Clases esenciales: Explicando el Cristianismo

Explicando el Cristianismo – Clase 3: La Resurrección de Jesús de Entre Los Muertos

Por CHBC

Capitol Hill Baptist Church (CHBC) es una iglesia bautista en Washington, D.C., Estados Unidos
Artículo
27.04.2017

  Descargar Manuscrito en formato Word
  Descargar Folleto del Alumno en formato Word

 

Clase esencial
Explicando el Cristianismo
Clase 3: La resurrección de Jesús de entre los muertos


Introducción

Esta clase es para creyentes y no creyentes…

¿Cuál es la fiesta más importante asociada tradicionalmente con el Cristianismo?

Posiblemente las respuestas sean Navidad y Pascua, aunque por supuesto, ninguna de ellas está en la Biblia, cada una se refiere a un evento importante. La Navidad celebra el nacimiento de Jesucristo, mientras que la Pascua celebra la resurrección de Jesús. Ambos eventos son importantes, pero…

Creo que es justo decir que si Jesús no hubiera resucitado de entre los muertos tres días después de su crucifixión, el hecho de su nacimiento habría pasado pronto al olvido. Este hecho, que Jesús resucitó de los muertos, es la afirmación fundamental del Cristianismo. Como dijo el apóstol Pablo en su primera carta a 1 Corintios 15:17-18, «y si Cristo no resucitó, vuestra fe es vana; aún estáis en vuestros pecados. Entonces también los que durmieron en Cristo perecieron. Si en esta vida solamente esperamos en Cristo, somos los más dignos de conmiseración de todos los hombres».

El fallecido Sir Norman Anderson, un erudito cristiano contemporáneo y profesor de Derecho Oriental en la Universidad de Londres, lo dijo de esta manera: «O bien la resurrección es infinitamente más que una bella historia, o bien es infinitamente menos. Si es cierto, entonces es el hecho supremo de la historia, y no ajustar nuestra vida a sus implicaciones, significa una pérdida irreparable. Si no es verdad, si Cristo no ha resucitado, entonces el Cristianismo es solo un fraude impuesto en el mundo por consumados mentirosos – o en un mejor sentido, por incautos fácilmente engañados».

Esta semana queremos considerar la increíble afirmación de que Jesucristo fue crucificado no sólo en nombre de los pecadores, como vimos la semana pasada, sino que tres días más tarde resucitó de entre los muertos. Veremos el relato de la resurrección en el Evangelio de Marcos, así como otros pasajes en la Biblia para ayudarnos a comprender el significado y las implicaciones de la resurrección.

Repaso

¿Qué estamos usando como fuente original y por qué? El Evangelio de Marcos. ¿Por qué Marcos? Fue el primer Evangelio en ser escrito. Breve y conciso. Evangelio de acción.

¿Qué significa Evangelio? Buenas noticias, especialmente las «buenas noticias acerca de Jesucristo, el Hijo de Dios» – Marcos 1:1. Para repasar, el Cristianismo, como su nombre indica, tiene a Jesucristo como base. Por tanto, cualquier estudio reflexivo y profundo del Cristianismo debe comenzar con la persona de Jesucristo.

¿Quién puede resumir lo que aprendimos sobre la autoridad de Jesús? Jesús era el Hijo de Dios, el rey divino del mundo, que tiene autoridad única:

Sobre la gente (Llama a Simón y a Andrés (1:16-20))

Como maestro (Enseñaba como quien tiene autoridad, no como maestros de la Ley (1:22))

Sobre los espíritus malignos (Los espíritus malignos reconocen a Cristo como el Santo de Dios, capaz de echarlos fuera, como ocurrió en la sinagoga de Capernaum (1:26))

Para perdonar el pecado (2:1-12)

Sobre la enfermedad (¡Sana al paralítico por su palabra! (2:11))

Sobre la naturaleza (Calma la tormenta en el Mar de Galilea, una vez más por su palabra. (4:35-41))

Sobre la muerte (Levanta a la hija de Jairo (5:21-43))

P: ¿Cómo definirías el pecado?

Una actitud de rebelión contra Dios en pensamiento, palabra o acción. Se trata de una falta de conformidad con y una transgresión de la ley moral de Dios. No hacemos las cosas que deberíamos hacer y hacemos las cosas que no debemos hacer.

Ilustración del libro

P: ¿Alguien podría explicarme el significado espiritual de la crucifixión – la sustitución y la reconciliación?

Recuerda, en la cruz Dios, que es perfectamente amoroso y perfectamente justo, castigó el pecado. Su muerte sirvió también para reconciliarnos con Dios por ser nuestro rescate. Al morir en la cruz, él pagó la pena por los pecados de los creyentes, en todas las épocas, para liberarlos del justo juicio de Dios.

La resurrección

Hoy terminamos nuestro estudio de los tres hechos que cualquier persona debe creer para ser cristiano:

Jesús es el Hijo de Dios

Él murió en la cruz como nuestro sustituto, nos rescató de nuestra esclavitud del pecado, y

Resucitó físicamente de entre los muertos.

La resurrección predicha por Jesús

Vamos a empezar donde terminamos en la última clase.

A simple vista, la crucifixión parece ser un giro equivocado en el plan de Dios; sin embargo, la Escritura enseña claramente que Jesús mismo enseñó que estos eventos deben llegar a pasar.

El amor de Dios para nosotros es tan impresionante y sorprendente, que él asesinó a su perfecto y santo hijo, con el fin de redimirnos de nuestro deliberado y rebelde pecado.

Pero el plan de Dios no se detuvo con la muerte de Jesús. Comencemos notando, que además de predecir su propia muerte, Jesús también profetizó su resurrección venidera. Cristo hace mención de su muerte y resurrección venideras en cuatro ocasiones diferentes.

LEE Marcos 8:31: Inmediatamente después de la confesión de Pedro de Jesucristo como el Mesías: «Y comenzó a enseñarles que le era necesario al Hijo del Hombre padecer mucho, y ser desechado por los ancianos, por los principales sacerdotes y por los escribas, y ser muerto, y resucitar después de tres días»,

LEE Marcos 9:9: Después de la Transfiguración (Elías y Moisés): «Y descendiendo ellos del monte, les mandó que a nadie dijesen lo que habían visto, sino cuando el Hijo del Hombre hubiese resucitado de los muertos».

LEE Marcos 9:31: «Porque enseñaba a sus discípulos, y les decía: El Hijo del Hombre será entregado en manos de hombres, y le matarán; pero después de muerto, resucitará al tercer día».

LEE Marcos 10:32-34: «32 Iban por el camino subiendo a Jerusalén; y Jesús iba delante, y ellos se asombraron, y le seguían con miedo. Entonces volviendo a tomar a los doce aparte, les comenzó a decir las cosas que le habían de acontecer: 33 He aquí subimos a Jerusalén, y el Hijo del Hombre será entregado a los principales sacerdotes y a los escribas, y le condenarán a muerte, y le entregarán a los gentiles; 34 y le escarnecerán, le azotarán, y escupirán en él, y le matarán; mas al tercer día resucitará».

Cristo entendía claramente que él no sólo iba a morir de forma humillante, sino que tres días después resucitaría y ascendería al cielo. La resurrección no era el plan B de Dios, después de que todo saliera terriblemente mal en el Calvario. Más bien, ¡la muerte y la resurrección de Cristo fueron el propósito de Dios todo el tiempo!

El acontecimiento de la resurrección

Primero, leeremos el propio acontecimiento de la resurrección y luego leeremos las evidencias y reacciones a la resurrección

LEE Marcos 16:1-8 – El acontecimiento de la resurrección

Evidencia de la resurrección

Aunque Marcos contiene un breve relato de testigos de la resurrección, podemos recurrir a otro Evangelio, el libro de Juan, los capítulos 20-21 (adelántate y ve allí), para ver un relato más largo.

Vamos a hojear estos capítulos y a señalar unos cuantos testigos presenciales de su resurrección:

LEE Juan 20:10-18 

«10 Y volvieron los discípulos a los suyos. 11 Pero María estaba fuera llorando junto al sepulcro; y mientras lloraba, se inclinó para mirar dentro del sepulcro; 12y vio a dos ángeles con vestiduras blancas, que estaban sentados el uno a la cabecera, y el otro a los pies, donde el cuerpo de Jesús había sido puesto. 13 Y le dijeron: Mujer, ¿por qué lloras? Les dijo: Porque se han llevado a mi Señor, y no sé dónde le han puesto. 14 Cuando había dicho esto, se volvió, y vio a Jesús que estaba allí; mas no sabía que era Jesús. 15 Jesús le dijo: Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas? Ella, pensando que era el hortelano, le dijo: Señor, si tú lo has llevado, dime dónde lo has puesto, y yo lo llevaré. 16 Jesús le dijo: ¡María! Volviéndose ella, le dijo: ¡Raboni! (que quiere decir, Maestro). 17 Jesús le dijo: No me toques, porque aún no he subido a mi Padre; mas ve a mis hermanos, y diles: Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios. 18 Fue entonces María Magdalena para dar a los discípulos las nuevas de que había visto al Señor, y que él le había dicho estas cosas».

LEE Juan 20:19-20

«19 Cuando llegó la noche de aquel mismo día, el primero de la semana, estando las puertas cerradas en el lugar donde los discípulos estaban reunidos por miedo de los judíos, vino Jesús, y puesto en medio, les dijo: Paz a vosotros. 20 Y cuando les hubo dicho esto, les mostró las manos y el costado. Y los discípulos se regocijaron viendo al Señor».

LEE Juan 20:24-29

«24 Pero Tomás, uno de los doce, llamado Dídimo, no estaba con ellos cuando Jesús vino. 25 Le dijeron, pues, los otros discípulos: Al Señor hemos visto. El les dijo: Si no viere en sus manos la señal de los clavos, y metiere mi dedo en el lugar de los clavos, y metiere mi mano en su costado, no creeré. 26 Ocho días después, estaban otra vez sus discípulos dentro, y con ellos Tomás. Llegó Jesús, estando las puertas cerradas, y se puso en medio y les dijo: Paz a vosotros. 27 Luego dijo a Tomás: Pon aquí tu dedo, y mira mis manos; y acerca tu mano, y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente. 28 Entonces Tomás respondió y le dijo: ¡Señor mío, y Dios mío! 29 Jesús le dijo: Porque me has visto, Tomás, creíste; bienaventurados los que no vieron, y creyeron».

LEE Juan 21:1-7

«1Después de esto, Jesús se manifestó otra vez a sus discípulos junto al mar de Tiberias; y se manifestó de esta manera: Estaban juntos Simón Pedro, Tomás llamado el Dídimo, Natanael el de Caná de Galilea, los hijos de Zebedeo, y otros dos de sus discípulos. Simón Pedro les dijo: Voy a pescar. Ellos le dijeron: Vamos nosotros también contigo. Fueron, y entraron en una barca; y aquella noche no pescaron nada. Cuando ya iba amaneciendo, se presentó Jesús en la playa; mas los discípulos no sabían que era Jesús. Y les dijo: Hijitos, ¿tenéis algo de comer? Le respondieron: No. El les dijo: Echad la red a la derecha de la barca, y hallaréis. Entonces la echaron, y ya no la podían sacar, por la gran cantidad de peces. Entonces aquel discípulo a quien Jesús amaba dijo a Pedro: ¡Es el Señor! Simón Pedro, cuando oyó que era el Señor, se ciñó la ropa (porque se había despojado de ella), y se echó al mar».

Hay por lo menos 10 referencias en los Evangelios donde Jesús aparece después de la resurrección. Además en Hechos 1:3 dice «a quienes también, después de haber padecido, se presentó vivo con muchas pruebas indubitables, apareciéndoseles durante cuarenta días y hablándoles acerca del reino de Dios».

Para más exploración de la validez de la resurrección, he proporcionado algunas referencias al final del folleto.

Importancia y significado de la resurrección

Antes de que consideremos las implicaciones para nuestras vidas, estudiemos primero el valor o la importancia de la resurrección.

Aunque normalmente nos quedamos en el libro de Marcos y los Evangelios, pasaremos algún tiempo practicando ahora cómo interpretar las Escrituras con las Escrituras y veremos lo que Dios nos ha dicho sobre la resurrección en Romanos y Hechos, otros dos libros de la Biblia. Mientras leemos los siguientes pasajes, pensemos en lo que dice la Escritura sobre la resurrección. Haré una pausa después de cada uno, y pediré sus opiniones sobre lo que cada pasaje revela acerca de la importancia de la resurrección.

LEE Romanos 1:1-4- «Pablo, siervo de Jesucristo, llamado a ser apóstol, apartado para el evangelio de Dios, que él había prometido antes por sus profetas en las santas Escrituras, acerca de su Hijo, nuestro Señor Jesucristo, que era del linaje de David según la carne, que fue declarado Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de santidad, por la resurrección de entre los muertos».

P: ¿Qué vemos que las Escrituras enseñan sobre la importancia de la resurrección?

Cristo ha demostrado ser divino, ser el Hijo de Dios

LEE Romanos 4:25 – «el cual fue entregado por nuestras transgresiones, y resucitado para nuestra justificación».

P: ¿Qué vemos que las Escrituras enseñan sobre la importancia de la resurrección?

Permite la justificación del creyente

No se necesita más la expiación

El pecado es tratado completamente

La ira de Dios ha sido satisfecha en su plenitud

LEE Romanos 6:4-14, 23 – «4 Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva. 5 Porque si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de su resurrección; 6 sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado. 7 Porque el que ha muerto, ha sido justificado del pecado. 8 Y si morimos con Cristo, creemos que también viviremos con él; 9 sabiendo que Cristo, habiendo resucitado de los muertos, ya no muere; la muerte no se enseñorea más de él. 10 Porque en cuanto murió, al pecado murió una vez por todas; mas en cuanto vive, para Dios vive. 11 Así también vosotros consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro. 12 No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo que lo obedezcáis en sus concupiscencias; 13 ni tampoco presentéis vuestros miembros al pecado como instrumentos de iniquidad, sino presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y vuestros miembros a Dios como instrumentos de justicia. 14 Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia». Y 23 «porque la paga del pecado es muerte, pero la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro».

P: ¿Qué vemos que las Escrituras nos enseñan sobre la importancia de la resurrección?

Cristo resucitó para la gloria de Dios

Los creyentes están unidos a Cristo

Los creyentes han sido (unión con Cristo) y serán (vida eterna) resucitados a una nueva vida – Jesús es las primicias de la resurrección (1 Co. 15:23)

La victoria sobre el pecado

La victoria sobre la muerte

El sacrificio perfecto, hecho solamente una vez – ningún otro sacrificio es necesario, no hay más culpabilidad

La resurrección es eterna

Ahora pasemos al libro de Hechos, capítulo 10. La enseñanza de Pedro a un grupo de no cristianos. Este es el mismo Pedro que confesó a Cristo justo antes de la primera predicción de Jesús sobre su muerte y resurrección. Pedro le ha estado hablando a Cornelio, un centurión del ejército romano, a sus familiares y amigos cercanos. Pedro les relata las cosas que Jesús le mandó que enseñara.

LEE Hechos 10:39-43 – «39 Y nosotros somos testigos de todas las cosas que Jesús hizo en la tierra de Judea y en Jerusalén; a quien mataron colgándole en un madero. 40 A éste levantó Dios al tercer día, e hizo que se manifestase; 41 no a todo el pueblo, sino a los testigos que Dios había ordenado de antemano, a nosotros que comimos y bebimos con él después que resucitó de los muertos. 42 Y nos mandó que predicásemos al pueblo, y testificásemos que él es el que Dios ha puesto por Juez de vivos y muertos. 43 De éste dan testimonio todos los profetas, que todos los que en él creyeren, recibirán perdón de pecados por su nombre».

P: ¿Qué vemos que las Escrituras nos enseñan sobre la importancia de la resurrección?

Hay un juez de los vivos y los muertos

Todo aquel que cree en él recibe el perdón de pecados por su nombre

Implicaciones de la resurrección en nuestras vidas [Nota para el profesor: Céntrate en Hechos 10 y Marcos]

Todas las personas serán resucitadas

*Hechos 10:42 se refiere a «los vivos y los muertos». La Biblia anuncia un día cuando todas las personas, vivas y muertas, de todas las edades, serán resucitadas. Y estas no son necesariamente buenas noticias.

*Hechos 24:14-15: Pablo está en juicio ante el gobernador romano Félix y dice, «creyendo todas las cosas que en la ley y en los profetas están escritas; teniendo esperanza en Dios, la cual ellos también abrigan, de que ha de haber resurrección de los muertos, así de justos como de injustos».

*Juan 5:28-29 dice: «No os maravilléis de esto; [refiriéndose al juicio final], porque vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz; y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; más los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación».

Todas las personas serán juzgadas por Jesús

* Marcos 8:38 dice: «Porque el que se avergonzare de mí y de mis palabras en esta generación adúltera y pecadora, el Hijo del Hombre se avergonzará también de él, cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles».

* Marcos 16:19 «Y el Señor, después que les habló, fue recibido arriba en el cielo, y se sentó a la diestra de Dios».

* En hechos 10:42 vemos que Jesús ha sido designado por Dios para actuar como juez de los vivos y los muertos. No somos simplemente agentes libres en esta tierra. Algún día daremos cuenta a Dios por nuestras vidas.

Romanos 2:6 afirma, «el cual pagará a cada uno conforme a sus obras». En este día y época, podemos estar tan enfocados en el aquí y el ahora. Evitamos hablar sobre la muerte y la ponemos tan lejos de nuestras vidas como sea posible. Pero la resurrección de Jesucristo nos desafía a considerar nuestra propia muerte, porque la muerte no es el final. Todos serán juzgados por Jesús.

Romanos 2:16 dice, «en el día en que Dios juzgará por Jesucristo los secretos de los hombres, conforme a mi evangelio».

2 Timoteo 4:1 dice, «delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos…»

Todas las personas serán divididas en dos grupos

*Marcos 8:38 dice, «Porque el que se avergonzare de mí y de mis palabras en esta generación adúltera y pecadora, el Hijo del Hombre se avergonzará también de él, cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles».

*Marcos 16:16 – «El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado».

*Hechos 10:43 – «Todos los que en él creyeren» implica que hay algunos que creen y otros que no creen. Una vez juzgados por Jesús, la gente se dividirá en dos grupos: (1) los que creen en Jesús ahora y son perdonados en el juicio y (2) quienes rechazan a Jesús ahora y serán rechazados por Jesús en el juicio. 

La división es para siempre

En la Biblia no hay ningún concepto de segundas oportunidades después de la muerte. Hebreos 9:27 dice, «Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio».

*Marcos 10:17, 29-30 – El joven rico le pregunta «Maestro bueno, ¿qué hare para heredar la vida eterna?… Respondió Jesús y dijo: De cierto os digo que no hay ninguno que haya dejado casa, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por causa de mí y del evangelio, que no reciba cien veces más ahora en este tiempo; casas, hermanos, hermanas, madres, hijos, y tierras, con persecuciones; y en el siglo venidero la vida eterna».

*Mateo 25:31-42 – «y serán reunidas delante de él todas las naciones; y apartará los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos… Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles… Entonces desaparecerán a castigo eterno, pero los justos a la vida eterna».

La vida que tenemos ahora es nuestra única y sola oportunidad de creer en Jesús. Comprende que tu actitud hacia Jesús en esta vida será la misma actitud de Jesús hacia ti en la venidera. Si lo aceptas ahora, él te aceptará luego. Si lo rechazas ahora, él te rechazará luego.

Conclusión

Claramente, la resurrección tiene una importancia tremenda porque asegura; (1) seremos resucitados, (2) luego seremos juzgados por Jesús, (3) seremos separados con los injustos, o con los justos y (4) que la división es eterna.

Cuando Cristo resucitó de los muertos, Dios el Padre estaba, en efecto, diciendo que aceptó la obra de Cristo sufriendo y muriendo por nuestros pecados, que su obra estaba completa, y que Cristo no tenía necesidad de permanecer muerto. Ya no había más pena que pagar por el pecado, no más ira de Dios que cargar, no más culpa o responsabilidad que castigar – todo había sido completamente pagado, y no quedaba ninguna culpa sin pagar.

Así que, en la resurrección, Cristo es victorioso sobre el pecado. Él conquistó el pecado y la muerte en la cruz para que nosotros, los que nos arrepentimos de nuestro pecado y ponemos nuestra confianza en él, seamos perdonados y recibamos vida eterna.

Ese es el último pilar de la fe cristiana: (1) Jesús es el Hijo de Dios, (2) Jesús se entregó como sustituto por nuestros pecados al morir en la cruz, y (3) Jesús resucitó de entre los muertos para declarar la victoria sobre el pecado y ser el juez del mundo.

¿Alguna pregunta?

Romanos 6:6-10 – «sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado. Porque el que ha muerto, ha sido justificado del pecado. Y si morimos con Cristo, creemos que también viviremos con él; sabiendo que Cristo, habiendo resucitado de los muertos, ya no muere; la muerte no se enseñorea más de él. Porque en cuanto murió, al pecado murió una vez por todas; mas en cuanto vive, para Dios vive».