Clases esenciales: Evangelismo

Evangelismo – Clase 5: El Testimonio Corporativo

Por CHBC

Capitol Hill Baptist Church (CHBC) es una iglesia bautista en Washington, D.C., Estados Unidos
Artículo
05.05.2018

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Clase esencial
Evangelismo
Clase 5: El Testimonio Corporativo


1. Introducción

Bienvenido a la quinta clase de trece en el seminario básico «Evangelismo». Oremos antes de comenzar.

Antes de repasar lo que hemos estado aprendiendo, ¿quisiera saber si aprovechaste la oportunidad de compartirel evagelio la semana pasada?

Queremos animarte a seguir orando y pidiéndole a Dios que abra puertas para que hables con otros acerca de Cristo. Para buscar formas de comenzar conversaciones y guiarlos hacia el evangelio.

De acuerdo, brevemente, revisemos qué hemos estado aprendiendo las últimas cinco semanas. En la semana 1, hicimos un recorrido desde Génesis hasta Apocalipsis, y vimos cómo, a lo largo de la historia, Dios salva a los seres humanos para su gloria. En la semana 2, analizamos cómo la soberanía de Dios y la responsabilidad del hombre encajan en el evangelismo. En la semana 3, miramos qué es el mensaje del evangelio, es decir, que Jesús vino y murió en la cruz por los pecadores, resucitó de la muerte y ahora invita a las personas a arrepentirse y creer en él. Finalmente, la semana pasada, aprendimos cómo compartir nuestro testimonio personal de tal manera que proclame el evangelio, pero que también lo ilustre.

La clase de hoy

En la clase de hoy, estaremos conversando acerca del testimonio corporativo de la iglesia local. Como siempre, el objetivo de esta clase es prepararte y animarte a convertirte en un evangelista personal más fiel al aprender cómo usar la iglesia en cada parte de nuestro evangelismo.

Antes de continuar, tengo un par de advertencias. Algunos podrían malinterpretar esto y pensar que la iglesia local existe para evangelizar por ellos. Podrían pensar que el predicador es un profesional remunerado, que es su evangelista contratado, y que su única responsabilidad en el evangelismo es traer amigos incrédulos para que escuchen a su predicador explicar el evangelio.

Por otra parte, otros tal vez piensan que el evangelismo debería hacerse lejos de la iglesia. En otras palabras, para evitar espantar a los no cristianos, que el evangelismo debería realizarse en escenarios personales lejos de cualquier clase de reunión o institución religiosa. No obstante, ambos puntos de vista son incorrectos. El evangelismo fiel se encuentra entre estos dos polos, los cuales discutiremos esta mañana.

A. En primer lugar, estudiaremos de qué manera la iglesia local proclama el evangelio cuando se reúne.
B. En segundo lugar, pensaremos sobre maneras en que podemos usar las reuniones de la iglesia local para discutir el evangelio con los no cristianos.
C. Por último, discutiremos cómo la iglesia local nos ayuda a ser evangelistas más fieles.

2. De qué manera la reunión corporativa proclama el evangelio

La iglesia es la evidencia del evangelio en estos tiempos. Cuando nos reunimos como iglesia, lo hacemos para mantener el evangelio entre nosotros. Pero también nos reunimos para ofrecer el evangelio a personas que todavía no conocen a Jesús. De hecho, no solo ofrecemos el evangelio, sino que Jesús promete que cuando su pueblo se reúne en su nombre, él está presente entre ellos. Escucha estas palabras de Mateo 18:20: «Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos». 

En este versículo, vemos que Cristo habita en medio de su pueblo. Y debido a esta verdad, la reunión corporativa es una herramienta evangelística poderosa. Entonces, lo que quisiera conversar ahora es de qué manera la iglesia trabaja como una herramienta evangelística, y quiero elaborar un argumento acerca de por qué deberías invitar confiadamente a personas no cristianas a acompañarte a la iglesia.

Cinco formas en que la reunión de la iglesia presenta el evangelio a los no cristianod:

A. Cuando la iglesia se reúne, los no cristianos pueden escuchar el evangelio proclamado.

Una de las principales tareas de un pastor es proclamar el evangelio de Cristo. En todo el Nuevo Testamento, Pablo, Pedro, Juan y Jesús hablan acerca de la centralidad del evangelio en la vida del pueblo de Dios. Por tanto, cuando la iglesia se reúne para escuchar la Palabra de Dios, el pastor debería estar predicando claramente el evangelio. Debería ser central para el mensaje. Y por la gracia de Dios, hemos llegado a esperar eso aquí, en CHBC. No importa quién esté en el púlpito, confiamos en que va a predicar el evangelio.

Para darte un ejemplo de cómo Dios trabaja a través de la proclamación de la verdad durante la reunión de la iglesia, leamos 1 Co. 14:23-25:

«23 Si, pues, toda la iglesia se reúne en un solo lugar, y todos hablan en lenguas, y entran indoctos o incrédulos, ¿no dirán que estáis locos? 24 Pero si todos profetizan, y entra algún incrédulo o indocto, por todos es convencido, por todos es juzgado; 25 lo oculto de su corazón se hace manifiesto; y así, postrándose sobre el rostro, adorará a Dios, declarando que verdaderamente Dios está entre vosotros». 

El contexto de este pasaje tiene que ver con los dones espirituales de lengua y profecía. Para entender esto deberíamos recordar que la gran mayoría de las «profecías» en la Biblia no tratan acerca de predecir, sino más bien de exhortar al pueblo de Dios al predicarles lo que Dios ya les había dicho en las Escrituras.

¿Qué intenta comunicar el apóstol Pablo aquí?

¿Cómo es este pasaje un estímulo para que nosotros traigamos a personas no cristianas a la iglesia?

En las reuniones de los miembros y en los bautismos, escuchamos con frecuencia los testimonios de personas que llegaron a la iglesia siendo incrédulos, escucharon el evangelio proclamado, ¡y Dios abrió sus corazones así como lo hizo con Lidia en Hechos16, y les dio un nuevo corazón de carne!

Ya sea desde el púlpito a través del servicio, en la lectura de las Escrituras y las oraciones, o de la congregación en las lecturas de las Escrituras antifonales: «Pero si… entra algún incrédulo o indocto, por todos es convencido, por todos es juzgado;  lo oculto de su corazón se hace manifiesto; y así, postrándose sobre el rostro, adorará a Dios, declarando que verdaderamente Dios está entre vosotros».

B. Cuando la iglesia se reúne, los no cristianos pueden escuchar el evangelio orado.

De manera similar a la proclamación del Evangelio, los no cristianos deberían poder escuchar el evangelio orado. No sé cómo era tu vida antes de Cristo, pero incluso antes de nacer de nuevo, oré. Y no creo que esto sea poco común.

No obstante, sí creo que cuando un incrédulo se reúne con una iglesia sana, escuchará oraciones que no son solo palabras religiosas y litúrgicas, sino que escuchará oraciones sinceras de adoración, confesión, acción de gracias y súplica.

Imagino que notarán que una oración verdaderamente cristiana es diferente porque está centrada en Cristo, glorifica a Dios y depende por completo de la gracia de un Dios soberano y santo.

Entonces, cuando invitemos a personas no cristianas a los servicios de nuestra iglesia o a estudios bíblicos o incluso a una comida, debemos hacer oraciones que glorifiquen y estén centradas en Cristo, y también debemos pedir al Señor que use las oraciones de los demás para atraer a las personas hacia él.

C. Cuando la iglesia se reúne, los no cristiaos pueden escuchar el evangelio en las canciones que cantamos.

Uno de los aspectos más dulces de la adoración corporativa es cuando los cristianos se reúnen y cantan. De acuerdo con las Escrituras, el pueblo de Dios debe cantar alegre y sinceramente. Cuando los incrédulos escuchan al pueblo de Dios levantar sus voces como si creyeran en lo que cantan, es sorprendente y puede hacer que se pregunten por qué estamos tan entusiasmados con Dios. No solo es importante que cantemos con alegría, también debemos cantar con sinceridad. Cuando cantamos congregacionalmente, deberíamos cantar verdades que reflejen el evangelio que vemos en la Palabra de Dios. Escucha las palabras de David en el Salmo 119:172:

«Hablará mi lengua tus dichos, porque todos tus mandamientos son justicia». 

Cuando David, o nosotros, cantamos  la Palabra de Dios, proclamamos la verdad a todos los que están cerca.

Escucha también Colosenses 3:16 donde Pablo exhorta a la iglesia:

«La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales». 

El pueblo de Dios debería cantar canciones llenas de la verdad,  y al igual que nosotros, Dios puede usar esas letras saturadas del evangelio para perforar los corazones de quienes no creen. Durante mis tres años asistiendo a CHBC, he escuchado muchas historias acerca de cómo el Señor ha usado himnos para guíar a la gente a Cristo y acercarlos a él. 

D. Cuando la iglesia se reúne, los no cristianos pueden ver el evangelio exhibido.

Antes de que Cristo ascendiera al cielo, encomendó dos ordenanzas a su iglesia; ¿Podrías decirme cuáles son esas dos ordenanzas?

Tanto el bautismo como la cena del Señor son representaciones del evangelio. CHBC participa en la cena del Señor el primer domingo de cada mes, y bautizamos a la gente el tercer domingo de cada mes. Cuando un incrédulo ve que se llevan a cabo estas dos ordenanzas, está presenciando una clara representación de lo que significa nacer de nuevo, obedecer y seguir a Cristo.

Cuando bautizamos a las personas aquí en CHBC, pedimos al hermano que comparta su testimonio personal —como discutimos la semana pasada— de cómo Cristo intervinó en su destructiva vida ligada al infierno, y lo redimió y rescató de sus pecados.

Todos en el edificio escucharán la historia de la asombrosa, salvadora y soberana gracia de Dios en la vida de la persona que se bautiza mediante la vida, muerte y resurrección de Jesucristo. Por gracia, a través de la fe, la persona se ha unido con Cristo y ha sido declarada justificada delante de un Dios santo. Y ahora, al confiar en Cristo, ha muerto a su antigua vida de pecado y empieza a vivir para Cristo. El viejo hombre está en la tumba y por la gracia de Dios, ha sido resucitado a una nueva vida,  de esta manera el bautismo muestra el evangelio.

Asimismo, cuando un no cristiano ve que la iglesia reunida viene a la mesa del Señor para participar de la cena del Señor, ven una clara ilustración de lo que significa obedecer y seguir a Cristo. Los cristianos son personas que tienen comunión con el Señor mediante el sacrificio de su cuerpo y el derramamiento de su sangre. Tomamos el pecado en serio y descansamos en la sustitución de Cristo, un sacrificio expiatorio con corazones llenos de gozo. Escucharán al pastor explicar que esta comida está reservada solo para los que han nacido de nuevo y confían en la obra terminada de Jesucristo. Ahora bien, para alguien que no ha sido regenerado, excluirlos de la mesa puede parecer reprobador y carente de amor, pero en realidad, es una de las cosas más amorosas que la iglesia puede hacer. Piensa en lo que Pablo escribe en 1 Corintios 11:27-30: «De manera que cualquiera que comiere este pan o bebiere esta copa del Señor indignamente, será culpado del cuerpo y de la sangre del Señor. Por tanto, pruébese cada uno a sí mismo, y coma así del pan, y beba de la copa. Porque el que come y bebe indignamente, sin discernir el cuerpo del Señor, juicio come y bebe para sí. Por lo cual hay muchos enfermos y debilitados entre vosotros, y muchos duermen».

Estamos protegiendo a alguien de beber juicio para sí mismo. No sería amoroso que los cristianos proclamaran que todas las personas son «buenas con Dios» cuando realmente no es así. Al predicar, enseñar, cantar, bautizar y servir correctamente en la cena del Señor, la iglesia proclama claramente al mundo el margen que Cristo ha trazado entre aquellos que están bien con él y los que no. Así, los incrédulos pueden ver el evangelio siendo exhibido a través del bautismo y la cena del Señor.

E. Cuando la iglesia se reúne, los no cristianos pueden ver el evangelio vivido.

Estoy seguro de que muchos hemos escuchado a personas quejarse de la iglesia. El fin de semana pasado, estaba evangelizando en Anacostia con los hermanos y hermanas de ARC, y un anciano me dijo: «Creo en Dios, pero no creo en la iglesia; es algo creado por el hombre, no por Dios». Muchas veces, los cristianos son acusados ​​de ser hipócritas que no «practican lo que predican».

Hasta cierto punto, eso es cierto, ya que el 100% de los cristianos son pecadores. De vez en cuando, las iglesias y aquellos que afirman representar a la iglesia han tergiversado terriblemente a Cristo en una variedad de formas. Sin embargo, debemos reconocer que la iglesia sigue siendo una de las mejores herramientas evangelísticas que Dios nos ha dado.

Escucha estas palabras de Cristo mismo en Juan 13:34-35: «Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros».

¿Escuchaste eso? Jesús dice que cuando nos amamos y servimos mutuamente, Jesús demuestra que él es quien dice ser a un mundo que nos observa. Mira 1 Pedro 2:12: «manteniendo buena vuestra manera de vivir entre los gentiles; para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, glorifiquen a Dios en el día de la visitación, al considerar vuestras buenas obras».

De manera similar, en Juan 17:20-23 Jesús dice que cuando su iglesia se une, él es considerado verdadero: «Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste. La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno. Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado».

La reunión de la iglesia local hace visible el reino invisible de Cristo. Es una de esas cosas que la gente tiene que ver para creer. En la iglesia tienes personas de cada tribu, lengua, nación, situación económica o afiliación política, todos se unen en paz y amor sin ninguna razón aparente que no sea Jesús, y el mundo no puede explicarlo, solo una obra sobrenatural de Dios, el Espíritu Santo, puede crear algo como la iglesia local. A través de ISM, he escuchado a varios estudiantes chinos comentar acerca de la extraordinaria amabilidad y generosidad que han experimentado a través de los miembros de CHBC.

3. Cómo usar la reunión corporativa en nuestro evangelismo personal

Ahora que hemos hablado acerca de cómo la reunión corporativa proclama y representa el evangelio a los no cristianos, pensemos en cuatro formas sencillas de utilizar esta reunión para ayudar a nuestro evangelismo personal.

A. Cuando hablemos de la iglesia, deberíamos hablar muy bien de ella.

Este punto es corto y simple, pero en tus conversaciones con personas que no son cristianas, habla de cómo el Señor te ha bendecido a través de la iglesia local. Lamentablemente, muchas personas provienen de entornos en los que la iglesia no ha proclamado y protegido correctamente el evangelio, y por eso tienen una baja opinión de la «religión organizada». Y muchas personas han tenido malas experiencias con su iglesia local y han sido lastimadas por cristianos profesantes, y ahora son muy cautelosos y precavidos con la iglesia porque temen ser heridos nuevamente.

Entonces, al hablar con las personas que se encuentran en tu vida cotidiana, habla acerca de cómo Dios te ha bendecido a través de las relaciones y las lecciones que el Señor te ha estado mostrando a través de su palabra y a través de su iglesia.

B. Deberíamos invitar a los no cristianos a la iglesia.

Una de las cosas más fáciles que podemos hacer es invitar a familiares, amigos, compañeros de trabajo y vecinos. Cuando hagas esto, ten en cuenta algunas cosas para ayudar a aprovechar al máximo su visita.

  • Crea expectativas: Cuando los invites, algo amable de tu parte sería decirles qué esperar. Algunas personas pueden sentirse intimidadas al llegar a un lugar nuevo, especialmente a una iglesia. El saber qué esperar puede ayudarlos a sentirse más cómodos y preparados.
  • Preparación con oración: Pide a otros miembros que oren para que vengan y sean conmovidos por el evangelio.
  • Bautismos: Si puedes escoger qué día vendrá tu amigo, trata de invitarlo a un servicio donde haya un bautismo para que pueda escuchar un testimonio de cómo Jesús ha cambiado una vida. 

C. Deberíamos hablar con nuestros amigos no cristianos acerca de lo que experimentaron en la iglesia.

Al finalizar el servicio, aprovecha la oportunidad para preguntarle qué le pareció lo que escuchó y vió. Una forma fácil de hacerlo es haber organizado una reunión contigo y otros miembros para salir a almorzar o cenar después del servicio. Durante este tiempo, tu amigo podrá ver el evangelio vivido y tener conversaciones con otros cristianos.

Además, al darle seguimiento, asegúrate de agradecerle por acompañarte a la iglesia. Asistir a un servicio de la iglesia, lo que puede parecer un pequeño paso para ti, puede ser un gran salto para algunas personas.

D. Deberíamos invitar a los no cristianos a compartir con nosotros y nuestros amigos cristianos.

Otro aspecto simple, pero importante de nuestro evangelismo personal es invitar a nuestros amigos incrédulos a acompañarnos en nuestras vidas cotidianas. Ya sea que estés celebrando una fiesta, practicando alguna clase de deporte, viendo una película o un juego, saliendo a comer, deberíamos econtrar formas de invitar a los no cristianos a que vengan para que puedan ver el evangelio vivido entre otros cristianos.

¿Cuáles son algunas formas de pasar el rato con amigos no cristianos?

¿Haces tiempo para pasar el rato con amigos no cristianos?

¿Cuáles son algunas cosas a tener en cuenta si un no cristiano te pide que salgas con él y sus amigos?

¿Cómo podría ser esto diferente de invitarlos?

Si damos el primer paso y los invitamos, tendremos la «ventaja del campo local», y no nos expondremos a un ambiente lleno de tentaciones.

Si te invitan a pasar el rato con personas que no son cristianas y te preocupa, trae a un hermano o hermana cristiano para que te ayude a luchar fielmente contra el pecado. 

4. Cómo nos anima la iglesia a ser fieles en el evangelismo

A. La iglesia local nos prepara para evangelizar.

Al comienzo de nuestra clase mencioné que algunas personas piensan que los pastores deberían ser los evangelistas y que nosotros deberíamos traer a los no cristianos para escucharlos hablar, pero esto no es lo que enseña el Nuevo Testamento.

La Biblia es muy clara en cuanto a que todos los cristianos están llamados a proclamar el evangelio y que nuestros pastores deberían estar preparándonos para evangelizar, no que deberían estar haciéndolo por nosotros. Escucha lo que dice Efesios 4:11-12 acerca de esto:

«11 Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, 12 a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo».

La capacitación de la iglesia para hacer el trabajo del ministerio es una de las principales responsabilidades del pastor. En realidad, es lo opuesto del concepto erróneo con el que comenzamos: es trabajo del pastor alimentar a los cristianos para que ellos puedan llevar el evangelio al mundo cada semana. Por esa razón, tenemos este seminario básico acerca del evangelismo. El propósito de esta clase es prepararte para salir y proclamar el evangelio. Algo que no debes olvidar es que Dios nos ha equipado a cada uno de nosotros para proclamar el evangelio.

  • Eres quien eres y estás donde estás por una razón.
  • Tu evangelismo no tiene que parecerse al evangelismo de otra persona.
  • Dios te ha puesto allí para dar a conocer su nombre.
  • El trabajo del pastor es ayudarte a estar preparado para hacerlo.

B. La iglesia local brinda oportunidades para evangelizar.

Gran parte de nuestro evangelismo debería emanar de nuestras relaciones con las personas no cristianas que Dios ha colocado a nuestro alrededor. Sin embargo, por la bondad de Dios también podemos buscar en nuestra iglesia local otras oportunidades para compartir el evangelio. Si bien será diferente en cada iglesia local, la iglesia puede brindar oportunidades para ayudarte a evangelizar. Por ejemplo, en CHBC tenemos:

  • Grupos que explican/exploran el cristianismo.
  • Evangelismo callejero aleatorio/salidas de predicación.
  • ESOL los sábados por la mañana.
  • Predicación del evangelio en la Central Union Mission (organización de servicios sociales en Washington D. C.).

Los miembros como nosotros a menudo organizamos y supervisamos estos ministerios. ¡Estos ministerios nos dan la oportunidad de colaborar con hermanos y hermanas de ideas afines que pueden ser un gran estímulo para nuestro evangelismo!

C. La iglesia local nos anima a evangelizar.

Otra gran ventaja de hacer evangelismo en el contexto de una iglesia local es que nos ayudamos unos a otros a ser fieles en la evangelización. Hebreos 10:24-25 dice: «Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca».

Entonces, en conclusión, la iglesia local debería ser un complemento de nuestro evangelismo personal, no un sustituto del mismo. Recuerda, es una disciplina espiritual que no debemos descuidar.

5. Tarea

A. Continúa orando por:

  • Amor hacia los perdidos.
  • Puertas abiertas para el evangelio.
  • Tres personas.

B. Invita a alguien a la iglesia.
C. Sal con al menos una de las personas por las que estás orando.