Reseñas
Reseña del libro: Love or Die [Ama o muere], de Alexander Strauch
En Efesios 4:15-16, Pablo le deja claro a la iglesia local que su meta es la madurez corporativa, la madurez que proviene de hablarnos la verdad de una manera particular.
«Sino que, hablando la verdad en amor, crezcamos en todos los aspectos en aquel que es la cabeza, es decir, Cristo, de quien todo el cuerpo (estando bien ajustado y unido por la cohesión que las coyunturas proveen), conforme al funcionamiento adecuado de cada miembro, produce el crecimiento del cuerpo para su propia edificación en amor» (Ef. 4:15-16).
Para la iglesia local, hablar la verdad en amor es esencial para la madurez corporativa.
Por sencillo que sea, para cuando llegamos a la visión de Juan en Apocalipsis 2 del Cristo resucitado amonestando a la iglesia de Éfeso, encontramos a los efesios al borde del desastre no por renunciar a la verdad, sino por no amar.
Alexander Strauch señala que esta falta de amor aún caracteriza a muchas iglesias locales. En Christ’s Wake-Up Call to the Church [Ama o muere: El llamado de atención de Cristo a la iglesia], ofrece soluciones prácticas para las iglesias plagadas de falta de amor.
DIAGNOSTICAR LA ENFERMEDAD
La primera parte de Love or Die, se enfoca en la amonestación de Cristo a la iglesia de Éfeso en Apocalipsis 2:4: «Pero tengo esto contra ti: que has dejado tu primer amor». Escribe:
Su amor no era lo que solía ser. Si bien todavía tenían cierto grado de amor porque eran, en su mayoría, verdaderos cristianos que estaban soportando dificultades por «su nombre» (Ap. 2:3), ya no tenían la clase de amor que tuvieron en sus primeros años como iglesia. Todavía amaban al Señor, pero no como lo hicieron al inicio. Todavía se amaban unos a otros, pero no como antes (8-9).
En esta sección, Strauch explora cómo las iglesias pierden su amor por Dios y por los demás, y por qué este problema a menudo afecta a las iglesias doctrinalmente sólidas. También pasa una buena cantidad de tiempo exponiendo cuán perjudicial puede ser la falta de amor para el creyente individual y la iglesia local.
A lo largo de esta sección, a menudo fui confrontado por mi orgullo personal, mi falta de amor hacia mis ovejas y mi fracaso en meditar verdaderamente en el amor de Cristo por nosotros, en nuestro amor por él, en el amor del Padre por Cristo y el amor de Cristo por el Padre. La exploración de Strauch de Apocalipsis 2:4 expone cuán fácil es caer en esa falta de amor. Cristo lo condenó en los efesios.
Strauch explica:
Así que debemos preguntar, cuando las personas visitan tu iglesia ¿encuentran una atmósfera cálida, amistosa y acogedora que demuestra amor hacia todas las personas? ¿Sienten la compasión cristiana y el tipo de comunidad familiar amorosa que imaginaron los escritores del Nuevo Testamento? ¿Ven un cuidado genuino por las necesidades de los demás, la hospitalidad cristiana y la generosidad desinteresada? ¿Observan el gozo en el Señor, la vitalidad espiritual y personas que se acercan para ministrar a un mundo que sufre?
¿O tu iglesia parece más una reunión impersonal de personas que una familia espiritual? ¿Los visitantes sienten hostilidad e indiferencia? ¿Ven un espíritu orgulloso y crítico, o un grupo de gente enojada y contenciosa?
Recuerda, siempre hay alguien que camina entre las iglesias, sin ser visto pero viéndolo todo. ¿Cómo imaginas que Cristo podría evaluar el cuerpo de tu iglesia local? (18).
Algunos de nosotros necesitamos estas preguntas para recordar que el amor es mucho más que un simple sentimentalismo. Otros de nosotros necesitamos estas preguntas para enfrentar la arrogancia y la falta de compasión que a veces se adhiere a nuestro cuidado por la precisión doctrinal. [La falta de amor] es un problema que a menudo es difícil de identificar o explicar hasta que es demasiado tarde. Sin embargo, debe identificarse y corregirse porque el amor a Dios y al prójimo está en el corazón mismo de la vida espiritual genuina (19).
¿Cuál es el remedio? Strauch ofrece tres soluciones, cada una basada en Apocalipsis 2: recuerda, arrepiéntete y haz las obras que hiciste al principio. ¿Cómo podría verse esto en nuestras vidas? Strauch dedica la segunda mitad del libro a explorar cómo procurar el amor.
APLICAR EL REMEDIO
En seis títulos, Strauch expone cómo podemos buscar un amor revitalizante hacia Dios y hacia los demás. Él llama a los cristianos a: (1) Estudiar el amor, (2) Orar por el amor, (3) Enseñar el amor, (4) Modelar el amor, (5) Proteger el amor y (6) Practicar el amor. En lugar de desglosar cómo Strauch desarrolla cada punto, consideremos brevemente cómo varios de ellos se relacionan con las marcas de una iglesia sana.
Mientras leía la segunda mitad del libro, no pude evitar pensar en cómo podría integrar personalmente una teología del amor en mi búsqueda pastoral y personal de Cristo. Considera la predicación expositiva: ¿estamos predicando el amor de Cristo con la belleza y la gloria que ofrece? ¿Cómo refleja el pasaje que se predica este domingo el amor del Padre por el Hijo? ¿Es nuestra predicación en sí cálida y acogedora?
Considera nuestro entendimiento de la membresía y la disciplina de la iglesia. ¿Vemos el unirnos a una comunidad de cristianos como un acto de amor abnegado? ¿Amamos lo suficiente como para entregarnos por otros? ¿El amor impregna nuestras conversaciones o nuestra hospitalidad? ¿Mantiene nuestra disciplina una conducta amable, compasiva y afectuosa en todo momento?
¿Qué pasa con el evangelismo y el discipulado? ¿Estamos asumiendo la obra de compartir el amor de Cristo por todos los que se arrepienten de sus pecados y se vuelven a él? ¿Estamos haciendo discípulos enseñándoles a obedecer todo lo que Cristo ordenó, incluso sus llamados a amarlo con una vida de santidad?
Por último, piensa en la vida de oración de tu iglesia. ¿Oramos por el amor de Dios hacia nosotros? ¿Oramos para que Dios haga crecer nuestro amor?
Como dice Strauch: «No importa cuán impresionante pueda parecer una iglesia en el exterior —un edificio magnífico, una congregación enorme, un gran personal, un gran presupuesto, una enseñanza dinámica, un programa misionero sobresaliente y música increíble— todavía puede estar muriendo por dentro de una falta de amor» (25).
Pastores, consigan este libro y piensen en cómo el amor debe impregnar cada aspecto de su iglesia. Pásenlo a otros líderes. Consideren usarlo para una clase de escuela dominical o como una herramienta de discipulado. La falta de amor representa una terrible amenaza para la salud y la vitalidad de nuestras iglesias. Pastores, debemos recordar constantemente a nuestras ovejas de sus peligros y alentar a los miembros de nuestra iglesia a cultivar su afecto por Cristo y por los demás.
Traducido por Nazareth Bello
Compartir