Discipulado
Cómo escojo y programo las Relaciones de Discipulado
Cada día trato de reunirme con alguien por una de las siguientes razones:
(1) para discipularlos (la mayoría de las reuniones).
(2) para ser discipulado.
(3) para evangelizar.
Esto sucede tanto antes del trabajo como durante la hora de almuerzo. Mi objetivo es tener una reunión por día. Si tengo algún tiempo libre, trato de llenarlo con alguien con quien no me he reunido por un tiempo o con alguien nuevo. Cuando me reúno con alguien nuevo, puede o puede que no me reúna con ellos regularmente avanzando, podría ser solo—y es muy probable que sea—una sola reunión. Si la reunión que no se repite es con un miembro de la iglesia, trataré de asegurarme de que el miembro se conecte y si no, le daré algunas sugerencias sobre cómo hacerlo.
Todas mis reuniones son libres y frecuentemente las cancelo o programo nuevamente debido a una prioridad mayor con la familia o a obligaciones de trabajo que llegan. Soy bendecido al tener un trabajo flexible y un jefe que me apoya en estos asuntos. Mi jefe sabe que me reúno con gente antes del trabajo y durante el almuerzo, y está de acuerdo con ello siempre que mi trabajo sea hecho y yo me encuentre accesible y sea receptivo. Asegúrate de que tu jefe te apoye.
Yo utilizo el calendario de Google de mi iPhone para programarme y siempre trato de programar mi próxima reunión con alguien al final de nuestra reunión en curso.
En este punto, me reúno con cada persona por lo menos una vez al mes y ocasionalmente de manera más frecuente. Hay algunas donde a propósito y según su iniciativa. Me reúno en lugares donde no tengo que comprar nada o sólo compro algo pequeño. La mayoría son lugares de comida o establecimientos tipo buffet. Puedes gastar mucho dinero en comida y no es necesario. Yo llevo mi propio café, y mi propio almuerzo. Me gustaría comprarles el almuerzo a los demás, pero dejaré eso a otros que pueden hacerlo.
Tengo diferentes propósitos en mi discipulado, y discipulo hombres que están en diferentes etapas de madurez. Algunos de los asuntos específicos que discuto con los hombres son la pornografía y la masturbación, la masculinidad, los desafíos familiares difíciles, y como aprender a leer un comprender mejor la Biblia. Algunos son cristianos muy nuevos mientras que otros son un poco maduros. Algunas veces leemos un libro; otras veces analizamos una lista de preguntas que ellos llevan. Algunas veces revisamos la enseñanza que escucharon el domingo o buscamos el pasaje. Estoy comenzando a priorizar las reuniones con hombres más maduros para que pueda haber un efecto lento con la esperanza de que esos hombres más maduros comiencen a discipular su propio grupo de hombres.
Trato de minimizar el trabajo de preparación que tengo que hacer. Por lo tanto, leo libros que he leído con los hombres, o uso pasajes de las Escrituras que he estudiado profundamente. A continuación una lista de algunos de los libros que uso frecuentemente: Knowing God (Conociendo a Dios), When People are Big and God is Small (Cuando las Personas son Grandes y Dios es Pequeño), The Masculine Mandate (El Mandato Masculino), A Call to Spiritual Reformation (Un Llamado a la Reforma Espiritual), God’s Big Picture (Panorama de Dios). Si hay algún libro nuevo que quiero leer, trato de leerlo con alguien.
Trato de tener un seguimiento de las personas con quienes me reúno, la frecuencia y el propósito de nuestras reuniones en un documento de Google. También llevo un seguimiento de aquellos con quienes solía reunirme o con otros miembros que estoy involucrado de una manera menos frecuente y generalmente por un propósito específico. Hago esto por 2 razones: (1) esto actúa como una gran lista de oración que uso durante mis tiempos de quietud en la mañana, y (2) me ayuda a darle seguimiento a lo que estoy haciendo para no perder el contacto con esas personas y así poder darme cuenta si estoy usando mi tiempo estratégicamente.
Por ejemplo, si observo mi lista y veo muchos que son como yo, de manera deliberada trato de acordar con quien me reúno. Algunas veces me congelo con algunos y otras no. Con unos me llevo muy bien; con otros el proceso es lento. Algunas veces nos mantenemos reuniéndonos porque sigue siendo de beneficio, aún cuando la comunicación es insuficiente; otras veces decidimos detenernos porque no es buena. Algunos están creciendo y otros están estancados. Si alguno permanece estancado por mucho tiempo dejo de reunirme con él y probablemente le sugiera a alguien diferente. No es bueno invertir el tiempo en alguien que no está interesado en crecer o recibir consejo de la Palabra.
Trato de mantener mis relaciones con libertad. Algunas veces soy el instrumento en las manos del Redentor que Dios pretende utilizar; otras veces no lo soy. No soy el Mesías, Jesús lo es, y quiero que Jesús sea lo más importante para la persona que discipulo, no yo o alguien más. Frecuentemente, estoy significa que tengo que dejar ir algunas personas. Esto puede ser difícil, pero tengo que mantenerme recordándome a mí mismo que se trata de su crecimiento espiritual y no de yo ser usado para su crecimiento espiritual.
No siempre tiene que ser una reunión personal. Hago muchas llamadas a algunos que no trabajan en la ciudad, y a veces las llamadas son más fáciles de programar y son útiles.
Ocasionalmente envío correos a las personas con quienes me reúno, ya sea con un una nota de motivación, una meditación de las Escrituras o un buen artículo que encuentro. Esto es muy común. A veces esos correos son personales a una sola persona y otras veces los envío a un grupo.
Mantengo una serie de documentos de Google con extractos de las Escrituras sobre varios temas. Estos se encuentran accesibles en mi iPhone y ando con ellos regularmente para asegurarme de que tengo la Biblia para lidiar con algunos asuntos y no sólo mis pensamientos. Tengo documentos con Escrituras sobre los siguientes temas: lujuria, ancianos, la integridad de las Escrituras, atracción del mismo sexo, etnicidad, y belleza (para mi esposa e hijas).
Traducido por Samantha Paz, República Dominicana.
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