y tercera epístola compiten favorablemente con las más cortas de Pablo. Entre estos extremos se encuentra 1 Juan. Como la mayoría de las epístolas en el Nuevo Testamento, 1 Juan tiene una buena longitud para una serie relativamente breve de sermones expositivos. No es demasiado largo ni demasiado corto.

Pero esa no es la razón principal por la que lo recomendaría. Con algunas lagunas para manejar otros sermones, prediqué 1 Juan a nuestra congregación desde 2014 hasta 2018. Cuanto más lo estudiaba, parte por parte, crecía mi aprecio. Mirando ahora hacia atrás, hay al menos cinco razones por las que recomendaría esta epístola a otros pastores para que la prediquen a sus congregaciones.

  1. Nos muestra de manera fresca la divinidad y la humanidad de Cristo

La apertura de 1 Juan (1:1-4) nos recuerda la apertura del Evangelio según Juan. Desde el inicio, nos presente verdades eternas profundas. Y, sin embargo, gracias a su hábil pluma. Juan hace que la doctrina se ponga los zapatos y camine delante de ti. Como resultado, la divinidad y la humanidad de Cristo se hacen accesibles incluso para los más jóvenes de la congregación. A través de 1 Juan vemos con claridad que Jesucristo —totalmente divino, pero totalmente humano— está en el centro tanto de la Biblia como de nuestra salvación. Un rico festín espiritual acerca del «pan del cielo» le espera a tu congregación.

  1. Nos ayuda a escudriñar nuestros corazones para ver si estamos verdaderamente en la fe

Parece que el objetivo principal de Juan al escribir esta epístola era doble: asegurar a los verdaderos creyentes que tienen vida eterna (cf. 5:13), y inquirir a los que tienen una falsa seguridad para que se den cuenta de que no son verdaderos creyentes en Cristo (cf., 3:10). En ese sentido, es una carta muy escrutadora. Los asistentes habituales a la iglesia necesitan ser desafiados en lo que respecta a su profesión de fe, especialmente los creyentes profesantes de segunda generación que a menudo simplemente dan por sentado que deben ser salvos. Siempre que este desafío se haga utilizando los contornos de la Escritura, será de beneficio para todos.

  1. Nos ayuda a enfrentar el efecto devastador de la mundanidad

Quizá el llamamiento más punzante de toda la carta se encuentra en el capítulo 2, versículo 15, cuando el apóstol Juan escribe: «No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo». En unos pocos versículos, señala tanto el costo de oportunidad como el origen de la mundanidad. Finalmente, afirma que el mundo es un barco que se hunde. Solo los que hacen la voluntad de Dios permanecerán para siempre. Pero Juan va más allá del comportamiento exterior. Su descripción de la mundanidad —«los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida»—  nos ayuda a ver que la mundanidad no tiene que ver tanto con lo que hacemos, sino con lo que desea nuestro corazón.

  1. Nos permite ver la importancia de la sana doctrina

Parece bastante evidente que detrás de esta carta estaba la necesidad de proteger a la iglesia contra las herejías gnósticas. Juan escribió acerca de un anticristo que negaba al Padre y al Hijo (2:18). Habló de la necesidad de probar los espíritus porque muchos falsos profetas estaban ahora en el mundo (4:1-6). En cada caso, el error y la herejía fueron identificados por lo que los maestros decían de la persona y obra de Cristo. Sencillamente, lo que importa es lo que crees acerca de Jesucristo (véase la razón #1 arriba). Lo más reconfortante para los hijos de Dios es aprender de Juan que aquellos que abandonan la verdad y se van con los falsos maestros nunca se convirtieron en primer lugar. Los verdaderos hijos de Dios están protegidos por la obra interior del Espíritu, que Juan llama «la unción» (2:20, 27).

  1. Enfatiza la necesidad de la santidad y el amor en la vida cristiana

La sección más extensa de esta epístola cubre estos dos temas (3:4-24; 4:7-21). Juan no se guarda ningún argumento para demostrar que la santidad y el amor son indispensables. Con nuestro énfasis moderno en la justificación por la fe en los círculos evangélicos, este es un recordatorio útil. En la salvación, Dios no solo ha limpiado nuestros expedientes en el cielo por la sangre de Cristo, sino que también ha limpiado nuestros corazones en la tierra por el poder de su Espíritu. Es vital que estas dos verdades se mantengan unidas. ¡Una exposición fiel de 1 Juan no pasará por alto este punto!

 

Traducido por Nazareth Bello

 

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COMMENTARIOS

  • The Epistles of John(Las epístolas de Juan) de D. Edmond Hiebert – Este fue por mucho mi favorito. Hiebert nunca me decepciona con su exégesis griega. Ver un excelente manejo del texto griego, me dio mucha confianza, especialmente con aquellos versículos que no son tan claros en las versiones inglesas.
  • The Message of John’s Letters(El mensaje de las cartas de Juan) de David Jackman – Como una serie de comentarios por eruditos conservadores en el molde de John Stott, la serie The Bible Speaks Today (La Biblia Habla Hoy) es un buen recurso. Las divisiones del comentario son sermónicas, lo cual es de gran ayuda para un predicador.
  • The Letters of John(Las cartas de Juan) de Colin G Kruse – Este comentario fue muy útil porque era el comentario por defecto en mi software bíblico Logos. Me proporcionó un buen punto de partida cuando necesité empezar a consultar comentarios. En general, me pareció útil.