Predicación expositiva

5 razones por las que deberías predicar a través de Filipenses

Por Paul Tautges

Paul Tautges es el pastor principal de Cornerstone Community Church en Mayfield Heights, Ohio.
Artículo
26.08.2020

Es difícil exagerar cuán valioso es afirmar el trabajo que realiza el Espíritu Santo en una persona a través del evangelio. Al alentar bíblicamente a otros creyentes, se los ayuda para que avancen a medida que crecen en la semejanza a Cristo. Si se ha hecho correctamente, la exposición bíblica debería lograr esto tanto para los oyentes como para el propio predicador.

Eso es lo que sucedió mientras predicaba a través de Filipenses: la tarea impulsó mi crecimiento tanto como lo hizo con el de nuestra congregación (Esdras 7:10). Permíteme animarte a predicar a través de la carta a los Filipenses por cinco razones.

  1. La carta a los Filipenses ayudará a tu congregación a apreciar lo poderoso que es alentar bíblicamente.

Como cristianos, tendemos a poner más énfasis en las críticas que en los elogios. A veces tenemos la extraña idea de que, si halagamos demasiado a una persona, se volverá orgullosa. Quizá. Pero eso no era lo que creía el apóstol Pablo. Él, en cambio, buscaba cosas para elogiar. Por cierto, no dudaba en reprender cuando era necesario (4:2-3), pero habitualmente buscaba evidencia de la gracia en los demás.

En esta breve carta, el apóstol elogia a los receptores al menos siete veces. Pablo los elogia por estas cosas:

  • su comunión en el evangelio (1:5)
  • la obra de Dios en ellos (1:6)
  • ser participantes de la gracia en sus prisiones, a diferencia de quienes lo perjudicaron o desampararon (1:7, 17; 2 Tim. 4:16)
  • su amor y oraciones (1:18)
  • su avance y gozo en la fe (1:25)
  • y su amabilidad al suplir las necesidades económicas de Pablo y al apoyar la obra del evangelio (4:15-20)

Pastor, ¿hay más críticas que palabras de ánimo en tu vida y en tu iglesia? Si es así, entonces a todos les ayudará revisar la carta a los Filipenses.

  1. La carta a los Filipenses te ayudará, como pastor, a apreciar a quienes también predican el evangelio y valorar sus coparticipaciones en el evangelio.

La coparticipación en el evangelio es una de las razones predominantes por las que Pablo escribió Filipenses. Es una carta de agradecimiento. Él sabía que el Espíritu estaba usando su encarcelamiento y persecución para promover el nombre de Cristo (1:12-14). Por tanto, valoraba a otros creyentes por su amor mutuo hacia Cristo y por su compromiso con el avance del evangelio.

Sin embargo, no todos los que predicaban sobre Jesús tenían intenciones piadosas (1:15-18). A pesar de ello, Pablo confiaba en que Dios usaría el evangelio, incluso cuando fuera predicado por mensajeros defectuosos. Eso nos habla de la fe que tenía en que Dios cumpliría su obra soberana.

Pablo condena a aquellos que predican un evangelio falso (Gá.1:6-9) y la carta a los Filipenses no contradice esto. No obstante, cuando se trata de hermanos cuyos motivos y métodos no son lo que deberían ser, Pablo decide conscientemente dar gracia y regocijarse en que, al menos, Cristo es proclamado. Esto nos recuerda que lo prioritario es que se predique el evangelio y que las coparticipaciones ministeriales estén basadas en la unidad (no en la uniformidad) bíblica.

  1. La carta a los Filipenses ayudará a tu congregación a ver a Cristo como el mejor modelo de servicio, lo cual comienza como una actitud, pero da frutos en la unidad de las relaciones.

No es accidental que el apóstol comience la carta describiendo a Timoteo y a sí mismo como siervos (1:1). No se estaba atacando al ministerio de Pablo, por lo que no tenía motivos para afirmar su posición apostólica o autoridad como sí debió hacerlo en otras cartas (Por ejemplo, 2 de Corintios). En lugar de eso, se dirige a ellos como compañeros en el servicio y en la obra del evangelio. Aprendió esta actitud de Cristo.

En Filipenses 2, Pablo pone en alto la humildad del Señor Jesús para que todos la contemplen. Fue por esta humildad que el Hijo de Dios consideró que nuestra necesidad de redención era más importante que su deseo de aferrarse a su legítima gloria en todo tiempo. Incluso llegó al punto de someterse a sí mismo a la forma de ejecución pública más humillante: la crucifixión (2:5-8). Al aplicar esto al creyente, Pablo expone cómo la humildad nos lleva a estimar a los demás (2:1-4) y a resolver conflictos rápidamente (4:2-3), preservando así la unidad en la iglesia. Así como la profundidad de la humildad del Salvador será premiada algún día con la magnificación de su gloria (2:9-10), todos los creyentes podemos estar seguros de que Dios se encargará de exaltar a quienes se humillan.

  1. La carta a los Filipenses ayudará a tu congregación a comprender que conocer a Cristo y llevar adelante una vida centrada en él producirá una fuente de gozo inquebrantable.

El gozo fluye al conocer a Cristo. En repetidas ocasiones, Pablo hace hincapié en eso. (1:18; 2:17; 3:1; 4:4, 10). Conocer a Cristo, sin embargo, no es simplemente cambiar de postura durante la conversión (3:8-9). Es un movimiento dinámico y progresivo hacia una meta que solo alcanzaremos cuando veamos a Cristo en toda su gloria (3:10-11). Esto nos obliga a ser partícipes en nuestra propia salvación, sabiendo que, al final, es Cristo quien nos santifica (2:12-13); nos obliga a llenar nuestras mentes con la verdad y a disciplinarnos en la oración (4:4-9).

En Filipenses 3, el apóstol logra el equilibrio bíblico entre el legalismo y el anonimato, lo que es muy necesario hoy en día. Les advierte a los creyentes que tengan cuidado con los judaizantes y da testimonio de su propia incapacidad para obtener la justificación mediante la Ley (3:1-16). Pero también les advierte que no se vayan a la otra punta: el libertinaje (3:17-4:1) Los llama a vivir no por la carne, sino como ciudadanos del cielo. Esta progresión «a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús» aviva nuestro gozo; un gozo tan duradero que puede soportar el sufrimiento.

  1. La carta a los Filipenses ayudará a que aumente el deseo de tu congregación por participar en el privilegio de la gracia de dar sacrificialmente.

Otra razón para predicar a través de Filipenses es que ayudará a tu iglesia a ver la donación económica como un acto de gracia y un privilegio; no un mero deber. Los filipenses se diferenciaban por su testimonio: eran la única iglesia que «participó en razón de dar» con Pablo al principio de su ministerio (4:15).

Para Pablo, sus dones eran «olor fragante, sacrificio acepto, agradable a Dios» (4:18). Sin embargo, lo que más animaba su corazón era el fruto espiritual que aumentaba a causa de la generosidad de ellos. Esta expresión de gracia que generó el evangelio permitió la exclamación de una de las promesas de la Escritura más conocidas: «Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús». (4:19).

CONCLUSIÓN

En Filipenses, el apóstol demuestra cómo la plenitud del gozo del creyente se basa en su relación con Cristo —en el caso de la justificación y en el progreso de la santificación—. Este gozo centrado en Cristo aviva al creyente con fuerza interior para que persevere en todo sufrimiento que el Señor mande a su vida y ministerio.


Traducido por Melisa Trinajstic

COMENTARIOS

Carson, D. A. Custiones Básicas: Una Exposición de Filipenses (Andamio, 1997).

Fee, Gordon D. Comentario a la epístola a los Filipenses (Colección Teológica Contemporánea: Estudios Biblicos) (Clie, 2008).

Hendriksen, William. New Testament Commentary: Galatians, Ephesians, Philippians, Colossians, and Philemon(Baker Academic, 1962).

Wiersbe, Warren W. Gozosos En Cristo (Filipenses) (Editorial Bautista Independiente, 1983).