Respuestas para pastores - Evangelio

¿Cuáles son algunos ejemplos de malas prácticas evangelísticas?

Por 9Marks

9Marks equipa con una visión bíblica y recursos prácticos a líderes y miembros de iglesias para que la gloria de Dios se refleje a las naciones a través de iglesias sanas.
Respuesta
21.01.2019

Respuesta

  1.  Fracasar en compartir el evangelio. Ya que el evangelismo consiste en compartir el evangelio, la forma principal de equivocarse es fracasar en decir el mensaje. Algunas veces las personas que están haciendo trabajo social piensan que cuidando a los pobres o ayudando al oprimido están «compartiendo el evangelio sin palabras», pero no es así. Pueden estar haciendo cosas maravillosas y desinteresadas para otros, pero evangelismo es compartir el mensaje de Cristo con otros.
  2.   Distorsionar el mensaje. El evangelismo fiel consiste en comunicar el mensaje en su totalidad (Hechos 20:27), aún las verdades impopulares sobre el pecado y el juicio de Dios.
  3.  Enseñar en su lugar un falso mensaje. Algunas personas que dicen predicar el evangelio realmente predican lo opuesto, con consecuencias terribles para ellos mismos y sus oidores (Gálatas 1:6-9, 2 Pedro 2:1-3).
  4.  Presentar el evangelio como una simple opinión. Es una distorsión del evangelio presentarlo como una opinión personal que alguien puede rechazar sin tener consecuencias. Evangelismo significa llamar a las personas a arrepentirse de sus pecados y confiar en Cristo para ser salvos de la ira de Dios. El evangelio no es una simple opinión y nuestro evangelismo debe comunicar fielmente la veracidad universal del evangelio y las demandas que se relacionan con el mismo.
  5. Presionar a la gente para que tome una decisión. Sólo Dios puede otorgar fe y arrepentimiento. Si presionamos a las personas hacia tomar una decisión, tomarán una decisión que no servirá de nada para la eternidad. Esto puede hacer que alguien crea de manera equivocada que por su «decisión» se convirtió en cristiano sin haberse arrepentido de sus pecados y confiado en Cristo.
  6.  Destacar lo insignificante.  A pesar de nuestro justo deseo de abordar las preguntas de los incrédulos, pasar horas debatiendo el problema de la maldad no es lo mismo que predicar a Cristo. No permitas que discusiones sin sentido te impidan presentar el mensaje de la cruz.
  7.  Enfrentar duramente las preguntas y objeciones de los no creyentes. Esta es una manera muy común de ofender a los no creyentes y terminar las conversaciones evangelísticas. Pedro nos mostró la manera en que deberíamos responder a las preguntas de los no creyentes cuando escribió «hagan esto con amabilidad y respeto, manteniendo una conciencia clara» (1 Pedro 3:15-16 NVI).

Traducido por Samantha Paz