Pastoreo

Cómo Animar a Tu Congregación como El Apóstol Pablo

Por Matthew Fletcher

Matthew Fletcher es el pastor principal de Webster Bible Church en Webster, Nueva York.
Artículo
19.11.2021

Esto podría sonar engañoso, lo sé. Pero sigue leyendo.

Como pastor fiel, oras por tu congregación. Al igual que yo. Específicamente, me gusta orar por una parte de nuestro directorio de miembros cada día.

Sin embargo, he descubierto que agregar una pequeña actividad a este tiempo de oración tiende a producir buen fruto rápido. ¿Cómo? Escribiendo una nota personal de ánimo a un miembro de la iglesia por el que haya orado ese día. Fui motivado a hacerlo por el ejemplo de los apóstoles en sus cartas del Nuevo Testamento. Estos hombres no solo oraban por el pueblo de Dios, sino que también lo animaban (Ef. 1:15–23; 3:14–20; Fil. 1:3–11; Col. 1:9–11; 1 Ts. 1:3–4; 2 Ts. 1:11–12; 2 Ti. 1:3; Fi. 1:4–7; 3 Jn. 2).

Algunos de los pastores más admirados en la historia hicieron lo mismo. Si bien algunas de sus cartas eran largas, muchas no lo eran. Charles Spurgeon reconoció: «Hoy en día no podemos escribir cartas, sino que debemos contentarnos con enviar meras notas». Confesó: «Estoy tan presionado que solo puedo dedicar un breve espacio a una persona, y solo una rígida economía de tiempo puede permitirlo». Sin embargo, las notas de Spurgeon brindaban alegría a sus destinatarios [1].

He comprobado que lo mismo ocurre con los miembros de mi congregación. Las notas escritas a mano son especialmente eficaces debido a su creciente rareza. Tienden a comunicar atención mucho mejor que los innumerables textos y correos electrónicos que inundan la bandeja de entrada de la gente todos los días.

¿Quieres, pues, animar a las personas que Dios te ha dado para pastorear? Entonces, ¡complementa tus oraciones con notas personales! Son herramientas que Dios nos da para hacer un impacto inmediato, positivo y notable en las personas.

Las cartas del Nuevo Testamento nos muestran cómo animar a los demás a través la escritura:

Diles que das gracias a Dios por ellos y su comunión en el evangelio.

Identifica uno o dos rasgos que evidencian la gracia de Dios en sus vidas.

Comparte una verdad o promesa bíblica que hable a su situación actual.

Muestra cómo ellos contribuyen a la salud y el crecimiento general de la iglesia.

Ian Hamilton afirma con justa razón:

Quienes animan tienen una visión y un corazón como el de Cristo. No son ciegos a los pecados y debilidades de los hermanos cristianos, pero reconocen que «el amor edifica» Quienes animan son a menudo el medio de nuestro gran Sumo Sacerdote para ministrar su divina simpatía a nuestras almas magulladas y laceradas[2].

«Por lo cual, animaos unos a otros, y edificaos unos a otros, así como lo hacéis» (1 Ts. 5:11). Al invertir cinco minutos al día durante cinco días a la semana, habrás animado personalmente mediante notas escritas a mano a más de 250 miembros de la iglesia cada año. Además, ese ministerio se multiplicará a medida que Dios utilice tu ejemplo para fomentar una cultura de aliento en toda tu iglesia.

Entonces, ¿Quién en tu congregación agradecería una nota de su pastor hoy?

Traducido por Nazareth Bello.

*****

NOTAS A PIE DE PÁGINA:

[1].«Las cartas de C.H. Spurgeon, recogidas y cotejadas por su hijo Charles Spurgeon» [en línea], http://www.romans45.org/spurgeon/misc/letters.htm.

[2].Ian Hamilton, The Faith Shaped Life [La vida moldeada por la fe] (Carlisle, PA: The Banner of Truth Trust, 2017), pp. 98-99.