Oración

Tras la retirada, los cristianos afganos todavía necesitan tus oraciones

Por Josh Manley

Josh Manley es pastor de la Iglesia Evangélica RAK en los Emiratos Árabes Unidos. Puede encontrarlo en Twitter en @JoshPManley.
Artículo
27.01.2022

Tras la retirada de Estados Unidos, los hermanos y hermanas de Afganistán siguen contactándonos con peticiones de oración. ¿Cómo puedes orar por ellos?

1. Ora por protección física

En este momento, varios hermanos y hermanas en el Señor están escondidos en Afganistán. Si no pueden salir, no saben lo que ocurrirá en los próximos días, mucho menos meses. Hace unos días, cuando se hizo evidente que no podrían volar fuera del país, un hermano me dijo: «Amo a Jesús, y confío en él. Inclusive si llega el final, alabaré su nombre». Lloré. Les dije lo increíbles esposos, padres y hermanos en el Señor que han sido estas últimas semanas. Han cuidado de sus familias con valentía. Han soportado más sufrimiento del que la mayoría de nosotros ha visto. Siguen arriesgando su seguridad por el nombre de Cristo.

Sé lo que quiere decir el autor de Hebreos cuando habla de «los cuales el mundo no era digno» (He. 11:38). En estos días, oremos por la protección física de todos los que temen sufrir daños corporales. Pidámosle a nuestro Dios soberano que frene el mal, que frustre a los malhechores y que confunda a los que maquinan planes malvados en contra de sus hijos.

2. Ora por provisión espiritual

No es sorprendente que nuestros hermanos y hermanas afganos hayan luchado en su propia fe, durante la reciente confusión, agitación y peligro. En estos momentos, soportan un dolor y unas heridas que son difíciles de imaginar y aún más difíciles de comprender. Sin embargo, al mismo tiempo, he recibido mensajes alentadores. Un hermano me envió un mensaje: «No puedo detener mis lágrimas, lo bueno es que sufrimos por causa de Cristo».

Qué ejemplo tan claro y vivificante de Romanos 5: «Nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza; y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado». Estos hermanos tienen una fe esperanzadora. El fuego del sufrimiento la alimenta.

Oremos para que el Señor siga reivindicando la confianza de estos creyentes. Oremos para que siga sosteniendo y aumentando su fe.

3. Ora para que el nombre de Dios sea glorificado

Un gobierno justo y estable es un regalo de Dios, incluso para las personas que no lo reconocen. El reciente caos en Afganistán ha separado y dispersado a la iglesia. Desde una perspectiva humana, la obra del Señor de edificar y hacer crecer en Afganistán durante las últimas décadas se está derrumbando. Pero seguramente, la iglesia se sintió igual en sus primeros días cuando «hubo una gran persecución contra la iglesia que estaba en Jerusalén; y todos fueron esparcidos».

Aunque todavía no se ha producido una gran persecución sistemática en Afganistán, la iglesia ciertamente está atemorizada. Las amenazas han comenzado. Oremos para que, al igual que en los días de la iglesia primitiva, los creyentes que hayan sido dispersos prediquen la Palabra (Hch. 8:4).

Hermanos en Afganistán han pedido específicamente que la iglesia global ore para que «Dios quite el temor de la iglesia al hombre». Quieren que oremos para que su fe y testimonio sean fuertes. Y por lo que he visto, lo es.

En la providencia de Dios, la caída de Kabul ha aumentado la consciencia en la iglesia global de lo que nuestro Dios está haciendo en Afganistán. La nueva realidad ha traído nuevos miedos a estos hermanos. La amenaza está cerca, y lo saben. Todos los cristianos afganos con los que he hablado quieren vivir, y todos los cristianos afganos con los que he hablado están preparados para morir.

Su confianza en el Cristo resucitado es firme. Se aferran con fe a nuestro Dios omnisciente, soberano y bueno. Mientras interactuaba con algunos hermanos y sus esposas en los últimos días y semanas, les envié esta letra de «Él me sostendrá»:

«Él se goza en quien salvó,

Él me sostendrá;

Ante Él precioso soy,

Él me sostendrá.

Sus promesas fieles son,

Mi alma guardará;

Alto precio Él pagó, Él me sostendrá».

Conocer y tener comunión con los creyentes afganos es un privilegio que no merezco. ¡Cuánto podría aprender la iglesia en Occidente de ellos! En estos días, tus oraciones por ellos y su fe son fundamentales. Oremos para que el Señor los sostenga, y a través de ellos, dé fe a muchos otros.

 

Traducido por Nazareth Bello