Evangelio
La Ansiedad y El Evangelio
Tienes una entrevista para un trabajo nuevo. Mañana es el examen final para el que tanto te has estado preparando. Has ganado algunas libras. Los años van pasando y el esposo que tanto anhelas no llega. Te despiertas y uno de tus hijos amaneció enfermo. La situación económica de tu hogar va empeorando cada día y no sabes qué hacer.
Muchas veces nuestra respuesta ante circunstancias como estas es una de ansiedad y temor.
¿Te encuentras tratando de sobrevivir a la ansiedad en medio de circunstancias difíciles? ¿Qué haces cuando estás ansiosa? ¿Lo ignoras tratando de distraerte con otras cosas? ¿O te entregas a la ola de los sentimientos que te abruman y te derrumbas en la desesperación?
Dios tiene algo que decirnos en medio de nuestra ansiedad. Probablemente, has escuchado el mandato de Jesús de “no se turbe su corazón” (Jn. 14:1). Pero, en mi experiencia, no es como que pueda apagar la ansiedad con un botón y ser una persona feliz y llena de paz.
ATAQUE A LA RAÍZ
Dios nos ha dado muchas maneras de luchar contra la ansiedad por el poder de Su Espíritu. Quiero sugerir una manera de llegar a la raíz de nuestra ansiedad. Tal vez la conoces. Es el evangelio.
Puede ser que al principio pienses que el evangelio no tiene mucho qué hacer respecto a tu ansiedad, pero mira más de cerca:
“DIOS RESISTE A LOS SOBERBIOS, PERO DA GRACIA A LOS HUMILDES. Humíllense, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que El los exalte a su debido tiempo, echando toda su ansiedad sobre El, porque El tiene cuidado de ustedes” (1 Pedro 5:5b-7).
Una persona orgullosa quiere ser Dios. Quiere tener el control. Pero, buscar tener el control de nuestra vida produce mucha ansiedad.
Cuando la ansiedad toque tu puerta, trata de preguntarte si hay algún área en la que estés tratando de tener el control. La respuesta podría revelar lo que crees sobre ti y sobre Dios.
Lo contrario sucede cuando te humillas bajo la mano poderosa y soberana de Dios. Cuando recuerdas que Él está en control de cada detalle de tu día, encontrarás que tienes innumerables razones para que tu corazón esté en paz. Puedes depositar tranquilamente todas tus cargas y ansiedades en Él, ¿por qué? Porque Él tiene cuidado de ti. ¿Y cómo sabes que tiene cuidado de ti? Porque Él aplastó a Su Hijo por ti. Dios orquestó la historia de miles de años para traer a Su Hijo a nuestro mundo en el tiempo preciso. Jesús sacrificó su vida para llevar el castigo que tú mereces por tus pecados. Y si Dios no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿Cómo no nos concederá también con Él todas las cosas? (Ro. 8:32) Las tinieblas vendrán, pero serán parte del plan soberano de tu amante Padre, quien está trabajando para tu gozo. Por esta razón, no necesitamos tener temor de equivocarnos, ser heridas, o ser rechazadas. ¡El Dios del universo tiene cuidado de ti!
Entonces, la próxima vez que sientes estar ansiosa, en lugar de ignorarla o hundirte en ella, trata de hablarle a tu alma: “¿Por qué tienes miedo alma mía? Dios está de mi lado. Todo está bajo Su control. ¡Él usará cualquier cosa que me esté sucediendo o que me espere en el futuro para Su gloria y mi beneficio!
Artículo publicado primero en Coalición por el Evangelio