Pastoreo

¿Jerarquía en la Iglesia?

Por Benjamin Merkle

Benjamin Merkle es profesor de Nuevo Testamento y Griego en el Seminario del Sureste en Wake Forest, Carolina del Norte.
Artículo
23.05.2019

Como en toda era desde el siglo primero, hoy en día todavía existen diferentes opiniones sobre la estructura organizacional correcta de la iglesia. Varias denominaciones tienen diáconos, archidiáconos, evangelistas, apóstoles, profetas, pastores, pastores principales, ancianos, obispos, arzobispos, y hasta un papa. Para hacer los problemas más complicados, hay inconsistencias entre las denominaciones, e incluso dentro de cada denominación, en cuanto a qué deberes deben cumplir los oficiales de la iglesia, así como la relación entre los diferentes funcionarios.

El objetivo de este artículo no es presentar un plano detallado de la manera como cada iglesia debe estar organizada, sino que este artículo se enfocará en el uso de los términos «anciano» y «supervisor» (o «obispo») en las epístolas pastorales para determinar la relación existente entre estos términos. La mayoría de las denominaciones están de acuerdo en que el diácono es bíblico y debe por tanto ser mantenido (aunque la función precisa del diácono será diferente según las denominaciones, y muchas denominaciones no tienen archidiáconos). Y aunque la posición de «evangelista» es tan importante como la de un misionero, no es vista como un oficio de «iglesia» en si mismo ya que la tarea del evangelista es ministrar fuera de la iglesia.

En cuanto a los oficios de apóstol y profeta, Pablo claramente escribe en Efesios 2:20 que fueron dados a la iglesia como ministerio fundamental y por tanto ya no son otorgados hoy en día. ¿Pero qué sucede con los demás oficios? ¿Es que el modelo bíblico incluye pastores, pastores principales, ancianos, obispos, archiobispos y papas? Basado en la evidencia de las epístolas pastorales será mostrado que además del oficio de diácono sólo existe otro oficio en la iglesia del Nuevo Testamento, y este es el oficio de pastor, obispo o anciano.

Aunque el término «pastor» no se menciona en las epístolas pastorales, está claro que se refiere al mismo oficio que el obispo o anciano. Hay sólo un texto en el Nuevo Testamento que utiliza este término para referirse a un oficio en la iglesia. Efesios 4:11 establece: «y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros». En este texto la palabra «pastor» está unida con «maestro»,  y juntas forman un oficio. En contraste con el nombre «pastor» (gr.Poimen), el verbo «pastorear» o «apacentar» (poimainô) es más común. Lo que es más importante en este estudio es que la forma verbal es frecuentemente utilizada en conexión con los deberes dados a los obispos o ancianos.

Por ejemplo, en Hechos 20 Pablo llama a los «ancianos» (v. 17) y los exhorta a «estar alertas por sí mismo y por el rebaño [poimnion]» ya que han sido asignados como «obispos» y son llamados a «pastorear [poimainein] la iglesia de Dios» (v. 28). De la misma manera, Pedro exhorta a los «ancianos» (1 Pedro 5:1) a «apacentar [poimanate] el rebaño [poimnion] de Dios, sirviendo como obispos» (1 Pedro 5:3). Ya que el verbo «pastorear/apacentar» es la tarea del obispo o anciano, es fácil ver porque dicha persona podría ser llamada un «pastor/apacentador». No sólo a los pastores o ancianos/obispos se le da la tarea de apacentar, sino que también son aquellos que enseñan a la congregación (Efesios 4:11; 1 Timoteo 3:2; 5:17). Por tanto, podemos estar seguros de que el oficio de pastor es idéntico al de obispo o anciano. Esta posición es fortalecida por el hecho de que el término pastor no es mencionado en 1 Timoteo y Tito, los cuales están preocupados por el liderazgo de la iglesia.

Sin embargo, hoy en día existe mucho debate sobre si el oficio del anciano es realmente el mismo que del supervisor o el obispo. Muchos eruditos del siglo diecinueve asumen que este debate estaba cerrado. Por ejemplo, en una digresión en su comentario sobre Filipenses, J. B. Lightfoot expresó porque él creía que «anciano» y «obispo» son sinónimos en el Nuevo Testamento. Él establece con confianza:

«Es un hecho ahora reconocido generalmente por teólogos de todo tipo de opinión, que en el lenguaje del Nuevo Testamento el mismo oficio en la iglesia es llamado indistintamente ‘obispo’ (episkopos) y ‘anciano’ o ‘presbítero’ (presbuteros) ».

Sin embargo, en tiempos más recientes la visión de la mayoría ha cambiado. Muchos han desafiado ese consenso anterior y están ofreciendo posiciones alternativas. Muchas razones han hecho que la visión tradicional sea desafiada, entre éstas:

  1.  En las epístolas pastorales el «obispo» está siempre en singular mientras que «los ancianos» está siempre en plural (excepto en 1 Timoteo 5:19). El uso del singular es muy notable contra el plural de «diáconos» utilizado en 1 Timoteo 3:8.
  2. Tanto en 1 Timoteo 3:2 como en Tito 1:7 «el obispo» (ton episkopon) tiene el artículo definido, lo cual tal vez indica la exaltación de un obispo sobre los ancianos.
  3. La enseñanza es responsabilidad de todos los obispos (1 Timoteo 3:2; Tito 1:9), pero aparentemente sólo algunos de los ancianos tienen esta responsabilidad (1 Timoteo 5:17).
  4.  Donde el obispo y los diáconos son mencionados los ancianos no lo son, y donde los ancianos son mencionados el obispo y los diáconos no lo son (excepto en Tito 1:5-7). Este uso muestra que los términos no son realmente utilizados indistintamente ya que no se usan en los mismos contextos.
  5.  Uno no esperaría dos términos diferentes para referirse al mismo oficio.
  6. El desarrollo del obispo monárquico en el segundo siglo sugiere que una forma incipiente puede ser encontrada en las epístolas pastorales. Aunque pocos discutirían que el obispo en las pastorales es igual al obispo monárquico, muchos identifican el comienzo del desarrollo de dicho sistema.
  7. Ya que las epístolas pastorales están dirigidas a los individuos y no a las iglesias, algunos discuten que Timoteo y Tito tienen la tendencia de describir prototipos del obispo monárquico. Basado en las objeciones descritas anteriormente, muchos eruditos de hoy en día niegan que los términos anciano y obispo se refieran al mismo oficio en las epístolas pastorales. Aquellos que continúan afirmando que los dos términos indican un oficio y muchas veces citan Lighfoot en su defensa, haciendo sólo un intento superficial para probar su posición. Por tanto, el objetivo de este artículo es demostrar que en las epístolas pastorales los términos «anciano» y «obispo» se refieren al mismo oficio. Hay tres textos que examinaremos detalladamente porque mencionan los términos anciano y/o obispo: Tito 1:5-9; 1 Timoteo 3:1-7 y 1 Timoteo 5:17-25. Debido a que Tito representa una estructura eclesiástica menos desarrollada que la que encontramos en 1 Timoteo, discutiremos la carta de Pablo a Tito primero.

TITO 1:5-9

Por esta causa te dejé en Creta, para que corrigieses lo deficiente, y establecieses ancianos en cada ciudad, así como yo te mandé; el que fuere irreprensible, marido de una sola mujer, y tenga hijos creyentes que no estén acusados de disolución ni de rebeldía. Porque es necesario que el obispo sea irreprensible, como administrador de Dios… (Tito 1:5-7).

Aunque hay muchas preguntas que pudieran ser hechas a partir de este texto, lo principal para este estudio es la relación entre los términos «anciano» y «obispo». En una primera fase de lectura de este texto, pareciera como si el autor utiliza los términos para referirse al mismo oficio («anciano designados… para un obispo»). A pesar de todo, muchos establecen que dicha lectura es simplista ya que la palabra anciano está en plural dondequiera que obispo está en singular. En consecuencia, muchos creen que este texto indica que un supervisor u obispo tiene un rango mayor u oficio que el cuerpo de ancianos o presbítero. Sin embargo, existen razones convincentes para igualar los oficios de anciano y obispo en Tito 1:5-7.

Primero, el conectivo «para» (gr.Gar) en el versículo 7 sugiere que Pablo se refiere al mismo oficio. Si el obispo representa un oficio separado, entonces el uso de «para» es oscuro. Los ancianos deben ser irreprensibles y cumplir con ciertas calificaciones para (gr.Gar) ya que los obispos son los mayordomos de Dios. Mounce destaca correctamente que su uso «une la discusión y argumenta contra la sugerencia de que los obispos son diferentes a los ancianos».

Segundo, ya que el cambio al singular realmente tiene lugar en el versículo 6 con el uso del pronombre indefinido singular «alguien» (gr.Tis), no debemos sorprendernos de la continuidad del singular en el versículo 7 en el uso de obispo.

Tercero, es más común mencionar los requerimientos del singular porque cada anciano/obispo debe cumplir los requisitos de manera individual. La forma singular es por tanto un singular genérico que se refiere a cualquiera que cumpla los requisitos mencionados.

Cuarto, no es común para Pablo alternar entre los nombres genéricos singulares y plurales, especialmente en las epístolas pastorales. Por ejemplo, en 1 Timoteo 2:8 Pablo se dirige a «los hombres» pero luego habla del singular «hombre» en el versículo 12. Una vez más, en 1 Timoteo 2:9 Pablo exhorta a las «mujeres» a adornarse con una apariencia modesta, pero en el versículo 11 dice que «la mujer aprenda en silencio». En 1 Timoteo 2:15 este principio es ilustrado una vez más. Pablo concluye su discusión sobre el papel de la mujer cuando establece que «se salvará engendrando hijos, si permaneciere en fe, amor y santificación, con modestia». En la misma oración cambia del singular al plural. Este mismo modelo también se encuentra en 1 Timoteo 5. En el versículo 1 Pablo le ordena a Timoteo a no reprender a un hombre mayor si no exhortarlo como un padre y a los jóvenes como hermanos. Además, en los versículos 3 y 4 del mismo capítulo, Pablo le recuerda a la iglesia «honrar a las viudas que son realmente viudas» y luego continúa diciendo «pero si alguna viuda tiene hijos o nietos…».

En el versículo 11 cambia de nuevo al plural cuando habla de las «viudas más jóvenes». Debe notarse que este pasaje referente a las viudas es muy importante porque al igual que Tito 1, este pasaje también se refiere a los requisitos para una posición en particular. Finalmente, 1 Timoteo 5:17 establece que los «ancianos» que gobiernan son dignos de doble honor. Sin embargo, en el versículo 19 se nos dice que la iglesia no debe recibir una acusación contra «un anciano». Entonces, el versículo 20 habla de «aquellos que están pecando», y muchos están de acuerdo a que se refiere a los ancianos. Basado en este modelo encontrado en las epístolas pastorales, no debemos sorprendernos de encontrar que el autor primeramente se refiere a los «ancianos» (plural) y luego al «obispo» (singular).

Quinto, el autor de las epístolas pastorales puede haber estado utilizando una pieza preformada de tradición igual a la lista de virtudes encontradas en el mundo helenístico. Si la tradición contenía el singular «obispo», entonces sería más fácil ajustar el texto para amoldarse a la tradición que viceversa. El hecho de que las listas de Tito 1 y 1 Timoteo 3 son similares apoya esta conclusión. Por ejemplo, los requisitos comienzan de una manera muy similar:

Porque es necesario que el obispo sea irreprensible (Tito 1:7). Pero es necesario que el obispo sea irreprensible (1 Timoteo 3:2). El mismo requisito está también al inicio de cada lista («marido de una sola mujer», Tito 1:6; 1 Timoteo 3:2). Además, los elementos de las listas siguientes son generalmente comparables. El uso de un oficio preformado puede también explicar porque el autor de Tito utiliza el artículo definitivo («el obispo»). Si las tradiciones preformadas son utilizadas, ¿por qué las listas de requisitos no son idénticas? Por ejemplo, ¿por qué la lista de 1 Timoteo incluye «que no sea un nuevo convertido» (3:6) cuando Tito lo omite? Esta omisión puede ser una modificación necesaria debido a la etapa inicial de desarrollo de las iglesias de Creta. Entonces, los convertidos relativamente nuevos serían necesarios en el liderazgo de las iglesias más jóvenes.

Sexto, parece que la iglesia en Creta era relativamente joven según la comparación de Tito 1 con 1 Timoteo 3: (a) La omisión del requisito de no ser un nuevo convertido. (b) El hecho de que no se especifica ningún requisito para los diáconos. (c) A Tito se le ordena designar a los ancianos pero su instrucción se pierde en 1 Timoteo porque la iglesia de Éfeso ya tenía ancianos. Aparentemente, Pablo estaba con Tito en Creta pero tuvo que irse antes de designar a los ancianos (ver Hechos 14:23). (d) Ya que no existe ninguna discusión sobre la remoción de un mal anciano en Tito como lo menciona 1 Timoteo 5:17-25, esto sugiere una vez más que ellos no tenían ancianos. (e) No hay ninguna orden para las viudas en Tito (ver 1 Timoteo 5:3-16). En consecuencia, si las iglesias de Creta eran relativamente jóvenes, ¿cómo es que estas iglesias manejaban el concepto desarrollado de un obispo monárquico?

Finalmente, existen casos similares donde un autor cambia de anciano a obispo en el Nuevo Testamento, demostrando que las palabras son utilizadas de manera intercambiable. En Hechos 20, Pablo llama a los ancianos de Éfeso para exhortarlos en su labor (Hechos 20:17). Él les encarga prestar atención de sí mismos y del rebaño ya que el Espíritu Santo los ha hecho «obispos [episkopous], para apacentar a la iglesia de Dios» (Hechos 20:28). Primero, Lucas registra que Pablo los llama ancianos, pero luego tiene a Pablo refiriéndose a ellos como obispos («él envió a Éfeso y llamó a los ancianos…el Espíritu Santo los ha hecho obispos»).

Otro ejemplo de la estrecha conexión entre anciano y obispo es encontrada en 1 Pedro 5:1-2, donde se establece: «Ruego a los ancianos que están entre vosotros, yo anciano también con ellos, y testigo de los padecimientos de Cristo, que soy también participante de la gloria que será revelada: Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto». Basado en la evidencia anterior, es razonable mantener que los términos «anciano» y «obispo» se refieren al mismo oficio en Tito 1.

1 TIMOTEO 3:1-7; 5:17-25

Según lo especifica el texto de Tito 1, el enfoque de esta sección no será hacer una exégesis de los versículos que están bajo discusión sino abundar sobre aquellos elementos que iluminen la naturaleza de la relación entre el anciano y el obispo. Más específicamente, será demostrar que los términos anciano y obispo se refieren al mismo oficio en esa epístola. Al igual que los argumentos hechos con respecto a Tito 1:5-7, muchas veces se establece que las referencias a «el obispo» en 1 Timoteo 3:1-2 y las referencias a «los ancianos» en 1 Timoteo 5:17 representan dos oficios diferentes. Sin embargo, existe una evidencia significativa de que Pablo utiliza ambos términos para referirse al mismo oficio.

Primero, es probable que la forma singular de «el obispo» (ton episkopon) de 1 Timoteo 3:2 sea un singular genérico. Esto significa que el autor no está indicando que hay sólo un obispo en cada iglesia sino que la forma singular es utilizada generalmente para indicar que los obispos como clase están en la visión. Al igual que fue verdad en el caso de Tito 1:5-7, el uso del singular «el obispo» podría haber sido influenciado por el uso del singular «si alguno» (gr. Ei tis) en el versículo que precede (1 Timoteo 3:1). El contexto de 1 Timoteo 2:8-3:16 también habla a favor de la interpretación de la forma singular de «el obispo» como un singular genérico ya que son utilizados otros singulares genéricos. Además, la afirmación de que obispo siempre aparece en singular en las epístolas pastorales es débil porque sólo ocurre tres veces, y precisamente en el mismo contexto (ver 1 Timoteo 3:1, 2; Tito 1:7).

Segundo, si el obispo y anciano son dos oficios separados, es extraño que Pablo nunca mencione los requisitos de los ancianos en 1 Timoteo, especialmente porque el carácter de uno que está para hacer el oficio de anciano es muy importante. Por ejemplo, en 1 Timoteo 5:22, Pablo advierte a Timoteo de no imponer las manos (ordenar) con ligereza en nadie para la posición de anciano ya que esa posición debe ser ocupada sólo por los individuos calificados (ver 4:14; 2 Timoteo 1:6). Si ser anciano es un oficio diferente al del obispo, parecería como si los requisitos estuvieran claramente establecidos para esa posición tan importante.

Tercero, en ningún lugar se mencionan los tres oficios juntos (anciano, obispo y diácono), lo cual sugiere que un sistema eclesiástico de tres niveles es ajeno a las epístolas pastorales. Por otro lado, las cartas de Ignacio hacen una distinción clara entre el obispo monárquico y el presbítero. Es decir, en Ignacio vemos por primera vez un sistema eclesiástico de tres niveles con un obispo, un presbítero y diáconos. Por ejemplo, Ignacio exhorta a sus lectores:

«Procura hacer todo con una armonía piadosa, el obispo que preside en lugar de Dios y los presbíteros en lugar del concilio de los apóstoles y los diáconos, que son muy apreciados por mí, habiendo sido encomendados al servicio de Jesucristo». (carta a los Magnesios. 6:1).

Para Ignacio, el obispo es muy diferente del consejo de ancianos  es la única cabeza de la iglesia urbana.

Cuarto, el hecho de que los requisitos son dados y no son deberes, también va en contra de ver esta epístola en el contexto de un sistema más desarrollado con un obispo monárquico. La única excepción es que el obispo debe ser «apto para enseñar». Pero como establece Mounce: «una habilidad para enseñar y un carácter ejemplar no apuntan hacia desarrollos por encima de las iglesias paulinas». La autoridad del obispo en ninguna parte es aborda como lo que es en escritos posteriores. Algunos podrían objetar, estableciendo que la autoridad el obispo es encontrada en la posición representada por «Timoteo» (o «Tito»). Toda la autoridad dada a «Timoteo» está para ser vista como la autoridad dada al obispo monárquico, quien es el destinatario de la carta.

Una afirmación para esta posición es que en Tito 1:9 el obispo se espera que sea apto «para convencer» (elegchein) a aquellos que contradicen. Sin embargo, en 1 Timoteo 5:20 a «Timoteo» se le dice que «reprenda» (elegche), en presencia de todos, a aquellos que pecan. Y debido a que el obispo tiene la tarea de reprender, entonces concluimos que el destinatario de 1 Timoteo es un obispo ya que se le dice que reprenda a los que pecan. La teoría de que Timoteo y Tito realmente representan al obispo monárquico está basada en diferentes afirmaciones cuestionables.

Uno, uno tiene que asumir que Pablo no fue el autor de las cartas sino que un discípulo posterior a él escribió con el nombre de Pablo. Dos, uno tiene que asumir que el autor no le está escribiendo a Timoteo y Tito sino que simplemente está usando esos nombres para hablar del obispo monárquico. Tres, uno tiene que asumir que la autoridad dada a «Timoteo» y «Tito» está realmente destinada al obispo monárquico. El final nada es como parece pero todo es interpretado nuevamente como una reconstrucción especuladora, ninguna de las cuales puede ser probadas. Es mejor ver a Timoteo y Tito como delegados apostólicos de Pablo con una autoridad temporal dada a ellos por Pablo para ver que las iglesias bajo la autoridad de Pablo permanecen fieles al evangelio de Cristo.

Además, en Ignacio, la autoridad dada al obispo como líder único de la iglesia está por encima de la dada a Timoteo y Tito. En su carta a los Esmirneos, Ignacio escribe:

«Ustedes todos deben seguir al obispo, de la misma manera que Jesucristo siguió al Padre… Que nadie haga nada que tenga que ver con la iglesia sin el obispo. Sólo esa eucaristía que está bajo la autoridad del obispo (o quien quiera que él designe) sea considerado como válido. Donde quiera que aparezca el obispo, permitan que la congregación sea… No se permite bautizar o amar sin el obispo. Sin embargo, cualquier cosa que él aprueba es también agradable a Dios, para que todo lo que hagas pueda ser confiable y válido… Es bueno reconocer a Dios y al obispo. Quien honra al obispo ha sido honrado por Dios; quien hace cualquier cosa sin el conocimiento del obispo le sirve al diablo (Esmirneos 8:1-9:1)».

En otra parte leemos: «Porque todos los que pertenecen a Dios y a Jesucristo están con el obispo» (Fil. 3: 2) y que el obispo debe ser considerado «como el mismo Señor» (Ef. 6: 1). Pero el énfasis en las pastorales es claro sobre la obediencia al verdadero evangelio según lo enseñan Timoteo y Tito, no un portador de oficio. Luego de comparar las epístolas pastorales con Ignacio, Mounce comenta: «las similitudes son tan superficiales, y las diferencias tan extremas, que esto se convierte en uno de los argumentos más fuertes de que las epístolas pastorales no son del segundo siglo y que de hecho reflejan una etapa más temprana del desarrollo institucional de la iglesia».

Quinto, el hecho de que los ancianos y obispos dicen tener la misma función en la iglesia (gobernar) también sugiere que los dos términos se refieren al mismo oficio. Primera Timoteo 3:4-5 establece que un obispo debe «gobernar» (gr. Proístemi) su propia casa antes de ser capaz de tener cuidado de la iglesia (Romanos 12:8; 1 Tesalonicenses 5:12). De la misma manera, 1 Timoteo 5:17 habla de ancianos que «gobiernan» (proístemi) bien. Aunque el último versículo es altamente debatido, en ningún lugar sugiere que algunos de los ancianos no gobiernen.

Sexto, se afirma que debido a que un obispo debe ser «apto para enseñar» (1 Timoteo 3:2; Tito 1:9) y sólo algunos ancianos «trabajen duro en la predicación y la enseñanza» (1 Timoteo 5:17), esto sugiere que sólo aquellos ancianos que enseñaron fueron designados con el título de «obispo». Sin embargo, esta interpretación falla en reconocer que entre aquellos que mantienen el mismo oficio, puede haber algunos que sean más dotados en áreas específicas, como la enseñanza. También, si 1 Timoteo 3:2-7 y Tito 1:7-9 representan los códigos tradicionales preformados, «entonces es concebible que los requisitos relacionados con la función fueron destinados a ser comunes, o sea, generalmente relacionados con el oficio, pero no necesariamente llevados a cabo por cada portador del oficio, por lo menos no en el sentido establecido por 1 Timoteo 5:17». Como regla, cada candidato de este oficio debe tener algunas habilidades en la enseñanza.

Mounce establece que la frase «los ancianos que gobiernan bien» (1 Tiimoteo 5:17) podría interpretarse de las siguientes maneras a pesar de hablar de un solo oficio: (a) «al mismo tiempo que afirma que todos los ancianos son aptos para enseñar, Pablo pudo haber basado la división en aquellos que en ese momento enseñaban y los que no lo hacían. Tal vez… [algunos] obispos hubieran tenido que cambiar la cantidad de tiempo dedicada específicamente a la enseñanza debido a otras responsabilidades, y esta advertencia se dirigiría a aquellos que enseñaban activamente». (b) Esta frase podría aplicar para maestros dotados que en ese momento dirigían de otra manera (mientras permitían la enseñanza individual, tanto con los oponentes como con los demás miembros de la iglesia), y ‘trabajaban duro en la predicación y la enseñanza’ podría aplicar a aquellos que en ese momento enseñaban la iglesia en su totalidad». (c) La división podría estar basada en aquellos que eran aptos para enseñar y los que estaban especialmente dotados para enseñar, dividiendo los ancianos según la habilidad y dones y asumiendo que los más dotados participan más en la instrucción corporativa».

Además, también existe la posibilidad de traducir la palabra griega malista como «es decir» o «eso es» en lugar de «especialmente». El versículo podría entonces leerse, «los ancianos que gobiernan bien deben ser considerados dignos de doble honor, es decir, aquellos que trabajan duro en la predicación y la enseñanza». En este caso Pablo no está haciendo una distinción entre aquellos que gobiernan bien y los que además de gobernar bien también predican y enseñan. En lugar de eso, aquellos que gobiernan bien son precisamente esos que enseñan y predican (por ejemplo, Pablo está estableciendo que los ancianos gobiernen bien a través de su enseñanza y predicación). Esta interpretación parece ajustarse al esquema del autor sobre la importancia de la enseñanza y una división en tres niveles de los ancianos es difícil de imaginar.

Sin embargo, aún con esta interpretación puede ser hecha una diferencia entre los dos tipos de ancianos. Si «gobiernan bien» es definido por «trabajar duro en la predicación y la enseñanza», entones se puede hacer una distinción entre aquellos que gobiernan bien (es decir, que predican y enseñan) y los que no gobiernan bien (es decir, que no predican o enseñan). Por ejemplo, Knight establece que es probable que Pablo «esté hablando de un subgrupo de los ‘obispos’ que consista en aquellos que están especialmente dotados por Dios para enseñar, opuesto a los otros obispos, que deben todo ‘ser aptos para enseñar’». Pero también es posible que Pablo se encuentre hablando generalmente de todos los ancianos y no busque destacar un subgrupo. Independientemente de la manera que sea interpretado este versículo difícil, en ninguna manera pide que uno vea los dos oficios involucrados. Como mucho, el texto indica una distinción de función de un oficio en particular.

Séptimo, la razón por la que son dados dos términos para el mismo oficio podría ser explicada por el uso general de los términos: el anciano es más una descripción de carácter mientras que el obispo es  más una descripción de función. Parece que originalmente las diferentes congregaciones preferían un término al otro. Las congregaciones judías aparentemente estaban a favor del término anciano, mientras que las congregaciones gentiles del término obispo. Con el tiempo estos dos términos fueron utilizados en las mismas congregaciones y podrían ser usados de forma intercambiable ya que se referían a los líderes de la congregación. El término anciano comunicaba la idea de un líder sabio, madura que era honrado y respetado por aquellos de la comunidad. El término obispo hablaba más de la obra del individuo cuyo deber era «cuidar» la congregación. El término comunicaba la idea de protección y supervisión de aquellos bajo su cuidado.

CONCLUSIÓN

Este artículo buscó demostrar que los términos anciano y obispo representan el mismo oficio en las epístolas pastorales. Si este análisis es preciso, entonces pueden hacer algunas conclusiones:

Primero, la iglesia debe ser gobernada sólo por dos tipos de oficios: ancianos/obispos y diáconos. Casi todos los eruditos están de acuerdo en que un sistema eclesiástico de tres niveles (obispo, anciano y diácono) es un desarrollo tardío y por tanto extraño de los documentos del Nuevo Testamento. Simplemente no existe suficiente evidencia para mantener la distinción entre los términos anciano y obispo. Aunque debe admitirse que el Nuevo Testamento no presenta un gobierno de iglesia universal debido a que el desarrollo cambia con el tiempo y el lugar, está claro que durante el tiempo en que fueron escritas las epístolas pastorales solo existían dos oficios de iglesia.

Segundo, la iglesia debe ser dirigida por una pluralidad de ancianos/obispos. En cada caso en que el término «ancianos» es utilizado en el Nuevo Testamento está en plural (excepto en 1 Timoteo 5:19). Esto sugiere fuertemente que la iglesia del Nuevo Testamento era gobernada por un grupo de líderes calificados y no por un individuo. La iglesia local no debe ser estructurada de tal manera que un solo líder tenga toda la autoridad dentro de la iglesia. El modelo de la Escritura es que un grupo de líderes calificados son necesarios para proveer rendición de cuentas, equilibrio y compartir las responsabilidades.

Finalmente, los ancianos/obispos deben ser vistos como iguales a nivel de estatus. Si nuestra interpretación de 1 Timoteo 5:17 es correcta, entonces este texto no enseña dos tipos diferentes de ancianos (conocidos en algunos círculos como ancianos de enseñanza y ancianos que gobiernan). En cambio, lo que se ve es un diferencia entre aquellos que no tienen tanto tiempo como otros y por tanto sólo algunos estaban «trabajando duro» en la predicación y la enseñanza o entre aquellos que no tienen mucho talento, y por ende predicaban y enseñaban poco porque otros eran más dotados en esa área. La diferencia en 1 Timoteo 5:17 es funcional y no formal.