Clases esenciales: Explicando el Cristianismo

Explicando el Cristianismo – Clase 5: ¿Qué es un cristiano? (Parte 1): El arrepentimiento

Por CHBC

Capitol Hill Baptist Church (CHBC) es una iglesia bautista en Washington, D.C., Estados Unidos
Artículo
27.04.2017

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Clase esencial
Explicando el Cristianismo
Clase 5: ¿Qué es un cristiano? (Parte 1): El arrepentimiento


Introducción

Esta clase es para cristianos y no cristianos

¿Qué es un cristiano? Dicho de otro  modo, ¿Cómo completarías la siguiente oración? «Un cristiano es alguien que…»

Para completar esta oración como lo haría Jesús, tenemos que entender lo que Jesús piensa que un cristiano es. Y ese es el propósito de estos dos últimos estudios. Con el marco de las primeras cuatro semanas ya en su lugar, queremos pasar las últimas dos semanas aprendiendo lo que significa ser cristiano. Porque al aprender lo que es un cristiano, entenderemos lo que está o no está implicado en ser un cristiano.

Repaso  [NOTA PARA EL PROFESOR: Selecciona los elementos para repasar basados en los individuos en la clase]

Jesús: Autoridad…

  • Maestro (Enseñaba como quien tiene autoridad, no como maestros de la Ley (1:22))
  • Espíritus malignos (los espíritus malignos reconocen a Cristo como el Santo de Dios, capaz de echarlos fuera, como ocurrió en la sinagoga de Capernaum (1:26))
  • Perdona el pecado (2:1-12)
  • Enfermedad (¡Sana al paralítico por su palabra! (2:11))
  • Naturaleza (Calma la tormenta en el Mar de Galilea, una vez más por su palabra. (4:35-41))
  • Muerte (Levanta la hija de Jairo (5:21-43))
  • Gente (Llama a Simón y a Andrés (1:16-20))

P: La crucifixión: ¿Cómo defines al pecado?

Pecado = Una actitud de rebelión contra Dios en pensamiento, palabra o acción. Se trata de una falta de conformidad con y una transgresión de la ley moral de Dios. No hacemos las cosas que deberíamos hacer y hacemos las cosas que no debemos hacer.

Sustituto

Rasgadura del velo del Templo (Marcos 15:38-39) à La eliminación de la separación entre Dios y el hombre

Jesús pagó nuestro rescate (Marcos 10:45)

La resurrección

Valida lo que Jesús declaró. Quedan demostradas su divinidad y su poder.

«y si Cristo no resucitó, vuestra fe es vana; aún estáis en vuestros pecados. Entonces también los que durmieron en Cristo perecieron. Si en esta vida solamente esperamos en Cristo, somos los más dignos de conmiseración de todos los hombres». (Corintios)

Victoria sobre el pecado y la muerte (el pecado se cancela por completo); La ira de Dios ha sido completamente satisfecha; «Él fue entregado a la muerte por nuestros pecados y fue levantado a vida para nuestra justificación». (Romanos 4)

Aquellos que creen en él están unidos a él, por tanto, han sido y serán resucitados.

P: La salvación por gracia: ¿Cuál es nuestra defensa delante de Dios?

Obras – Hacer, Fe- Hecho.

No es que somos pecadores porque pecamos. Es que pecamos porque somos pecadores (repite).

«Porque cualquiera que guardare toda la ley, pero ofendiere en un punto, se hace culpable de todos». (Santiago 2:10)

«Porque por gracia sois salvos, por medio de la fe – y esto no de vosotros, pues es don de Dios – no por obras, para que nadie se gloríe». (Efesios 2:8-9).

«la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él. Porque no hay diferencia, por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús». (Romanos 3:22-24).

El estándar de Dios es la perfección al 100%, y la única esperanza que tenemos no se encuentra en nuestras propias obras sino en Cristo, en su autoridad divina, su muerte expiatoria y su resurrección.

Hemos aprendido que:

  • Todos son culpables de pecado y Dios juzgará a todo el mundo
  • Cristo murió como nuestro sustituto tomando el castigo de Dios en nuestro lugar
  • Esta salvación es don de Dios

Pero ¿Qué hacemos para recibir esta salvación? ¿Cómo puede aplicarse esta sustitución a nosotros?

¿Qué es un cristiano?(Marcos 1:15)

P: Si alguien hiciera la pregunta con la que abrimos  – qué es un cristiano – ¿Qué es lo que esperas oír cómo respuesta?

Para responder nuestra pregunta original: «¿Qué es un cristiano?», miremos Marcos 1:15: «diciendo: El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio».

Las primeras palabras de Jesús que Marcos registra

Cristiano = alguien que pertenece al reino de Dios = en primer lugar, significa que nos arrepentimos de nuestros pecados, y en segundo lugar, – que creemos las «buenas nuevas».

Por el resto de esta mañana nos concentraremos en lo que significa «arrepentirse».

El arrepentimiento

En Marcos, vimos el mandato de Jesús a arrepentirse y creer. Ahora veamos el libro de Hechos donde vemos a los seguidores de Jesús, Pedro y Pablo, predicando a las multitudes y haciendo un llamado al arrepentimiento, para ver qué podemos aprender acerca de cómo luce el arrepentimiento. Mientras leemos estos pasajes, toma notas y luego voy a preguntar qué notaste acerca del arrepentimiento en estos versículos.

Hechos 3:19: Pedro le dijo a una multitud sobre esto «Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio»

Hechos 20:21: Pablo dijo «testificando a judíos y a gentiles acerca del arrepentimiento para con Dios, y de la fe en nuestro Señor Jesucristo».

Hechos 26:20: Pablo describe su ministerio – «sino que anuncié primeramente a los que están en Damasco, y Jerusalén, y por toda la tierra de Judea, y a los gentiles, que se arrepintiesen y se convirtiesen a Dios, haciendo obras dignas de arrepentimiento».

Lucas 13:3: Jesús advirtió, «Os digo: No; antes si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente».

2 Corintios 7:10: «Porque la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación, de que no hay que arrepentirse; pero la tristeza del mundo produce muerte».

P: ¿Qué aprendemos sobre el arrepentimiento? (subrayado arriba)

Errores comunes: Sentirse mal / es un sentimiento, una emoción – Un niño atrapado con la mano en la lata de galletas

Temor al castigo y no remordimiento sobre algo mal hecho

«Voy a lavar los platos toda la semana» à Esto es una penitencia, no arrepentimiento, como si una buena acción no relacionada va a compensar o a cubrir el mal hecho

El verdadero y profundo remordimiento de haber ofendido a Dios: Tenemos que reconocer que el arrepentimiento presume el pecado.

Si no nos reconocemos a nosotros mismos como personas pecadoras, no entenderemos nuestra necesidad de arrepentirnos. No tendremos nada de que arrepentirnos.

Recuerda la imagen espiritual que tenemos de nosotros mismos de la semana 2, es que estamos en esclavitud al pecado, estamos con grilletes y cadenas, indefensos en nuestro pecado ante un Dios que aborrece el pecado y que por consiguiente lo juzgará. Necesitamos a Cristo para que nos rescate, para que nos libre de la pena del pecado. Y esto nos obliga a ponerlo a él primero.

Quien está verdaderamente arrepentido no trata de excusar o justificar su error, sino más bien, reconoce el mal, trata de restituirse, le da la espalda y se mantiene lejos de él. Esto significa que el arrepentimiento no es lo mismo que sentirse mal o culpable. El arrepentimiento puede incluir estas emociones, pero es más que eso. Nos podemos sentir culpables, y sin embargo, no querer alejarnos del mal y confiar en Dios.

El verdadero arrepentimiento no es culpa o sacrificio, sino un rechazo al pecado y una rendición al derecho dado por Dios de Jesús para ser nuestro Rey. En pocas palabras, el arrepentimiento es poner a Cristo primero en todos los aspectos de nuestras vidas.

Romanos 6:6-8: «6 sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado. 7 Porque el que ha muerto, ha sido justificado del pecado. 8 Y si morimos con Cristo, creemos que también viviremos con él».

1 Tesalonicenses 1:9b-10: «y cómo os convertisteis de los ídolos a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero, y esperar de los cielos a su Hijo, al cual resucitó de los muertos, a Jesús, quien nos libra de la ira venidera».

Los Cristianos de Tesalónica, no sólo tenían un sentir de culpa sobre su estilo de vida anterior. Se habían apartado de esa vida con el fin de servir a Cristo, poniéndolo a él primero ante todo.

El Catecismo Menor de Westminster describe el arrepentimiento de esta forma [escrito en el FOLLETO]:

«El arrepentimiento para vida es una gracia salvadora, por la cual, el pecador teniendo un verdadero sentimiento de sus pecados, y conociendo la misericordia de Dios en Cristo, con dolor y odio de sus pecados se convierte de ellos a Dios, con plena determinación de alcanzar una nueva obediencia».

Aunque un verdadero cristiano siempre lucha contra el pecado, nunca estaremos sin pecado

«La diferencia entre un inconverso y un convertido no es que uno tenga pecados y el otro no, sino que el primero se pone del lado de sus queridos y ansiados pecados en contra de un Dios al que teme; y el otro, se pone del lado de un Dios con el que se ha reconciliado, en contra de sus pecados, a los que ahora aborrece». (William Arnot)

Por el resto de la clase vamos a hablar acerca de cómo luce en realidad el poner a Cristo primero en nuestras vidas. Veremos esto de 5 formas diferentes, como puedes ver en tu folleto. Esperamos que esta clase sirva para ampliar nuestra comprensión del arrepentimiento.

LEE Marcos 8:34-38. Después de cada sección, consideraremos lo que el pasaje enseña acerca de poner a Cristo primero.

El arrepentimiento – Poner a Cristo primero… Antes que mi voluntad (Marcos 8:34-35)

LEE Marcos 8:34-35, «Y llamando a la gente y a sus discípulos, les dijo: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí y del evangelio, la salvará».

P: Por tanto, ¿Qué nos enseña este pasaje sobre lo que significa poner a Cristo primero?

«Negarse al yo» se encuentra en el corazón del arrepentimiento bíblico. En términos prácticos, te arrepientes cuando reconoces que eres un pecador y tomas la determinación de no ponerte a ti primero, sino a Cristo primero.

Al negarnos a nosotros mismos, tomar nuestra propia cruz y perder nuestra vida para salvarla, Jesús está diciendo que debemos renunciar – o morir – al derecho de dirigir nuestras propias vidas. Debemos poner en primer lugar a Cristo antes de nuestra propia voluntad. En el arrepentimiento, su voluntad está antes que LA MÍA [eso es lo que podrías poner en el espacio en blanco en tu folleto].

Ilustración de la casa: Comprar un nuevo hogar

El día de la mudanza : Ocurre sólo una vez

Cuando nos convertimos en cristianos, Dios envía a su espíritu, que la Biblia llama el Espíritu Santo, para vivir dentro de nosotros, y nos da la gracia para arrepentirnos y rendirnos a Jesucristo. Esto realmente sucede solamente una vez, aún si no puedes especificar el día exacto en el cual se llevó a cabo. Llamamos a esto el «nuevo nacimiento», o la regeneración. Piensa en esto como el día de la «mudanza».

La renovación y redecoración: Trabajo progresivo que nunca termina

Sin embargo, en nuestra casa tenemos muchas habitaciones que representan distintos aspectos de nuestra vida como la familia, el trabajo, la ambición, el placer, el dinero, el matrimonio, la sexualidad, etc.

El Espíritu Santo no se contenta con permanecer en la entrada. Una vez que ha entrado en mi vida, él va a querer cambiarme a su imagen, a lo que yo debería ser. Esto no sucede de una vez. Es una obra progresiva o gradual, como la renovación de una casa. Llamamos a esta nueva vida, a esta transformación para ser menos como solíamos ser y más como Cristo, la santificación.

Resumen

Cuando me convierto en cristiano Debo de estar dispuesto a que Jesús se convierta en el Señor de todo. Este deseo es el principio del arrepentimiento. Lo que esto significa en la práctica, es un trabajo progresivo a medida que yo crezco en esta nueva vida por su Espíritu.

Cuando nos arrepentimos, nos apartamos del pecado y rendimos nuestras vidas y nuestra voluntad al derecho dado por Dios de Jesús de ser nuestro Rey.

El arrepentimiento – Poner a Cristo primero… Antes que mis ambiciones (Marcos 8:36-37)

Concentrémonos ahora en los dos versículos de Marcos, los versículos 36-37.

LEE Marcos 8:36-37: «Porque ¿Qué aprovechará al hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?».

P: Entonces, ¿Qué nos enseña este pasaje sobre lo que significa poner a Cristo primero?

Poner a Cristo primero = Ponerlo antes de nuestra AMBICIÓN.

A lo largo de la historia, las personas han estado trabajando para ganar el mundo entero. A un grado pequeño o grande, el objetivo es acumular poder, dinero, popularidad, placer, prestigio, éxito en los negocios, etc.

¿Somos nosotros diferentes?

Estas cosas no son malas por sí mismas. Por ejemplo, no hay nada intrínsecamente malo con el dinero. El dinero puede ser una cosa muy buena. Pero si tenemos lujuria por él, si permitimos que se convierta en nuestro amo, entonces ya no estamos poniendo a Cristo primero en nuestras vidas.

1 Timoteo 6:10: Por eso la Biblia dice, «porque raíz de todos los males es el amor al dinero».

Resumen

Cuando ponemos Cristo en primer lugar, lo estamos poniendo a él antes que a nuestra voluntad y nuestras ambiciones carnales y mundanas. Eso no quiere decir que nuestras ambiciones son malas en sí mismas, o que tenerlas es incorrecto, sino que no deben ser nuestro Rey y gobernar sobre Cristo.

El arrepentimiento – Poner a Cristo primero… Antes que mi reputación (Marcos 8:38)

Ahora vayamos al versículo final en este pasaje.

LEE Marcos 8:38: «Porque el que se avergonzare de mí y de mis palabras en esta generación adúltera y pecadora, el Hijo del Hombre se avergonzará también de él, cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles».

P: ¿Qué nos enseña este pasaje sobre lo que significa poner a Cristo primero?

En este pasaje, Jesús claramente advierte a aquellos que pondrían su propia reputación antes que a Cristo. En el arrepentimiento, estamos llamados a poner a Cristo en primer lugar, antes que nuestra REPUTACIÓN.

Poner a Cristo primero no siempre es popular

A veces, poner primero a Jesús no es fácil. En el versículo 34, Jesús dice que debemos tomar nuestra cruz y seguirlo. Hay que llevar encima la carga de ser cristiano si vamos a ser fieles, y sinceramente, no siempre es popular seguir a Jesús. Un autor ha dicho bien, «O somos infieles para ser popular, o lucimos impopulares para ser fieles. No podemos ser ambos». (John Stott)

No hay discípulo en secreto

No debemos estar avergonzados de Jesús en esta vida, no importa lo difícil que pueda ser – incluso si esto significa las burlas de familiares y amigos que desaprueban nuestra fe. No existe tal cosa como un discípulo secreto. Estamos llamados a seguir a Cristo públicamente en obediencia y a vivir una vida nueva.

Resumen de Marcos 8:34-38: Para resumir todo este pasaje, poner a Cristo en primer lugar es ponerlo antes que nuestra voluntad, nuestra ambición y nuestra reputación. Eso no es todo lo que implica el arrepentimiento, pero éstos son componentes fundamentales para poner a Cristo primero que todas las cosas. Aquellos gobernados por el pecado, según su propia naturaleza, miran primero al yo. Los cristianos miran primero a Cristo.

El arrepentimiento – Poner a Cristo primero… Antes que mi orgullo (Marcos 9:43-48)

LEE Marcos 9:43-48: «Si tu mano te fuere ocasión de caer, córtala; mejor te es entrar en la vida manco, que teniendo dos manos ir al infierno, al fuego que no puede ser apagado, 44 donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga. 45 Y si tu pie te fuere ocasión de caer, córtalo; mejor te es entrar a la vida cojo, que teniendo dos pies ser echado en el infierno, al fuego que no puede ser apagado, 46 donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga. 47 Y si tu ojo te fuere ocasión de caer, sácalo; mejor te es entrar en el reino de Dios con un ojo, que teniendo dos ojos ser echado al infierno, 48 donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga».

P: Entonces, ¿Qué nos enseña este pasaje sobre lo que significa poner a Cristo primero?

El cielo y el infierno

Una cosa que es bruscamente evidente es que Cristo cree en un infierno literal y eterno.

El temor a este desesperado lugar debe ser tan grande que tomemos cuantas medidas sean necesarias para asegurarnos de deshacernos de esas cosas que nos impiden rendirnos a Cristo.

Lo que dice Jesús no significa que nosotros debemos literalmente cortar partes del cuerpo; pero él está enfatizando la importancia de una cirugía radical para extirpar el pecado de nuestras vidas.

A menudo, la renuencia a someternos a Dios es causada por nuestro ORGULLO.

¿Eres demasiado orgulloso para aceptar la salvación como un regalo?

Proverbios 16:18: La Biblia dice, «Antes del quebrantamiento es la soberbia, Y antes de la caída la altivez de espíritu».

¿Eres demasiado orgulloso para aceptar a Jesucristo como tu Rey? ¿Confías en que por tu propio mérito, separado de Cristo, Dios te mirará favorablemente y te dirá, «muy bien buen y fiel siervo?» Este versículo pretende desestabilizarnos, como ocurre con la imagen de Jesús en Marcos 9. No dejes que tu propio orgullo sea la causa de tu destrucción. 

El arrepentimiento – Poner a Cristo primero… Incluso cuando parece demasiado duro (Marcos 10:29-31)

En este momento puedes estar pensando, «todo esto es demasiado duro. Toda esta charla sobre someterse, negarse a sí mismo, es muy difícil».

LEE Marcos 10:29-31: «Respondió Jesús y dijo: De cierto os digo que no hay ninguno que haya dejado casa, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por causa de mí y del evangelio, que no reciba cien veces más ahora en este tiempo; casas, hermanos, hermanas, madres, hijos, y tierras, con persecuciones; y en el siglo venidero la vida eterna. Pero muchos primeros serán postreros, y los postreros, primeros».

Jesús no promete que la vida cristiana sea fácil y libre de problemas.

El Cristianismo no es una muleta. De hecho, se nos promete en las Escrituras que con Cristo viene la persecución.

Así que, ¿Dónde están las buenas noticias de este evangelio? Bien, considera las promesas que Jesús hace: (1) Él nos pagará «cien veces» por las dificultades, y (2) en la próxima vida, nos dará la vida eterna. ¡Qué hermosa promesa! Que seamos considerados dignos de sufrir, si fuera necesario, por el nombre de Cristo, y que por nuestra devoción y confianza en Jesús, ¡Dios nos conceda la vida eterna en el cielo con él!

P: ¿Preguntas?  

Conclusión

Comenzamos con la pregunta, «¿Qué es un Cristiano?». Aprendimos esta mañana que, según las palabras de Cristo en Marcos 1:15, la primera parte de la respuesta es: Un cristiano es alguien que se ha arrepentido de sus pecados.

Este arrepentimiento consiste en poner en primer lugar a Cristo mientras que:

1. Nos apartamos (del pecado)

2. Confiamos (en Jesús) y…

3. Obedecemos (a Jesús)

La pregunta que Jesús pone delante de ti es, «¿Me servirás a Mí primero?»

Considera esta última promesa de Jesús: «Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; Porque mi yugo es fácil y ligera mi carga». (Mateo 11:28-30)

 Así que, ¿pondrás a Cristo primero?