Clases esenciales: Explicando el Cristianismo

Explicando el Cristianismo – Clase 4: La Salvación por Gracia, No por Obras

Por CHBC

Capitol Hill Baptist Church (CHBC) es una iglesia bautista en Washington, D.C., Estados Unidos
Artículo
27.04.2017

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Clase esencial
Explicando el Cristianismo
Clase 4: La salvación por gracia, no por obras


Introducción

El propósito de la clase…

Quiero empezar haciendo una pregunta, y me gustaría que escribieran su respuesta. ¿Sabes con certeza que irías al cielo si mueres en este mismo momento? Entiendo que muchos, por no decir que todos, somos cristianos y vamos a responder «Sí» a esta pregunta. Sin embargo, otros de ustedes pueden responder «No» o «No estoy seguro». Piensa en esta pregunta durante el estudio de hoy.

Repaso

¿Qué estamos usando como fuente original y por qué? El Evangelio de Marcos. ¿Por que Marcos? Fue el primer Evangelio en ser escrito. Breve y conciso. Evangelio de acción.

¿Qué significa Evangelio? Buenas noticias, especialmente las «buenas noticias acerca de Jesucristo, el Hijo de Dios»– Marcos 1:1. Para repasar, el Cristianismo, como su nombre indica, tiene a Jesucristo como base. Por tanto, cualquier estudio reflexivo y profundo del Cristianismo debe comenzar con la persona de Jesucristo.

¿Quién puede resumir lo que aprendimos sobre la autoridad de Jesús? Jesús era el Hijo de Dios, el rey divino del mundo, que tiene autoridad única:

Como maestro (Enseñaba como quien tiene autoridad, no como los maestros de la Ley (1:22))

Sobre los espíritus malignos (Los espíritus malignos reconocen a Cristo como el Santo de Dios, capaz de echarlos fuera, como ocurrió en la sinagoga de Capernaum (1:26))

Para perdonar el pecado (2:1-12)

Sobre la enfermedad (¡Sana al paralítico por su palabra! (2:11))

Sobre la naturaleza (Calma la tormenta en el Mar de Galilea, una vez más por su palabra. (4:35-41))

Sobre la muerte (Levanta la hija de Jairo (5:21-43))

Sobre la gente (Llama a Simón y a Andrés (1:16-20))

P: ¿Cómo definirías el pecado? Una actitud de rebelión contra Dios en pensamiento, palabra o acción. Se trata de una falta de conformidad con y una transgresión de la ley moral de Dios. No hacemos las cosas que deberíamos hacer y hacemos las cosas que no debemos hacer.

P: ¿Alguien podría explicarme el significado de la crucifixión – la sustitución y la reconciliación? Recuerda, en la cruz Dios, que es perfectamente amoroso y perfectamente justo, castigó el pecado. Su muerte sirvió también para reconciliarnos con Dios por ser nuestro rescate. Al morir en la cruz, él pagó la pena por los pecados de los creyentes, en todas las épocas, para liberarlos del justo juicio de Dios.

P: ¿Cuál es la importancia de la resurrección? Jesús fue resucitado de entre los muertos para declarar la  victoria sobre el pecado de una vez por todas. La resurrección demostró que la muerte había sido derrotada, y que así, como Jesús fue levantado de la muerte a la vida, así también serán levantados todos aquellos que creen en él. Los creyentes en Jesús serán resucitados espiritualmente de las tinieblas a la luz, aquí en esta vida, así como también, tendrán garantía de la resurrección al cielo en la vida venidera. También hemos aprendido del pasaje en Hechos que Jesús es nuestro Señor y Juez. Algún día, todos seremos resucitados y juzgados por Cristo en el cielo. En aquel momento, aquellos que lo conocen ahora disfrutarán de eterna comunión con él; mientras que aquellos que lo rechazan ahora, serán condenados por su pecado y sufrirán la separación eterna de él.

Lo que queremos hacer en nuestras últimas tres semanas es comenzar un estudio de tres partes acerca de cómo podemos conocer a Dios ahora, cómo podemos estar seguros de que tenemos vida eterna en el cielo con Dios, nuestro creador.

Medios de la salvación

Supongamos que fueras a morir esta noche y tuvieras que dar cuenta de tu vida ante de Dios. ¿Sobre qué base, él te «salvaría» de su juicio justo, en el cual reflexionamos la semana pasada, y te permitiría entrar al cielo, a su reino eterno? ¿Cuál es tu defensa delante de Dios?

P: ¿Cuáles dirías que son algunas de las respuestas comunes a esta pregunta?

Una respuesta es que somos salvos por los méritos de nuestra propia justicia. A esto se le denomina comúnmente como salvación por obras.

La idea es que de alguna manera Dios va a honrar mis buenas obras y acciones, o por lo menos, va a reconocer y me dará crédito por todo lo malo que pude haber hecho, pero que no hice. Por ejemplo, podrías razonar: Yo no miento (bueno, al menos no sobre los asuntos más importantes). Podrías decir: Yo no robo (aunque sí reclame más de lo que gasté en las facturas de mi último viaje de trabajo). Podrías decir: Yo no me acuesto con mi novia o novio (aunque hacemos casi todo lo demás). Básicamente la idea aquí es, «Yo no soy tan malo como otras personas».

Nuestro pastor ha dicho antes que muchos, si son honestos, definen al pecado como hacer algo más allá de lo que están dispuestos a hacer.

Pero además de todo lo malo que he evitado, están todas las cosas buenas que hago. Hago donaciones, leo mi Biblia, voy a la iglesia, fui bautizado, práctico la comunión de vez en cuando.

La segunda respuesta sería declarar el mérito de otro, en lugar de apelar a mi propio mérito – apelo al mérito del perfecto Hijo de Dios, Jesucristo. El verdadero Cristianismo no es una religión de «hacer» como el Islam o el Judaísmo, en cambio, el Cristianismo es una religión de «ya fue hecho». Y ¿Qué hizo Cristo? Bien, piensa en nuestros últimos tres estudios.

1. Jesús descendió a la tierra como el Hijo Divino de Dios que vivió una vida perfecta en nuestro lugar,

2. Jesús murió en la cruz en nuestro lugar como nuestro sustituto, llevando la ira de Dios para traer la reconciliación entre un Dios Santo y hombres pecadores, y

3. Él resucitó de entre los muertos como nuestro vivo Señor y Salvador, glorificándose a sí mismo y dándonos esperanza en el presente y el futuro.

¿Soy salvo por lo que he hecho?

Como hemos dicho, una manera de buscar la salvación es respaldar nuestra defensa ante Dios en base a nuestros propios méritos o buenas obras, lo que hemos hecho o no. Hoy vamos a pasar una buena parte del tiempo hablando sobre esta idea. 

Sin embargo, si crees eso, la Biblia dice que estás equivocado. No hay nada que podamos hacer para hacernos justos ante Dios. Ni una buena obra ni todas mis buenas obras combinadas durante toda la vida, pueden expiar mi pecado o calificarme para el cielo. Echemos un vistazo a las Escrituras para ver lo que Dios dice. Vamos a leer a través de varios pasajes, y luego preguntaré lo que dice la Biblia sobre el estándar de Dios.

LEE Mateo 5:43-48. Mateo 5:48: «Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto».

LEE Romanos 3:23: «por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios». Recuerda nuestro libro, nuestro registro de pecados, sean grandes o pequeños, nos separan eternamente de nuestro Dios santo y justo.

LEE Gálatas 3:10: El apóstol Pablo dice lo mismo: «Porque todos los que dependen de las obras de la ley están bajo maldición».

Deuteronomio 27:26: ¿Y por qué Pablo pensó eso? Bueno, él estaba citando a Moisés, quien dijo, en referencia a la ley de Dios: «Maldito el que no confirmare las palabras de esta ley para hacerlas».

LEE Santiago 2:10: Santiago, el hermano de Jesús, escribe: «Porque cualquiera que guardare toda la ley, pero ofendiere en un punto, se hace culpable de todos».

P: Después de leer estos pasajes, ¿Cuál dirías que es el estándar de Dios? La perfección al 100%.

Ahora bien, permíteme ser claro, no estoy diciendo que algunas personas no son moralmente mejores que otras, relativamente hablando.

P: ¿Quién es alguien al que las personas generalmente tienen como una persona moralmente grande?

El evangelista Billy Graham es considerado uno de los hombres más confiables en América, incluso por aquellos que no poseen creencias religiosas. Por otro lado, la historia está llena de líderes brutales que son universalmente identificados como hombres malos. Todos estaríamos de acuerdo en que Billy Graham es moralmente superior a Hitler o a Stalin.

Pero aunque que casi todo el mundo estaría de acuerdo con que Hitler ha ganado un lugar en el infierno, la Biblia dice que Billy Graham, también ha ganado un lugar en el infierno. Y ese es el caso de toda la humanidad debido a su pecado contra Dios. La norma por la cual seremos juzgados no es el mínimo común denominador de bondad humana, sino más bien, la norma perfecta de santidad y justicia expresada en la Ley de Dios.

Analogía de natación: Para ayudar a destacar este punto, piensa en una carrera de natación desde San Francisco a Hawái. Compitiendo en la carrera están tú y nada menos que el nadador olímpico Michael Phelps. Phelps probablemente se acercaría más a Hawái de lo que tú lo harías, pero el hecho es que, ambos se ahogarían. Lo mismo sucede con la ley de Dios. Ciertas personas cumplirán más la ley que otros, pero todos la han roto y merecen el castigo de Dios.

LEE Marcos 7:20-23: «Pero decía, que lo que del hombre sale, eso contamina al hombre. Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los homicidios, los hurtos, las avaricias, las maldades, el engaño, la lascivia, la envidia, la maledicencia, la soberbia, la insensatez. Todas estas maldades de dentro salen, y contaminan al hombre».

Entender este fracaso de cumplir con el estándar de Dios, llega a estar claro cuando reconocemos que el pecado no es sólo una cuestión de hacer, decir o incluso pensar cosas malas. No, es mucho más fundamental que eso. El pecado es natural en nuestros corazones. Todas las cosas malas vienen de dentro de nosotros. El pecado no es fundamentalmente una cuestión de lo que hemos hecho, sino lo que somos. No es que somos pecadores porque pecamos. Es que pecamos porque somos pecadores.

Analogía de la curita: Piensa de esta forma, si fuiste al médico para ser tratado por sarampión, y él intentó curarte colocando curitas sobre las manchas, dirías que el intento es ridículo. Él sólo está tratando los síntomas, y ni siquiera muy bien. Tratar de curar las manchas es un esfuerzo inútil y sin sentido. ¿Por qué? Porque la enfermedad real es interior. El pecado es igual. El decir o pensar cosas malas, son sólo síntomas del pecado dentro de nosotros.

Isaías 64: 6: «Si bien todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias como trapo de inmundicia; y caímos todos nosotros como la hoja, y nuestras maldades nos llevaron como viento».

El problema central es que todos nosotros queremos dirigir nuestras vidas a nuestra propia manera. Queremos vivir separados de Dios y finalmente, confiar en nosotros mismos. Queremos seguir nuestro corazón, seguir nuestros instintos, suponiendo, lo que nos dicen tan a menudo, que ellos nos conducirán en la dirección correcta. Pero la Biblia es clara en que no hay ningún justo, ni uno; no hay nadie que entienda, nadie que busque a Dios, todos le han dado la espalda. Esta es la esencia del pecado, vivir a nuestra manera en contraposición a la manera que Dios nos ha mandado a vivir.

Y esto es algo que todos sabemos acerca de nosotros mismos. Sabemos que somos culpables. Nos sentimos culpables, y gastamos mucha energía mental y emocional, tratando de reprimir esos sentimientos de culpa. Este es el punto de Pablo en los dos primeros capítulos de Romanos. Todos somos culpables, porque todos somos pecadores, queramos admitirlo o no.

Así que, aún después de leer todo esto, algunos podrían decir «sé que la Biblia tiene mucho que decir, pero realmente cuando vamos al punto, yo sigo los 10 mandamientos, por lo que yo estoy bien… No mato ni cometo adulterio… Yo realmente no peco».

LEE la página 65 de Stott.

Sería un gran uso de tiempo esta tarde, leer Éxodo 20 y considerar cómo seguimos o no los mandamientos de Dios.

Si la Biblia es correcta sobre la naturaleza humana, y nosotros hemos pecado contra Dios, entonces puedes ver por qué declarar nuestras buenas obras no nos va a llevar muy lejos cuando presentemos nuestra defensa ante de Dios. El juez exige perfección y estamos lejos de ella.

P: ¿Preguntas?

¿Soy salvo por lo que hizo Jesús?

Así que, volvamos a nuestra pregunta. ¿Por qué Dios debería permitirnos estar en su santa presencia en el cielo?

Respuesta correcta: El Cristianismo enseña que somos salvos, perdonados del pecado, hechos justos con Dios, no por nuestro propio mérito o por nuestra justicia, sino solamente por la GRACIA de Dios.

P: Yo usé la palabra gracia. ¿Cómo explicarías lo que significa la palabra gracia?

Es un regalo inmerecido. La gracia es un favor inmerecido. La gracia es recibir lo contrario de lo que merecemos. Teniendo en cuenta lo que hemos visto acerca de la efectividad de nuestras buenas obras, el favor inmerecido de Dios hacia nosotros es la única esperanza que tenemos.

Durante la lectura de los siguientes pasajes, me gustaría que observemos especialmente lo que dice la Biblia acerca de cómo somos justificados delante de Dios, o en otras palabras, cómo somos salvos por Dios. Después de algunos de los pasajes, pediré que hablemos sobre lo que observamos.

DICE Romanos 1:17: «Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá».

LEE Romanos 3:21-31: «21 Pero ahora, aparte de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios, testificada por la ley y por los profetas; 22 la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él. Porque no hay diferencia, 23 por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, 24 siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús, 25 a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados, 26 con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús. 27 ¿Dónde, pues, está la jactancia? Queda excluida. ¿Por cuál ley? ¿Por la de las obras? No, sino por la ley de la fe. 28 Concluimos, pues, que el hombre es justificado por fe sin las obras de la ley. 29 ¿Es Dios solamente Dios de los judíos? ¿No es también Dios de los gentiles? Ciertamente, también de los gentiles. 30 Porque Dios es uno, y él justificará por la fe a los de la circuncisión, y por medio de la fe a los de la incircuncisión. 31 ¿Luego por la fe invalidamos la ley? En ninguna manera, sino que confirmamos la ley».

P: ¿Qué dice este pasaje acerca de cómo somos justificados?

LEE Gálatas 3:10-14: «10 Porque todos los que dependen de las obras de la ley están bajo maldición, pues escrito está: Maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas escritas en el libro de la ley, para hacerlas. 11 Y que por la ley ninguno se justifica para con Dios, es evidente, porque: El justo por la fe vivirá; 12 y la ley no es de fe, sino que dice: El que hiciere estas cosas vivirá por ellas. 13 Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero), 14 para que en Cristo Jesús la bendición de Abraham alcanzase a los gentiles, a fin de que por la fe recibiésemos la promesa del Espíritu».

P: ¿Qué dice este pasaje acerca de cómo somos justificados?

LEE Efesios 2:8-9: «Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe».

P: ¿Preguntas?

Las buenas obras

A pesar de que somos hechos justos ante Dios por la sangre de Jesús y su justicia, esto no quiere decir que las buenas obras no son importantes. El hecho de que la salvación mediante la fe en la obra acabada de Cristo es un regalo, eso no significa que puedo vivir cualquier clase de vida que yo quiera. Muy a menudo, aquellos que dicen ser cristianos minimizan su pecado diciendo, «bueno, sé que no debería acostarme con mi novio, o emborracharme los fines de semana o mirar pornografía, pero está bien porque Dios me perdonará». Esa actitud degrada la gracia de Dios y supone su perdón.

LEE: Efesios 2:10: «Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas».

Volviendo a nuestro pasaje en Efesios, después de que el apóstol Pablo declara que la salvación es sólo por gracia en los versículos 8-9, él dice en el versículo siguiente que fuimos creados «para  buenas obras».

Es útil pensar de esta forma – somos justificados sólo por la gracia, sólo a través de la fe, pero nunca por una fe que está sola. (Repite).

Otra vez, miremos el orden del pasaje en Efesios: Las buenas obras no producen la salvación (2:8-9), pero la verdadera salvación se exhibirá en una vida de buenas obras (2:10). La evidencia de la fe cristiana verdadera no es una decisión de una vez, sino el fruto de una vida fiel.

¿Preguntas?

Conclusión

Para resumir, las religiones tienden a caer en una de dos categorías, «Por Hacer» y «Hecho».

El perdón de los pecados y la comunión con Dios debe ser recibida como un regalo; no se puede lograr con esfuerzo humano; sólo la podrán recibir aquellos que saben que son indefensos y pecaminosos, sin su propio mérito.

Vamos a cerrar con la siguiente cita de Jerry Bridges que se encuentra en tu folleto:

«Cada día de nuestra experiencia cristiana debería ser un día de relacionarse con Dios sólo en base a su gracia… Tus peores días nunca son tan malos para situarte fuera del alcance de la gracia de Dios. Y tus mejores días nunca son tan buenos para que estés más allá de la necesidad de la gracia de Dios». Jerry Bridges