Una conversación sobre la teología bíblica

Por Abraham Paniagua

Abraham Paniagua es originario de República Dominicana, tiene una licenciatura en teología y actualmente cursa una maestría en divinidad en el Southeastern Baptist Theological Seminary (SEBTS). Puedes seguir a Abraham en Twitter mediante @abepaniagua

Por Giancarlo Montemayor

Giancarlo Montemayor es el Director Editorial de B&H Español. Es instructor de 9Marcas y Simeon Trust en Español. Al mismo tiempo, Giancarlo estudia un PhD en Historia, en el Southern Baptist Theological Seminary. Está casado con Marcela, y tienen dos hijos.

Por Michel Galeano

Michel Galeano es colombiano, casado con Gaby, y padre de Priscilla y Sebastian. Obtuvo su licenciatura de ministerio cristiano y pastoral del Seminario Teológico Bautista de New Orleans, y una maestría en divinidad en el Seminario Bethlehem en Minneapolis. Michel es pastor de Gracia sobre Gracia, una iglesia en el sur del estado de Florida. Puedes seguirlo en Twitter.

Por Patricio Ledesma

Patricio Ledesma sirve como pastor en la Iglesia Bautista Reformada de Palma de Mallorca, España.
Artículo
07.08.2017

¿Qué es la teología bíblica? ¿Cómo la podríamos definir?

Patricio Ledesma (PL): Tengo el placer de estar junto a Abraham Paniagua, Giancarlo Montemayor, Xavi Pérez y Michel Galeano. Bienvenidos hermanos, gracias por estar aquí. Hoy vamos a tener una conversación acerca de la teología bíblica, y vamos a empezar con una pregunta muy simple: ¿Qué es la teología bíblica? ¿Cómo la podríamos definir?

Michel Galeano (MG): Pienso que podemos definir la teología bíblica como el estudio de la obra redentora de Dios en su Palabra, la Biblia, la cual nos apunta a Cristo en cada libro. Cada libro en su propio contexto exalta a Cristo y muestra a Cristo, esa es la historia redentora.

Giancarlo Montemayor (GM): Cuando hablamos de teología bíblica a veces hay una confusión y pensamos que es teología que es bíblica porque su nombre suena así. Pero como decía Michel estamos hablando de una teología que tiene una historia, o sea, que va contando una historia. Entonces cuando leo Génesis tengo una teología que conoce también Apocalipsis y sé que hay una conexión entre todos los libros de las Escrituras y de eso trata la teología bíblica.

Xavi Pérez (XP): Hay muchas y muy buenas definiciones. Yo estaba pensando en que alguien dijo que la teología bíblica es como una línea, es una historia. En contraste con la teología sistemática que es como un círculo y con la cual seguramente muchos de los lectores están más familiarizados. La teología bíblica es una historia que recorre la Biblia, es una metanarrativa, una gran historia que cohesiona la Biblia y que le da sentido. En ella vemos que hay un plan original desde el principio hasta el final el cual nos ayuda a entender la Biblia como un todo.

MG: Brevemente creo que es importante volver a hacer esa distinción de lo que es la teología sistemática y la teología bíblica.

La teología sistemática trata un tema, por ejemplo el pecado. La manera en que toda la Biblia habla del pecado. Entonces tomamos todos los versículos que hablan sobre el pecado y así hacemos una teología sistemática. En contraste la teología bíblica enseña cómo cada libro en su propio contexto habla sobre el pecado y al final cómo este libro, por ejemplo Romanos, ayuda a tener una teología bíblica igual que Efesios y cómo todo se conecta en un clímax.

 

PL: ¿Para qué me sirve la teología bíblica? ¿Por qué es importante para un pastor dedicarse a descubrir y aprender qué es la teología bíblica, para qué sirve y qué aplicación práctica tiene?

Abraham Paniagua (AP): Cuando un pastor está predicando las Escrituras no solamente quiere entender el texto en su contexto sino entender el texto a la luz de la historia de la redención, la cual es la historia que abarca todas las Escrituras, la narrativa que abarca todas las Escrituras. Y en ese sentido él puede llevar a las personas que él pastorea a vivir una vida de creyente, una vida de cristiano a la luz de Cristo. Por ejemplo, ¿qué implicación tiene la vida de Abraham o la vida de José a nuestras vidas el día de hoy, miles de años después que ellos vivieran? ¿Cómo puedo vivir, a la luz de ese texto, mi vida de creyente de manera práctica? El pastor no solamente buscará entender el texto sino que también buscará entender el texto a la luz de Cristo y aplicar eso a la vida de cada uno de nosotros como creyentes.

GM: Alguien me dijo que a veces usamos la Biblia como si fuera un diccionario, en lugar de usarla como lo que es: un libro. Cuando usamos al diccionario vamos a una página para buscar una definición, pero lo que el Señor escribe en la Biblia es una historia. Una historia que tiene un principio y que también tiene un final. Entonces creo que el Señor nos ha dado la Escritura así y así debemos interpretarla también. La teología bíblica nos ayuda a tener esa conexión. Como pastores podemos predicar un excelente sermón en Génesis 3 sobre la doctrina de la caída del hombre, pero si no tengo una buena teología bíblica ese sermón se quedará corto. Puedo hacer una exégesis excelente de Génesis 3 y el sermón puede estar muy bien aplicado, pero si no llego a la cruz – y todo libro de la Biblia apunta a la cruz, toda la Escritura habla de ese clímax en la cruz – entonces ese sermón ha quedado corto en aplicación y no he dado esperanza en el evangelio.

XP: Por supuesto, tenemos la obligación de, cómo dice el apóstol Pablo, «cortar bien» cuando interpretamos la Palabra de Dios (2 Ti. 2:15). En mi caso en particular, cuando encontré la teología bíblica fue una revolución porque de repente me di cuenta que había un montón de información que ya tenía y disponía de ella, pero nunca la había conectado. Y cuando esas conexiones ocurrieron, de repente la Biblia y sobretodo la persona de Jesús, cobró una realidad, una vida nueva, una belleza delante de mis ojos que aún estoy asimilando. Un ejemplo que viene a mi cabeza lo encontramos en el Evangelio de Mateo. Mateo como un buen conocedor de su Biblia, el Antiguo Testamento, cuando habla de Jesús interpreta un versículo de Oseas 11:1 que dice que Israel fue llamado de Egipto, y Dios añade que Israel es su hijo. Mateo interpreta este versículo a la luz de Jesucristo en el capítulo 2, y dice que Jesús es enviado a Egipto para que se cumplan las Escrituras. Entonces encontramos en el Antiguo Testamento que el Hijo de Dios es Israel, pero encontramos en el Evangelio de Mateo que este versículo es aplicado a Jesús. ¿Cuál es la conclusión? Concluimos que Jesús es el mejor y verdadero Israel, el auténtico Israel. Cuando descubres algo así tu predicación cobra otro sentido, tus aplicaciones cobran otro sentido, y la belleza para nosotros como creyentes y como iglesia de ser adoptados con Cristo dentro de su familia tiene mucho peso. Y como decía Giancarlo, olvidar esto en nuestra predicación va a hacer que la predicación quede muy corta.

MG: Creo que un pastor fiel que esté predicando la Biblia se encontrará con temas que se van a repetir, y entonces el pastor tiene que ver cómo conectar eso. Por ejemplo, la Biblia está tejida con varios pactos. Hay seis pactos primarios en toda la Biblia: el pacto con la creación, el pacto con Noé, el pacto con Abraham, el pacto con Israel o con Moisés, el pacto con David y el último pacto que es el nuevo pacto. Si no entiendo cómo estos pactos se relacionan y cómo van progresando no podré predicar cómo ellos apuntan a un clímax en Cristo. Y creo que lo vemos en Lucas 24:44 cuando leemos que Jesús les abrió la mente y les explicó a sus discípulos: «Esto es lo que Yo les decía cuando todavía estaba con ustedes: que era necesario que se cumpliera todo lo que sobre mí está escrito en la Ley de Moisés, en los Profetas y en los Salmos» (NBLH). Entonces, un pastor fiel por la gracia del Señor, irá a toda la Biblia o a todo el consejo de Dios; verá todo el consejo de Dios y cómo éste relaciona cada pacto con cada pacto y cómo apunta a Cristo.

 

PL: ¿Cuáles son algunos de los grandes temas de la Biblia que sirven como hilos conductores que dan esa unidad y esa conexión a toda la Escritura?

AP: Michel mencionaba la idea de los pactos, la realidad de los pactos, eso es uno de esos hilos conductores. Uno puede ver desde el inicio de la Biblia la idea del pueblo de Dios. Nosotros hablábamos en otro momento cómo fue formado el pueblo de Dios en el Antiguo Testamento. Dios eligió a Abraham. Abraham no era Israel, él no era una iglesia, él fue una persona que Dios eligió y a través de quien prometió un pueblo. También vemos el hilo conductor del reino de Dios.

GM: Uno muy claro para mí es la idea de la presencia de Dios. En el principio el templo era el Edén, era un lugar con barreras. Y Dios tiene el plan para que ese Edén continuara expandiéndose cuando les dice a Adán y a Eva: «procréense y sojuzguen la tierra», el Señor prevé que su presencia se irá extendiendo. Pero cuando el hombre peca, el Señor lo saca de su presencia y después vemos lo mismo con el templo, con Israel, y después en el Nuevo Testamento vemos lo mismo: Cristo es el templo y nosotros estamos en su cuerpo. También vemos cómo la presencia de Dios sigue habitando en nosotros a través del Espíritu Santo. Es algo que vemos en las Escrituras; en Apocalipsis, vemos que la presencia de Dios está en todo lugar, ya no hay templo porque la presencia de Dios está con nosotros.

XP: Otro gran tema podría ser lo que llamamos «creación, de-creación y nueva creación». Primero encontramos la creación del universo, los cielos, la tierra y el ser humano, luego hay una de-creación; se pierde el estado original y ocurre el diluvio, y finalmente observamos que todo apunta hacia una nueva creación. Romanos 8 nos habla de ello y lo vemos también en los últimos capítulos de Apocalipsis. Encontramos en Apocalipsis 21 una ciudad, que parece un jardín, y que tiene la forma de un templo. Eso significa que Dios recobra el Edén original como su santuario, lo cual era su propósito original. Así que, hay varios grandes temas y son todos muy hermosos. Vale la pena investigarlos.

MG: Para mí fue precioso encontrar la teología de la semilla o la simiente. Para mí fue precioso ver la simiente en el primer anuncio del evangelio o lo que muchos teólogos llaman el protoevangelio en Génesis 3:15. Cómo después de la caída, Dios promete guardar la simiente de la mujer, cómo Dios le promete a Abraham que van a salir de él naciones por su simiente. Y todas esas promesas se cumplen en Cristo. En Gálatas Pablo dice que por él es que somos adoptados en la familia de Dios, entonces desde Génesis 3:15 se apuntaba a la venida de un redentor que sería la simiente. Y vemos en Gálatas a Pablo diciendo: «Amén, la simiente es Cristo». De ahí sale el pueblo de Dios, la iglesia.

XP: De ahí entendemos también la enemistad con el mundo, en las dos simientes que están enemistadas entre ellas mismas.

MG: Esto también nos ayuda a entender las genealogías que encontramos en el Antiguo Testamento. Cuando aparecen todos esos nombres el lector se pregunta: «¿por qué todos ellos?». A mí me ha pasado leyendo Génesis. Me he preguntado: «¿por qué la Biblia menciona los nombres de todas estas personas?». Vemos en las genealogías la distinción entre lo que es la simiente versus las otras simientes que están en conflicto.

AP: Yo creo que un punto clave es ver las Escrituras como un libro. Nosotros tenemos la Biblia dividida por libros. Sin embargo, debemos entender que primeramente es una colección de libros, una colección de libros que fueron unidos para que tuvieran sentido. Las Escrituras fueron formadas desde el inicio con el propósito de ser un solo libro. Y con esto en mente el lector puede encontrar conexiones más fácilmente.

Ahora bien, es necesario hacer una aclaración importante. Con la teología bíblica no creamos conexiones donde no hay, no vamos a alegorizar como muchos padres de la iglesia hicieron y como incluso hoy muchas personas hacen. No vamos a decir: «estas siete cosas al final se multiplican y son 49 y eso significa…».

Al ver las escrituras como un solo libro vemos que en ellas se conectan el Antiguo Testamento o antiguo pacto y el Nuevo Testamento o nuevo pacto. Por ejemplo, cuando hablamos del hilo conductor de la presencia de Dios podemos ver un aspecto de la historia de redención: comenzando desde el momento en el cual el hombre tiene una comunión perfecta con Dios en el Edén, pasando por el pecado del hombre y la ruptura de esa relación, llegando a Noé y el diluvio, la relación de Abraham con Dios, el tabernáculo en el desierto, el templo en Israel, la llegada de Jesucristo en quien la presencia de Dios se «tabernaculiza» y llegando a Pentecostés cuando la presencia de Dios bajó a la Iglesia. ¿Cómo se puede ver esa conexión? Viendo la Biblia como un solo libro.

XP: Hay además un aspecto muy importante: la teología bíblica es fuerte en tipología. Anteriormente di el ejemplo de Mateo, un autor inspirado por Dios mismo (específicamente, la manera en que Mateo conecta la salida de Egipto en Éxodo con Jesús). En la Biblia hay cientos, miles, de ejemplos similares. De manera que encontramos tipos (aquello que apunta o es sombra de algo más grande) y antitipos (el cumplimiento o la llegada del tipo). En el Antiguo Testamento vemos sombras o figuras en personas, en oficios, en sacrificios, en leyes ceremoniales, y en diferentes circunstancias que en lenguaje teológico se conocen como «tipos» que apuntan a Cristo.

Eso no es alegórico, eso no es leer demasiado entre líneas. Porque si los autores del Nuevo Testamento lo hacen constantemente también podemos hacerlo nosotros. No me llevo ninguna comisión, pero ya que sale el tema, puedo recomendar un libro excelente en inglés: Commentary on the New Testament Use of the Old Testament [Comentario sobre el uso del Antiguo Testamento en el Nuevo Testamento], editado por D. A. Carson y G. K. Beale. Esto es una obra de arte y ahí puedes estudiar cómo los escritores del Nuevo Testamento aluden y aplican versículos del Antiguo Testamento en la vida y obra de Jesús, de manera que las Escrituras cobran una nueva luz impresionante. Así que vemos que la teología bíblica es fuerte en tipología, la cual no debería confundirse con analogía, que es diferente.

 

PL: ¿Qué consejos podríamos dar a una persona que está comenzando a describir la teología bíblica?

PL: ¿Qué consejos podríamos dar a una persona que está comenzando a descubrir la teología bíblica? ¿Qué consejos podríamos darle a un predicador para ver a Cristo en el Antiguo Testamento? ¿Cuáles son algunos fundamentos básicos? Existen iglesias en las cuales los predicadores no se atreven a predicar el Antiguo Testamento, y a veces cuando lo hacen se quedan un poco en la mera moralidad. Se escuchan sermones que contienen expresiones como «Tenemos que ser así porque este personaje del Antiguo Testamento fue así». ¿Qué ideas podrían dar para ser buenos predicadores de Jesucristo desde el Antiguo Testamento?

GM: Escuché al Dr. Albert Mohler decir una vez que él animaba a los cristianos a leer la Biblia como se lee cualquier otro libro. En el sentido de que cuando leemos un libro lo leemos de principio a fin y tratamos de seguir lo que el autor está diciendo. Él decía, yo recomendaría a todo creyente que lea las secciones más grandes de las Escrituras a la vez para que puedan entender el contexto de lo que está sucediendo. Es un principio muy básico pero creo que ayuda muchísimo: ver el argumento de un autor. Por ejemplo, si leo de corrido el libro de Génesis, puedo entender lo que el autor está diciendo. Aunque son muchas historias, creo que hay una línea que nos está apuntando a algo.

MG: Creo que es bueno siempre tener en mente, como miembros del nuevo pacto, que Cristo es la meta y el fin de la ley, y todas las promesas son sí en Cristo. Ahora bien, por más que esto sea cierto, no podemos correr inmediatamente al Antiguo Testamento y ver a Cristo en todo lado. Más que eso, primero tenemos que ser fieles al texto en su contexto. Como Abraham mencionaba, es importante ver el texto en su contexto pero con los ojos en Cristo. Cuando voy al Antiguo Testamento y veo una porción de las Escrituras, trato de entenderlo en su contexto pero inmediatamente trato de relacionar cómo esto se relaciona a lo que Cristo hizo en cruz. Esto lo vemos en la carta a los Hebreos donde se habla del oficio del sacerdote en el Antiguo Testamento e inmediatamente se conecta con Cristo, pues tenemos al Sumo Sacerdote que es Cristo. Cuando vemos que hay un sacrificio en el Antiguo Testamento lo relaciono con que hay un sacrificio que Cristo ya logró. Creo que es una manera de ser fiel al texto en su contexto pero a la misma vez con los ojos en Cristo.

AP: Aquí nos encontramos con una dificultad porque sabemos que el Antiguo Testamento conecta con Cristo, pero nos preguntamos: ¿cómo hago esa conexión? Por ejemplo, vemos la historia de Abraham e Isaac. Abraham va a sacrificar a Isaac. ¿Cómo leo eso en su contexto? Eso fue algo que sucedió realmente. Un padre decidió obedecer lo que Dios le pidió – presentar a su único hijo como sacrificio. ¿Qué importancia tiene esa narración en su contexto? ¿Cómo sigue demostrando ese evento la fe y fidelidad de Abraham para con Dios? ¿Cómo sigue Dios demostrando su fidelidad para con Abraham y lo poderoso de su promesa de que él iba a darle descendencia por medio de Isaac? Esas son preguntas válidas que merecen respuestas claras. Ahora bien, no podemos quedarnos ahí. Debemos también preguntarnos: ¿Cómo ver esa narración a la luz de la redención? Para responder, el lector debe tener muy claro cuál es la historia de la redención, tiene que tener claro obligatoriamente cuál es el tema principal de toda esta historia. Y ¿cuál es ese tema?, que Dios está reconciliando consigo mismo a un pueblo por medio de Cristo. Si eso no es claro, entonces puede caerse en el error de traer a Cristo por medio de una alegoría y no por medio de una tipología. Ahora, cuando ves esa escena de Abraham e Isaac a la luz de lo que Dios está haciendo (reconciliando para consigo al mundo a través de Cristo) y lo ha hecho a través de la vida, muerte y resurrección del Señor Jesucristo, concluyes que esta es claramente una tipología. Lo que Dios le pidió a Abraham fue lo que él mismo hizo, pero no hubo quien le dijera «¡Detente!» ni parara su mano. Isaac apunta al Señor Jesucristo. El Señor proveyó cordero, Jesucristo. De manera que la historia no es mera moralidad – que dicho sea de paso, es donde terminan muchas enseñanzas que no apuntan a los oyentes a Cristo. Historias como la de David y Goliat son muchas veces presentadas como mera moralidad. Definitivamente puedes aprender de ellos, quienes fueron personas reales que te pueden enseñar sobre la fe y lo que la confianza en el Señor produce en una persona. Sin embargo, ellos no obraron solos ni sus vidas tenían la finalidad de mostrar una moralidad, más bien fueron medios utilizados por el Señor.

Como ya dijimos, en primer lugar es necesario conocer la historia de la redención lo cual implica que estamos leyendo las Escrituras una y otra vez. Esa idea de leer porciones largas que Giancarlo daba es una tremenda idea. He visto programas de lectura que te guían a leer la Biblia en uno o dos meses. Tal vez suena como un tiempo muy corto para tal lectura, pero cuando comienzas a captar ideas y porciones de la narración que tal vez antes no captabas porque un día leíste Levítico 1, al otro día Levítico 2 y el día 17 vas por Levítico 17 – y no quieres saber de Levítico. Sin embargo, si lees Levítico en una hora y media o dos horas será difícil, pero te vas a dar cuenta de un tema que se repite: el hombre es inmundo y Dios provee para que pueda tener relación con él una y otra vez. Eso comienzas a captarlo por medio de la lectura y con la ayuda de otros recursos que ayudan a captar la historia general y a ver destellos de esas conexiones. Al final el lector, junto al Espíritu Santo y la iglesia (porque esto es un trabajo de la iglesia y no de una sola persona) comienza a ver lo que el Señor le enseñó a sus discípulos.

XP: Estaba pensando que parte del problema es que la gente no entiende el Antiguo Testamento, y esto da miedo a los predicadores, a los pastores o a quienes tienen que enseñar. Pero Michel estaba comentando hace un momento sobre Lucas 24, cuando Jesús dice que la Ley, los Salmos y los Profetas hablan de él. Esa es la división del Antiguo Testamento para un judío, con esas tres palabras hemos abarcado todos los libros del Antiguo Testamento. Lo que Jesús está diciendo es: estoy en toda la Escritura. No decimos que todos los versículos hablan de él, pero sí que todos los versículos llevan a él. Entonces, no entender la historia de la redención puede ser un tema de pereza o puede ser un tema de desconocimiento. Por lo tanto, quiero animar a aquel lector que tenga una cosmovisión o estructura bíblica diferente a la que estamos presentando que se arrodille, que ore a Dios, y que le pida al Espíritu Santo iluminación. Es una promesa; Dios da sabiduría. Le animo a que no tenga miedo, que si los autores del Nuevo Testamento conectan todas las Escrituras a Cristo nos están validando para que nosotros también podamos hacer esas conexiones y que haciéndolas la Biblia cobra nueva vida delante de nuestros ojos. Esto nos va a enriquecer grandemente y va a enriquecer también a nuestra congregación. Por otra parte, no soy profeta, pero me atrevo a predecir que la teología bíblica en el mundo de habla castellana crecerá fuertemente en los próximos años. Estoy seguro que en breve habrá una buena oferta de literatura sana sobre la teología bíblica, así que animo a nuestros lectores para que la busquen.

 

Quiero saber más, pero ¿por dónde comienzo?

PL: Quizás alguien por primera vez ha escuchado hablar sobre la teología bíblica y se dice: «Quiero saber más, pero ¿por dónde comienzo? Quizás no puedo ir a un seminario donde me den esa enseñanza especializada, entonces ¿qué está en mi mano?, ¿qué puedo escuchar?, ¿qué puedo leer en español?, ¿a qué autores puedo acudir?».

GM: Hay un muy buen libro de Edmund Clowney que publicó la editorial Poiema que se titula El misterio revelado, cuyo tema principal es precisamente lo que hemos estado discutiendo sobre la teología, sobre cómo la revelación de Dios ha sido progresiva y como él se ha estado revelando de forma progresiva. Pablo nos dice en Efesios que ese misterio ha sido revelado ya en Cristo Jesús. De eso trata este recurso.

AP: Edmund Clowney también escribió Predica a Cristo desde toda la Escritura, ese es muy buen recurso.

Creo que para alguien que quiere comenzar a leer un poco de teología bíblica y ver esas conexiones de las cuales hemos hablado, puede leer un libro como el que escribió Vaughan Roberts titulado El gran panorama divino. Es un libro muy sencillo, no es un libro que pretende ser muy profundo, pero al mismo tiempo no es superficial y sirve como una introducción. Se enfoca principalmente en el aspecto del reino de Dios a la luz del Antiguo y del Nuevo Testamento, pero sirve muy bien como introducción para una persona que nunca ha visto la Biblia de esa manera o tal vez desea estudiar las Escrituras como un solo libro. Creo que ese libro puede funcionar como recurso para ayudarle.

Otro autor que ha escrito sobre el tema es Graeme Goldsworthy, quien escribió los libros Estrategia Divina, Evangelio y reino, El Cordero y el León. También escribió Cómo predicar de Cristo usando toda la Biblia.

MG: También James Hamilton ha escrito varios artículos sobre la teología bíblica.

PL: También recuerdo que 9Marks tiene algunas conferencias sobre el tema que han sido grabadas. Edgar Aponte enseñó en Puerto Rico acerca de la teología bíblica, de manera que haciendo una búsqueda en el internet el lector puede escuchar a Edgar Aponte en conferencias de 9Marks sobre teología.

XP: Hago otro inciso, Editorial Peregrino va a invertir en teología bíblica, o sea que en poco tiempo tendrán material disponible en su catálogo.

 

PL: Hermanos, muchas gracias por esta conversación. Esperamos que haya sido de edificación, de utilidad y sobretodo que el Señor utilice estas reflexiones y que todo sea para edificar a su iglesia y para su gloria. Así que, muchas gracias por estar aquí.