Clases esenciales: Paternidad

Paternidad – Clase 2: El ministerio de la familia

Por CHBC

Capitol Hill Baptist Church (CHBC) es una iglesia bautista en Washington, D.C., Estados Unidos
Artículo
26.11.2018

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Clase esencial
Paternidad
Clase 2: El ministerio de la familia


  1. Introducción

La semana pasada vimos que el primer mandamiento de Dios a los seres humanos fue: «fructificad y multiplicaos», al menos en parte porque los hijos y las familias no son una ocurrencia tardía para él, ni deben ser usados como herramientas, adorados como ídolos, o vistos como obstáculos. Al contrario, son una de las principales formas en que Dios comunica algo acerca de quién es él, cómo es, cómo planea relacionarse con nosotros y cómo nosotros debemos relacionarnos mutuamente. Y también muestran una imagen de su naturaleza trina, el evangelio y la iglesia.

Durante el resto de este seminario, queremos enfocarnos en una implicación clave de esta verdad, a saber, que debido a que la familia es una de las principales formas de obtener un entendimiento correcto de Dios y sus propósitos en el mundo, edificar familias es un ministerio cristiano vital. Veremos esto en tres áreas: edificar familias es un ministerio vital para la iglesia, es un ministerio vital para el mundo, y es un ministerio vital para los miembros de la familia en sí. Abordaremos los primeros dos temas en esta clase, y la próxima semana —y  realmente el resto del seminario—, nos centraremos en el tercer tema.

  1. Una advertencia importante

Sin embargo, antes de comenzar, deberíamos considerar una advertencia. Debemos tener cuidado de no empezar a ver a los hijos o a las relaciones familiares como una de las formas que discutimos la semana pasada: ídolos. Dios no hizo que las familias tuvieran un rol principal en la revelación de sí mismo y de su plan de salvación para que las adoremos, sino para que podamos adorarlo a él mejor. Las familias no son un medio en sí mismas (que es cómo los mormones, por ejemplo, tienden a concebirlas), en cambio, como modelos de relaciones redimidas son un medio para conocer mejor a Dios y su plan de salvación, y son el medio de bendición para la iglesia y el mundo.

Recuerda, por ejemplo, que Jesús habló acerca de la importancia de dejar a la familia para seguirlo (Mt.8:21) y dijo: «Mi madre y mis hermanos son los que oyen la palabra de Dios, y la hacen» (Lc. 8:20). Jesús también explicó que el matrimonio humano es solo para este tiempo; en el cielo no existirá el matrimonio entre los seres humanos (Lucas 20:35-36). La soltería cristiana prueba este punto, ya que Pablo la considera un gran don para la iglesia (véase 1 Co. 7:25-40). La soltería divinamente dotada es un poderoso recordatorio de que este mundo es pasajero, y de que vale la pena dejar a un lado las alegrías y responsabilidades del matrimonio por la devoción sincera a Cristo (1 Co. 7:31).

[Esto debería ser un estimulo para ti si estás soltero. Puedes apreciar lo que Dios hace a través de la familia, pero también reconocer el llamado único que él te ha dado en tu soltería].

Por tanto, no hacemos de las familias el principio y el fin de todo. Pero queda claro que tanto Jesús como Pablo entendían que las familias humanas, aunque no son eternas, son de gran importancia para este tiempo. La iglesia local y el gobierno civil no son eternos, pero ciertamente son profundamente importantes, no solo por la manera en que Dios nos bendice a través de ellos hoy día, sino porque apuntan a realidades eternas (la congregación celestial y el reino de Dios). Lo mismo es cierto para la familia. Sabemos esto muy claramente, por ejemplo, por (como vimos la semana pasada) la frecuencia con la que Jesús y Pablo se apoyan en la imagen de la familia para explicar la naturaleza de Dios, la vida cristiana, y la iglesia hoy y en el cielo. Solo por que el edificar familias no es el único ministerio cristiano válido, no quiere decir que no sea un ministerio cristiano. De hecho, como veremos a continuación, es un ministerio cristiano vital.

  1. El ministerio de la familia para la iglesia local

En primer lugar, edificar familias es vital para la iglesia, porque la iglesia es fundamentalmente una familia espiritual. Los ministerios de 9Marks existen porque «todo Timoteo necesita un Pablo, y toda iglesia necesita un modelo». Y esperamos fervientemente que 9Marks y CHBC ofrezcan un buen modelo para otras iglesias. Pero, ¿dónde buscan 9Marks y CHBC un modelo? Bueno, en la Biblia, por supuesto… Pero de las ilustraciones de la Biblia, una importante es la familia. Una familia bien ordenada es un testimonio poderoso, universal y dado por Dios a la iglesia de lo que ésta debe ser.

Este es un tema clave en toda la primera epístola de Pablo a Timoteo. «Esto te escribo», dijo Pablo a Timoteo, «para que si tardo, sepas cómo debes conducirte en la casa de Dios, que es la iglesia del Dios viviente, columna y baluarte de la verdad» (1 Ti. 3:15). Evocando este tema, instruye al joven pastor Timoteo usando su experiencia en una familia para mostrarle cómo debe tratar a los miembros de su congregación: «No reprendáis al anciano, sino exhórtale como a padre; a los más jóvenes como a hermanos; a las ancianas, como a madres; a las jovencitas, como a hermanas, con toda pureza» (1 Ti. 5:1-2).

Y le dice a Timoteo que él puede reconocer normalmente a los ancianos en la familia de la iglesia usando un método similar: al buscar buenas figuras paternales espirituales y terrenales. «Es necesario que el obispo… gobierne bien su casa, que tenga a sus hijos en sujeción con toda honestidad», escribió Pablo, «pues el que no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?» (1 Ti.3:4-5). Como lo señala Recovering Biblical Manhood & Womanhood: «En efecto, Pablo presenta un argumento: Un buen liderazgo familiar debe ser uno de los requisitos para optar al cargo de anciano, ya que las mismas habilidades y competencias son necesarias para supervisar «nuestra propia casa» y la «casa» cristiana (Vern Poythress, The Church as Family, Recovering Biblical Manhood & Womanhood) [La iglesia como familia: Recuperando la masculinidad y femineidad bíblicas]. (Esto por supuesto no significa que los hombres solteros no pueden ser ancianos, o poseer dichas cualidades, Pablo mismo era soltero y alaba la soltería como una bendición para la iglesia).

Sobre la base de estos temas de 1 Timoteo, ese mismo teólogo describe maravillosamente el proceso por el cual se desarrolla la familia de la iglesia:

Dado que Dios es nuestro Padre, realmente somos, en un sentido fundamental, una familia. El Espíritu Santo como el Espíritu de la familia nos da anhelo hacia los miembros de nuestra familia. A la larga, los cristianos no pueden quedar satisfechos con nada más que una gran reunión anónima una o dos veces por semana. Los lazos de amor exigen relaciones más frecuentes y más íntimas…

A medida que los cristianos se reúnen y conocen mutuamente de manera más íntima, su sentido de ser una familia crece. Empiezan a tratarse unos a otros de la manera que Pablo aconseja: a los ancianos como padres, a los jóvenes como hermanos, a las ancianas como madres, a las jovencitas como hermanas (1 Ti. 5:10). Las personas ya no son máscaras sin rostros, sino personas reales, unidas por lazos familiares. La misma lógica operativa en las familias naturales comienza entonces a desarrollarse en la iglesia como la casa de Dios. En la intimidad de esta familia espiritual, las personas descubren que se tratan entre sí de una manera que respeta las diferencias de edad, sexo y personalidad.

En todo esto, observa la hermosa simbiosis: la familia bendice a la iglesia y la iglesia bendice a la familia. «Debido a la estrecha relación entre la familia y la iglesia, la vida familiar piadosa estimula la apreciación de Dios como nuestro Padre celestial, y la apreciación de Dios estimula la vida familiar piadosa. Ambas crecen por el ejemplo de líderes paternales [y maternales] maduros dentro de la iglesia». Y observa que lo contrario también es cierto: «[la] desintegración del orden familiar dentro de la iglesia afecta negativamente nuestra conciencia de estar en la familia de Dios y la calidad del amor dentro de las familias cristianas» (Poythress, RBM&W).

¿Comienzas a ver la importancia del testimonio corporativo de la familia para la iglesia, y de la iglesia para la familia? La familia ayuda a enseñar a la iglesia cómo sus miembros deben relacionarse entre sí, cómo reconocer a líderes e incluso, hasta cierto punto, cómo es Dios, y la iglesia enseña alguna de estas mismas cosas a la familia. Así, «la vida de la iglesia nunca trastorna, sino que mejora la vida de la familia basada en el diseño de Dios desde la creación» (Poythress, RBM&W).

[Un mensaje para los solteros: ¿Cuál es tu visión de las familias en la iglesia? ¿Qué propósito crees que cumplen? ¿Oras por ellas? O para ser realmente prácticos, ¿ves el estar expuesto a niños como una experiencia exótica? ¿Como un momento al estilo de National Geographic? Considera lo que el estar expuesto a los niños de una familia en esta iglesia podría enseñarte, o recordarte, acerca de ser un hijo de Dios. Considera lo que el ver a padres en la iglesia puede enseñarte acerca de la relación de Dios con sus hijos. A los que tenemos familia, considera las bendiciones de nuestras familias para toda la iglesia. ¿Cuándo fue la última vez que invitaste a tu casa a un soltero?].

[Padres, especialmente, las madres] (los padres también, pero especialmente las madres): ¿Alguna vez has sentido que has retrocedido en el ministerio por tener hijos? ¡No te sientas de esa forma! Considera el gran rol que está desempeñando tu pequeña familia para la iglesia; es un modelo, sea que lo quieras o no. Esto no es para presionarte, sino por animarte con el inmenso valor de tu hogar. Como escuchamos anteriormente: «Debido a la estrecha relación entre la familia y la iglesia, la vida familiar piadosa estimula la apreciación de Dios como nuestro Padre celestial, y la apreciación de Dios estimula la vida familiar piadosa. Ambas crecen por el ejemplo de líderes paternales [y maternales] maduros dentro de la iglesia»].

[Otra aplicación: Puede ser muy valioso traer a niños a los servicios de adoración, para que la iglesia vea un destello de la interacción familiar, y dejar que los niños vean a la familia de la iglesia interactuar. Tenemos excelentes clases para niños aquí en CHBC, y ciertamente te animo a que las aproveches; pero recuerda que también hay grandes bendiciones para los niños en los servicios de la iglesia. John and Noel Piper han escrito un excelente folleto acerca de esto que puedes recoger en los estantes de las puertas del iglesia].

Y como veremos en nuestra siguiente clase, es una de las razones por la que las familias deberían adorar juntos en sus hogares, para que puedan capacitarse para ser miembros de una familia espiritual más grande y diversa.

  1. El ministerio de la familia para el mundo

Edificar familias no es solo vital para la iglesia, también es vital para el mundo. Dios diseñó a la familia como un modelo universal de algunas de las verdades más preciosas acerca de sí mismo y de su plan de salvación para que todos estén preparados, hasta cierto punto, para escuchar el evangelio.

¿Has notado que el concepto de la familia se está haciendo cada vez más distintivamente cristiano? Cuando comunicamos a la gente la increíble noticia de un Padre que de tal manera amó al mundo que entregó a su Hijo unigénito para que nosotros pudiésemos ser adoptados como sus hijos, nos gustaría suponer que saben, a nivel humano, acerca de estos tipos de relaciones básicas. Pero esta suposición es cada vez más difícil de hacer. Muchos de nosotros hemos venido de hogares que han enfriado nuestros corazones ante la idea de un padre sabio y amoroso, del amor tierno de hermanos y hermanas, o de la bendición de vivir bajo autoridad. Satanás siempre ha atacado a la familia, y hoy más que nunca. Él quiere desintegrar y distorsionar a la familia más allá del reconocimiento para que el evangelio sea lo más inaccesible posible para las personas.

Y por lo visto está teniendo un gran éxito. ¿Por qué crees, por ejemplo, que hoy en día es tan popular creer que los hombres y las mujeres son intercambiables? ¡Porque Satanás quiere distorsionar el evangelio! Como vimos en el seminario básico acerca del matrimonio, el matrimonio es un retrato de Cristo y la iglesia. Pero Cristo y la iglesia no son intercambiables. Por tanto, los matrimonios donde el hombre y la mujer son intercambiables hablan falsamente acerca de Cristo y la iglesia. Confunden el evangelio. Y Satanás se alegra.

En este intenso campo de batalla, los cristianos no pueden permitirse ser neutrales o mundanos. Por el momento no estoy sugiriendo activismo político (aunque eso puede ser necesario), sino fidelidad personal. Deberíamos ver la edificación de familias fuertes y vibrantes como una forma de ministerio, y abrir nuestros hogares a amigos no cristianos como una oportunidad evangelística cada vez más valiosa. De hecho, puesto que Satanás ha atacado a la familia con tanto éxito, distorsionando así el evangelio, los hogares cristianos son una base vital para el evangelismo. Dawson Trotman, fundador del grupo evangelístico llamado The Navigators, dijo: «Creo con todo mi corazón que una de las mejores estaciones para salvar las almas del mundo es el hogar» (citado por Carolyn Mahaney, en Feminine Appeal [Atractivo femenino]).

[Una razón que puede no ser tan obvia o visible para nosotros es que los hogares están, literalmente, en el mundo. Están en las calles con personas inconversas en ellos. Pero ese es el punto: son puestos de avanzada. Tenemos hijos en actividades, a veces en las escuelas, jugando con amigos, oportunidades para conocer gente, personas que de otra manera no verían las imágenes del evangelio visibles en la iglesia, y como dijimos, que no tienen una buena imagen de sus propias familias. Me di cuenta de que no he aprovechado esto como debería. …Piensa en la mujer de Proverbios 31 que utiliza el hogar como base de operaciones para cuidar de los pobres].

Sin embargo, si somos honestos, debemos admitir que la palabra «hogar» en muchos círculos es una palabra sucia. Aunque muchas de sus metas han sido loables, el feminismo particularmente ha causado estragos en el concepto del hogar. (Y como aprendimos en el seminario acerca del matrimonio, ¡el feminismo fue esencialmente una reacción contra la abdicación masculina del liderazgo servicial piadoso!].

Pero el hogar en la Escritura es un lugar de bendición. Vemos esto en Proverbios 31, ya que la «mujer virtuosa» centró su asombrosa labor en su hogar, por el bien de su esposo e hijos, y luego de los que la rodeaban. Y lo vemos en el momento más tierno de Jesús con sus discípulos. Cuando estaba a punto de morir y ellos temían lo que vendría, les prometió que algún día estarían con él, ¿dónde? En casa. «En casa de mi Padre muchas moradas hay», les dijo; «si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis» (Jn. 14:2-4) (énfasis agregado). Qué triste que incluso dentro de muchas iglesias evangélicas la expresión «amas de casa» se haya convertido en un término peyorativo, cuando Dios ha dejado tan en claro que preparar un hogar es trabajo de las mujeres «virtuosas», ¡y del Hijo de Dios mismo!

Rechazando esta visión negativa, Carolyn Mahaney en su excelente libro Feminine Appeal [Atractivo femenino], anima a las mujeres a edificar hogares que «rivalicen» con esta descripción por Peter Marshall, antiguo capellán del Senado:

Esta primavera, tuve el privilegio de visitar un hogar que fue para mí un pedacito de cielo. Había una belleza allí… Parecía una clase de Paraíso que se había desviado, un oasis encantado: un hogar. Una atmósfera en la que era imposible evitar pensar en Dios.

¡Y observa que ni siquiera mencionó a la familia! Añade un padre fiel, una madre piadosa, hijos obedientes, y quizá incluso uno o dos abuelos santos, y estoy seguro de que tienes un pequeño cuadro del cielo.

[¿Parece esto inverosímil? El «cuadro del cielo» puede parecer extraño con leche derramada en el suelo, una rabieta en marcha, otra salida tarde para ir a la escuela, ladridos de perro… Pero NO subestimes el poder de una familia que vive la vida gracias a la fortaleza del Espíritu Santo. Considera, tal vez, cómo otros niños en tu hogar han sido «criados» o no. ¿Qué imágenes no han visto? ¡Imagina el posible impacto si un niño vecino te viera pidiendo perdón! …Amplia las relaciones cultivadas a través de los hogares de CHBC].

[Otro ejemplo que me viene a la mente es el de uno de los misioneros de CHBC en un país musulmán que tienen varias hijas. El esposo ha señalado que la mejor herramienta que tienen para evangelizar es su hogar. Sus amigos musulmanes se sorprenden al ver el amor y el respeto que siente por su esposa e hijas, y les encanta pasar tiempo en su hogar].

Ya sea que estés en un país musulmán o en la América secular, los cristianos deberían tener una visión amplia del hogar como una base de operaciones evangelística.

[Esto es algo en lo que los solteros pueden participar: a medida que desarrolles relaciones con las familias, puedes exponer a tus amigos no cristianos a esas familias de manera apropiada. Puede que les sorprenda enormemente ver a una familia que es muy diferente a la de ellos].

Incluso el simple hecho de tener hijos puede ser evangelístico. Hoy en día, tener hijos demasiado pronto, tener demasiados o tenerlos por las razones equivocadas, es menospreciado silenciosa, o no tan silenciosamente. Una mujer que escribió en Christianity Today [El cristianismo de hoy], señaló el año pasado que, debido a que tenía seis hijos, sus amigos la habían etiquetado como «criadora». Pero, como dice el Dr. Al Mohler, los humanos no se «reproducen», procrean. Y a la luz del mandato de Dios de «fructificad y multiplicaos», su declaración de que el hombre bendecido es aquel cuyo hogar está lleno de hijos, y su advertencia de que la maternidad y la crianza es el lugar ordenado por Dios para la mujer casada, seguramente una actitud condescendiente hacia la crianza de los hijos es la actitud incorrecta para los cristianos.

Debemos recordar que, como aprendimos la semana pasada, Dios tiene la intención de mostrarle al mundo algo de su relación con su Hijo; su relación con su pueblo; la santificación de su pueblo; y la relación de los suyos entre sí, todo a través de las relaciones entre padres e hijos. Tener hijos brinda la oportunidad de mostrar todas estas cosas a través del hogar. También muestra que tenemos prioridades del reino, en lugar de vivir para nosotros mismos.

Y brinda la oportunidad de evangelizar a las generaciones futuras. No pierdas este punto, por favor. ¿Alguna vez has notado que Dios promete repetidamente bendecir a generaciones de familias? En los Diez Mandamientos, Dios dice que muestra misericordia «a millares, a los que me aman y guardan [sus] mandamientos». El salmista dice: «Mas la misericordia de Jehová es desde la eternidad y hasta la eternidad sobre los que le temen, y su justicia sobre los hijos de los hijos» (Sal. 103:17; Dt. 7:9).

Hermanos y hermanas,  debemos tener cuidado de ver el evangelismo «horizontalmente»: solo ver lo que Dios está obrando en el mundo en esta generación. ¡No sabemos qué hará Él con su palabra, plantada como una semilla en el corazón de nuestros hijos, de generación en generación a partir de ahora! ¡Considera cómo Él puede multiplicarla en las generaciones futuras, y ora por esto!

[Cuando ores por tus hijos en la noche, después de que se hayan ido a dormir, pide que Dios los salve no solo a ellos, sino a todas las generaciones posteriores hasta que Cristo regrese].

[Vemos grandes ejemplos de esto en las Escrituras: piensa en Timoteo, quien conoció el evangelio gracias a su madre y a su abuela. Dios ama bendecir a las familias. Un tremendo ejemplo de esto es la familia de Jonathan Edwards. En Marriage To A Difficult Man [El matrimonio con un hombre difícil], Elizabeth Dodds cuenta de los 400 a 500 descendientes de Edwards, que se convirtieron en una de las familias más grandes de la historia de Estados Unidos. Mary Edwards Whiting, una nieta viviente de Edwards, escribió: «Ella desea presentar su testimonio en esa reunión sobre la fidelidad del pacto de Dios y sus misericordias para ella y los suyos». – Sal. 139:17: «¡Cuán preciosos me son, oh Dios, tus pensamientos! ¡Cuán grande es lo suma de ellos! Si los enumero, se multiplican más que la arena…»].

Demos gracias a Dios por todos los hijos con los que ha bendecido a esta iglesia, y oremos por nuestros nietos y los nietos de sus nietos, para que den testimonio de la fidelidad del pacto de Dios.

  1. Conclusión

Hoy hemos visto que la edificación de las familias es un ministerio cristiano vital. Es vital para la iglesia, que es nuestra familia espiritual; y es vital para el mundo, que ve en la familia una imagen de una comunidad redimida. La próxima semana pasaremos, de alguna manera, del ministerio de la familia a ministrar a la familia a través de la adoración familiar.