Predicación expositiva

Cinco efectos de La Predicación Expositiva en Una Iglesia

Por Anand Samuel

Anand Samuel creció en Arabia Saudí y la India. Es el pastor principal de la Grace Evangelical Church de Sharjah. Realizó un máster en Estudios Bíblicos y Teológicos en el Seminario Teológico Knox.
Artículo
05.03.2023

Anunciar públicamente la Palabra de Dios es un acto de adoración (2 Ti. 2:15), y una mayordomía de la que daremos cuenta. A continuación, se presentan cinco maneras en que la predicación expositiva embellece a la novia de Cristo.

1. La predicación expositiva enseña a los miembros de la iglesia a interpretar las Escrituras

Al escuchar la predicación expositiva, nuestros miembros aprenden importantes habilidades interpretativas. Oyen al pastor decir cosas como estas:

«Amados, miremos el texto. ¿Qué significa esta palabra?». «¿Nos ayuda el contexto?». «¿Para qué sirve el por tanto?». «¿Qué pretende el autor que entendamos?». «¿Cómo creen que habrían recibido los israelitas esta Palabra?». «¿Por qué el Espíritu Santo inspiró al autor a repetir esta palabra cuatro veces en este texto?». «¿Puedes ver cómo este tema de Dios salvando a su pueblo a través del juicio aparece una vez más como lo hizo en el capítulo 8 la semana pasada?».

Cuando examinas un texto, entrenas a tu congregación a hacer las preguntas correctas. Tus miembros aprenderán que a veces un pasaje solo tiene sentido cuando se lee todo el capítulo o el libro. Aprenderán las reglas de interpretación de los distintos géneros bíblicos.

Les enseñarás que para entender y aplicar cualquier texto deben acudir a Cristo, a quien apunta toda la Escritura. Quieres que piensen cristianamente cuando se trata del texto, porque lo que buscas no es la mera obediencia, sino la obediencia de la fe. Como escribe Scott Swain: «No hay verdadera aplicación de las Sagradas Escrituras si no se abraza con vida al Cristo que se nos ofrece gratuitamente en el evangelio»1.

Predicar de esta manera también convierte a tus miembros en mejores evangelistas. Desarrollan una mayor confianza en el manejo de la Palabra cuando hablan con no cristianos.

Los hace mejores apologistas porque ahora saben por qué está bien para ellos comer cerdo, pero no estaba bien para los israelitas. Pueden explicar por qué Dios pudo usar a Israel para arrasar Jericó, pero por qué los creyentes nunca pueden dañar a la gente alegando un mandato divino.

Cuando predicas expositivamente, enseñas a tu congregación a estudiar la Biblia por sí mismos.

2. La predicación expositiva enseña a tu congregación cómo es la buena autoridad

La confesión suiza del siglo XVI, las Diez Tesis de Berna, comienza así: «La santa iglesia cristiana cuya única cabeza es Cristo, nació de la Palabra de Dios; ella permanecerá en su palabra y no escuchará la voz de un extraño». Así dijo Jesús: «Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen» (Jn. 10:27). Cuando captas la intención del texto y aplicas las verdades eternas de Dios a los corazones de tu congregación, te escucharán como alguien que habla con la autoridad del mismísimo Buen Pastor.

Hace poco prediqué en base a 1 Corintios 7:4, que dice: «La mujer no tiene potestad sobre su propio cuerpo, sino el marido; ni tampoco tiene el marido potestad sobre su propio cuerpo, sino la mujer». Dije en mi sermón: «Esto es obra del SeñorNo es mi opinión, es lo que dice el texto». Todos mis miembros miraron sus Biblias y, al estilo de Berea, asintieron con la cabeza. No ocurre lo mismo con la predicación temática.

Queremos que nuestra congregación fundamente su fe en el poder de Dios al comprender estos textos en su contexto correcto. Eso les da la seguridad de que están escuchando a Dios.

Pastores, en una época en la que el autoritarismo y el abuso a menudo asoman sus feas cabezas, haríamos bien en modelar la humildad de Cristo sometiéndonos regularmente a la autoridad de las Escrituras. Una iglesia que se sienta regularmente a escuchar sermones expositivos aprende a reconocer la buena autoridad.

3. La predicación expositiva discipula sistemáticamente la mente del pastor

Predicar a través de los libros de la Biblia me ha hecho ver la profundidad y la amplitud de las Escrituras, asombrarme de la mano soberana de Dios sobre la historia redentora, y ver cómo se desarrollan sus propósitos y se cumplen en Cristo. Pero eso no es todo. También me ha llevado a textos difíciles que nunca habría elegido para un sermón temático. Predicar a través del Génesis te obliga a enfrentarte a pasajes como Génesis 34, que describe la violación de la hija de Jacob, Dina, en Siquem y exige respuestas a preguntas como: «¿Por qué está aquí este pasaje? ¿Qué nos enseña acerca de Dios?».

La predicación expositiva me permite enseñar a mi congregación que la impactante gracia de Dios resplandece incluso en los textos más duros y que toda la Escritura es, de hecho, útil para instruir en justicia.

Así que lucha con el texto, y ruega a Dios que abra tus ojos para ver cosas maravillosas en su Palabra. Predicar sermones expositivos no solo evitará que descuides pasajes difíciles, sino que también evitará que prediques tus temas favoritos.

John Stott dice en su libro The Preacher’s Portrait (El cuadro bíblico del predicador): «Una manera de escapar de los extremos de la negligencia y el énfasis excesivo es trabajar de manera constante a través de los libros de la Biblia o al menos de capítulos enteros, exponiendo todo, sin eludir nada»2.

4. La predicación expositiva construye el sistema inmunológico teológico de la congregación

Al escuchar la exposición regular de la Palabra de Dios, mis miembros han desarrollado esta habilidad: cuando escuchen falsa doctrina, aplicaciones inadecuadas de la Palabra e incluso prácticas eclesiológicas o misiológicas extrañas, dirán: «¡Eso no suena correcto!».

Piénsalo: una de las razones por las que los predicadores de la prosperidad enseñan como lo hacen es porque no saben cómo predicar el Antiguo Testamento. Pero si has estado exponiendo fielmente el Antiguo Testamento y ayudando a tu congregación a entender cómo se aplica a ellos como Escritura Cristiana, entonces el evangelio de la prosperidad les sonará extraño, y lo rechazarán.

Hace poco prediqué sobre 1 Corintios 9:1-27 y expliqué el significado del versículo 22: «Me he hecho débil a los débiles, para ganar a los débiles; a todos me he hecho de todo, para que de todos modos salve a algunos». El argumento de Pablo comienza en el capítulo anterior cuando se dirige a ciertos miembros que estaban comiendo carne sacrificada a los ídolos en el templo. Ciertos miembros no estaban tomando en consideración el efecto que sus acciones estaban teniendo en hermanos más débiles.

Muchos eruditos y misiólogos sacan de contexto el versículo 22 y enseñan que debemos volver a empaquetar las verdades del evangelio de manera que la cultura pueda entenderlas y aceptarlas. Pero si has estado predicando a lo largo del libro, sabes que eso va en contra de todo lo que Pablo ha dicho hasta ahora sobre la sabiduría de la cruz, que es locura para un mundo que perece (1 Co. 1:18). Es escandalosa para los judíos e insensata para los gentiles (1 Co. 1:23). Está divinamente diseñada para ser una ofensa para todas las culturas, de modo que cuando alguien se salva, Dios se lleva toda la gloria. Una vez que entiendas la importancia de la cruz en 1 Corintios, podrás ver que ser débil a los débiles consiste en renunciar a nuestros derechos para que este evangelio sea escuchado y no modificar su mensaje, lo que le vaciaría de su poder salvador (1 Co. 1:17).

Ahora, esto es lo que esto hizo para el sistema inmunológico teológico de mi iglesia: si ahora alguien viene a mi iglesia y enseña los principios del movimiento de iniciados o alguna nueva estrategia de contextualización basada en esto, mi congregación dirá: «¡Eso no suena correcto!».

5. La predicación expositiva es la forma más natural de enfrentarse al pensamiento cultural

La mayoría de mis miembros proceden de contextos asiáticos o africanos en los que la soltería está mal vista. Pero en 1 Corintios 7, Pablo tiene una visión elevada de la soltería y habla de sus ventajas. Sea hombre o mujer, los cristianos pueden vivir su soltería para la gloria de Dios. Nuestra cultura nos ha disciplinado a menospreciar a los solteros como si fueran cristianos de segunda clase, o como si estuvieran incompletos.

Ahora bien, en lugar de aislar este tema y abordarlo, es mucho más natural tratarlo después de haber terminado de predicar 1 Corintios 6 y de que la congregación haya escuchado las palabras: «Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios» (1 Co. 6:20). Es mucho mejor enfrentarse al pensamiento cultural después de que hayan oído en 1 Corintios 3:19 que la sabiduría del mundo es necedad para Dios. He descubierto que predicar un libro entero es una forma mucho mejor de fomentar el rechazo de las creencias culturales y exhortar a nuestros miembros a creer y obedecer la Palabra de Cristo.

CONCLUSIÓN 

Recuerda que la Palabra de Dios es poderosamente transformadora. Hermanos, desatemos la Palabra de Dios. Dejemos que la gloria de Dios en el rostro de Jesucristo brille sobre sus ovejas compradas con sangre. Dejemos que la Palabra haga su obra redentora a través de su predicación expositiva fiel, y la sabiduría salvadora de Dios será expuesta a un mundo que perece.

 

Traducido por Nazareth Bello


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[1] Scott Swain, Trinity, Revelation, and Reading (T & T Clark), 135.

[2] John Stott, The Preacher’s Portrait (Eerdmans), 26.