Oración

Cómo orar por tu pastor durante el aislamiento del Covid-19

Por Christopher Ash

Christopher Ash es escritor residente en Tyndale House en Cambridge. Es pastor, orador y autor de varios libros.
Artículo
30.08.2020

Para más recursos relacionados con COVID-19, visite nuestra sección: COVID-19 y La Iglesia.


Si orar por tu pastor, como espero que lo hagas, ¿cómo orarás por él durante este aislamiento del coronavirus?

Por supuesto, este aislamiento mundial nos afecta a todos de manera diferente. Vivimos bajo regulaciones muy diferentes en distintos países, o incluso en condados diferentes dentro del mismo país. Pero hay algunas cosas que puedes orar por tu pastor, independientemente de su circunstancia. Considere estas seis cosas:

  1. Ora por él para que confíe su rebaño al Pastor Principal

Cualquier pastor digno de su salario, se preocupa profundamente por los hombres y mujeres bajo su liderazgo. Les ama, vela por sus almas (Hebreos 13:17) y anhela guiarlos hacia la madurez en Cristo, trabajando con toda la energía que Cristo tan poderosamente obra en él (Colosenses 1:28, 29). Por tanto, es profundamente frustrante no poder visitarlos, tomar sus manos, orar con ellos en persona, sentarse con ellos y escuchar sus esperanzas y temores.

Oh, seguro, con el omnipresente Zoom significa que puede hablar y «ver» a la mayoría de ellos, a menos que no pueda manejar la tecnología. Pero las video-llamadas son agotadoras para todas las partes. Realmente no hay sustituto para la proximidad cara a cara, para el contacto personal. Por tanto, lo más importante es que tu pastor recuerde que él es un pastor subordinado. Que el pastoreo lo está haciendo, en última instancia y actualmente, Jesús el Pastor Principal. Ora para que se le conceda la gracia de confiarle a su pueblo al Pastor Principal, cuando se sienta profundamente frustrado.

 Ora por él para que resista bajo la sombra de la muerte

Los pastores a menudo sienten la sombra de la muerte más intensamente que otros. Se sientan con los moribundos, lloran con los afligidos, realizan funerales y visitan a los afligidos durante varias semanas después. Para la mayoría de las personas, la muerte es un visitante ocasional. Para los pastores, es un intruso familiar.

En estos días, los funerales son de menor asistencia, ya que los seres más cercanos y queridos se auto-aíslan y no se les permite asistir. Atrás quedaron los funerales más grandes, donde los dolientes se animan y se consuelan mutuamente, mientras lloran juntos. Ora por tu pastor, para que más que nunca, esté profundamente convencido de que Jesús ofrece vida e inmortalidad, a todos los que acuden a él con fe.

  1. Ore para que tu pastor duerma y tome un día libre

Trabajar desde casa hace que sea más difícil que nunca establecer límites saludables, entre el trabajo del día y la noche del sueño, entre los seis días de trabajo y el día de descanso. El trabajo está en todas partes. Te grita desde tu computadora portátil, tu tableta, tu iPhone. Entra en el dormitorio. En condiciones normales, puedes pasar el día libre al aire libre o incluso en una cafetería. Ahora no.

Ore para que tu pastor tenga la gracia de desconectar su mente y descansar, tal vez literalmente para que apague sus dispositivos y descanse.

  1. Ore para que tu pastor tenga la gracia para seguir intercediendo

Tu pastor está llamado al ministerio apostólico de la oración y la Palabra (Hechos 6: 2, 4). Orar fiel y decididamente por aquellos a quienes dirige es una parte integral de su trabajo. Este tipo oración es exigente y agotador. Se trata de una lucha libre. Ya es bastante difícil en los días normales. Más que nunca, es más difícil en aislamiento. En teoría, podríamos pensar que se vuelve más fácil, ya que puede haber más tiempo disponible. Pero dudo que muchos pastores se sientan así.

Incluso, si un pastor tiene una esposa que es una compañera fiel y leal en la oración (como en mi caso), es difícil no poder orar en persona con los demás ancianos y otros también. Por tanto, ora para que tu pastor tenga la gracia de seguir orando.

  1. Ora por tu pastor para que mantenga sus ojos en el «Bien hecho, buen siervo y fiel»

En el Reino Unido, donde vivo, los grandes héroes del día son el Servicio Nacional de Salud. Todos los jueves por la noche, se nos alienta a salir por la puerta principal y aplaudir a los médicos y enfermeras, los conductores de ambulancias y los limpiadores, todos los que están en la primera línea de la batalla contra el virus. En las sesiones informativas diarias, junto con los ministros del gobierno, se solicita a los asesores científicos y oficiales médicos que nos brinden su experiencia. Espero que todos estos hombres y mujeres sepan que son muy apreciados, como es completamente correcto.

En nuestras sociedades seculares, en ningún momento los pastores serán elogiados de esta manera. No se nos pedirá que preparemos al mundo para enfrentar la muerte. No se nos pedirá que compartamos cómo el evangelio del Señor Jesucristo nos da esperanza frente a la muerte, o cómo podemos amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos en estos días. En ningún momento un presidente o primer ministro se volverá con gratitud y respeto a un pastor y le pedirá que hable.

En circunstancias normales, los pastores pueden sentir el calor y el aprecio cuando predican a su gente. Hoy en día, cuando habla por transmisión en vivo o una pre-grabación a un micrófono y una cámara, todo eso se ha ido. Algunos podrían tomarse la molestia de agradecerle después, pero no es lo mismo.

Así que, ora por tu pastor. Podría sentirse poco apreciado. Ora para que no sea víctima de la autocompasión y se diga a sí mismo: «¡Desearía que me aplaudieran!». Ora para que mantenga sus ojos en la única palabra de afirmación que finalmente importará: «Bien hecho, buen siervo y fiel». Ora para que camine alegremente, siguiendo los pasos de su Maestro que fue despreciado, burlado y escarnecido.


Traducido por Renso Bello