Clases esenciales: El Matrimonio

El Matrimonio – Clase 5: El Gozo de Servir al Otro o los Deberes del Matrimonio

Por CHBC

Capitol Hill Baptist Church (CHBC) es una iglesia bautista en Washington, D.C., Estados Unidos
Artículo
02.03.2017

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Clase esencial
El Matrimonio
Clase 5: El Gozo de Servir al Otro o los Deberes del Matrimonio


Introducción

Durante las últimas cinco semanas, hemos estado viendo la teología bíblica del matrimonio, y la semana pasada introducimos los conceptos de liderazgo y sumisión a partir de Efesios 5. Pudimos ver que hay una estructura particular para nuestra relación matrimonial—los maridos están llamados al liderazgo espiritual en el matrimonio y las esposas están llamadas a seguir gentilmente su liderazgo.

Nuestra cultura entiende cualquier relación caracterizada por la autoridad desigual como una relación de superiores e inferiores. Pero según las Escrituras, la autoridad es dada al hombre con el fin de servir y edificar a su esposa, no para enseñorearse de ella. La relación matrimonial es una relación entre iguales espirituales (dos seres humanos hechos a la imagen de Dios) con distintos roles y deberes.

Roles vs. Deberes

¿Cuáles son los deberes de los esposos y las esposas en el cumplimiento de las funciones dadas por Dios en el matrimonio? De esto se tratará nuestra clase de hoy. Durante las últimas semanas, describimos el marco general para el matrimonio; esta semana queremos completar esa ilustración con más detalle.

Pero primero, tratemos con algunos conceptos equivocados con respecto a la palabra “deber.” Cuando la mayoría de las personas piensan acerca de deber, piensan en trabajo, monotonía, rutina (sacar la basura, lavar los platos, trabajar, pagar impuestos), actividades que debemos hacer–en lugar de las cosas que queremos hacer.

Deber en el contexto del matrimonio debe ser lo que tengo que hacer, y lo que debo para hacer. En el matrimonio, usted llega a servir a su cónyuge de manera tangible a través de sus roles maritales dados por Dios. Por eso titulé esta lección, la alegría de servirse uno al otro.

Una palabra acerca de los sentimientos. El amor de un esposo y una esposa el uno al otro, ciertamente implica sentimientos. Pero su matrimonio no se puede basar en los sentimientos, porque los sentimientos aumentan o disminuyen a lo largo de su vida. El amor, fundamentalmente, es un compromiso. Es una decisión de la voluntad de dar su vida por otra persona.

Un desbordamiento de este compromiso amoroso debe ser el deseo de cumplir los deberes dados por Dios a los esposos y esposas. Como cristianos, queremos que los deseos de Dios para el matrimonio sean nuestros deseos. Así que, vamos a la Escritura para ver lo que establece la Palabra de Dios para nosotros como obligaciones de esposos y esposas, y luego busquemos vivir esas obligaciones. Con eso en mente, permítanme compartir con ustedes varias funciones de cada pareja en el matrimonio.

Imagínese en un avión volando a 10 o 20,000 pies y mirando hacia abajo. Voy a darle una visión general de los deberes de un esposo y una esposa. Será un rápido repaso por estas cosas para que pueda obtener un sentido más amplio de la totalidad. Usted puede en algunas maneras, pensar en esto como una descripción de trabajo para el esposo y la esposa.

Deberes para el Esposo

Un esposo debe modelar el amor de Cristo por la iglesia. (Isaías 54:5; Jeremías 31:32; Efesios 5:23).

El rol del marido en el matrimonio es modelar el amor de Cristo por su iglesia. ¡Esto es una enorme responsabilidad! La manera en que el esposo vive envía un mensaje a su esposa sobre la manera en que Jesús sacrifica su vida por su novia, la iglesia.

Si su esposo sirve fielmente a su esposa y trata de imitar a Cristo en Su carácter; entonces él modela a Cristo bien. Si él lidera a su esposa y familia pobremente, miente acerca de Cristo y la iglesia. Un esposo modela el amor de Cristo bien o pobremente. Ningún esposo está exento de esto.

 El AT hace referencias a Dios como esposo para Israel:

ISA 54:5 porque tu marido es tu Hacedor— JEHOVÁ de los ejércitos es su nombre

JER 31: 32 No como el pacto que hice con sus padres el día que tomé su mano para sacarlos de la tierra de Egipto; porque ellos invalidaron mi pacto, aunque fui yo un marido para ellos, dice JEHOVÁ. 

Si combina el buen gobierno de Dios para Israel y Cristo dirigiendo a su iglesia, ve muy claro modelos de lo que un buen gobierno bíblico piadoso, amoroso y persistente puede ser.

 Un esposo debe lavar a su esposa en la Palabra (Efesios 5:26).

Así como Cristo lavó a su esposa en la Palabra, así los esposos tienen la obligación de consistentemente liderar a sus esposas a la Palabra. Es bueno que las parejas tengan una rutina regular de leer la Escritura y orar juntos. Pueden también leer buenos libros cristianos o memorizar las Escrituras juntos. El esposo debe buscar responder sus preguntas acerca de la fe. Es importante que los esposos tomen la iniciativa de asegurarse que estas cosas sucedan.

Un esposo debe sustentar y cuidar a su esposa (Efesios 5:29).

En Efesios 5:29, Pablo describe al esposo como uno que “sustenta y cuida” a su esposa. El griego para la primera palabra (“sustenta”) significa “alimentar, levantar” o “llevar a la madurez.” Cada esposo está a cargo de cuidar a su esposa con la esperanza y responsabilidad de “llevarla a la madurez en Cristo” (Efesios 4:15). El marido se destaca por su papel en discipular a su esposa y cultivar su relación con el Señor. Nadie más en el planeta tiene la responsabilidad principal de la misma manera sobre ella. Esto no quiere decir que es pasiva en su propia fe. Ella tiene responsabilidad por su vida, pero el marido tiene el privilegio de ser usado por Dios para cultivar la piedad en ella.

Esto tiene implicaciones para la vida diaria. Esposos, la medida en que su esposa se sienta cuidada, querida, amada, valorada por usted, segura, depende de usted. Su bienestar (especialmente su crecimiento espiritual) depende de usted. Sí, Dios también la hace responsable de su propio crecimiento espiritual, pero usted como su esposo tendrá la responsabilidad por ella también. El autor Dale Burke escribe: “Edificarla es hacer todo lo que sea necesario para verla convertirse en todo lo que Dios quiere que sea espiritualmente, emocionalmente, intelectualmente, y físicamente…En pocas palabras, hombres, si ella no está sana y creciendo como mujer de Dios, es su trabajo edificar ese crecimiento” (p. 73, His Needs and Her Needs [las necesidades de él y las de ella)

El griego para la segunda frase (“cuidar”) en Efesios 5:29 significa “calentar” o “mantener en calor” o “apreciar con tierno amor.” Una ilustración aquí es la de un ave manteniendo a sus polluelos calientes bajo sus plumas. Esta es una imagen tierna. Una esposa debe sentirse apreciada a los ojos de su marido y sentir que ella es una prioridad en su vida (Génesis 2:24). Esposos, ¿luchan ustedes con horarios de trabajo fuera de control que le hacen descuidar a su esposa? o ¿tratan ustedes a su esposa más como una madre, alguien que satisfaga sus necesidades, más que una esposa? Si es así, pida perdón a Dios y su esposa, arrepiéntase de eso, y pregunte a su esposa cómo puede sustentar o cuidar de ella, o pregunte a otros hombres de la iglesia qué ellos hacen para sustentar o cuidar de sus esposas.

Un esposo debe proveer para su esposa (Génesis 3:17-19; Éxodo 21:10-11; 1 Timoteo 5:8)

Además de proveer para su esposa de espiritual y emocionalmente, el esposo es responsable del bienestar físico de su esposa. Él debe proveer dinero para todas sus necesidades básicas (alimento, vestido, y vivienda). Hay una serie de pasajes del Antiguo Testamento que se refieren a la obligación que un hombre tiene de proveer para su esposa (cf. Éxodo 21:10-11). No es que la mujer no pueda ayudar en el mantenimiento de la familia. El punto es que si no hay comida en la mesa (o cualquier otra necesidad básica), el hombre debe sentir la responsabilidad fundamental de asegurarse que puedan comer. Como dijo un autor, “Negar las necesidades básicas de su esposa es apostasía, es una negación de Cristo, quien alimenta a Su novia.”

 I Tim 5: 8 por si alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado la fe, y es peor que un incrédulo.

 Un esposo debe proteger a su esposa (Efesios 5:29; 1 Pedro 3:7)

Supongamos que usted está en la cama con su esposa, y escucha un ruido abajo en la casa. ¿Quién necesita ir a verificar? o, ¿qué tal si están caminando por la calle y un hombre intenta robarle y amenaza con hacerle daño? En ambos casos, el hombre necesita dar un paso hacia delante y proteger a su esposa. Él necesita interponerse entre su esposa y la amenaza, sin importar la forma que sea.

Esto no se trata de ser un hombre macho. Esta es su manera de mostrar honor hacia su esposa; de mostrarle su valor ante sus ojos. Un hombre necesita tener un sentido interno de responsabilidad de protegerla porque él es el esposo y ella es la esposa.

 I Pedro 3:7 Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo.

Un esposo debe pastorear a su esposa (Génesis 2:24; Números 30:6-16; Efesios 5:31).

Esto es básicamente una advertencia a participar en la vida de su esposa. El matrimonio no es la coexistencia de dos vidas independientes. Un esposo debe aprender a guiar y pastorear a su esposa a través de la vida. Esta es la relación más importante de discipulado. No es micro adminstrar la vida de su esposa, sino pastorearla. La implicación de que un marido tiene en las diferentes áreas de la vida de su esposa varía de temporada a temporada, y de matrimonio en matrimonio. Guíela en lo que hace. Ayúdela a decir no cuando sea necesario. Esposos, ustedes son responsables del bienestar de ella, no solo su carga de trabajo.

Un esposo debe ser celoso de su esposa (Éxodo 34:14; 2 Corintios 11:2).

Esto probablemente suena extraño para nuestras respuestas modernas, pero es una idea puramente bíblica. Tendemos a asociar los celos con cosas negativas – egoísmo, posesividad, aún la violencia – en pocas palabras, pecado. Ciertamente estas diferentes manifestaciones de celos mezcladas con el pecado son vistas en el mundo. Habiendo dicho esto, si existen los celos piadosos, los cuales el Señor tiene justamente para con su pueblo, y que nosotros como esposos debemos tener por nuestras esposas.

Este tipo de celos implica protección sobre las cosas correctas. Un esposo piadoso dará seguimiento a la relación de su esposa con Dios, sus amistades, la manera en que usa su tiempo, si ella está creciendo espiritualmente – no de una manera planificada ni egoísta, sino abierta y amorosa – no para su propio ego o seguridad, sino con el propósito de proteger su fidelidad hacia Cristo y hacia él, para protegerla de la tentación, el desánimo y cosas similares. Dios se caracteriza en relacionarse con Su pueblo de esta manera. La verdad es que en algunas circunstancias sería pecado para un esposo no ser celoso. Sería una forma de negligencia.

Recuerde, usted no puede proteger a su esposa a menos que usted esté comprometido con su vida y pastorearla a través de los muchos obstáculos de la vida.

 Éx 34:13-14 Derribaréis sus altares, y quebraréis sus estatuas, y cortaréis sus imágenes de Asera. Porque no te has de inclinar a ningún otro dios, pues Jehová, cuyo nombre es Celoso, Dios celoso es.

2 Cor 11 2 Porque os celo con celo de Dios; pues os he desposado con un solo esposo, para presentaros como una virgen pura a Cristo.

Un esposo debe satisfacer las necesidades sexuales de su esposa de forma gozosa (Éxodo 21:10; 1 Corintios 7:3-4)

Esto parece muy básico. Pero la idea aquí no es sólo proporcionar a su esposa la opción de las relaciones sexuales. Es más que eso.

I Cor 7:3-4 El marido cumpla con la mujer el deber conyugal, y asimismo la mujer con el marido. La mujer no tiene potestad sobre su propio cuerpo, sino el marido; ni tampoco tiene el marido potestad sobre su propio cuerpo, sino la mujer.

Este pasaje de 1 Corintios indica que su cuerpo no ya no es de usted sino que también es de ella. Ella tiene la autoridad sobre él. Está para ser usado para su beneficio, placer, edificación. Eso significa satisfacer sus necesidades sexuales, no sólo tener relaciones sexuales con ella. Incluso podríamos inferir del pasaje (por orden de los mandatos) que el esposo satisface las necesidades sexuales de su esposa necesita tener prioridad sobre la satisfacción por parte de ella de las necesidades de él. Tenemos que comunicarnos con ella sobre cuáles son sus necesidades y la manera en que le gustaría que sean cumplidas. No debemos asumir que ya sabemos. Más bien, debemos complacerla bajo sus condiciones, no en las nuestras.

Eso puede significar tener sexo placentero para ella físicamente (no siendo un amante egoísta), pero también significa cuidar de ella, amarla, desarrollar la intimidad con ella mucho antes de lo que la mayoría de los hombres considerarían como un “encuentro sexual”. La intimidad sexual es relacional; comienza mucho antes de que las luces de la habitación se apaguen. En vista de ello, tenemos que tocar su mente y corazón antes de tocar su cuerpo. No tome a la ligera este deber como esposo.

[PAUSA PARA PREGUNTAS]

Los Deberes de la Esposa

Una esposa tiene el privilegio de seguir y edificar el liderazgo de su esposo (Efesios 5:22-24)

El marido está llamado a liderar con benevolencia y sacrificio a su esposa, y la esposa tiene el privilegio de seguir su liderazgo. Observe, dije liderazgo benévolo y sacrificial. La esposa no es su esclava. Ella nunca debe tolerar el abuso o el liderazgo tirano. Ella no debe ser forzada a hacer cosas que sean degradantes, desmoralizantes o deshumanizantes. Ella no debe ser forzada a hacer cosas que sean degradantes, desmoralizantes o inhumanas. Ella no debe ser callada o estar impedida de hablar. Nada de eso cualifica como sumisión bíblica. Los esposos deben liderar de una manera que sea un gozo seguirlos, y una carga ser independiente. Por el contrario, la mujer tiene una responsabilidad no sólo de seguirlo, pero de motivar y fortalecer a su esposo en su liderazgo en el matrimonio, en la familia como un todo, y en la iglesia.

Una esposa tiene el gozo de ayudar a su marido (Génesis 2:18)

Una está llamada a ayudar a su esposo gozosamente. Ella lo complementa, fortaleciendo sus fortalezas y compensando sus debilidades. Adán necesitaba ayuda, la ayuda que sólo una esposa podría proveer, y lo mismo ocurre con cada esposo en este salón. Esto no es sólo ayudarlo a hacer las cosas de su lista de “cosas por hacer” (aunque ciertamente puede incluir eso), sino más importante aún, es una actitud consistente o postura de apoyo y motivación a su esposo alegremente.

Una esposa debe respetar a su esposo (Efesios 5:33)

En el matrimonio cristiano, la esposa está llamada a respetar su marido. El respeto de la esposa es una verdadera motivación al liderazgo del esposo. La falta de respeto de una mujer debilita en gran medida el ministerio del esposo.

Una esposa, bajo la providencia de Dios, debe engendrar hijos y ser su cuidadora principal (Génesis 3:16; Salmos 127; 1 Timoteo 2:14-15, 5:14; Tito 2:4-5).

Si Dios lo permite, la esposa debe engendrar hijos y ser su cuidadora principal. Una perspectiva bíblica enseña que los hijos son una bendición y recompensa del Señor.

He aquí, herencia de Jehová son los hijos; Cosa de estima el fruto del vientre. Como saetas en mano del valiente, Así son los hijos habidos en la juventud. Bienaventurado el hombre que llenó su aljaba de ellos; (Salmos 127: 3-5)

La función principal de la mujer de engendrar hijos puede verse en Génesis 3:16:

A la mujer dijo: Multiplicaré en gran manera los dolores en tus preñeces; con dolor darás a luz los hijos; y tu deseo será para tu marido, y él se enseñoreará de ti.

La maldición no es que una mujer tenga hijos, sino que con dolor dará a luz a los hijos.

Decir que la esposa es la cuidadora principal de los niños no es siempre una idea popular hoy en día. Si usted es capaz de tener hijos, pero elige no tenerlos por razones egoístas, como pareja están en terreno débil según las Escrituras. No hay categoría para la “esterilidad voluntaria” en las Escrituras. Engendrar y cuidar hijos es uno de los principales propósitos del matrimonio y, por tanto, es una norma para las parejas cristianas. Tener responsabilidad primaria por los hijos no significa que la esposa no pueda trabajar fuera del hogar (Proverbios 31:16), sino que significa que su prioridad es el hogar, incluyendo a los hijos.

Una esposa debe ser laboriosa y fructífera en el hogar (Proverbios 31; Tito 2:3-5).

El dominio principal de la esposa es el hogar de la familia. Conforme el esposo es advertido de trabajar duro para mantener la familia, la esposa está llamada a ser diligente en el hogar. Esta característica ocupa un lugar prominente en el perfil de una esposa virtuosa en Proverbios 31 y Tito 2. Pero seamos claros sobre las razones: no para la conveniencia del marido o el orgullo de la esposa, sino por el bien de un ambiente de edificación y piadoso, donde el esposo y la esposa puedan disfrutar de una vida tranquila, donde los hijos puedan crecer con un enfoque Cristo-céntrico, y la pareja pueda mostrar hospitalidad hacia otros.

Una esposa debe satisfacer las necesidades sexuales de su marido (1 Corintios 7:2-5).

Esta es la misma idea que hablamos antes con el esposo, pero ahora se aplica a la mujer: mujeres, en 1 Corintios, Pablo indica que su cuerpo ya no es el suyo, sino también de él. Él tiene autoridad sobre él. Es para ser usado para su beneficio, su placer, su edificación. Su cuerpo ahora es de él, como el cuerpo de él ahora es suyo. Al igual que sucede con el deber del esposo, esto no significa sólo relación sexual. Esto significa satisfacer sus necesidades sexuales (Por ejemplo: ¿Eres sensible a sus peticiones? ¿Estás dispuesta a comprometer o acomodar la frecuencia si es necesario?). Entregar su cuerpo a él es importante por muchas razones: para ayudarlo a evitar la tentación en una cultura sobre-sexualizada; por el bien de construir la intimidad; por el bien de la relación; y para la satisfacción del esposo.

Una esposa debe cultivar un espíritu hermoso (Proverbios 31; 1 Pedro 3; Tito 2:3-5).

El deber de una esposa hacia su esposo y la familia no es sólo lo que hace, sino cómo lo hace. Es de primordial importancia para cada mujer cultivar la piedad. Habrá una tentación constante de ser atraídos a la definición del mundo de la femineidad (por ejemplo, enfocarse exclusivamente en la belleza física), sin embargo, las Escrituras advierten esto, y hace énfasis en edificar un carácter cristiano.

Una esposa debe ser discípulo de su esposo (Efesios 5:26-27).

Una esposa debe generalmente considerar a su marido su maestro primario en las cosas del Señor. Los esposos tienen diferentes niveles de conocimiento teológico y no todos estarán naturalmente dotados en la enseñanza. Sin embargo, debe ser fiel y diligente en desarrollar su nivel de conocimiento y aplicarlo a la vida de su familia. Debe ser el objetivo de la esposa ser enseñada y discipulada por su esposo y apoyarle en sus esfuerzos por cumplir este rol conforme al diseño de Dios. Esposas, oren por sus esposos en esta responsabilidad. Motívenlo a hacerlo si no lo está haciendo. Envíenlo a hombres cristianos más maduros si necesita tutoría, pero denle esa posición en su vida. Apoyen y respeten su liderazgo esta manera que Dios ha diseñado. Dios ha puesto a su esposo en su vida como uno de los agentes principales a través del cual usted aprende más acerca de Él. Es su deber enseñarle. Es su deber buscar aprender de él.

CONCLUSIÓN

¿Qué estamos buscando? Estamos buscando el único, absoluto y precioso gozo que viene de servir como esposa o esposa. Tal servicio redunda en nuestra bendición y para la gloria de Dios.

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