Liderazgo

4 Razones por las que debes añadir un servicio regular de oración al calendario de tu iglesia

Por Brad Wheeler

Brad Wheeler es Pastor Asociado de Capitol Hill Baptist Church en Washington, D. C.
Artículo
23.05.2018

¿Si pudiera añadir una cosa al calendario de tu iglesia cuál sería? ¿Un retiro de mujeres o un desayuno para hombres? ¿Un seminario evangelístico? ¿Grupos comunitarios? ¿Un servicio el sábado en la noche para los que tienen inconvenientes durante el día? ¿Un estudio de la Biblia de mitad de semana?

Esa es la pregunta que me he hecho una y otra vez desde que llegué a mi nueva iglesia el otoño pasado. Aunque muchas de esas sugerencias son valiosas, tengo que dirigir a nuestro cuerpo junto a nuestros ancianos hacia comenzar un servicio de oración regular los domingos en la noche.

¿En serio, un servicio de oración? Eso suena anticuado y extraño, el tipo de cosas que los cristianos hacían antes de la llegada de la electricidad cuando la vida era más sencilla, las iglesias eran más pequeñas y las actividades recreativas de nuestros hijos no ocupaban nuestra agenda.

Y ha sido recibida con por lo menos alguna oposición. Tuve un miembro que me dijo que ya orábamos mucho. Él sentía que nuestros tiempos de oración del servicio de la mañana eran muy largos. Ellos limitaron la capacidad del equipo de adoración de incluir un ritmo e interrumpir la experiencia de la adoración. He tenido otros que sugieren que puede promover el legalismo al darle a las personas algo más que sienten que deben hacer. Otros expresaron su preocupación por que puede dificultar la vida en comunidad ya que algunas personas puede que abandonen su grupo pequeño para asistir a la reunión de oración corporativa.

Por tanto, ¿por qué tener una reunión dedicada mayormente a la oración corporativa? Permíteme sugerir cuatro razones:

  1.   Les recuerda a las personas la importancia de la oración.

No es difícil hacer que nuestra gente se inscriba en un evento o se involucre en un grupo pequeño. Cientos asistieron a nuestro reciente retiro de mujeres. Decenas asistieron al desayuno de hombres y la iglesia secreta. ¿Entonces porque el rechazo de muchos de reunirse a orar de forma corporativa? ¿Por qué el servicio de oración de muchas iglesias ha seguido el camino del teléfono de disco?

Poniéndolo de manera sencilla, la oración no es sexy. No entretiene. Muchas veces no es fácil o conveniente porque requiere esfuerzo y trabajo. Por eso es que Jesús nos dio la parábola de la viuda y el juez injusto en Lucas 18 «sobre la necesidad de orar siempre, y no desmayar». Estamos acostumbrados a ser alimentados con cucharas a través de la música y los medios, las transmisiones de multimedia (podcasts) y la predicación y la oración requiere que nos apartemos del mundo mientras enfocamos nuestra mente.

Y esto es lo que debemos hacer no solo de manera individual sino corporativa juntos. En Mateo 21 Jesús reprende a las personas por convertir el tiempo en algo como el lugar de operaciones del mercado de cambio de Chicago. Él dice, «Mi casa, casa de oración será llamada» (Mateo 21:13). Según el Nuevo Testamento, la iglesia es el templo del Espíritu de Dios (1 Corintios 3:16). ¿Entonces son nuestras iglesias la casa de oración que Dios espera que sean? ¿Apartamos el tiempo para ello? ¿Le damos prioridad al compromiso de orar juntos? ¿O es nuestra reunión de oración corporativa simplemente algo para hacer en medio de los tiempos de música?

Robert Murray M’Cheyne dijo, «Lo que un hombre es cuando está solo de rodillas ante Dios, es lo que en realidad es, nada más». La oración corporativa comunica a las personas la importancia de la oración, que realmente es una necesidad para nuestra lucha contra las fuerzas espirituales y por tanto requiere de armas espirituales. ¿Y qué mayor arma que las oraciones no solo de uno, sino decenas, cientos y aún miles?

  1.   Da ejemplo a las personas sobre cómo orar.

Recuerdo la primera vez que oré públicamente. Era un nuevo creyente, paranoico y perplejo acerca de qué decir. ¿Por tanto qué hice? Imité lo que escuchaba hacer a otros.

Además de estudiar las oraciones de Daniel o Pablo o Ana o María, nada enseña más a nuestra gente cómo orar que las oraciones que escuchan de los fieles de la iglesia. Si queremos que nuestra gente ore bíblicamente y con conocimiento, si queremos que oren con temor reverente y afecto personal entonces debemos darle ejemplo de manera corporativa. Como D. A. Carson destaca oportunamente, «escoge modelos, pero escógelos bien. Estudia su contenido, su alcance, su pasión, su unción, pero no imites su lenguaje».

  1.   Une a nuestra gente en los propósitos de Dios.

Somos naturalmente personas narcisistas. No tenemos inconvenientes para orar por nuestras necesidades, anhelos y deseos personales; y no está mal hacer esas cosas. Debemos hacerlas. Sin embargo, que lamentable es que nuestra vida de oración, especialmente nuestra vida de oración corporativa se encuentre dominada por esas preocupaciones. Después de todo, no somos lo más importante de la historia humana.

Nuestra salud y felicidad no es lo más importante de la historia humana. La iglesia y su prosperidad es lo más importante de la historia humana (Efesios 3:1.13).

Cuando nos reunimos para destacar lo espiritual antes que lo físico, lo corporativo antes de lo individual, reunimos a nuestra gente en los propósitos de Dios para su iglesia. La oración corporativa crea preocupación por nuestra unidad y testimonio corporativo.

  1.   Prepara a nuestra gente para que Dios actúe.

La oración corporativa de la iglesia marcó muchos de los grandes movimientos del libro de los Hechos. Definió su vida en Pentecostés (2:42). Equipó a los creyentes con el Espíritu para hablar la Palabra de Dios con valentía (4:31). La oración marcó el nombramiento de los primeros diáconos (6:6), la expansión del evangelio a los samaritanos (8:15) y hasta la visión de Pedro para difundir el evangelio a los gentiles (10:9). De hecho, ¡fue la oración de la iglesia lo que hizo que Pedro fuera liberado de la prisión (12:5)!

Amigos, ¡la oración cambia las cosas! Por eso es que Pablo afirma que la iglesia orará unida, hombres y mujeres (1 Corintios 11, 14). La oración es el medio ordenado por Dios para cumplir sus fines sobrenaturales. Es personal y poderosa. Como Jesús les recordó a sus discípulos, hay algunos obstáculos que no pueden ser vencidos más que con la oración (Marcos 9:29).

Amigos, como Jamie Dunlop establece en The Compelling Community [La Comunidad Persuasiva], «Dios ama defender su reputación. Cuando oramos juntos nuestras necesidades se convierten en algo público. Cuando él responde su gloria se convierte en algo público». La oración prepara a nuestra gente para que Dios actúe.

NUESTRO PRIMER SERVICIO DE ORACIÓN

El mes pasado organizamos nuestro primer servicio de oración del domingo en la noche, según recordamos recientemente. No fue exactamente como lo planeamos, ¡y de esto tengo mucha culpa!

Pero está bien. Para nosotros, el pueblo de Dios, oramos en el poder de Dios. Hicimos lo que ninguna otra institución o personas en la tierra tienen el privilegio de hacer. Y lo haremos nuevamente. Y estaremos alertas, esperaremos y anticiparemos lo que Dios hará en su nombre.

Traducido por Samantha Paz.