Clases esenciales: El Noviazgo

El Noviazgo – Clase 7: Cosas que están mal en nuestra cultura de noviazgo

Por CHBC

Capitol Hill Baptist Church (CHBC) es una iglesia bautista en Washington, D.C., Estados Unidos
Artículo
05.10.2019

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Clase esencial
El Noviazgo
Clase 7: Cosas que están mal en nuestra cultura de noviazgo


Introducción

¿Alguna vez han jugado el juego del teléfono? Te sientas en un círculo de amigos, susurras algún mensaje en el oído de la persona que está a tu lado, y luego esperas hasta que pase haya sido transmitida la vida de la persona hasta el final donde la última persona repite el mensaje. ¿Qué sucede? Usualmente, y frecuentemente de manera divertida, el mensaje ha cambiado.

Cada vez que algo es enseñado o principios son distribuidos, corremos el riesgo de jugar al teléfono con ese mensaje. Venimos de diferentes orígenes y temporadas de vida lo cual significa que las cosas pueden ser escuchadas de manera diferente ya sea deliberada o sin intención. Por lo cual en nuestra última clase juntos, me gustaría que veamos el tema: Cosas que están mal en nuestra cultura de noviazgo. Muchos de los temas que observaremos no son únicos para la cultura de nuestra iglesia, y frecuentemente no afectan a las personas que tienen un noviazgo en esta iglesia. Sin embargo, con el paso de los años, hemos encontrado que estas seis categorías aparecen de vez en cuando.

En cada una de las nueve categorías, comenzaremos intentando comprender qué está sucediendo y cómo podemos hacer correcciones en el curso del proceso.

Cosas que están mal antes de empezar un noviazgo

  1. El territorialismo: Declaras tu interés por alguien para evitar que otros se interpongan en tu camino. Le dices a tus amigos que cierta persona ha llamado tu atención. Y haces esto para ser el primero que tenga «el derecho» a salir con esa persona. Al manifestar tu interés, haces que sea socialmente incómodo para otros que inviten a salir a esa persona. No obstante, debido a tu nerviosismo o falta de tiempo, no has pasado el tiempo que se necesita para conocer a la persona, o lo que es más importante, para invitarla a una cita. Eres lento al actuar, e impides que otra persona lo intente por no querer lastimar tus sentimientos. Nuestro consejo para ti es: deja de vacilar o haz algo. O haces algo al respecto, o retírate para que alguien más pueda intentarlo.
  2. La parálisis: Dudar en iniciar por temor a la naturaleza de alto riesgo del noviazgo. En esta situación, el chico teme dar el primer paso e invitar a la chica a salir. Puede ser simplemente que está siendo pasivo y necesita ser valiente. O, puede ser que le preocupe que cualquier señal de mostrar interés pueda ser interpretada de manera diferente (que la primera cita tiene que terminar en una propuesta de matrimonio). Hemos hablado sobre esto durante nuestro tiempo juntos, pero tanto para los hombres como para las mujeres solteras de esta congregación que están considerando el noviazgo, recuerden que por esto es que salimos, para determinar de manera cuidadosa y en oración si es la persona con la que Dios quisiera que nos casáramos. Por tanto, en vez de permitir que el temor te paralice antes de iniciar o darle la oportunidad a una relación, oremos por ello, hagamos todo lo posible por conocer a la persona, busquemos un consejo sabio, ¡y luego hagamos intentémoslo!
  1. El acoso: Pensar que necesitas conocer todo acerca de la persona antes de salir con ella. Ahora bien, tomarnos el tiempo de observar a alguien antes de salir es algo importante que podemos hacer. Sin embargo, se siente raro cuando un extraño se te acerca y dice: «sabes, he estado observándote y he llegado a la conclusión de que serías una buena esposa». Ese acercamiento probablemente no te ayudará a encontrar una esposa; sino que hará que te arresten. Entonces, ¿cuáles son las cosas que puedes hacer para evitar una cita mala? 
  1. Sal en grupos – es una manera natural y buena de conocerse el uno al otro sin enfocarse de manera individual, además así aprendes a ver la forma en que interactúa y cuida de los demás que están a su alrededor. 
  2. Sé un amigo – relaciónate con esa persona como lo harías con otros amigos. Recuerda que es tu hermano o hermana en Cristo, y es bueno para nosotros tratarle como tal. Debería ser algo normal para nosotros tener buenas amistades entre hombres y mujeres donde nos cuidemos unos a otros como hermanos y hermanas fuera de un contexto romántico. 
  3. Habla con otros que le conozcan bien.
  1. La estrechez: Estar demasiado enfocados en salir con alguien puede hacernos perder de vista a alguien que tenemos frente a nosotros. Ya sea que estemos esperando salir con alguien en particular, o que tengamos la esperanza de volver con alguien con el que ya hayamos salido antes, hay ocasiones en las que no podemos olvidarnos de esa persona, y entonces nos cerramos a otras posibilidades. Tienes tu lista y estás esperando por la persona que se acomode a tus exigencias, y si otra persona piadosa viene y no encaja, la rechazas. En ese caso, lamentablemente, a menudo escucho personas quejarse de que nadie les invita a salir cuando lo que deberían de decir es: «mi persona ideal nunca me pide que salga con ella». Ahora, esto no quiere decir que no podemos sentirnos atraídos hacia alguien en específico; tampoco quiere decir que no podemos salir con alguien con quien previamente rompimos, simplemente es un recordatorio para no olvidar que debemos ser Quién sabe, tu futura pareja puede estar frente a ti. 
  1. El coqueteo. Recuerdo que hace varios años, me encontraba conversando con un chico soltero que había estado hablando y escribiéndose prolongadamente con una jovencita de nuestra congregación. Había pasado mucho tiempo conociéndola y haciéndole preguntas profundas para que ella se mostrara vulnerable y se abriera. Y todavía no estaba seguro de querer salir con ella. Qué idiota. Le hace abrir su corazón, la deja expuesta, y aún tenía dudas sobre querer tener algo con ella. Lamentablemente, ella se abrió demasiado porque realmente estaba interesada en él. Seguían siendo amigos sin hacer ningún tipo de compromisos. Chicos: Tómense el tiempo de conocer a alguien que les interese, pero tengan cuidado con la manera en que le piden a una chica que se muestre vulnerable. Es muy probable que demasiada vulnerabilidad en una relación los lleve a un divorcio emocional cuando las cosas no funcionan. Después de un tiempo de conocer a la chica, sean lo suficientemente valientes para comprometerse con la relación (y comunicar sus intenciones), o pasar la página. No experimenten con la chica, para luego dejarla. 
  1. La colección. Ustedes (mujeres) no se aprovechen del hecho de que un hombre esté interesado. Si eres una mujer atractiva que ha sido invitada a salir por varios hombres, y en lugar de escoger a un solo, decides «probarlos» a todos, estás actuando mal. Prefieres no comprometerte porque constantemente estás esperando que aparezco el chico «correcto». Te gusta mantener una variada «colección» porque deseas tener varias opciones. Una chica comentó esto una vez, luego de haber salido con un hombre diferente cada noche: «Después de todo, una chica tiene que comer, ¿cierto?». Mujeres, no hagan esto. Cuando te aprovechas del interés de un hombre, lo estás estafando (1 Ts. 4:6). Desde un comienzo, debes entrenar tu corazón para que aprenda a comprometerse con un solo hombre. Es una buena preparación para el matrimonio. Conservar todas tus opciones abiertas demuestra que no le confías a Dios tus relaciones (Pr. 3:5-6), y que eres más egoísta de lo que te gustaría admitir. 

Cosas que están mal durante un noviazgo 

  1. El legalismo: Ver el noviazgo como una ecuación. Este seminario acerca del noviazgo es uno de los seminarios más importantes que tenemos en nuestros seminarios básicos. Disfrutamos enseñarlo y agradecemos a Dios por las discusiones productivas que hemos tenido, tanto en la clase como fuera de ella. Pero hay veces, en que puede sentirse como que caminamos en una cuerda sobre un peligroso abismo. Por un lado, es un atropello a los buenos principios bíblicos que pueden ayudarnos a tener un buen noviazgo; por el otro, existe la tendencia de convertir en ley estos principios, iguales a la Palabra de Dios. Es una cuerda apretada que vale la pena caminar, pero necesitamos hacerlo cuidadosamente. 

Algo que mencioné varias veces es que algunas cosas sobre las que hablamos son asuntos que tienen que ver con la prudencia, no son mandatos explícitos de la Escritura. Como resultado, algunas cosas en el seminario son ordenadas desde las Escrituras y deben ser seguidas por cada cristiano (por ejemplo, abstenerse de relaciones sexuales antes del matrimonio, casarse con un cristiano) otras son principios[1] (duración del noviazgo, agarrarse las manos, etc.) donde cada uno de nosotros debe estar convencido en nuestra propia mente de lo que Dios desea que hagamos.

  • En estas áreas de libertad cristiana, debemos luchar por ser misericordiosos porque las relaciones se verán diferentes, y eso está
  • Debemos ser amorosos al no imponer un estándar no bíblico en otros como si fueran leyes, aún cuando encontremos que son útiles.
  • Por otro lado, necesitamos evitar el otro extremo de cerrar nuestros oídos al consejo de otros porque es un área de libertad cristiana. Proverbios 12 nos recuerda: «El camino del necio es derecho en su opinión; mas el que obedece al consejo es sabio»[2]. No seas necio por la libertad que tienes.
  • Finalmente, no debemos salir pensando que si aplicamos correctamente cada principio que hemos escuchado en este seminario, terminaremos con el matrimonio perfecto. Dios utiliza dichos principios, pero necesitamos confiar en él, no en nuestros métodos[3].
  1. El egoísmo: Desear demasiado casarnos puede hacer que solo nos preocupemos e interesemos en nosotros mismos. ¿Cómo sabemos si estamos siendo egoístas? Considera tres preguntas que pueden servirnos para identificar si somos egoístas: 

a. ¿Estás pensando solo en aquello que quieres en vez de lo que es mejor para la otra persona?

Filipenses 2:3-4: «Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo; no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros».

b. ¿Estás actuando como si estuvieras casado cuando no lo estás? En otras palabras, ¿estás expresando intimidad con palabras, acciones o afecto físico antes del compromiso?

Cantares 2:7b: «Que no despertéis ni hagáis velar al amor, hasta que quiera».

c. ¿Estás ignorando el consejo de otros para obtener lo que deseas? 

Proverbios 18:1: «El egoísta busca su propio bien; contra todo sano juicio se rebela».

  1. Las «evange-citas»: Salir con un no cristiano con la esperanza de que se convierta en cristiano durante el noviazgo. Esto puede ser tentador por varias razones: pasas mucho tiempo con no creyentes en el trabajo, la universidad, o tu vecindario; obtienes mayor atención de ellos que de otros cristianos; te convertiste en cristiano mientras estabas en el noviazgo y es difícil romper. Independientemente del porqué, es un buen deseo ver a alguien confiar en Cristo, pero mezclar una relación de noviazgo con el evangelismo puede ser confuso y ciega la decisión de la persona que está considerando las afirmaciones del cristianismo. La Biblia es clara en que es pecado[4] estar unido en yugo desigual de esta manera en el matrimonio, no tiene sentido entrar en una relación íntima cuando no compartes o estás de acuerdo con lo que es más importante.

*Extra: ¿Cómo terminar para la gloria de Dios?[5].

Recuerda que vivimos en un mundo caído. No existe tal cosa como un noviazgo sin riesgos. Proverbios 13:12 nos recuerda: «La esperanza frustrada aflige al corazón; el deseo cumplido es un árbol de vida». Cuando hay un rompimiento, frecuentemente hay aunque sea uno que aún piensa que funcionará y tiene esperanza en ello. Aunque deseamos que no sea de esa manera, necesitamos tener expectativas realistas y poner nuestra esperanza no en la persona con quien salimos, sino en Dios que nunca falla.

Algunas especificaciones… 

  1. Que tu «sí» sea «sí» y tu «no» sea «no»[6]. No andes dando vueltas. Si sabes que necesitas romper, es mejor quitar la curita y seguir adelante. Eso no significa que debes ser cruel; somos llamados a hablar la verdad en amor (Efesios 4:15) y hablar solo esas palabras que edifiquen y convengan (Efesios 4:29).
  1. Hablen personalmente, no por correo electrónico, Twitter, Facebook o por teléfono. Es una manera sencilla de honrarse y darse espacio para preguntas o discusión.
  1. No hagan del rompimiento una conversación de una vía. Muchas veces, la persona que termina una relación ha tomado mucho tiempo para pensar, establecer sus conclusiones y luego presentarlas y abandonar. No hagas eso. Hay momentos en que será útil dejar espacio para una conversación de seguimiento, tomarse un tiempo, tener la oportunidad de escuchar y procesar las cosas un poco. Es posible que tengan preguntas o cosas que discutir más adelante.
  1. No uses el consejo de un consejero como una carta de triunfo. «He hablado con X persona acerca de esto, y él/ella piensa que debemos romper». Es tentador hacer esto en vez de hacernos responsables. En lo que se refiere a decidir con quién o con quien no nos casaremos, necesitamos buscar consejo y recordar es una decisión que cada persona debe tomar. Si estás de acuerdo con el consejo que recibes, hazlo parte de ti.

¿Podemos simplemente ser amigos? Es normal (y algunas veces necesario) que tu relación no se vea exactamente igual a como lo era antes de ser novios. Está bien alejarse o establecer algunos límites para proteger tu corazón, para darte algún tiempo. Por otro lado, tienes la responsabilidad de hacerle bien a esa persona como tu hermano o hermana en Cristo. Pablo dice en Colosenses 3:13: «De modo que se toleren unos a otros y se perdonen si alguno tiene queja contra otro. Así como el Señor los perdonó, perdonen también ustedes». Esto incluye a un antiguo novio o novia, especialmente si tu corazón fue roto.

Es posible permanecer en la misma iglesia con la persona que una vez saliste. Muchas personas asumen que deben irse por lo incómodo que es en un principio. Es más fácil correr y evitar que hacer el trabajo difícil de vivir «en paz» uno con el otro, y eventualmente (algunas veces años más tarde), ser amigos de nuevo. No está mal ir a otra iglesia, pero no queremos presumir que es lo único que puedes hacer después de un rompimiento.

Lucha contra la amargura (Heb. 12:15). Cuando nuestra esperanza en la relación es destruida, es tentador reproducer los detalles una y otra vez en nuestras mentes hasta que nos descomponemos. ¿Qué podemos hacer para luchar contra la amargura?

  • Asume lo mejor de los motivos de la otra persona. 1 Corintios 13:7 nos recuerda que el amor «todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta». Podemos mirar al corazón de alguien, juzgar sus motivos, y concluir que estaban siendo maliciosos. Imagina lo mejor en ellos.
  • Predícate la verdad a ti mismo[7]. Por ejemplo, cuando nos encontramos luchando con la tentación de sentir amargura, podemos dejar ir la amargura porque Dios es recto y justo, no necesitamos tomar venganza por nuestras propias manos. Pablo escribe en Romanos 12:19, 21: «No tomen venganza, hermanos míos, sino dejen el castigo en las manos de Dios, porque escrito está: «Mía es la venganza; yo pagaré», dice el Señor… No te dejes vencer por el mal; al contrario, vence el mal con el bien». Podemos perdonar recordando como Dios nos perdonó a nosotros en Cristo conforme vemos en Efesios 4: «Más bien, sean bondadosos y compasivos unos con otros, y perdónense mutuamente, así como Dios los perdonó a ustedes en Cristo[8]».
  • Espera en Dios. Salmo 27:13-14: «Pero de una cosa estoy seguro: he de ver la bondad del en esta tierra de los vivientes. Pon tu esperanza en el Señor; ten valor, cobra ánimo; ¡pon tu esperanza en el Señor!». Necesitamos recordar que así como nuestra identidad está en Cristo en la relación de noviazgo (no somos definidos por esta relación o por perseguirla). Por tanto, también, en el rompimiento…esta relación rota no te define. La mayoría de la iglesia no piensa tanto en ello como tú, así que cuando las personas te pregunten cómo está tu vida siente la libertad de compartir otras cosas que estén sucediendo, ya que hay muchas cosas de que hablar. Tal vez aún ser cuidadoso de solo hablar a un par de amigos acerca de los detalles de tu proceso o lucha, solo para proteger y edificar a la otra persona en tu conversación.

Recuerda la importancia de tener un buen noviazgo. Obviamente, esto es útil saberlo y hacerlo antes de finalizar una relación de noviazgo, pero cuando tenemos un buen noviazgo evitamos dolores y lamentos innecesarios. 

Recuerda que independientemente de lo dolorosa que pueda ser la ruptura, Dios está usando esta experiencia para santificarte. Pablo dice en Romanos 8:28: «Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados». Tu ruptura está incluida en esta frase «todas las cosas». Si eres cristiano, Dios usa esta experiencia para tu bien. Por difícil que sea, él te está haciendo más semejante a su Hijo. Quizá esto no sea lo que quieres ahora. Con el dolor y la tristeza de la relación perdida, lo que podrías querer más es a tu exnovio o exnovia. O tal vez deseas tragarte tu dolor y tristeza. Pero Dios quiere usar todo esto para refinarte, usando «diversas pruebas» (Stg. 1:2) para ayudarte a ser más como Cristo.

Conclusión

[1] Romanos 14:1: «Acepta a aquellos cuya fe es débil sin emitir juicio sobre asuntos cuestionables».

[2] Proverbios 12:15

[3] Prov. 3:5-6

[4] 1 Co. 7:39b: Ella «libre es para casarse con quien quiera, con tal que sea en el Señor». También, 2 Co. 6:14.

[5] 1 Co. 10:31: «Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios».

[6] Mateo 5:37: «Simplemente deja que tu ‘sí’ sea ‘sí’, y tu ‘no’ sea ‘no’, cualquier cosas más allá de esto viene del maligno».

[7] Algunos ejemplos de predicarte a ti mismo serían Salmos 42:5, 62:5

[8] Efesios 4:32