«Dios (no) es inglés…»
Los cristianos compartimos lo más fundamental en común, independientemente de nuestros orígenes terrenales. De hecho, Efesios enseñó a nuestra iglesia que nuestro vínculo espiritual es mucho más fuerte que nuestros lazos terrenales. Escuché este mismo sentimiento cuando alguien me dijo recientemente: «Tengo más en común con mis hermanos y hermanas que sufren en las iglesias clandestinas de China o en las iglesias pobres del África subsahariana que con los inconversos de mi patria que votan, viven, visten y hablan como yo».