Clases esenciales: Explicando el Cristianismo

Explicando el Cristianismo – Clase 6: ¿Qué es un cristiano? (Parte 2): La fe

Por CHBC

Capitol Hill Baptist Church (CHBC) es una iglesia bautista en Washington, D.C., Estados Unidos
Artículo
27.04.2017

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Clase esencial
Explicando el Cristianismo
Clase 6: ¿Qué es un cristiano? (Parte 2): La fe


Introducción

Guía del usuario para el curso: Si eres cristiano, este curso te enseña una forma clara de compartir el evangelio con los demás; si no eres cristiano, este curso te enseña las buenas nuevas de Jesucristo y la salvación que se encuentra en su sacrificio por nuestros pecados. Si no eres cristiano, te animo especialmente a considerar tu relación con Dios en esta mañana, durante esta última sección del estudio sobre la provisión de Dios para la salvación.

Volvamos a la pregunta con la que comenzamos la semana pasada. «¿Qué es un cristiano?» Gran parte del tiempo que hemos usado las últimas 5 semanas ha sido tratando de responder a esta pregunta. Hemos estado descubriendo lo que las fuentes originales tienen que decir acerca de quién es Jesús, y lo que significa seguirle. Así que, vamos a pasar unos minutos revisando las primeras 5 semanas.

Repaso

¿Cómo vemos la autoridad divina de Jesús presentada en la Biblia?

Maestro (Enseñaba como quien tiene autoridad, no como maestros de la Ley (1:22))

Espíritus malignos (Los espíritus malignos reconocen a Cristo como el Santo de Dios, capaz de echarlos fuera, como ocurrió en la sinagoga de Capernaum (1:26))

Perdona el pecado (2:1-12)

Enfermedad (¡Sana al paralítico por su palabra! (2:11))

Naturaleza (Calma la tormenta en el Mar de Galilea, una vez más por su palabra. (4:35-41))

Muerte (Levanta la hija de Jairo (5:21-43))

Gente (Llama a Simón y a Andrés (1:16-20))

P: ¿Cuál es la importancia de la crucifixión?

Pecado = Una actitud de rebelión contra Dios en pensamiento, palabra o acción. Se trata de una falta de conformidad con y una transgresión de la ley moral de Dios. No hacemos las cosas que deberíamos hacer y hacemos las cosas que no debemos hacer.

Sustituto

Rasgadura del velo del Templo (Marcos 15:38-39) à La eliminación de la separación entre Dios y el hombre

Jesús pagó nuestro rescate (Marcos 10:45)

P: ¿Cuál es la importancia de la resurrección?

Valida lo que Jesús declaro. Quedan demostradas su divinidad y su poder.

«y si Cristo no resucitó, vuestra fe es vana; aún estáis en vuestros pecados. Entonces también los que durmieron en Cristo perecieron. Si en esta vida solamente esperamos en Cristo, somos los más dignos de conmiseración de todos los hombres». (Corintios)

Victoria sobre el pecado y la muerte (el pecado se cancela por completo); La ira de Dios ha sido completamente satisfecha; «Él fue entregado a la muerte por nuestros pecados y fue levantado a vida para nuestra justificación». (Romanos 4)

Aquellos que creen en él están unidos a él, por tanto, han sido y serán resucitados.

P: ¿Cómo puede un cristiano defender su caso ante Dios?

Obras – Hacer, Fe- Hecho.

No es que somos pecadores porque pecamos. Es que pecamos porque somos pecadores (repite).

«Porque cualquiera que guardare toda la ley, pero ofendiere en un punto, se hace culpable de todos». (Santiago 2:10)

«Porque por gracia sois salvos, por medio de la fe – y esto no de vosotros, pues es don de Dios – no por obras, para que nadie se gloríe». (Efesios 2:8-9).

«la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él. Porque no hay diferencia, por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús». (Romanos 3:22-24).

El estándar de Dios es la perfección al 100%, y la única esperanza que tenemos no se encuentra en nuestras propias obras sino en Cristo, en su autoridad divina, su muerte expiatoria y su resurrección.

P: ¿Cómo luce el verdadero arrepentimiento?

Somete nuestra voluntad a los planes de Dios; el derecho dado por Dios de Jesús para ser nuestro Rey.

No es sólo culpa o tristeza ni sólo sacrificio y penitencia, sino que es una actitud de poner a Cristo primero en todos los aspectos de nuestra vida: voluntad, ambiciones, popularidad y orgullo.

La primera enseñanza de Jesús registrada en Marcos. En Marcos 1:15 Jesús dice que un cristiano es alguien que se arrepiente, ¿y qué más? Que cree.

¿Qué es un cristiano? Parte 2 – La fe

Debido a que parece haber tanta confusión en la sociedad sobre lo que es un cristiano, es útil recordar que la Biblia no define a un cristiano como alguien que simplemente lee la Biblia, asiste a la iglesia, es bautizado, hace una oración, etc… Los cristianos pueden hacer esas cosas, de hecho, un verdadero cristiano se caracteriza por la mayoría de estas cosas, pero sólo estas cosas no lo hacen a uno cristiano.

Un cristiano es fundamentalmente alguien que se arrepiente de sus pecados y pone su fe en Cristo.

P: Así que, ¿Qué es lo que cree un cristiano?

¿Un cristiano cree en algo? ¿Los cristianos definen lo que ellos creen? ¿Puedo yo creer que Jesús era sólo un buen maestro, y tú creer que él era el Hijo de Dios, y ambos ser cristianos?

La respuesta de Jesús a esta pregunta es «NO». Un cristiano cree un mensaje particular. Un cristiano, según Jesús en Marcos 1:15, cree las buenas nuevas – las buena noticias de su divinidad, muerte y resurrección. El arrepentimiento y la fe en las buenas nuevas son lo que hacen a un cristiano. [1 Corintios 2:2 – Jesucristo y él crucificado]

¿Qué significa tener fe en Cristo? ¿Implica la fe una aceptación ciega? ¿Es la fe sólo para los irracionales y los que tienen falta de educación? ¿Es la fe vacía, o son el conocimiento y la confianza componentes necesarios de la fe? Para responder a estas preguntas, vamos a ver una serie de pasajes en el libro de Marcos para ver cómo Cristo ilustra la fe genuina que salva. Vamos a considerar lo que la Biblia enseña acerca de lo que es la fe verdadera.

La fe: Confiar en Cristo y su palabra (Marcos 5:21-24, 35-43)

LEE Marcos 5:21-24, 35-43: «21 Pasando otra vez Jesús en una barca a la otra orilla, se reunió alrededor de él una gran multitud; y él estaba junto al mar. 22 Y vino uno de los principales de la sinagoga, llamado Jairo; y luego que le vio, se postró a sus pies, 23 y le rogaba mucho, diciendo: Mi hija está agonizando; ven y pon las manos sobre ella para que sea salva, y vivirá. 24 Fue, pues, con él; y le seguía una gran multitud, y le apretaban. … 35 Mientras él aún hablaba, vinieron de casa del principal de la sinagoga, diciendo: Tu hija ha muerto; ¿para qué molestas más al Maestro? 36 Pero Jesús, luego que oyó lo que se decía, dijo al principal de la sinagoga: No temas, cree solamente. 37 Y no permitió que le siguiese nadie sino Pedro, Jacobo, y Juan hermano de Jacobo. 38 Y vino a casa del principal de la sinagoga, y vio el alboroto y a los que lloraban y lamentaban mucho. 39 Y entrando, les dijo: ¿Por qué alborotáis y lloráis? La niña no está muerta, sino duerme. 40 Y se burlaban de él. Mas él, echando fuera a todos, tomó al padre y a la madre de la niña, y a los que estaban con él, y entró donde estaba la niña. 41 Y tomando la mano de la niña, le dijo: Talita cumi; que traducido es: Niña, a ti te digo, levántate. 42 Y luego la niña se levantó y andaba, pues tenía doce años. Y se espantaron grandemente. 43 Pero él les mandó mucho que nadie lo supiese, y dijo que se le diese de comer».

P: ¿Qué diferencia vemos entre Jairo, el gobernante de la sinagoga y la respuesta de Jesús a la situación?

Jairo: [Abrumado, en completa desesperación, deprimido y vacío]

Jesús: «no temas, cree solamente».

P: ¿Qué nos enseña esta diferencia acerca de lo que es la fe?

Independientemente de cómo se sentía Jairo, Jesús lo llama a creer. Aquí la fe es confiar en las palabras de Jesús, incluso en tiempos de evidente dificultad. La fe no se basa en cómo te sientes, sino que tiene sus raíces en los hechos históricos de lo que Jesús ha dicho y hecho.

Este punto es extremadamente importante. La fe cristiana NO depende de nuestros sentimientos, tampoco es simplemente una experiencia que tuvimos una vez y que tratamos de recrear una y otra vez, a pesar de lo que los tele-evangelistas y los supuestos libros «cristianos» tienen que decir. La VERDADERA fe cristiana se basa en los hechos de lo que Dios ha hecho a través de Jesús, según lo registrado en la Biblia.

Ilustración

Para ilustrar, necesito tres voluntarios. [Alinéalos y llámalos, «sentimientos» «fe»«hechos».]

Su tarea consiste en caminar en línea recta a través de la habitación. [Haz que lo hagan sin más instrucción]. Gran trabajo.

Pero ahora, ¿Qué sucede si hechos, fe y sentimientos tratan de caminar en línea recta, pero la fe siempre se da vuelta para ver a sentimientos? Y ¿Qué pasa si sentimientos, como es su naturaleza, está siempre mirando a su alrededor y no puede mantener sus ojos enfocados en nada durante más de un segundo o dos? «sentimientos» ← «fe» ←  «hechos». [Haz que prueben con esas direcciones].

Como el hombre en el medio, la fe, mantiene sus ojos en los hechos, él puede caminar seguro y firme. Sin embargo, tan pronto como se da vuelta y comienza a ver únicamente sobre su hombro a los sentimientos, pierde su camino. Lo mismo sucede con la fe cristiana. La fe sólida, la verdadera fe cristiana, se basa en los hechos de Jesucristo, según consta en la Escrituras. Si confiamos demasiado en nuestros sentimientos, o cerramos los ojos y tratamos de caminar ciegamente por nuestra cuenta, la «fe» que decimos tener, va a ser insegura y errante, destinada a fracasar. De la misma manera, queremos entrenar a nuestros sentimientos para que sigan la dirección de nuestra fe. Los sentimientos nos pueden llevar en muchas direcciones, pero cuando aprendemos a permitir que nuestra fe establezca la iniciativa, creo que lo que experimentaremos no es que van desaparecer, sino que lo que sentimos, esos sentimientos se someterán a nuestra fe. Seguirán detrás, en lugar de intentar asumir el control y la dirección.

Así que, la fe o la convicción, es confiar en las obras y palabras de Cristo que son hechos y no sentimientos.

Lo asombroso es que sabemos mucho más que Jairo.

Jairo había oído hablar, de segunda mano, del milagroso poder de curación que Cristo poseía, pero tal vez no sabía mucho más.

Nosotros, sin embargo, sabemos toda la historia: ¡Que Cristo era Dios-encarnado, que fue crucificado, sepultado y que  resucitó! Cuánto más debemos confiar en Cristo y en su palabra.

La fe – Confiar en Jesús como tu Señor, y no sólo como tu Salvador (Marcos 5:24b-34, 10:17-31)

El segundo componente de la fe implica confiar en Jesús como tu Señor y no sólo como tu Salvador.

LEE Marcos 5:25-34: 25 Pero una mujer que desde hacía doce años padecía de flujo de sangre, 26 y había sufrido mucho de muchos médicos, y gastado todo lo que tenía, y nada había aprovechado, antes le iba peor, 27 cuando oyó hablar de Jesús, vino por detrás entre la multitud, y tocó su manto. 28 Porque decía: Si tocare tan solamente su manto, seré salva. 29 Y en seguida la fuente de su sangre se secó; y sintió en el cuerpo que estaba sana de aquel azote. 30 Luego Jesús, conociendo en sí mismo el poder que había salido de él, volviéndose a la multitud, dijo: ¿Quién ha tocado mis vestidos? 31 Sus discípulos le dijeron: Ves que la multitud te aprieta, y dices: ¿Quién me ha tocado? 32 Pero él miraba alrededor para ver quién había hecho esto. 33 Entonces la mujer, temiendo y temblando, sabiendo lo que en ella había sido hecho, vino y se postró delante de él, y le dijo toda la verdad. 34 Y él le dijo: Hija, tu fe te ha hecho salva; ve en paz, y queda sana de tu azote.

P: ¿Qué creía la mujer acerca de Jesús?

Aquí tienes a una mujer en un tremendo sufrimiento, a pesar de que ella había gastado todo lo que tenía en los mejores médicos disponibles. Al oír hablar de Cristo, creía que él tenía el poder para sanarla. Esta tímida mujer de fe, creía que con sólo tocar el manto de Jesús, el trabajo se haría. ¡Y así fue!

Sin embargo, después de ser sanada, Jesús no permitió que permaneciera oculta entre la multitud. Insistió en que ella se revelara. Jesús no era simplemente un hacedor de milagros como reflexionamos en nuestro segundo estudio. Ni hay cosas como discípulos secretos, como estudiamos la semana pasada. Jesús iba a ser su Señor.

El punto es que Jesús no sólo nos salva y nos deja seguir nuestro camino. No, él viene a nosotros con  diseños para nuestra vida. Demasiado a menudo, Jesús ha sido presentado como simplemente la solución a un problema que tenemos, el problema del pecado. Una vez que eso es tratado, muchos ya no ven la importancia de Jesús para su vida. Pero eso no es lo que es confiar en Cristo. No es un seguro contra incendios. Tampoco es simplemente la cura para el pecado. Él es nuestro Señor, quien ahora reclama el derecho de participar en todos los aspectos de nuestra vida, dándoles significado, sentido y propósito. Como nuestro Señor, reclama autoridad permanente en nuestra vida.

La mujer finalmente se echó a los pies de Jesús delante de todos y le dijo toda la verdad. Si vamos a seguir a Jesús, estamos llamados a hacerlo abiertamente y a no avergonzarnos de él. La fe aquí es llegar a Jesús, tal como lo hizo la mujer en la multitud, sin temor a ser ridiculizados. Esta verdad es evidente en el pasaje que leímos la semana pasada en Marcos 8,

«Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame …Porque el que se avergonzare de mí y de mis palabras en esta generación adúltera y pecadora, el Hijo del Hombre se avergonzará también de él, cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles». (Marcos 8:34, 38)

LEE Marcos 10:17-31: «17 Al salir él para seguir su camino, vino uno corriendo, e hincando la rodilla delante de él, le preguntó: Maestro bueno, ¿Qué haré para heredar la vida eterna? 18 Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno, sino sólo uno, Dios. 19 Los mandamientos sabes: No adulteres. No mates. No hurtes. No digas falso testimonio. No defraudes. Honra a tu padre y a tu madre. 20 El entonces, respondiendo, le dijo: Maestro, todo esto lo he guardado desde mi juventud. 21 Entonces Jesús, mirándole, le amó, y le dijo: Una cosa te falta: anda, vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme, tomando tu cruz. 22 Pero él, afligido por esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones. 23 Entonces Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos: ¡Cuán difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas! 24 Los discípulos se asombraron de sus palabras; pero Jesús, respondiendo, volvió a decirles: Hijos, ¡cuán difícil les es entrar en el reino de Dios, a los que confían en las riquezas! 25 Más fácil es pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios. 26 Ellos se asombraban aun más, diciendo entre sí: ¿Quién, pues, podrá ser salvo? 27 Entonces Jesús, mirándolos, dijo: Para los hombres es imposible, mas para Dios, no; porque todas las cosas son posibles para Dios. 28 Entonces Pedro comenzó a decirle: He aquí, nosotros lo hemos dejado todo, y te hemos seguido. 29 Respondió Jesús y dijo: De cierto os digo que no hay ninguno que haya dejado casa, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por causa de mí y del evangelio, 30 que no reciba cien veces más ahora en este tiempo; casas, hermanos, hermanas, madres, hijos, y tierras, con persecuciones; y en el siglo venidero la vida eterna. 31 Pero muchos primeros serán postreros, y los postreros, primeros».

Jesús demanda nuestra obediencia

Como aprendimos la semana pasada – el arrepentimiento significa volvernos de nuestro camino y girar hacia Dios, confesar nuestros pecados (desobediencia) y seguirle.

La fe – Confianza inquebrantable como la de un niño y un compromiso personal (Marcos 10:13-16)

La fe también implica una confianza inquebrantable como la de un niño y un compromiso personal.

LEE Marcos 10:13-16: «13 Y le presentaban niños para que los tocase; y los discípulos reprendían a los que los presentaban. 14 Viéndolo Jesús, se indignó, y les dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de Dios. 15 De cierto os digo, que el que no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él. 16 Y tomándolos en los brazos, poniendo las manos sobre ellos, los bendecía».

Esta confianza como la de un niño es un tercer componente en la fe cristiana verdadera.

P: ¿Cómo es tener confianza como la de un niño?

La semana pasada aprendimos que la culpa y el dolor por sí solos no constituyen un verdadero arrepentimiento bíblico. Me temo que es similar a como algunos creen en el evangelio académicamente y teóricamente, sin comprometerse personalmente a Cristo. El tipo de fe de la cual Jesús habla aquí no es sólo asentir mentalmente a una serie de proposiciones. Esta fe se asemeja a la fe que ponen los niños de forma absoluta, incondicional e inquebrantable en sus padres.

Ilustración (Blondin)

Para ilustrar esto, existió un hombre llamado Blondin, que era un famoso caminante de cuerda floja. Se hizo aún más famoso cuando estiró un alambre a través de las Cataratas del Niágara y camino de lado a lado.

Después de ese truco, anunció ante el asombro del mundo que él caminaría a través del mismo cable empujando a un hombre en una carretilla.

Blondin le preguntó a un reportero que lo entrevistaba, si pensaba que él podría lograr esta desgarradora hazaña. El reportero respondió con emoción, «Realmente creo que puedes. ¡Creo que eres el mejor hacedor de trucos de todos los tiempos!» Blondin repitió, «¿realmente crees que puedo hacer esto?» Blondin dijo: «Maravilloso, aquí está la carretilla. Súbete en ella».

Espero que entiendas el punto. Cuando el reportero dijo que «creía» que Blondin podía hacerlo, él simplemente lo aceptaba en principio. Teóricamente, por supuesto es posible. Pero eso es totalmente diferente al deseo de comprometer tu vida en manos de una persona por la fe y confiar en que realmente puede hacer lo que se propone lograr. Y sin embargo, esto es exactamente lo que Cristo nos llama a hacer. Confiar en él en todas las cosas como uno que es bueno y digno, y de hecho merecedor de nuestra completa devoción como nuestro redentor y resucitado Señor.

La fe – Confianza en la promesa de Dios de salvar a todos los que creen (Juan 5:24)

Ahora volvamos al Evangelio de Juan donde aprendemos que la fe implica también el conocimiento de que Dios me acepta.

LEE Juan 5:24-27. «24 De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida. 25 De cierto, de cierto os digo: Viene la hora, y ahora es, cuando los muertos oirán la voz del Hijo de Dios; y los que la oyeren vivirán. 26 Porque como el Padre tiene vida en sí mismo, así también ha dado al Hijo el tener vida en sí mismo; 27 y también le dio autoridad de hacer juicio, por cuanto es el Hijo del Hombre».

P: ¿Por qué es importante entender que los cristianos no serán condenados por Dios?

En este versículo Jesús nos dice algo acerca de creer en el presente y en el futuro.

Él dice que todo aquel que oye mi palabra y cree «tiene vida eterna». Nota el tiempo presente, «tiene vida eterna». Los cristianos no son jactanciosos o arrogantes cuando dicen que saben que tienen la vida eterna o saben que son salvos. Ellos simplemente le toman la palabra a Dios. Tampoco dicen que son buenos.

Como cristiano estoy diciendo que lo que Jesús ha hecho, no lo que yo he hecho, me hace aceptable a Dios. La fe es saber que cuando nos arrepentimos de nuestros pecados y creemos en él, Dios nos acepta por lo que Cristo hizo.

¿Cómo sabemos esto? Jesús dice quien cree, «no será condenado». Tenemos la promesa de vida eterna ahora, y la promesa de que no se nos condenará cuando en el futuro, estemos ante el Señor en el juicio. El cristiano creyente por fe no se enfrentará a la condenación por su pecado y recibirá vida eterna. La fe del cristiano está basada en el hecho de que Jesús resucitó de entre los muertos; demostrando que Dios aceptó el sacrificio de Jesús en nuestro favor. Los hechos del «taburete» (divinidad, muerte, resurrección) nos dan la certeza de que Dios nos acepta.

Resumen

¿Es la fe vacía? ¿Es la fe ciega y con raíces en supersticiones y sentimientos simples? ¿Es una muleta para los pobres y los que no tienen educación?

Espero que veas que la verdadera fe no es ninguna de estas cosas. La verdadera fe está arraigada en los hechos históricos de la vida de Jesucristo. No es sólo un entendimiento por experiencia.

La verdadera fe salvadora incluye el conocimiento (de Jesús como el divino Hijo de Dios que compró nuestra redención en la cruz, y aseguró nuestra vida eterna cuando él se levantó de la tumba).

La verdadera fe consiste en creer lo que Dios ha hecho en Cristo, reconocer que somos pecadores necesitados de un Salvador.

La verdadera fe se exhibe en una confianza personal, como la de un niño a un padre, y el arrepentimiento – apartarnos del pecado para obedecer a Dios. Confianza que es sin vergüenza. Confianza en que Dios me cuenta como inocente cuando me arrepiento de mi pecado y confío en él, y que me aceptará en su reino eterno.

Dios no deja solos a aquellos que se arrepienten y creen. Él proporciona regalos:

LEE Marcos 1:8, tendremos al Espíritu Santo. «Yo a la verdad os he bautizado con agua; pero él os bautizará con Espíritu Santo».

LEE Marcos 2:10, nuestros pecados serán perdonados. «Para que sepáis que el hijo del hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados».

LEE Marcos 10:29-30, tendremos vida eterna. «29 Respondió Jesús y dijo: De cierto os digo que no hay ninguno que haya dejado casa, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por causa de mí y del evangelio, 30 que no reciba cien veces más ahora en este tiempo; casas, hermanos, hermanas, madres, hijos, y tierras, con persecuciones; y en el siglo venidero la vida eterna».

Decisión personal

Estas son las buenas noticias, el evangelio de Jesucristo – no sólo para mí, o para la persona sentada a tu lado, esta noticia está destinada a ti también. Jesús nos llama a cada uno de nosotros a arrepentirnos de nuestros pecados y a creer estas buenas nuevas. No hacerlo nos asegura la eterna destrucción.

Creer en las buenas nuevas es una decisión personal. Nadie puede hacer esto por ti.

Hace dos semanas pregunté, «¿Sobre qué base Dios te aceptaría para entrar en su reino?» La respuesta equivocada es en base a nosotros mismos y a nuestra propia justicia.

Así que, ¿Qué vas a hacer? ¿Vas a confiar en la justicia de Cristo, o en tus propias obras, que la Biblia llama trapos de inmundicia? Cristo dijo, «yo soy el camino, la verdad y la vida, nadie viene al Padre, sino por mí». (Juan 14:6).

Estamos todos bajo una sentencia de muerte. Es un pensamiento estremecedor, pero cierto. Todos vamos a morir y sólo Dios sabe cuándo.

Esto no se trata de una jornada, donde estamos explorando nuestra espiritualidad. Esto es sobre nuestra eternidad. No hay una oferta mejor en ningún otro lugar. Considera ahora a quién servirás.

Arrepiéntete de tu pecado, y confía en Cristo.

¿Considere el siguiente pasaje impreso en tu folleto: (de ¿Yo? Un cristiano, un tratado evangelístico que utilizamos regularmente)

«Un cristiano, entonces, es alguien que reconoce que Jesucristo tiene el derecho de controlar su vida. Reconoce que es un rebelde en contra de Jesucristo y que merece ser castigado. Un cristiano cree que Jesucristo murió por él en la cruz, tomando el castigo que merecía por sus pecados. Un cristiano es una persona que ha respondido al llamado de Dios a arrepentirse. Una persona que ha dejado de estar en rebelión contra Jesús y se ha sometido a él. Esta persona sabe que él o ella ha sido perdonado. Sabe que Dios lo ha hecho una nueva persona y que Jesús vive en su vida. Lo sabe porque ve cómo cambian sus deseos, actitudes y comportamiento. Esta persona confía en Dios con su vida». (pág. 7)

«Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí y del evangelio, la salvará. Porque ¿Qué aprovechará al hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma?» (Marcos 8:35–36)

Si no eres cristiano, ¿quisieras ser uno?